La actividad estuvo organizada por la Seremi de Medio Ambiente de la Región Metropolitana.
“Esta es una oportunidad para plantearnos como queremos responder como humanidad”, enfatizó el investigador, quien en su presentación abordó distintos aspectos relacionados al cambio climático.
El pasado 14 de octubre, de forma virtual, se realizó la octava versión de la Feria de Educación Ambiental Regional de la Seremi de Medio Ambiente de la Región Metropolitana. La feria, tuvo por objetivo mostrar al público distintas prácticas ambientales sustentables en sus diversos ámbitos y quehaceres.
El evento congregó 35 panelistas pertenecientes a escuelas, universidades, fundaciones, municipios, emprendimientos, servicios públicos y empresas B de todo el país, quienes participaron a través de exposiciones y sesiones de preguntas. Las presentaciones, grabadas con antelación, fueron estrenadas el día de la Feria en el canal de YouTube de la Seremi.
La jornada fue inaugurada con un saludo inicial y bienvenida de la Ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt Zaldívar, quien aludió a la importancia de sostener el resguardo de nuestros entornos en un contexto de emergencia sanitaria. “El momento que estamos viviendo nos plantea un gran desafío, ¿cómo impulsar acciones en tiempos de pandemia que nos permitan seguir cuidando el medio ambiente”, remarcó. Por lo mismo, el evento se planteó como insumo motivacional para redoblar esfuerzos en materia ambiental.
En la oportunidad, también se abordaron temas como la economía circular, la soberanía alimentaria, los residuos orgánicos, el cambio climático, la biodiversidad, los recursos naturales y las ciudades sostenibles.
Presencia CAPES
El investigador del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad UC, Enrico Rezende, fue uno de los expositores de la feria, con la charla titulada “Cambio climático y sus efectos sobre el planeta”. En ella, el ecólogo evolutivo expuso sobre la dimensión científica de los efectos del cambio climático en el planeta, como son la variabilidad térmica, la desertificación, los deshielos en los polos y la acidificación de los océanos. Lo anterior, enfatizando en cómo estos efectos repercuten sobre la biodiversidad, la especie humana, la disminución de áreas cultivables terrestres y marinas, el crecimiento del nivel de los océanos, y finalmente el aumento de las migraciones.
“El planeta siempre ha cambiado y seguirá cambiando, nosotros sabemos lo que se viene con el cambio climático, así es que ¿de qué forma podemos responder como humanidad? El uso de energías renovables, la creación de tecnologías para captar CO2, el uso seguro de energía nuclear, la disminución del consumo y disminución de productos contaminantes, parecen ser medidas a contribuir los efectos indeseados del cambio climático y que deberíamos implementar”, explicó el profesor asistente de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
El evento, que fue visto por más 5 mil personas, quienes valoraron positivamente su realización, fue coorganizado por la universidad Andrés Bello y el Proyecto Asociativo Explora Sur Oriente RM.
Si te perdiste la charla de Enrico, puedes verla en el video de abajo. Su presentación y la de otros expositores están todas disponibles en este enlace.
La actividad estuvo organizada por la Seremi de Medio Ambiente de la Región Metropolitana.
“Esta es una oportunidad para plantearnos como queremos responder como humanidad”, enfatizó el investigador, quien en su presentación abordó distintos aspectos relacionados al cambio climático.
El pasado 14 de octubre, de forma virtual, se realizó la octava versión de la Feria de Educación Ambiental Regional de la Seremi de Medio Ambiente de la Región Metropolitana. La feria, tuvo por objetivo mostrar al público distintas prácticas ambientales sustentables en sus diversos ámbitos y quehaceres.
El evento congregó 35 panelistas pertenecientes a escuelas, universidades, fundaciones, municipios, emprendimientos, servicios públicos y empresas B de todo el país, quienes participaron a través de exposiciones y sesiones de preguntas. Las presentaciones, grabadas con antelación, fueron estrenadas el día de la Feria en el canal de YouTube de la Seremi.
La jornada fue inaugurada con un saludo inicial y bienvenida de la Ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt Zaldívar, quien aludió a la importancia de sostener el resguardo de nuestros entornos en un contexto de emergencia sanitaria. “El momento que estamos viviendo nos plantea un gran desafío, ¿cómo impulsar acciones en tiempos de pandemia que nos permitan seguir cuidando el medio ambiente”, remarcó. Por lo mismo, el evento se planteó como insumo motivacional para redoblar esfuerzos en materia ambiental.
En la oportunidad, también se abordaron temas como la economía circular, la soberanía alimentaria, los residuos orgánicos, el cambio climático, la biodiversidad, los recursos naturales y las ciudades sostenibles.
Presencia CAPES
El investigador del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad UC, Enrico Rezende, fue uno de los expositores de la feria, con la charla titulada “Cambio climático y sus efectos sobre el planeta”. En ella, el ecólogo evolutivo expuso sobre la dimensión científica de los efectos del cambio climático en el planeta, como son la variabilidad térmica, la desertificación, los deshielos en los polos y la acidificación de los océanos. Lo anterior, enfatizando en cómo estos efectos repercuten sobre la biodiversidad, la especie humana, la disminución de áreas cultivables terrestres y marinas, el crecimiento del nivel de los océanos, y finalmente el aumento de las migraciones.
“El planeta siempre ha cambiado y seguirá cambiando, nosotros sabemos lo que se viene con el cambio climático, así es que ¿de qué forma podemos responder como humanidad? El uso de energías renovables, la creación de tecnologías para captar CO2, el uso seguro de energía nuclear, la disminución del consumo y disminución de productos contaminantes, parecen ser medidas a contribuir los efectos indeseados del cambio climático y que deberíamos implementar”, explicó el profesor asistente de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
El evento, que fue visto por más 5 mil personas, quienes valoraron positivamente su realización, fue coorganizado por la universidad Andrés Bello y el Proyecto Asociativo Explora Sur Oriente RM.
Si te perdiste la charla de Enrico, puedes verla en el video de abajo. Su presentación y la de otros expositores están todas disponibles en este enlace.
Durante octubre de 2019, un grupo interdisciplinario de docentes e investigadores visitó un colegio de niños con discapacidad visual para enseñarles sobre la enorme biodiversidad de aves presente en la Región Metropolitana. La experiencia, nos cuentan, les ayudó a entender lo necesario de una educación ambiental multisensorial, e inclusiva, en las aulas chilenas.
Amanece en Santiago, e incluso antes de abrir los ojos, ya sabemos que la ciudad ha despertado.
El ruido de un auto cortando el aire irrumpe por la ventana, seguido de cerca por los ladridos de un perro. A lo lejos, se escucha amortiguado el pitido de una alarma, y el zumbido eléctrico de un letrero se cuela por los oídos. La luz del sol apenas calienta, y ya la urbe completa es una olla bullente de los más variados sonidos.
Y de vez en cuanto, rompiendo esa cacofonía, el trino matutino de un zorzal.
Las aves, tal vez como ningún otro animal fuera de los insectos, son notables en el hecho de que pueden ser apreciadas tanto por los ojos, como por otros sentidos. Su gran variedad de formas y cantos refleja no sólo la abundante diversidad biológica presente en la ciudad, sino también las distintas maneras en que podemos percibirla quienes vivimos en ella.
Durante el segundo semestre de 2019, un grupo interdisciplinario de científicos, artistas y educadores, de la mano del Laboratorio de Innovación Social para la Discapacidad Visual, OCULAB, pudo corroborar de primera fuente la capacidad inclusiva de las aves como vehículos para conocer la biodiversidad que nos rodea.
Esto, gracias al taller «Vecinos con plumas: comprendiendo la ecología urbana a través de la inclusión», una iniciativa de educación ambiental que buscó acercar distintos tipos de saberes sobre las aves que habitan la ciudad, a niños y niñas con diversos tipos de discapacidad visual.
Por medio de sesiones multisensoriales, los niños aprendieron las principales características de las aves urbanas más comunes de la capital, realizando actividades que incluyeron la emisión de registros sonoros de estas aves, el contacto directo con figuras de madera y ejemplares disecados, e incluso la elaboración de nidos de queltehue y picaflor con materiales comunes.
“Un proyecto educativo multisensorial tiene muchas más posibilidades de implementarse en un público más amplio, que incluya a estudiantes diversos” explica la coordinadora del proyecto y miembro de OCULAB, Luz Valeria Oppliger. “Al utilizar formatos que apelen a los distintos sentidos, estás validando las diversas formas de aprender de los estudiantes, y más posibilidades tienes de motivarlos, (sea cual sea su sentido más fuerte o de preferencia) y un estudiante motivado es un estudiante dispuesto a aprender contenidos” añade.
La iniciativa fue financiada gracias a la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana y la Vicerrectoría de Investigación UC, mediante un fondo orientado al desarrollo de programas educativos basados en principios y valores propios de la formación católica. En este caso, los organizadores del taller se inspiraron en la encíclica del Papa Francisco “Laudato si’”, centrada en el cuidado del medio ambiente y la necesidad de una ecología que integre el lugar del ser humano, y sus relaciones con la realidad que lo rodea, como nuevo paradigma de justicia.
Y para la mayoría de los seres humanos, esa realidad circundante toma la forma de una ciudad: “Escogimos la ecología urbana como tema del taller, porque las metrópolis a menudo son vistas como grandes consumidoras de servicios ecosistémicos, y rara vez como generadoras de los mismos a través de sus áreas verdes, donde cohabitan especies vegetales y animales adaptados a estas nuevas y complejas matrices de interacciones” dice Oppliger.
Sólo en la Región Metropolitana, nos cuenta la también bióloga del Centro de Ecología Aplicada y Biodiversidad, CAPES UC, es posible observar cada día más de una docena de aves urbanas, las cuales, con su presencia, contribuyen a generar territorios resilientes que entregan bienestar a los ciudadanos.
Algunas de estas aves también fueron representadas en la forma de figuras talladas en madera por el artesano nacional Richard Bravo, quien recreó, en tamaño real, a las 12 aves urbanas más vistas en la Región Metropolitana: la paloma, el zorzal, el chincol, el picaflor, el mirlo, el tordo, la cotorra, el queltehue, el tiuque, el chercán, el cachudito y la tórtola, acercando sus formas y tamaños a las manos de los niños.
Además, los participantes del taller también pudieron sentir el plumaje de algunas de estas aves gracias a una serie de ejemplares preparados por el taxidermista y museólogo Patricio Zavala Fernández, curador de la Colección Flora y Fauna Patricio Sánchez Reyes de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica.
El taller, cuya experiencia piloto fue implementada en el Colegio de Niños Ciegos Santa Lucía, contó con un equipo multidisciplinario de profesionales, lo que para Oppliger ayudó a enriquecer la experiencia metodológica: “la discapacidad es una realidad muy compleja, con aristas inimaginables para las personas que no viven la discapacidad. Tener un equipo con personas de distintas formaciones y experiencias siempre enriquecerá un proyecto con sus posibles diseños e implementación”, explica.
Los profesionales CAPES Gabriela Flores y César González fueron los encargados de desarrollar los contenidos y asesorar científicamente el proyecto. Éste último revela que, incluso para los organizadores del taller “esta fue una experiencia increíble; los niños han manifestado un gran interés en el taller participativo, y nos han sorprendido con sus conocimientos y capacidad de imitación de algunas aves que habitualmente podemos percibir, escuchar y/o ver en la ciudad”.
¿Y cómo impactó el taller en los niños que participaron de él? En opinión de los profesionales, tanto los estudiantes de la experiencia piloto como del grupo original apreciaron mucho el taller. “Observamos una gran diversidad de repuestas en las evaluaciones sobre las preferencias de formato de las actividades”, dice Oppliger, “lo que refleja la diversidad y complejidad que representa la discapacidad visual”.
“En los talleres participaron niños con ceguera total, mientras unos preferían las actividades con tacto, otros valoraban más los ejercicios de audición, donde no sólo eran invitados a reconocer los cantos de las aves, sino también a imitarlos” detalla la investigadora. Los estudiantes con discapacidad visual parcial, en cambio, complementaban los sentidos, siempre usando el porcentaje de visión remanente. “En general, la actividad más exitosa fue la construcción de nido de queltehue y de picaflor chico” concluye.
La experiencia, finalmente, constituyó un aprendizaje para estudiantes, y organizadores. “Aprendimos a darnos cuenta de la complejidad que tiene vivir con discapacidad visual, porque este déficit muy pocas veces viene solo, sino acompañado de otras complicaciones físicas, cognitivas, emocionales o psicosociales. También aprendimos a valorar el trabajo de los docentes que imparten clases a estudiantes con discapacidad visual, ya que son aulas donde cada estudiante representa un desafío pedagógico distinto”, remata Oppliger.
Durante octubre de 2019, un grupo interdisciplinario de docentes e investigadores visitó un colegio de niños con discapacidad visual para enseñarles sobre la enorme biodiversidad de aves presente en la Región Metropolitana. La experiencia, nos cuentan, les ayudó a entender lo necesario de una educación ambiental multisensorial, e inclusiva, en las aulas chilenas.
Amanece en Santiago, e incluso antes de abrir los ojos, ya sabemos que la ciudad ha despertado.
El ruido de un auto cortando el aire irrumpe por la ventana, seguido de cerca por los ladridos de un perro. A lo lejos, se escucha amortiguado el pitido de una alarma, y el zumbido eléctrico de un letrero se cuela por los oídos. La luz del sol apenas calienta, y ya la urbe completa es una olla bullente de los más variados sonidos.
Y de vez en cuanto, rompiendo esa cacofonía, el trino matutino de un zorzal.
Las aves, tal vez como ningún otro animal fuera de los insectos, son notables en el hecho de que pueden ser apreciadas tanto por los ojos, como por otros sentidos. Su gran variedad de formas y cantos refleja no sólo la abundante diversidad biológica presente en la ciudad, sino también las distintas maneras en que podemos percibirla quienes vivimos en ella.
Durante el segundo semestre de 2019, un grupo interdisciplinario de científicos, artistas y educadores, de la mano del Laboratorio de Innovación Social para la Discapacidad Visual, OCULAB, pudo corroborar de primera fuente la capacidad inclusiva de las aves como vehículos para conocer la biodiversidad que nos rodea.
Esto, gracias al taller «Vecinos con plumas: comprendiendo la ecología urbana a través de la inclusión», una iniciativa de educación ambiental que buscó acercar distintos tipos de saberes sobre las aves que habitan la ciudad, a niños y niñas con diversos tipos de discapacidad visual.
Por medio de sesiones multisensoriales, los niños aprendieron las principales características de las aves urbanas más comunes de la capital, realizando actividades que incluyeron la emisión de registros sonoros de estas aves, el contacto directo con figuras de madera y ejemplares disecados, e incluso la elaboración de nidos de queltehue y picaflor con materiales comunes.
“Un proyecto educativo multisensorial tiene muchas más posibilidades de implementarse en un público más amplio, que incluya a estudiantes diversos” explica la coordinadora del proyecto y miembro de OCULAB, Luz Valeria Oppliger. “Al utilizar formatos que apelen a los distintos sentidos, estás validando las diversas formas de aprender de los estudiantes, y más posibilidades tienes de motivarlos, (sea cual sea su sentido más fuerte o de preferencia) y un estudiante motivado es un estudiante dispuesto a aprender contenidos” añade.
La iniciativa fue financiada gracias a la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana y la Vicerrectoría de Investigación UC, mediante un fondo orientado al desarrollo de programas educativos basados en principios y valores propios de la formación católica. En este caso, los organizadores del taller se inspiraron en la encíclica del Papa Francisco “Laudato si’”, centrada en el cuidado del medio ambiente y la necesidad de una ecología que integre el lugar del ser humano, y sus relaciones con la realidad que lo rodea, como nuevo paradigma de justicia.
Y para la mayoría de los seres humanos, esa realidad circundante toma la forma de una ciudad: “Escogimos la ecología urbana como tema del taller, porque las metrópolis a menudo son vistas como grandes consumidoras de servicios ecosistémicos, y rara vez como generadoras de los mismos a través de sus áreas verdes, donde cohabitan especies vegetales y animales adaptados a estas nuevas y complejas matrices de interacciones” dice Oppliger.
Sólo en la Región Metropolitana, nos cuenta la también bióloga del Centro de Ecología Aplicada y Biodiversidad, CAPES UC, es posible observar cada día más de una docena de aves urbanas, las cuales, con su presencia, contribuyen a generar territorios resilientes que entregan bienestar a los ciudadanos.
Algunas de estas aves también fueron representadas en la forma de figuras talladas en madera por el artesano nacional Richard Bravo, quien recreó, en tamaño real, a las 12 aves urbanas más vistas en la Región Metropolitana: la paloma, el zorzal, el chincol, el picaflor, el mirlo, el tordo, la cotorra, el queltehue, el tiuque, el chercán, el cachudito y la tórtola, acercando sus formas y tamaños a las manos de los niños.
Además, los participantes del taller también pudieron sentir el plumaje de algunas de estas aves gracias a una serie de ejemplares preparados por el taxidermista y museólogo Patricio Zavala Fernández, curador de la Colección Flora y Fauna Patricio Sánchez Reyes de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica.
El taller, cuya experiencia piloto fue implementada en el Colegio de Niños Ciegos Santa Lucía, contó con un equipo multidisciplinario de profesionales, lo que para Oppliger ayudó a enriquecer la experiencia metodológica: “la discapacidad es una realidad muy compleja, con aristas inimaginables para las personas que no viven la discapacidad. Tener un equipo con personas de distintas formaciones y experiencias siempre enriquecerá un proyecto con sus posibles diseños e implementación”, explica.
Los profesionales CAPES Gabriela Flores y César González fueron los encargados de desarrollar los contenidos y asesorar científicamente el proyecto. Éste último revela que, incluso para los organizadores del taller “esta fue una experiencia increíble; los niños han manifestado un gran interés en el taller participativo, y nos han sorprendido con sus conocimientos y capacidad de imitación de algunas aves que habitualmente podemos percibir, escuchar y/o ver en la ciudad”.
¿Y cómo impactó el taller en los niños que participaron de él? En opinión de los profesionales, tanto los estudiantes de la experiencia piloto como del grupo original apreciaron mucho el taller. “Observamos una gran diversidad de repuestas en las evaluaciones sobre las preferencias de formato de las actividades”, dice Oppliger, “lo que refleja la diversidad y complejidad que representa la discapacidad visual”.
“En los talleres participaron niños con ceguera total, mientras unos preferían las actividades con tacto, otros valoraban más los ejercicios de audición, donde no sólo eran invitados a reconocer los cantos de las aves, sino también a imitarlos” detalla la investigadora. Los estudiantes con discapacidad visual parcial, en cambio, complementaban los sentidos, siempre usando el porcentaje de visión remanente. “En general, la actividad más exitosa fue la construcción de nido de queltehue y de picaflor chico” concluye.
La experiencia, finalmente, constituyó un aprendizaje para estudiantes, y organizadores. “Aprendimos a darnos cuenta de la complejidad que tiene vivir con discapacidad visual, porque este déficit muy pocas veces viene solo, sino acompañado de otras complicaciones físicas, cognitivas, emocionales o psicosociales. También aprendimos a valorar el trabajo de los docentes que imparten clases a estudiantes con discapacidad visual, ya que son aulas donde cada estudiante representa un desafío pedagógico distinto”, remata Oppliger.
El Centro de Investigación Científica Escolar (CICE) junto al Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC) de la Pontificia Universidad Católica de Chile tienen el agrado de invitar al curso “Actualización Curricular en Ecología”, el cual se encuentra dirigido a docentes de ciencias de cualquier subsector que tengan la labor de liderar cursos de Ciencias, Biología o las nuevas asignaturas de Ciencias para la Ciudadanía y Biología de los Ecosistemas, aunque también está dirigido a toda persona que tenga interés en el tema.
Ligados a las nuevas bases curriculares, el curso tiene dos grandes propósitos. Uno es que los docentes conozcan y dominen el nuevo marco curricular que rige desde el 2020, en las asignaturas de Biología para I° y II° medio, Ciencias para la ciudadanía y Biología de los Ecosistemas para III° y IV° medio, poniendo especial énfasis en aquellos objetivos de aprendizaje que involucran contenidos y destrezas en el ámbito de la ecología; y el otro es que los docentes dominen aquellos contenidos referidos al ámbito ecológico y que luego deberán trabajar en sus respectivos establecimientos educacionales, proponiendo metodologías de trabajo como el ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos). Por ello se profundizará en tópicos como la ecología poblacional, ecología comunitaria, amenazas para la conservación biológica, cambio climático y servicios ecosistémicos.
Coordinador del Curso
Carlos Zurita Redón (Director CICE).
Tutores
Daniela del Solar, Tomás Quiñones, Paulo Suazo, Ignacio Valverde (Coordinadores CICE)
Fecha del Curso
Desde el lunes 13 al viernes 31 de Julio de 2020.
Modalidad del curso
Online, a través de la web cice.cl. El curso está dividido en 4 módulos de trabajo, cada módulo tiene una duración de 4 días, donde se espera que durante esos días los docentes vean las cápsulas con las clases grabadas, presencien una charla, realicen un trabajo práctico y respondan un Quiz, todo eso en sus tiempos libres, lo que les entrega a los participantes la posibilidad de tener más libertad en el manejo de sus tiempos. Cada módulo termina con una reunión por Zoom (en una fecha y hora determinada, detallada en el programa) donde resolvemos todas las dudas que hagan surgido al momento del trabajo individual de los módulos.
Duración del programa
24 horas cronológicas de trabajo en total (8 horas semanales).
Valor del Curso
$90.000 a través de transferencia bancaria, optando por una de las siguientes dos modalidades. A) 50% del valor del curso al momento de la inscripción para asegurar su cupo, y el otro 50% a más tardar el lunes 13 de julio. B) 100% del valor del curso al momento de la inscripción.
Atención: la sola inscripción vía web, completando el formulario de Google, no asegura el cupo en el curso, la única forma de asegurarlo es a través de una de las dos vías antes descritas para su pago.
El Centro de Investigación Científica Escolar (CICE) junto al Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC) de la Pontificia Universidad Católica de Chile tienen el agrado de invitar al curso “Actualización Curricular en Ecología”, el cual se encuentra dirigido a docentes de ciencias de cualquier subsector que tengan la labor de liderar cursos de Ciencias, Biología o las nuevas asignaturas de Ciencias para la Ciudadanía y Biología de los Ecosistemas, aunque también está dirigido a toda persona que tenga interés en el tema.
Ligados a las nuevas bases curriculares, el curso tiene dos grandes propósitos. Uno es que los docentes conozcan y dominen el nuevo marco curricular que rige desde el 2020, en las asignaturas de Biología para I° y II° medio, Ciencias para la ciudadanía y Biología de los Ecosistemas para III° y IV° medio, poniendo especial énfasis en aquellos objetivos de aprendizaje que involucran contenidos y destrezas en el ámbito de la ecología; y el otro es que los docentes dominen aquellos contenidos referidos al ámbito ecológico y que luego deberán trabajar en sus respectivos establecimientos educacionales, proponiendo metodologías de trabajo como el ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos). Por ello se profundizará en tópicos como la ecología poblacional, ecología comunitaria, amenazas para la conservación biológica, cambio climático y servicios ecosistémicos.
Coordinador del Curso
Carlos Zurita Redón (Director CICE).
Tutores
Daniela del Solar, Tomás Quiñones, Paulo Suazo, Ignacio Valverde (Coordinadores CICE)
Fecha del Curso
Desde el lunes 13 al viernes 31 de Julio de 2020.
Modalidad del curso
Online, a través de la web cice.cl. El curso está dividido en 4 módulos de trabajo, cada módulo tiene una duración de 4 días, donde se espera que durante esos días los docentes vean las cápsulas con las clases grabadas, presencien una charla, realicen un trabajo práctico y respondan un Quiz, todo eso en sus tiempos libres, lo que les entrega a los participantes la posibilidad de tener más libertad en el manejo de sus tiempos. Cada módulo termina con una reunión por Zoom (en una fecha y hora determinada, detallada en el programa) donde resolvemos todas las dudas que hagan surgido al momento del trabajo individual de los módulos.
Duración del programa
24 horas cronológicas de trabajo en total (8 horas semanales).
Valor del Curso
$90.000 a través de transferencia bancaria, optando por una de las siguientes dos modalidades. A) 50% del valor del curso al momento de la inscripción para asegurar su cupo, y el otro 50% a más tardar el lunes 13 de julio. B) 100% del valor del curso al momento de la inscripción.
Atención: la sola inscripción vía web, completando el formulario de Google, no asegura el cupo en el curso, la única forma de asegurarlo es a través de una de las dos vías antes descritas para su pago.
La Universidad premió a la investigadora CAPES tanto por su contribución al desarrollo de la ciencia en dicha universidad, como a su posicionamiento institucional en materia de vinculación.
Esta semana, la Universidad Andrés Bello (UNAB) galardonó por partida doble a la destacada investigadora e integrante de la Línea 1 de CAPES, Loretto Contreras, tanto por su contribución al desarrollo de la ciencia en dicha universidad, como a su posicionamiento institucional en materia de vinculación.
En una primera ceremonia, celebrada el pasado viernes 24 de enero, la Dirección de Vinculación con el Medio de la UNAB premió a la doctora en Microbiología y Genética Molecular de la PUC por su trabajo realizado como directora del proyecto “Estudio de plástico y su procedencia en el intermareal y submareal de Quintay”, que tuvo por misión colaborar en la limpieza y recolección de plásticos en esta localidad, además de entregar conceptos sobre conservación y limpieza ambiental a la comunidad de la zona mediante múltiples jornadas de educación.
El proyecto contó con la participación de más de 60 estudiantes de las carreras de Biología Marina y Administración en Ecoturismo de UNAB, ex alumnos de la casa de estudios, empresas, y la Fundación Plastic Oceans.
Luego, este jueves 30 de enero, fue el turno de la Vicerrectoría de Investigación y Doctorado de la Universidad, la cual confirió a la Dra. Contreras el premio “Conectar-Innovar-Liderar”, por su aporte al posicionamiento y liderazgo de la UNAB en su pilar estratégico de investigación, innovación y emprendimiento.
“Estos reconocimientos me llenan de orgullo” declaró la investigadora, “no solo personal sino también por los investigadores y estudiantes que trabajan conmigo día a día. La innovación y el trabajo ambiental con comunidades costeras son de las actividades de investigación y además de vinculación que motivan mi trabajo día a día, tal como la conexión con los estudiantes de las carreras que dirijo”.
Sobre la importancia de premiar y reconocer el trabajo que realizan los y las investigadoras que trabajan en las distintas instituciones científicas y académicas del país, sin los cuales la generación de nuevo conocimiento no podría suceder, la bióloga comentó que este tipo de reconocimiento “deben siempre estar presentes en todas las actividades que se realizan en la academia, especialmente sectorizadas en áreas particulares para que aumente el reconocimiento académico”.
“Tengo la felicidad de haber sido reconocida en dos áreas este año, junto a otras científicas en sus áreas respectivas. Creo que las mujeres somos integrales y merecemos como también nuestros colegas recibir el espaldarazo institucional” concluyó.
Loretto Contreras es profesora titular del Departamento de Ecología y Biodiversidad de la Universidad Andrés Bello y directora de la carrera de Biología Marina y Acuicultura de dicha universidad. Su línea de investigación se centra en el estudio molecular de algas mediante métodos bioquímicos, proteómicos, transcriptómicos y metabolómicos. Sus estudios más recienten investigan los mecanismos que emplean las algas para tolerar diversos estresores de origen antropogénico presentes en sus ambientes.
La Universidad premió a la investigadora CAPES tanto por su contribución al desarrollo de la ciencia en dicha universidad, como a su posicionamiento institucional en materia de vinculación.
Esta semana, la Universidad Andrés Bello (UNAB) galardonó por partida doble a la destacada investigadora e integrante de la Línea 1 de CAPES, Loretto Contreras, tanto por su contribución al desarrollo de la ciencia en dicha universidad, como a su posicionamiento institucional en materia de vinculación.
En una primera ceremonia, celebrada el pasado viernes 24 de enero, la Dirección de Vinculación con el Medio de la UNAB premió a la doctora en Microbiología y Genética Molecular de la PUC por su trabajo realizado como directora del proyecto “Estudio de plástico y su procedencia en el intermareal y submareal de Quintay”, que tuvo por misión colaborar en la limpieza y recolección de plásticos en esta localidad, además de entregar conceptos sobre conservación y limpieza ambiental a la comunidad de la zona mediante múltiples jornadas de educación.
El proyecto contó con la participación de más de 60 estudiantes de las carreras de Biología Marina y Administración en Ecoturismo de UNAB, ex alumnos de la casa de estudios, empresas, y la Fundación Plastic Oceans.
Luego, este jueves 30 de enero, fue el turno de la Vicerrectoría de Investigación y Doctorado de la Universidad, la cual confirió a la Dra. Contreras el premio “Conectar-Innovar-Liderar”, por su aporte al posicionamiento y liderazgo de la UNAB en su pilar estratégico de investigación, innovación y emprendimiento.
“Estos reconocimientos me llenan de orgullo” declaró la investigadora, “no solo personal sino también por los investigadores y estudiantes que trabajan conmigo día a día. La innovación y el trabajo ambiental con comunidades costeras son de las actividades de investigación y además de vinculación que motivan mi trabajo día a día, tal como la conexión con los estudiantes de las carreras que dirijo”.
Sobre la importancia de premiar y reconocer el trabajo que realizan los y las investigadoras que trabajan en las distintas instituciones científicas y académicas del país, sin los cuales la generación de nuevo conocimiento no podría suceder, la bióloga comentó que este tipo de reconocimiento “deben siempre estar presentes en todas las actividades que se realizan en la academia, especialmente sectorizadas en áreas particulares para que aumente el reconocimiento académico”.
“Tengo la felicidad de haber sido reconocida en dos áreas este año, junto a otras científicas en sus áreas respectivas. Creo que las mujeres somos integrales y merecemos como también nuestros colegas recibir el espaldarazo institucional” concluyó.
Loretto Contreras es profesora titular del Departamento de Ecología y Biodiversidad de la Universidad Andrés Bello y directora de la carrera de Biología Marina y Acuicultura de dicha universidad. Su línea de investigación se centra en el estudio molecular de algas mediante métodos bioquímicos, proteómicos, transcriptómicos y metabolómicos. Sus estudios más recienten investigan los mecanismos que emplean las algas para tolerar diversos estresores de origen antropogénico presentes en sus ambientes.
La charla / conversatorio “Resistacción”: dimensiones críticas y políticas de la educación ambiental en las movilizaciones sociales y su aporte a la emergencia de alternativas, tiene por objetivo discutir los procesos de co-aprendizaje y de formación eco-ciudadana forjados en el seno de los movimientos sociales de resistencia al extractivismo. Se analizan los procesos colectivos de aprendizaje ecosocial que se construyen arraigados en la acción de defensa territorial y desarrollo de inteligencias territoriales que contribuyan a la innovación ecosocial. La investigación se desarrolla en contextos contrastantes de Québec-Canadá (boom minero – energético) y de Chile (cuna del modelo neoliberal – extractivismo exacerbado).
La actividad se realizará este martes 26 de noviembre a las 15:00 hrs. en la Biblioteca Gabriela Mistral, del Campus UC Villarrica.
Los participantes del conversatorio son:
Isabel Orellana: profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Instituto de Ciencias Ambientales de la Université du Québec à Montréal, responsable del Programa de Posgrado en Educación Ambiental e investigadora y miembro del comité de dirección del Centr’ERE (centro de investigación en educación y formación en medio ambiente y ecociudadanía de esa universidad) y de DIALOG-Red quebequense de investigación y conocimientos sobre pueblos indígenas. Es especializada en educación ambiental (EA). Se interesa especialmente en las dimensiones ética, crítica y política de ésta, en la co-construcción de saberes en ese campo, en su aporte a procesos emancipatorios, territoriales, de ecociudanía y de justicia ambiental, particularmente en el seno de los movimientos sociales de resistencia en contextos de conflicto socioecológico.
Felipe Rodriguez Arancibia. Psicólogo de la salud, Master en desarrollo sustentable con énfasis en educación ambiental, estudiante de doctorado en Salud y Sociedad de la Université du Québec à Montréal, investigador asistente del Centr’ERE-Centro de investigación en educación y formation en medio ambiente y ecociudadanía, en el marco del proyecto Resistaction. Se interesa en la agricultura urbana, la resistencia y la movilización social, la resiliencia y la transición ecológica.