Juan Francisco Ovalle (a la derecha en la foto), ecofisiólogo de bosques y miembro de la línea 1 de CAPES, fue uno de los dos investigadores del Centro que obtuvieron el pasado octubre financiamiento para la ejecución de un proyecto de investigación de la mano del programa Fondecyt de Iniciación 2019.
El proyecto seleccionado busca estudiar cómo la variación latitudinal afecta los rasgos funcionales de semillas y plántulas de especies arbóreas nativas, las cuales podrían verse afectados por los cambios en patrones de precipitaciones y temperaturas máximas en la zona central de Chile.
Para llevarlo a cabo, el también ingeniero agrónomo de la Universidad de Concepción usará material genético de dos conocidos habitantes de estos cada vez más inclementes parajes: el peumo (Cryptocarya alba) y el boldo (Peumus boldus), provenientes de poblaciones contrastantes (Coquimbo a la Araucanía). “Estas especies”, cuenta Ovalle, “fueron seleccionadas porque sus poblaciones septentrionales son susceptibles al cambio climático y son especies de uso común en programas de restauración ecológica en la zona central de Chile”.
Mediante jardines comunes y plantaciones recíprocas, el estudio busca identificar rasgos de eficiencia de uso de nutrientes y agua mediante la caracterización de variables morfológicas y fisiológicas a nivel de semilla y planta, bajo diferentes condiciones de disponibilidad hídrica.
Consultado sobre cómo se inserta este nuevo proyecto en su trabajo, el investigador explica: “este desafío significa introducirme en un área de estudio nueva para mí, pero a la vez muy complementaria, que es la selección de especies nativas para restauración basado en el conocimiento ecológico y fisiológico de las semillas. El origen y ubicación de los árboles productores de semillas, los mecanismos de germinación, latencia y características morfológicas de las semillas me permitirán entender de forma más integral por qué los atributos de calidad de planta de vivero son determinantes para la sobrevivencia y el crecimiento de las plantas bajo condiciones de baja disponibilidad hídrica en campo”.
En opinión de Ovalle, este conocimiento es básico para desarrollar una correcta planificación y monitoreo de programas de restauración ecológica basado en el enfoque de migración asistida.
El proyecto, afirma, contribuirá a mejorar las prescripciones para la restauración del bosque y matorral esclerófilo en la zona central de Chile. “Específicamente, se obtendrá información para la correcta elección de zonas de colecta de semillas e información sobre los rasgos funcionales que determinan una mejor eficiencia en el uso de nutrientes del suelo y uso de agua para reforestaciones en zonas con déficit hídrico” concluye.
Los proyectos financiados por el programa Fondecyt de Iniciación tienen una duración de tres años.