Las pruebas obtenidas por la investigación confirman homogeneidad racial y conexión directa de este canino con antigua raza de pastores europeos ya extintos.
El ovejero patagónico, también conocido como ovejero magallánico o barbucho, es un perro de pastoreo presente en la Patagonia chilena, desde Coyhaique a Tierra del Fuego, y, desde hoy, una de las dos razas de perro originalmente criadas en Chile, junto con el terrier chileno.
El descubrimiento es el resultado de una investigación de 5 años llevada a cabo por investigadores de CAPES, las universidades Austral de Chile (UACh), Bernardo O’Higgins (UBO) y Santo Tomás de Puerto Montt, y el National Institute of Health de Estados Unidos, quienes realizaron la primera caracterización morfo estructural y fenotípica completa de estos canes, entregando así evidencia que permite demostrar su origen y unicidad.
Si bien más que conocida a nivel nacional, hasta hoy la raza no es reconocida oficialmente por la Federación Cinológica Internacional (FCI).
Para resolver esta falta, los investigadores Marcelo Gómez, Marcela Gómez y César González, comenzaron en 2014 a estudiar ejemplares de este perro, identificando variables morfométricas en perros menores de dos años y obteniendo un coeficiente de variación menor al 10%, lo que indica homogeneidad racial.
«Su origen proviene del establecimiento de la ganadería en dicha zona, en conjunto con la colonización europea a fines del siglo XIX», cuenta González, investigador de CAPES y la Universidad Bernardo O’Higgins. «Estos perros han sido seleccionados artificialmente y se han adaptado a las condiciones climáticas extremas de Patagonia en los últimos 100 años, entregando los indicios del establecimiento de una nueva raza canina en Chile» agrega.
“El reconocimiento nacional e internacional de esta raza tiene un valor histórico patrimonial ya que ha sido parte fundamental de la historia, desarrollo económico y social de la Patagonia chilena”, aseguró Marcelo Gómez, académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias UACh.
El estudio es parte de tres proyectos colaborativos Conicyt (Fondecyt 1181592, REDI170062 y beca doctorado Nacional CONICYT 2018), y ha realizado hasta ahora el muestreo de más de 150 perros en las regiones de Aysén y Magallanes, recolectando información sobre su manejo reproductivo, salud, distribución geográfica e información genómica.
Patrimonio inmaterial
La adaptación del ovejero patagón a condiciones climáticas extremas, gran habilidad para el pastoreo y resistencia física la convierte en una raza de suma importancia, que forma parte de la identidad de la región de Aysén y Magallanes.
Está presente en diversas esculturas, piezas de arte y artesanía, e incluso hay documentos históricos que datan de 1897 donde ya se mencionan las características que presentan estos perros a los que se les otorgaba un valor monetario por su labor en la actividad productiva ganadera.
“Las características fenotípicas, que difieren de los Collies actualmente reconocidos por FCI y AKC (American Kennel Club), y los antecedentes históricos que estudiamos son evidencia científica que nos indican que estamos frente a una raza antigua de perros de trabajo, ancestro vivo de un tipo de perro pastor europeo actualmente extinto y que se han mantenido en el extremo sur de nuestro país hasta el día de hoy debido a un efecto isla, permitiendo una adaptación por más de 120 años, lo que queremos demostrar con nuestra investigación”, concluyó Natasha Barrios, médico veterinario e investigadora.
Créditos: Comunicaciones CAPES y Universidad Austral de Chile (UACh)