Paola Correa Cuadros, investigadora que acaba de adjudicarse un proyecto Fondecyt postdoctoral 2022, trabajará en 2 líneas de CAPES, combinando el modelamiento de dinámicas poblacionales y la ecología de los procesos de invasión, para identificar los factores causantes del incremento poblacional de los conejos en Chile.
Los conejos son animales carismáticos, percibidos como “tiernos y lindos”, muchas veces escogidos como mascotas para niños y niñas. Sin embargo, en estado silvestre, se han transformado en una plaga difícil de controlar en diversas regiones del país, como Chile central, Tierra del Fuego e islas Juan Fernández, aunque inicialmente fueron vistos como una oportunidad de desarrollo económico a partir del aprovechamiento de su piel y su carne.
El conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) fue introducido en el centro y sur de Chile aproximadamente en 1880 y se encuentra entre las siete especies invasoras que más afectan el ecosistema nacional, generando una pérdida de 3 millones de dólares por año. “La Corporación Nacional Forestal, CONAF, estima que hay 200 millones de conejos que se alimentan de cuatro millones de hectáreas al año, lo que significa el 30% de todos los pastizales en Chile, por lo que esta especie causa grandes daños tanto en los ecosistemas (bosque esclerófilo e islas del Archipiélago Juan Fernández) como en sistemas productivos (ganadería, cultivos agrícolas y forestales) consumiendo la cobertura vegetal y generando erosión en el suelo por la construcción de sus madrigueras”, según nos cuenta Paola Correa Cuadros, bióloga, ecóloga e investigadora de las líneas 0 y 4 de CAPES, seleccionada con un Fondecyt postdoctoral para estudiar en profundidad esta especie y sus efectos en los ecosistemas.
Ecología y dinámica poblacional del conejo
Aunque el conejo europeo lleva más de 150 años en Chile y está catalogado entre las siete especies invasoras que más afectan el ecosistema, aún se desconocen los mecanismos que desencadenan sus aumentos poblacionales, siendo necesario identificarlos para poder predecir sus brotes y realizar un control eficiente de su población. “Es por esto que el proyecto Fondecyt postdoctoral analizará la dinámica poblacional del conejo europeo en Chile a través de modelos matemáticos y bases de datos de la abundancia de esta especie invasora en la Reserva Nacional Las Chinchillas (Coquimbo, Illapel), junto con variables climáticas (precipitación, humedad, temperatura y evaporación) y su red trófica (competidores y depredadores) para identificar los factores causantes del incremento poblacional de los conejos. Entendiendo cómo es la dinámica poblacional de esta especie y qué factores influyen en su población, se puede tener un panorama más claro en cuanto al tipo de manejo que se debe realizar para controlar a esta especie dañina”, acota la investigadora.
Paola Correa desarrollará este proyecto colaborando en dos líneas de investigación de CAPES, la línea de Dirección y la línea 4, “Dinámicas de población, cambio global y sustentabilidad socio-ecológica”, lideradas por los investigadores principales Fabián Jaksic y Mauricio Lima, respectivamente. “El laboratorio del Dr. Jaksic cuenta con una vasta experiencia sobre especies invasoras y el estudio de los factores asociados a los procesos de invasión de estas especies y un amplio conocimiento sobre el conejo europeo en Chile. En cuanto al laboratorio del Dr. Lima cuenta con una gran experiencia en el modelamiento de dinámicas poblacionales de especies que aumentan rápida y repentinamente, entendiendo y prediciendo sus dinámicas”, indica Paola acerca del trabajo interdisciplinar que estará realizando.
Cómo mitigar los efectos de las invasiones biológicas
Las especies invasoras son consideradas una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo, por lo que reducir sus impactos es imprescindible para la conservación de la biodiversidad. “Los ecosistemas y sistemas productivos sufren daños por la presencia de estas especies invasoras donde la solución es manejarlas mediante agroquímicos u otro tipo de controles, muchas veces sin éxito”, explica la bióloga, “debido a que se olvida que los ecosistemas se encuentran regulados por interacciones entre el clima, las especies invasoras y las demás especies animales y vegetales. La dinámica de poblaciones permite estudiar los cambios poblacionales de las especies invasoras, para comprender su aumento y relaciones con el ambiente, con el fin de predecir sus densidades a futuro y manejarlas eficientemente, para conservar el ecosistema donde habitan”.
Desde el punto de vista de la gestión y manejo de especies invasoras, “esta información es un punto de partida clave para saber cómo podemos manejar al conejo y empezar a acortar las brechas de conocimiento entre la ecología de esta especie y otras disciplinas como la epidemiología o la economía, ya que sabiendo cómo incrementa la densidad y bajo qué condiciones, se puede relacionar con otras dinámicas poblacionales como la de los virus y sus vectores, o saber qué tan propenso es un hábitat para que los conejos proliferen en él”, finaliza la investigadora.
Texto: Comunicaciones CAPES
Créditos imágenes: Juan Riquelme