Conversatorio analizó los posibles escenarios de Chile ante el TPP-11

El Consejo Académico de Estudiantes de Postgrado UC (CADEPUC) y la Escuela de Gobierno UC, organizaron el pasado 1 de octubre un conversatorio denominado “TPP-11, mitos, realidades y controversias”, que tuvo por objetivo despejar dudas sobre el polémico Tratado Transpacífico de libre comercio, aprobado recientemente por la Comisión de Constitución del Senado y cuya tramitación en el Parlamento ha intensificado su discusión en la opinión pública.

La actividad fue realizada en el Auditorio Alfonso Castro de la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica, y contó con la participación de dos expertos en la materia, quienes ofrecieron puntos de vista opuestos acerca del Tratado: el economista Rodrigo Valdés, ex Ministro de Hacienda del gobierno de Michele Bachelet y profesor de la Escuela de Gobierno UC y Carlos Figueroa, filósofo y profesor del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, ex vocero de la agrupación Chile Mejor sin TPP.

El panel fue moderado por Osvaldo Larrañaga, director de la Escuela de Gobierno UC.

Para Manuel Muñoz, investigador CAPES y uno de los organizadores del evento, éste nació con el fin suplir el “amplio desconocimiento del contenido del tratado por parte de la sociedad civil, lo que ha generado múltiples mitos en torno a los beneficios y prejuicios del mismo. A su vez, teníamos el interés de profundizar en las principales controversias existentes entre las diferentes visiones divergentes con respecto al tratado”.

Materias discutidas

El grueso de la conversación giró en torno a los beneficios y/o perjuicios que el TPP-11 podría traer a la sociedad chilena. En este sentido, los expositores debatieron sobre el tipo de modelo de desarrollo que este tipo de tratados impulsan y sus implicancias en materia de soberanía nacional.

Carlos Figueroa enfatizó que a la hora de desarrollar un juicio crítico con respecto al TPP-11, la sociedad chilena debe sopesar en una balanza los beneficios y costos derivados de la aplicación del tratado. Según la opinión del panelista, “dado que Chile ya cuenta con tratados de libre comercio con los otros 10 países firmantes, en términos comerciales, el TPP-11 no viene a representar una mayor ganancia”.

Por otro lado, y haciendo propias las críticas del economista surcoreano Ha-Joon Chang, el panelista cuestionó el beneficio que a largo plazo puede representar para Chile (una economía mediana y que explota principalmente recursos naturales) el firmar un tratado que robustece el libre comercio con países que le superan ampliamente en términos tecnológicos e industriales.

De esta manera, Figueroa problematizó algunas cifras ofrecidas por Cancillería, cuyas estimaciones pronostican que la entrada en vigencia del acuerdo comercial permitiría el acceso de 3.000 productos chilenos a nuevos mercados internacionales. Si bien no desmintió estas proyecciones, el panelista argumentó que “no existen estudios econométricos que nos permitan conocer con certeza cuál es el impacto real de un eventual incremento de la actividad comercial”.

Por su parte, Rodrigo Valdés defendió el modelo de desarrollo que busca impulsar el TPP-11. Para el ex ministro, el tratado viene a reforzar “la política de apertura comercial que ha impulsado el Estado chileno en los últimos 40 años, y que tan buenos réditos ha traído a nuestra economía”. Según cifras mostradas por el panelista, en las últimas décadas, a diferencia del promedio de las economías regionales, el PIB per cápita chileno ha acortado brechas con respecto a los niveles de crecimiento experimentados por países potencias como EEUU.

Para Valdés, sin embargo, el verdadero impacto del TPP-11 no debe buscarse en los indicadores comerciales. “Cuando una economía abierta como la Chile refuerza políticas de disminución arancelaria con naciones con las cuales ya pre-existen tratados de libre comercio, es esperable que las contribuciones en estos términos no sean de gran impacto” manifestó. En su opinión, el impacto real del TPP-11 es el aporte que el tratado da a la generación de un nuevo marco institucional, el cual se basa en la apertura económica y en acuerdos comerciales bajo un ordenamiento de reglas comunes entre diferentes países.

Soberanía nacional

En cuanto al riesgo de pérdida de soberanía nacional que podría conllevar la firma del tratado, Figueroa coincidió con Valdés en que efectivamente el TPP-11 crea un nuevo marco institucional. Sin embargo, para el primero, las consecuencias pueden no ser siempre beneficiosas. “La resolución de controversias en tribunales internacionales”, por ejemplo, “da mayor posibilidad de éxito a las empresas trasnacionales sobre Estados pequeños, los cuales son presionados para favorecer los intereses de las corporaciones” comentó.

A criterio de Valdés, todo tipo de tratado multilateral (ya sea motivado por razones económicas, medio ambientales o relacionadas con derechos humanos, etc.) trae consigo necesariamente un grado de pérdida de soberanía de los Estados nacionales.

Otro de los temas abordados en el panel fueron las consecuencias medioambientales de una potencial aprobación del acuerdo, materia de gran interés para los presentes en el público. Al respecto, Carlos Figueroa resaltó que los conceptos “cambio climático” o “crisis climática” no aparecen en ningún punto a lo largo del texto del tratado, destacando incluso que en uno de sus acápites se declara que: “las Partes reconocen que es inapropiado establecer o utilizar sus leyes ambientales u otras medidas de una manera que constituya una restricción encubierta al comercio o a la inversión entre las Partes”, lo que, a ojos del panelista, define claramente “el modelo de desarrollo que se busca profundizar con el tratado, en donde políticas ambientales y leyes civiles están supeditadas al comercio y la inversión de trasnacionales”.

Balances

En palabras de sus organizadores, la actividad “generó un espacio interesante de discusión entre panelistas y audiencia. Los presentantes se llevaron una buena aproximación de la algunas de las principales controversias existentes, pese a lo complejo y multifactorial del tema”.

La misión de CADEPUC es generar discusión sobre temáticas de contingencia nacional entre los estudiantes de postgrados de la Universidad Católica de Chile. “Con ello”, dice Muñoz “esperamos contribuir, en el mediano y largo plazo, a la formación de una masa crítica que facilite la construcción de una comunidad de postgrado que tenga la motivación y la capacidad de insertarse, de manera independiente, en las discusiones de relevancia nacional, aportando desde una visión interdisciplinaria, y aprovechando su capital cultural acumulado, a la construcción del país”.

Revisa el video completo del conversatorio.

Texto: Manuel Muñoz | Edición: Comunicaciones CAPES