Los días 6 y 13 de mayo de 2021, se realizó el foro “La tragedia ambiental de América Latina y el Caribe, y el caso de Chile”, la cual tuvo el objetivo de analizar y reflexionar sobre la situación ambiental de la zona, y en especial, de sus recursos naturales. El evento contó con la participación de destacados investigadores, entre los que estuvo el Dr. Fabián Jaksic, director de CAPES.
Cambio climático, degradación del suelo, biodiversidad, bosques nativos y ecosistemas marinos fueron algunos de los temas que revisaron los más de 200 asistentes a cada una de las sesiones del foro “La tragedia ambiental de América Latina y el Caribe, y el caso de Chile”, actividad organizada por el Instituto de Asuntos Públicos, INAP, y su Centro de Análisis de Políticas Públicas, CAPP, de la Universidad de Chile, con apoyo de otras nueve casas de estudios de diferentes regiones de Chile, entre ellas la Universidad Católica.
Primera jornada: una mirada global
En la primera sesión, inaugurada por Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, y Hugo Frühling, director del INAP, los expositores alertaron acerca de la masiva actividad extractivista y exportadora de materias primas del continente. «Estamos frente a un verdadero cambio de época que nos plantea la urgencia de cambiar el modelo de desarrollo, un modelo extractivista, concentrador del ingreso y la riqueza y fundado en la cultura del privilegio», señaló Bárcena, agregando que el deterioro de los recursos naturales es una verdadera “pandemia en las sombras: el silente deterioro ambiental y ecológico».
Según explicó el rector Vivaldi, para mitigar los efectos del cambio climático y revertir el deterioro ambiental en Chile y América Latina, se necesitan respuestas transdisciplinares: «Para la complejidad de los problemas actuales, la posibilidad de enfrentarlos desde una sola disciplina se acabó. Se requiere crear algo nuevo. Los problemas de agua, de energía, de sustentabilidad, no pueden ser resueltos por una sola disciplina».
Segunda jornada: distintos niveles del desastre
La segunda sesión se orientó al análisis del problema de recursos y servicios naturales específicos: biodiversidad, a cargo de Fabián Jaksic, de CAPES; bosques nativos, expuesto por Antonio Lara de la Universidad Austral de Chile; aguas continentales presentado por Reinaldo Ruiz del CAPP; y ecosistemas marinos y del borde costero, a cargo de Ricardo Bravo de la Universidad de Valparaíso.
Quienes no están al tanto de todos los efectos del cambio climático, tal vez piensan que el título de “Tragedia Ambiental” es exagerado, pero la realidad es que, particularmente en Chile, estamos frente a una tragedia ambiental de proporciones. Con respecto a la biodiversidad, Jaksic precisó que “el Ministerio del Medio Ambiente ha logrado analizar cerca de 1.200 especies, de las 35.000 que tenemos en nuestro país, un 67% de las especies clasificadas están amenazadas, en peligro de extinción o vulnerables. Un caso preocupante es el de los moluscos, de las 48 especies analizadas, todas están en un estado de conservación de amenaza de extinción”. Algo similar sucede con los ecosistemas, “en Chile podemos reconocer 127 ecosistemas distintos, de los cuales el 50% están amenazados y podrían dejar de entregarnos sus bienes y servicios”, afirmó Jaksic.
“Existen 5 grandes amenazas que actúan fuertemente sobre los ecosistemas: cambio climático, contaminación, sobreexplotación de recursos, invasión de especies exóticas y las transformaciones a los hábitats. Todas estas amenazas son ejercidas sobre la biodiversidad, y ésta es la que entrega los servicios ecosistémicos de los cuales dependemos para nuestro desarrollo y bienestar humano”, resumió el ecólogo Premios Nacional de Ciencias Naturales 2018.
Por su parte, Antonio Lara advirtió sobre la pérdida progresiva de bosque nativo en nuestro país, que en las últimas décadas ha sido de 782.000 ha, un 19% del área inicial, según estudios científicos en una extensa superficie del territorio. Entre las causas de esta destrucción están la expansión de plantaciones, la expansión de la agricultura en terrenos de pastoreo y los matorrales. “Debemos hacer dos cosas, por un lado, disminuir las amenazas, las tasas de destrucción, y por otro, aumentar las tasas de restauración”, señaló el profesor Lara.
En cuanto a las aguas continentales, Reinaldo Ruiz mencionó que “hay escasez hídrica de Atacama al Maule, en la zona central, hay aumento de la demanda, sobreexplotación, las precipitaciones se reducen y la calidad de las aguas se deteriora”. Además, “el 65% de la población vive en un territorio considerado árido, tierras desérticas prácticamente (…) más del 60% de la producción nacional es absolutamente dependiente del agua, eso es algo que necesitamos corregir, porque todo el sector exportador depende del agua”, acotó el investigador.
Los ecosistemas marinos y el borde costero también están en riesgo, como dejó en claro el investigador Ricardo Bravo, quien comentó que “en Chile la situación es delicada, porque cerca del 70% de las pesquerías se encuentran sobreexplotadas o agotadas”. Pero también hay otros problemas, entre los los más relevantes están el cambio climático, que está afectando a la biósfera completa, la absorción de calor, la pérdida de oxígeno, la acidificación del océano, la pérdida de diversidad biológica, la pérdida de hábitat y el sobrepoblamiento costero.
“Los cambios son múltiples, la mayoría de los cuales constituyen amenazas o, ya están pasando a la categoría de daño. La mayoría de estos cambios se han producido en los últimos 50 años”, finaliza el profesor Bravo, lo que apoya la idea de que estamos en la era del Antropoceno y que la especie humana es considerada una fuerza geofísica de importancia planetaria.
Texto: Comunicaciones CAPES