Científicos llamaron a firmar Escazú en última campaña CAPES

Compartimos con ustedes un video producido por CAPES junto a distintas organizaciones y centros de estudio nacionales, donde diversas personalidades y destacados investigadores instan a las autoridades a la firma del Acuerdo de Escazú previo al cumplimiento del primer plazo ratificatorio. En el video, los profesionales reclamaron el derecho a un ambiente sano y un futuro sustentable como imperativo para toda sociedad que aspire a una democracia plena y para todos.

Pese a que el Gobierno finalmente decidió no firmar el acuerdo, Chile aún puede hacerse parte de este pacto regional en el futuro, por lo que la presión para conseguir este importante paso continua.

Escazú ahora: por qué Chile debe firmar el Acuerdo de Escazú from CAPES-UC on Vimeo.

Transcripción

Chile es un territorio que cuenta con incomparables entornos naturales y ecosistemas únicos en el mundo. Bien protegidos y gestionados, estos ambientes pueden proveer el bienestar material y espiritual al cual todos y todas tenemos derecho.

Hoy, sin embargo, esa misma naturaleza que nos sostiene se ve amenazada por una serie de procesos económicos, sociales, políticos y naturales que ponen en peligro dicho potencial. El uso inescrupuloso de nuestros recursos naturales, la histórica desigualdad social, la actual crisis climática y la escasa legislación en materia ambiental son algunas de estas amenazas.

El Acuerdo de Escazú es un pacto regional que busca convertir en acciones concretas el principio de que la mejor forma de tratar los conflictos ambientales es con la participación de todos los ciudadanos y ciudadanas. ¿Cómo? Asegurando el acceso igualitario de las personas a la información ambiental, garantizando su participación en la toma de decisiones, y fortaleciendo la institucionalidad de los países en esta materia. Es, en definitiva, un acuerdo necesario de democracia y justicia ambiental que no afecta ni pone en riesgo la soberanía de los estados que lo adoptan.

Hasta ahora, el acuerdo ha sido firmado por 22 de los 33 estados miembro de la comunidad de países de Latinoamérica y el Caribe, pero Chile, uno de los países impulsores del pacto junto con Costa Rica, aún no lo hace.

La firma de este acuerdo permitiría, entre otras cosas, que cada chileno y chilena pueda acceder a la información ambiental de su interés que se encuentre el poder del Estado, lo que implica el derecho a solicitar y recibir información sin una razón previa y a ser debidamente informado si la institución no cuenta con la información requerida.

El acuerdo también mandata a los países a poner a disposición de la gente la información ambiental relevante para sus funciones, de manera sistemática, proactiva, oportuna, regular, accesible y comprensible. Esto incluye, por ejemplo, el listado de zonas contaminadas, por tipo de contaminante y localización; información sobre el uso y la conservación de los recursos naturales y servicios ecosistémicos; informes técnicos y estudios científicos en asuntos ambientales, elaborados por instituciones académicas y de investigación, públicas o privadas, o información de los procesos de evaluación de impacto ambiental y de licitaciones o permisos ambientales otorgados por las autoridades públicas.

Los países firmantes también deberán asegurar la participación abierta e inclusiva de las personas en las tomas de decisiones ambientales, como el ordenamiento territorial o la elaboración de políticas, estrategias, planes o reglamentos que tengan un impacto sobre el medio ambiente.

Por último, el acuerdo obliga a los estados a garantizar el derecho a la justicia ambiental ante cualquier acción o decisión que vulnere el medio ambiente o las normas jurídicas que lo resguardan.

Nuestro país tiene hasta el 26 de septiembre para firmar Escazú y sumarse a la negociación de sus reglas de procedimiento. Hacerlo, sería continuar y reafirmar el compromiso internacional de Chile en materia ambiental. Sería fundar una nueva relación entre el Estado, la sociedad, y la naturaleza que nos rodea y de la que somos parte. Una relación de interdependencia, respeto y cuidado, basada en la participación y la democracia plena, que nos permita a todos y a todas vivir en un ambiente sano y construir un futuro sustentable para las próximas generaciones.

No hacerlo, sería creer que las amenazas no existen, o que pueden ser resueltas sin la participación informada de todos quienes habitamos este planeta.

Por eso, hoy más que nunca decimos ¡Escazú ahora!