La siguiente columna de opinión fue publicada en el sitio web de Madera 21, el pasado 2 de agosto. En ella, el académico de la Universidad del Desarrollo e investigador principal del CAPES, Felipe Vásquez, escribe sobre el concepto de «capital natural» y las implicancias que tiene en el sector productivo y ambiental de los países esta nueva mirada sobre los recursos y beneficios que entrega la naturaleza.
El enfoque de Capital Natural se ha convertido en un nuevo paradigma empresarial. En julio de 2023, la compañía CMPC comprometió una estrategia inédita de naturaleza, conservación y biodiversidad, aplicando el enfoque de capital natural para valorar, proteger y expandir sus más de 400 mil hectáreas de conservación. La estrategia se sustenta en cuatro pilares: biodiversidad, servicios ecosistémicos, soluciones basadas en la naturaleza y territorialidad. CMPC busca identificar y valorar los beneficios de los ecosistemas, como el turismo, la captura de carbono y otros servicios para la sociedad.
Este enfoque, que está ganando cada vez más aceptación tanto en el ámbito público como privado, es el resultado de años de investigación en diversas áreas como la ecología, la economía ambiental, y la estrategia empresarial, entre otras disciplinas científicas. La integración de conocimientos provenientes de estas áreas ha llevado a una comprensión más profunda de la importancia de los recursos naturales y los servicios ecosistémicos para el bienestar humano y el desempeño de las empresas. El enfoque de capital natural impulsa la gestión responsable de recursos, la innovación sostenible y la evaluación de riesgos y oportunidades ambientales. Asimismo, fomenta el compromiso con las comunidades y otros actores para abordar desafíos ambientales compartidos. Al adoptar esta perspectiva, las empresas pueden mejorar su resiliencia frente a los desafíos ambientales, generar ventajas competitivas y fortalecer su reputación.
El enfoque de capital natural ofrece beneficios significativos, como la mejora en la gestión de riesgos, ya que las empresas dependen de recursos naturales para sus operaciones, y la escasez o degradación de estos recursos puede afectar la cadena de suministro y los costos. Además, fomenta la innovación al buscar soluciones sostenibles, lo que genera ventajas competitivas. El capital natural también influye en la reputación empresarial y la relación con los consumidores, ya que la creciente preocupación ambiental ha aumentado la exigencia de productos y prácticas más sostenibles.
Algunas de las prácticas concretas del enfoque de capital natural son:
- Evaluación del capital natural: Las empresas realizan una evaluación de su dependencia y uso de los recursos naturales en sus cadenas de suministro y operaciones.
- Gestión responsable de recursos: Las empresas adoptan prácticas de gestión más responsables en relación con el uso de recursos naturales, como el agua, la energía y las materias primas.
- Innovación sostenible: Se promueve la investigación y el desarrollo de tecnologías y prácticas más sostenibles que reduzcan la huella ambiental de la empresa y aumenten su resiliencia.
- Evaluación de riesgos y oportunidades: Se consideran los riesgos ambientales y climáticos en la planificación estratégica de la empresa.
- Compromiso con las partes interesadas: Las empresas se involucran con las comunidades locales y otras partes interesadas para comprender sus preocupaciones ambientales y sociales y trabajar en colaboración para abordar los desafíos compartidos.
El enfoque de capital natural requiere entender la naturaleza como un capital finito que debe ser gestionado con responsabilidad y respeto. Al adoptar este enfoque, las empresas pueden mejorar su resiliencia frente a los desafíos ambientales, generar ventajas competitivas, fortalecer su reputación y contribuir a un futuro más sostenible.
Texto: Felipe Vásquez