Científicos advierten que la actual estrategia climática de Chile no es suficiente para alcanzar la carbononeutralidad en 2050

Ésto, explican, debido al complejo escenario climático actual, caracterizado por sequías severas, incendios forestales y alta mortandad de árboles, y al uso de este tipo de plantaciones como medida de mitigación.

En un reciente artículo publicado en la revista Environmental Science and Policy, un grupo de investigadores del Centro de Investigación del Clima y Resiliencia (CR)² realizó un llamado a diversificar las acciones climáticas destinadas a mitigar la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) en nuestro país, arguyendo que la actual estrategia llevada a cabo por Chile, basada en buena parte en la capacidad del sector forestal para capturar carbono mediante plantaciones industriales, no es suficiente para alcanzar la carbononeutralidad en el año 2050.

Ésto, explican, debido al complejo escenario climático actual, caracterizado por sequías severas, incendios forestales y alta mortandad de árboles, y al uso de este tipo de plantaciones como medida de mitigación.

¿Pinos y eucaliptus?

En marzo de 2020, Chile presentó ante los países miembros del Acuerdo de París sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), una serie de compromisos voluntarios adquiridos por cada Estado con el fin de reducir la emisión de GEI en su territorio.

Originalmente vista como una de las propuestas más audaces de las presentadas en el Acuerdo, la estrategia incluía, entre otras medidas, distintas acciones relacionadas con el uso de suelo, el cambio de uso de suelo, y la actividad forestal existente en el país: desde el manejo sostenible de 200,000 hectáreas (ha.) de bosque nativo y 100,000 ha. de plantaciones industriales, a la forestación de otras 100,000 ha. de bosque (70% nativo y 30% exótico), pasando por la reducción de la degradación forestal y la deforestación asociada a la silvicultura.

“Sin embargo, la capacidad de estas medidas para actuar consistentemente como un sumidero de carbono efectivo se ha vuelto discutible, sobre todo considerando la estrategia de usar plantaciones industriales intensivas de árboles exóticos (de rotación corta) como acción climática, y la incertidumbre de la futura capacidad de los bosques nativos para secuestrar carbono en los escenarios de clima futuros” explica el economista ambiental de CAPES-UC, Felipe Vásquez, uno de los autores del estudio.

Si bien en las últimas dos décadas, la pérdida de cobertura arbórea a causa de la deforestación, la tala de árboles, la actividad agrícola y los desastres naturales ha afectado tanto a bosques nativos como a plantaciones industriales, ésta ha impactado principalmente a la zona central de Chile, hogar del 92% de las plantaciones forestales del país. 

“Los incendios forestales, cada vez más intensos y recurrentes en nuestro territorio, han cambiado las plantaciones forestales de sumideros, a fuentes de emisión de carbono” afirma Vásquez, alterando las proyecciones iniciales que dieron sentido a esta estrategia.

De hecho, se ha estimado que los 3,1 millones de ha. de plantaciones forestales existentes en Chile, compuestas mayormente por “bosques” de pino (Pinus radiate) y Eucalyptus, funcionan más como una fuente neta de carbono, ya que su captura de este CO² se ve cancelada por la tala rasa que cada 12-18 años se realiza para la producción de bienes de corta vida, la quema de leña, las prácticas de quema y corta, y, justamente, los incendios forestales.

Más aún, los autores acotan que el uso de plantaciones industriales como un mecanismo conducente a la carbononeutralidad ha sido fuertemente criticado por la comunidad científica, debido al alto consumo hídrico que éstas demandan (muchas de ellas desde áreas diezmadas por la sequía), sus impactos negativos en la biodiversidad, la fragmentación del paisaje y los conflictos socio-ambientales.

Boldos, maitenes y humedales

De ahí que, ante este panorama, los autores del estudio propongan un cambio de estrategia orientado hacia los bosques nativos como verdaderos captadores de carbono del futuro, fortaleciendo su capacidad de secuestro ante la amenazada de la sequía y los incendios. “Así, en el contexto de la actual crisis climática, el gobierno de Chile debe implementar una estrategia ambiciosa que apoye la restauración de sus bosques nativos, siguiendo un plan similar al que promovió exitosamente la expansión de plantaciones industriales en las décadas pasadas” escriben..

Sin embargo, como plantea Vásquez, “pensar en el bosque nativo como verdadero y principal sumidero de carbono, requiere equiparar los incentivos asociados a la protección y restauración del bosque nativo con aquellos derivados de las plantaciones forestales. Esta tarea es compleja, dado que la estructura actual de incentivos favorece a estas últimas. Solo comparar lo que el Estado ha gastado en subsidiar las actividades silvícolas versus las de protección del bosque nativo dan un indicio del problema”.

Para complementar estos esfuerzos, los investigadores también sugieren diversificar la matriz de acciones de mitigación de Chile hacia otras soluciones basadas en la naturaleza, también conocidas como soluciones climáticas naturales. Mal que mal, la protección de turberas, humedales costeros y ecosistemas oceánicos ya son acciones que otros países miembros del Acuerdo de París han incorporado a sus respectivos NDC, ante la evidencia de que su conservación, restauración y manejo sustentable puede contribuir al aumento de la captación de CO² y a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Además, las soluciones climáticas basadas en la naturaleza proveen múltiples servicios ecosistémicos que podrían considerarse como beneficios complementarios a su rol como sumideros de carbono; estos incluyen impactos positivos a nivel de biodiversidad, disponibilidad de agua, y salud del suelo que, en palabras de los autores “son esenciales para consolidar el componente de adaptación de los compromisos de Chile”.

Hasta ahora, Chile se ha comprometido a desarrollar mediciones estandarizadas que evalúen adecuadamente la contribución neta de turberas, humedales y océanos a la mitigación del cambio climático, aunque esta promesa, dicen, debe ir aparejada de transformaciones en la institucionalidad ambiental del país que aseguren programas de resguardo y monitoreo a largo plazo, y ecosistemas resilientes. “Desde la ciencia tenemos respuestas para muchas de estas interrogantes, pero no basta solo con esto. Es necesario implementar los cambios institucionales y culturales a nivel del Estado, y también del sector privado, para entender que esto debería ser parte central de las estrategias de desarrollo económico futuras. Nuestras estimaciones muestran que tanto los costos de corto plazo como de largo plazo no son prohibitivos, y que los beneficios en calidad de vida y sustentabilidad que vienen aparejados con estos cambios superan estos costos”, afirma Vásquez.

De no actuar, concluyen los investigadores, bien podemos hallarnos en la posición de que, citando a Gabriel García Márquez, “la sabiduría llegue a nosotros cuando ya no nos sirva para nada”.

Texto: Comunicaciones CAPES
Crédito foto: Mónica Paz, CAPES

Estudio revela disminución en la cantidad de nieve de volcán Mocho-Choshuenco

El estudio, que contó con la participación de investigador del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, Sergio Estay, también propone una nueva aproximación para el uso más eficiente de imágenes satelitales, aumentando hasta tres veces la cantidad de capturas usables para el análisis espacial de los ecosistemas de alta montaña.

Usando cientos de imágenes satelitales captadas a lo largo de 35 años, un grupo de científicos nacionales de las Universidades Católica de Valparaíso (PUCV), Católica de Chile (PUC), y Universidad Nacional de Australia, estudió los cambios en los patrones de nieve del volcán Mocho-Choshuenco, ubicado al sureste de la provincia de Valdivia, en la región de Los Ríos. Ésto, con el fin de obtener mediciones más precisas que permitan evaluar las consecuencias que estos cambios pueden tener sobre la ecología de este macizo, y de los ecosistemas montañosos en general.

Los resultados de este estudio, publicado en la revista Frontiers in Ecology and Evolution, arrojaron un descenso de la cubierta de nieve en las elevaciones intermedias del volcán (entre los 1,530 y los 2,000 mts. sobre el nivel del mar) durante los últimos 7 años, a tal punto que, en estas zonas, lo que antes se consideraba nieve permanente, hoy es sólo nieve estacional.

Además, las imágenes revelaron una caída significativa en la persistencia de nieve en los meses de invierno y primavera en elevaciones bajas (entre los 1,200–1,530 mts. sobre el nivel del mar) del volcán.

Estos cambios, explican los investigadores, podrían tener serias consecuencias sobre la ecología de estos biomas, puesto que la nieve es un componente crítico que conduce, entre otras cosas, los patrones de hibernación en los animales, determina la duración de la temporada de crecimientos en las plantas, e influye sobre la composición microbial de los suelos. “Para la mayoría de la gente” explica Sergio Estay, investigador CAPES y uno de los autores del trabajo, “la nieve en las montañas y su duración se asocia a la disponibilidad de agua para la agricultura, el consumo humano u otros usos, pero también la nieve afecta a todas los animales y plantas de estos ecosistemas”.

Huilmo (Sisyrinchium pearcei), una de las especies de plantas presentes en Mocho-Choshuenco. Crédito: fedewerner

“En las plantas, por ejemplo, un cambio en la cantidad y duración de la nieve puede afectar todo el ciclo fenológico de éstas, lo que podría llevar a la germinación o floración temprana (o tardía) y el desacople con sus polinizadores” añade Estay, posición que es corroborada, en otro sentido, por la investigadora de la Universidad Nacional de Australia y también autora del estudio, Verónica Briceño: “la capa de nieve actúa como un aislante que protege a las plantas de las heladas en invierno. Mediciones de temperatura del suelo y de plantas bajo la nieve en el Volcán Mocho-Choshuenco, indican que la temperatura bajo la nieve es cercana a 0°C, cuando por ejemplo la temperatura del aire es -10°C. Si la nieve se derrite más temprano o hay una disminución en la caída de nieve, las plantas estarán expuestas a temperaturas congelantes”.

Si bien la mayoría de las plantas que viven en ambientes fríos de montaña han desarrollado mecanismos para tolerar bajas temperaturas (sobre todo aquellas plantas que viven en micro-hábitats donde la nieve se derrite tempranamente), Briceño comenta que “no se tiene claro cómo este derretimiento temprano de la nieve va a afectar a otros procesos como la germinación de las semillas. La mayoría de las semillas de plantas de este volcán germinan después de ser expuestas a estratificación por frío, es decir, después de un periodo constante de temperaturas cercanas a 0°C, que en la montaña lo brinda la cubierta de nieve”.

Algunas de las especies de este volcán que necesitan de esta estratificación, son el huilmo (Sisyrinchium pearcei); el michay (Berberís montana); el fosforito (Embothrium coccineum), y el capachito de las vegas (Calceolaria filicaulis), entre otras. “El derretimiento temprano de la nieve podría retrasar o adelantar la germinación de estas especies. Si la germinación ocurre más temprano, las plántulas estarán expuestas a temperaturas congelantes, condiciones que estas plántulas no son capaces de tolerar. Entonces, el derretimiento temprano de la nieve podría afectar el reclutamiento de las especies de montaña. Paradójicamente, el calentamiento global está adelantando el derretimiento de la nieve, exponiendo a las plantas a heladas” remata la investigadora.

La pérdida progresiva de nieve, lamentablemente, no es un fenómeno ni exclusivo de este complejo montañoso, ni nuevo en la historia climática del planeta. Durante el siglo XX y lo que va del XXI, las regiones montañosas de todo el mundo han experimentado períodos de calor superiores al promedio histórico, y la tendencia, comentan los investigadores, no parece estar disminuyendo.

Nueva metodología

Esta alza en la temperatura gatilla a su vez una reducción en la precipitación de nieve y cambios en sus tiempos de caída y “persistencia”, la cual, en el caso de este estudio, fue obtenida observando “la frecuencia de nieve por pixel” de cada imagen analizada. Esta nueva variable metodológica para determinar la “persistencia de nieve”, permitió a los autores identificar aquellas áreas con reducción de nieve y potenciales cambios en la vegetación alpina del volcán, algo, hasta ahora, difícil de pesquisar.

“La principal dificultad técnica al usar imágenes satelitales es la disponibilidad de imágenes libres de nubes” comenta Roberto Chávez, académico PUCV y autor principal del estudio. “Las metodologías tradicionales usan solo imágenes completamente libres de nubes (típicamente de verano), limitándose a evaluaciones puntuales de área nevada y muy rara vez de persistencia, esto es, lo que dura la nieve antes de derretirse. En este trabajo, hemos propuesto una metodología que permite evaluar la persistencia de la nieve en distintos momentos del año y no solo en la estación libre de nubes” relata.

Esto, en palabras de Chávez, “se logra a través de la agregación temporal de escenas para un periodo de varios años, y el cálculo de persistencia usando modelos probabilísticos a nivel de pixel, lo que nos permitió utilizar todas las imágenes disponibles: sin nubes o parcialmente cubiertas con nubes. Así utilizamos hasta el último pedacito de imagen libre de nube, aumentando la información disponible en un 326% respecto de metodologías tradicionales”.

En el caso de Mocho-Choshuenco, el equipo de investigadores logró determinar, por ejemplo, que en comparación con el período 1984-1990, entre 2015 y 2019 el volcán experimentó una reducción en la persistencia de nieve de 5.75 km². en verano, 8.75km². en otoño, 42.40 km². en invierno, y 18.3km². en primavera.

De este modo, el estudio inaugura una nueva aproximación para el uso más eficiente de datos de teledetección como son las imágenes satelitales, aumentando hasta tres veces la cantidad de capturas usables, incluyendo imágenes con brechas espaciales (como las creadas por las nubes). Este método, comentan los investigadores, permitirá contar con información más fidedigna a la hora de estudiar la influencia que tiene la duración de la nieve en la reproducción y fenología de las plantas, la germinación de semillas, la persistencia de especies y la tolerancia al estrés en ambientes donde la nieve es un factor esencial. “Además, esta metodología puede ser usada para el hallazgo de áreas prioritarias de conservación, como aquellas zonas montañosas con una alta disminución de nieve o lugares donde las plantas existentes carecen de un suficiente potencial de adaptación” concluyen. Mal que mal, evaluar los efectos provocados por la baja caída de nieve y su derretimiento temprano sobre estos ecosistemas es un paso indispensable para su efectiva conservación.

Texto: Comunicaciones CAPES
Créditos fotos: Verónica Briceño (volcán) y Roberto Chávez (imagen satelital)


Centros CAPES, IEB y (CR)² publican resultados de workshop sobre el bosque esclerófilo

El documento es una síntesis de los principales resultados obtenidos en dicha instancia, un espacio de discusión donde diversos especialistas identificaron oportunidades de trabajo interdisciplinario en torno a uno de los ecosistemas más amenazados del mundo.

El pasado 26 de mayo, más de 40 investigadores pertenecientes a los centros del Clima y la Resiliencia (CR)2, Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC), y el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), se reunieron de forma telemática para aunar esfuerzos alrededor de uno de los ecosistemas más amenazados de nuestro país y del mundo: el bosque esclerófilo de la zona central.

Cinco meses después, la “Iniciativa de Investigación Interdisciplinaria del Bosque Esclerófilo y Cambio Global” pone a disposición de la comunidad científica y el público interesado los resultados de esta actividad, a través de un informe preparado por los investigadores Solange Vargas, Nélida Pohl, Cristián Delpiano (IEB), Alejandro Mirando (CR²) y Juan Ovalle (CAPES).

La situación del bosque y las oportunidades a futuro

Entre las principales conclusiones que presenta el reporte, se establece una interacción compleja y poco comprendida entre las forzantes y los impactos asociados a la declinación del bosque esclerófilo. Esta falta de entendimiento del fenómeno, concordaron los investigadores, “limita la definición de prioridades y retrasa la implementación de acciones para manejar y gestionar el bosque esclerófilo en proceso de degradación, lo que a su vez restringe la capacidad de la comunidad científica de analizar el fenómeno desde un enfoque socioecológico”.

Asimismo, existe consenso de que las principales forzantes que están actuando sobre la declinación del bosque esclerófilo son el cambio del uso de suelo, el manejo del bosque, el cambio en los regímenes hídricos y de temperatura (sequías y olas de calor), y el aumento en los regímenes de incendios forestales. “Estas forzantes estarían actuando a diferentes escalas temporales y espaciales”, plantea el informe.

En términos de los impactos, las mesas concordaron en que existe una retroalimentación positiva entre éstos y las forzantes previas y las actuales, lo que genera un fenómeno de espiral de degradación que, dependiendo de la intensidad y duración, afectaría la resiliencia frente a nuevas perturbaciones y su capacidad de recuperación.

Los y las participantes del Workshop también reconocieron que, en Chile, las ciencias ambientales tradicionalmente han carecido de un enfoque socioecológico para enfrentar este tipo de problemáticas, las que, dada su complejidad, invariablemente requieren de este tipo de aproximaciones. Frente a esta dificultad, los organizadores hacen un llamado a avanzar en el desarrollo y aplicación de esta disciplina en Chile, integrando a tomadores de decisiones, científicos/as, empresarios/as, políticos, pueblos indígenas, entre otros.

Finalmente, los miembros de la Iniciativa proponen la preparación de un artículo científico de carácter editorial que dirija la atención de la sociedad sobre el grave problema que aqueja a nuestros ecosistemas mediterráneos, así como buscar alianzas para mejorar la comprensión del fenómeno, y apoyar la búsqueda de alternativas de protección.

La Iniciativa de Investigación Interdisciplinaria del Bosque Esclerófilo y Cambio Global (IEB, CAPES, CR2) surge como una propuesta oportuna y necesaria para comenzar a construir lineamientos de investigación que apoyen la toma de decisiones en el ecosistema de bosque esclerófilo de la zona central de Chile durante las próximas décadas.

El resumen ejecutivo de workshop podrá ser descargado desde los sitios web de CAPES, IEB Y (CR)².



Texto: Comunicaciones CAPES, Solange Vargas

Investigadora CAPES se adjudica dos proyectos FONDEF

La convocatoria, impulsada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, busca promover la creación de nuevas tecnologías con potencial impacto económico y social, que surjan a partir de la investigación científica.

Investigadores e investigadoras de la Universidad Andrés Bello, entre quienes se encuentra la ficóloga CAPES de línea 1, Loretto Contreras, se adjudicaron dos proyectos en la versión 2021 del concurso FONDEF IDeA I+D. Esta convocatoria es impulsada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), y busca apoyar financieramente proyectos de investigación científica y tecnológica que conduzcan a la generación de un producto, proceso o servicio.

Repoblando bosques de algas, una cápsula a la vez

La iniciativa promueve la creación de nuevas tecnologías con potencial impacto económico y social que surjan de la investigación, con la meta de validar la propuesta a través de un prototipo a pequeña escala en un plazo de dos años. Así, una de las propuestas consistió en el desarrollo y producción de encapsulados de embriones de dos algas pardas, D. incurvata y L. berteroana, para ser utilizados en estrategias de repoblamiento de estas especies.

La creciente demanda de algas chilenas en el mercado mundial, especialmente de algas pardas, y la consecuente explotación de estos recursos, ha provocado notables disminuciones en las poblaciones naturales desde los años ochenta hasta la actualidad. A pesar de los esfuerzos estatales para regular su explotación, el grupo de investigación a cargo del proyecto indica que existen evidencias claras de que el huiro, por ejemplo, es explotado por encima de su capacidad de recuperación.

Así, la tecnología propuesta está dirigida a pescadores artesanales, titulares de Áreas de Manejo, y, en menor medida, pequeñas empresas acuícolas que tengan dentro de sus actividades la extracción de algas. “Será una tecnología masificable”, nos cuenta la Dra. Contreras, “rápida y de bajo costo para el repoblamiento de algas y estamos seguros que podrá ser utilizado con cualquier otro modelo de estudio”.

La Dra. Contreras participa del proyecto como directora alterna, y junto a ella, también actúan los ficólogos Cristián Bulboa (director del proyecto) y Carolina Oyarzo; el ingeniero en acuicultura Jean Pierre Remonsellez; la Dra. Yorley Duarte desde las ciencias químicas, y el Dr. Rubén Polanco desde la bioquímica.

El proyecto cuenta con el apoyo de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, Investigación y Asesoría en Biología y Tecnologías Marinas Limitada (BITECMA), Extractos Naturales Gelymar S.A., Sindicato de Pescadores Artesanales de Caleta Quintay (SIPACQ), y la Asociación Gremial de Caleta Las Conchas, como entidades asociadas.

Compuestos anti fúngicos derivados de las algas

Otro proyecto adjudicado por la investigadora CAPES nace del potencial del alga parda D. kunthii como materia prima para obtener extractos con propiedades bioactivas, especialmente anti fúngicas, con aplicaciones en la industria exportadora de fruta.

En la actualidad, países de Europa, Asia y Norteamérica cada vez están aplicando más restricciones al uso de agroquímicos para el control de plagas en frutas y verduras, lo que podría afectar las exportaciones desde Chile. Bajo la necesidad de generar alternativas, la tecnología propuesta en este proyecto abarca el desarrollo del cultivo en tierra de D. kunthii, así como un sistema de inducción de compuestos anti fúngicos a partir de esta macroalga.

D. kunthii (Algalab)

“A partir de diversos análisis de screening, logramos descubrir la alta capacidad antifúngica de esta alga en comparación con varias otras especies. Es por esto que, en conjunto con la Universidad de Concepción, el desafío será el escalamiento de la biomasa, la cual no está desarrollada aún. Ese es el objetivo central de nuestro proyecto”, señala Contreras.

El cultivo en tierra de D. kunthii permitirá mejorar su disponibilidad y evitar la dependencia y presión sobre las praderas naturales, considerando que hasta el momento no existen cultivos comerciales de esta especie. La tecnología de cultivo que se desarrollará está dirigida a empresas cultivadoras de algas, así como centros de cultivo de moluscos u otras especies marinas que tengan las capacidades para incorporar el cultivo en tierra de otros organismos como las algas.

Integrado además por los doctores Remonsellez (director) y Bulboa, Cristián Rogel (director alterno), Cristián Agurto y otros colaboradores del Grupo Interdisciplinario de Biotecnología Marina (GIBMAR) de la U. de Concepción, el proyecto portaría a la diversificación productiva del sector acuícola nacional.

Como empresas asociadas, participan DALCA CULTIVOS SpA, Alerce Nano biotecnología SpA y Terra Natur S.A.

Nuevo proyecto FIPA

Otra de las integrantes CAPES receptoras de fondos para investigación fue la posdoctorante de Línea 4, Dra. Mariella Canales, a través del Proyecto FIPA 2021 “Caracterización y propuesta de manejo sustentable de las actuales y potenciales pesquerías costeras de peces litorales en las regiones de la Araucanía y los Ríos”.

El objetivo general de este proyecto es caracterizar y proponer un plan de manejo sustentable para la extracción de peces litorales a manos de pesquerías de las regiones IX y XIV, actividad que, si bien ha presentado un incremento importante en los últimos años, aún se sabe muy poco del estado de las poblaciones de peces litorales que habitan estas zonas; sus procesos biológicos básicos tales como la reproducción, crecimiento y alimentación, así como también de sus interacciones biológicas, comportamiento, su ecología y hábitat.

Además de la Dra. Canales, el proyecto cuenta con un amplio equipo de trabajo y apoyo, incluyendo profesionales de CAPES-UC como los doctores Stefan Gelcich y Mauricio Lima, así como colaboradores externos nacionales e internacionales, y miembros de las comunidades extractivas.

El proyecto contempla la recopilación de información mediante encuestas a los usuarios de la pesquería, monitoreo de frecuencias de tallas y de aspectos biológicos (reproducción, crecimiento y alimentación), y un muestreo de tipo No-Extractivo en el cual se utilizarán estaciones de video para filmar las comunidades de peces que sustenta las actividades de pesca ya sea económica, de subsistencia y/o recreativa. Con esta información se espera evaluar el estado de explotación de las principales especies extraídas y realizar una propuesta de manejo pesquero de las especies más importantes identificadas.

Texto: Comunicaciones CAPES, sobre la base de una nota de Comunicaciones UNAB.
Fotos: Comunicaciones UNAB
y Algalab.

CAPES celebra la curiosidad en FECI 2021

Cada año la ciencia se toma una semana de octubre para llegar a todo el territorio nacional, de norte a sur y de mar a cordillera, en el Festival de la Ciencia, FECI, que lleva a cabo el programa Ciencia Pública del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y que este 2021 se llevó a cabo entre el 20 y el 24 de octubre con el lema ¡Celebremos la curiosidad!

CAPES estuvo presente con investigadores, investigadoras, profesionales y proyectos que realizaron variadas actividades gratuitas, online y presenciales, para todo público, aportando con sus saberes a la fiesta del conocimiento.

La ciencia en la cocina: intestino sano, corazón contento

Bernardo González, investigador principal de CAPES y académico en la Universidad Adolfo Ibáñez, participó en el programa del canal “FECI TV” titulado “Intestino sano, corazón contento”. ¿Cómo se relaciona la microbiología con la alimentación?, ¿qué alimentos vivos potencian nuestro metabolismo?, ¿qué preparaciones podemos hacer en nuestras casas para favorecer nuestra microbiota?, fueron algunos de los temas abordados en el episodio que se estrenó el jueves 21 de octubre.

Charlas públicas

En un escenario que se instaló en el Paseo Bulnes entre el 20 y el 24 de octubre, investigadores e investigadoras de diversas disciplinas ofrecieron charlas breves a las y los transeúntes, invitándolos a detenerse un momento para conocer la mirada de distintas áreas del conocimiento sobre temáticas contingentes y de interés social.

Varios fueron los miembros de CAPES que se atrevieron a hablar a los peatones en Santiago centro. Acá sus nombres y sus charlas:

Miércoles 20 de octubre, Bernardo González, investigador principal CAPES, presentó la charla “Microbios en tu casa y en tu oficina”

Jueves 21 de octubre, Carlos Zurita, profesional CAPES y director del Centro de Investigación Científica Escolar, CICE, estuvo con la charla “Especies Exóticas Invasoras”

Domingo 24 de octubre, Francisca Boher, ecóloga y directora de la Unidad de Transferencia de CAPES, ofreció la charla “Ciencia Ciudadana en Chile”

Domingo 24 de octubre, Daniela Mella, ecóloga y profesional CAPES, estuvo presente con la charla “Contaminación, Medio Ambiente y nuevas formas de consumo”

Inauguración FECI2021 Explora RM Sur Poniente

El 20 de octubre se dio el vamos al FECI 2021 por parte del PAR Explora RM Sur Poniente, desde el Parque Zoológico Buin Zoo. En la oportunidad participó Matías Guerrero, investigador asociado Capes Y cofundador de la ONG Kintu, hablando sobre el bosque esclerófilo de la zona central de Chile.

Puedes ver la actividad en este link (desde el minuto 50:40)

Intervenciones «Cambio Global»

César González, CAPES, UAI.

En la intervención urbana “Cambio Global en el Parque Met”, se conversó sobre el planeta usando un globo terráqueo pintado por el artista Simón Arancibia, abordando temas como el cambio climático, las migraciones y el impacto de los humanos en la Tierra. El sábado 23 octubre, en el sector Las Terrazas, participó César González, ecólogo y profesional CAPES; y el domingo 24 octubre, en el Parque de La Familia, fue el turno de Natalia Villavicencio, paleoecóloga, posdoctorante de CAPES.

Taller ¡Propaguemos plantas nativas!

Este taller, impartido por los ecólog@s Javiera Chinga y Benito Rosende, del proyecto Propaga Nativas, introdujo al público a la propagación de plantas nativas, se revisó su importancia y porqué darles un espacio en nuestras ciudades; se entregaron conocimientos acerca de nuestra flora nativa y su ecología, saberes fundamentales y poco conocidos a la hora de propagar plantas. Además, se ofrecieron herramientas teóricas y prácticas básicas de propagación en casa, enfocándose en especies nativas de fácil propagación y alto valor ornamental. La actividad se realizó el domingo 24 de octubre.

Acá puedes ver el taller en su totalidad:

Cuentacuentos «Invasión en la Isla»

El libro “Invasión en la Isla”, adaptado por Luz Valeria Oppliger de un cuento de la tradición oral y bellamente ilustrado por Antonia Berger, nos relata qué es lo que sucede en un ecosistema cuando es colonizado por especies invasoras. Especialmente dirigido a niños y niñas, el actor y cuentacuentos Daniel García Pedersen, narró la historia de la isla, su alcalde y sus habitantes, en un estilo entretenido, con disfraces y las ilustraciones del libro. El cuentacuentos estuvo a disposición del público todos los días del FECI, y tuvo como resultado adicional que fuésemos invitados a presentarlo a la IX Feria Regional de Educación Ambiental este 29 de octubre.

Si no lo han visto, acá está el cuentacuentos:

https://vimeo.com/623578275

Bonus track

EL PAR Explora Maule diseñó un “Cubios”, una figura recortable y armable, llamado “Monito de Pancho”, que es una representación en formato juguete de papel, de Dromiciops bozinovici, un marsupial bautizado en honor de nuestro subdirector CAPES y Premio Nacional de Ciencias Naturales 2020, Francisco Bozinovic.

Lo pueden encontrar para descarga en este enlace.

Texto: Comunicaciones CAPES


El delicado equilibrio hídrico de las aves en un mundo que se calienta

Un equipo internacional de investigadores, encabezado por el chileno Pablo Sabat, usó por primera vez un método mínimamente invasivo para determinar el tipo de agua que están utilizando especies de aves paseriformes, pudiendo comprender cómo estas y otras aves mantienen su equilibrio hídrico en tiempos donde el agua escasea y las temperaturas suben.

El cambio climático, de la mano del aumento de las temperaturas en todo el planeta y la persistencia de las sequías en países como Chile, está produciendo cambios ecológicos que afectan muchos procesos metabólicos y funcionales de animales terrestres. Por este motivo, es relevante entender los mecanismos fisiológicos que usan los animales para mantener su equilibrio hídrico, el que depende de la interacción entre el entorno físico, la fisiología y la conducta de las especies para conservar el agua.

Las aves son animales con altas tasas metabólicas, y aquellas de hábitos diurnos son especialmente susceptibles a los aumentos de la temperatura y la aridez, por lo que comprender mejor los factores ambientales que influyen en su equilibrio hídrico es un tema importante de investigación. Estudios recientes señalan que las temperaturas cálidas y la menor disponibilidad de agua dulce afectan aspectos clave de la fisiología aviar, como el gasto de energía, la masa corporal, la tolerancia térmica y la pérdida de agua por evaporación, y junto con inducir estos cambios fisiológicos, el estrés térmico e hídrico también puede afectar el comportamiento, la distribución de especies y su condición física.

Para comprender mejor estos cambios, un grupo de eco-fisiólogos está trabajando en identificar los rasgos fisiológicos y las condiciones ecológicas que influyen en la dependencia de una especie al agua metabólica, con el objetivo de crear modelos fisiológicos precisos que puedan evaluar la capacidad de éstas para adaptarse a las perturbaciones ambientales y la disponibilidad de agua.

Pocas investigaciones han examinado la variación en las fuentes de agua que utilizan los animales para mantener el equilibrio hídrico, y aún menos se han centrado en el papel del agua metabólica, debido fundamentalmente a limitaciones metodológicas. Pero el equipo internacional encabezado por el Dr. Pablo Sabat, académico de la Universidad de Chile e investigador CAPES, propone un nuevo método, que mide la composición isotópica de oxígeno triple desde una sola muestra de sangre, con el fin de estimar la contribución del agua metabólica a la reserva de agua corporal de tres especies de paseriformes. Su metodología y resultados fueron publicados en un artículo en la Revista Frontiers in Physiology.

Churrete costero (Cinclodes nigrofumosus). Créditos: Pablo Sabat.

Agua para sobrevivir en tiempos de escasez

Para entender cómo es que las aves obtienen agua y cómo se compone su presupuesto hídrico, tenemos que conocer los conceptos de agua metabólica y agua preformada. “El agua metabólica es el agua que se produce al oxidar los nutrientes en las células de todos los tejidos en el proceso de respiración celular. Básicamente, al combinar compuestos orgánicos como un azúcar con oxígeno se libera anhídrido carbónico, más agua”, explica Sabat, “el agua preformada es el agua que un animal obtiene de la dieta o la bebe en forma de agua libre”.

El presupuesto de agua en animales terrestres es crítico para los procesos celulares, que se producen en condiciones más o menos estrechas de concentraciones de solutos (iones, moléculas orgánicas), por lo que todos los animales deben balancear la entrada de agua con las pérdidas, para evitar la deshidratación y el compromiso de procesos fisiológicos. “De esta manera, comprender los mecanismos fisiológicos para mantener el equilibrio hídrico es cada vez más importante a medida que aumentan las temperaturas y las sequías se vuelven más frecuentes e intensas”, enfatiza en investigador.

Para no depender sólo del agua preformada que pueda haber disponible, algunos animales son capaces de producir suficiente agua mediante el metabolismo celular. Sabat menciona que “existen algunos ejemplos en roedores en que el agua metabólica es crucial en la mantención del balance hídrico, pero en aves esta información es escasa, sobre todo en situaciones naturales en el campo”.

Chincol (Zonotrichia capensis). Créditos: Andrés Bertens.

En el caso de las aves, sí se sabe que cuando son expuestas a altas temperaturas, para evitar el sobrecalentamiento o hipertermia y mantener una temperatura adecuada, además de buscar microclimas fríos, también pueden evaporar agua a través de la piel y realizar jadeo o panting, lo que les permite perder calor evaporando el agua corporal y mantenerse frías. “De no haber agua, este mecanismo de control de temperatura se compromete y/o se pueden deshidratar fácilmente. Esto es particularmente importante en aves pequeñas en las que la tasa de evaporación es relativamente mayor que en aves grandes. En definitiva, en un mundo que se calienta y se seca día a día, el presupuesto hídrico es de vital importancia para las aves y si pueden «echar mano» o «echar ala» a alguna fuente extra de agua (aunque sea metabólica) ¡bienvenido!”, apunta el ecofisiólogo.

Isótopos estables: el nuevo método

Una de las principales limitaciones para lograr medir la contribución del agua metabólica a la reserva de agua corporal de las aves, es que el método convencional requiere el uso de trazadores inyectados, y se necesitan múltiples capturas del mismo individuo durante períodos cortos de tiempo.

El nuevo modelo implementado por los investigadores es una técnica mínimamente invasiva que necesita sólo 0.1 Ml. de plasma del ave. Un pinchazo en un ala basta para obtenerlo. El modelo se basa en el análisis isotópico de los átomos de oxígeno del agua preformada, que, en el caso de las aves en su hábitat, proviene de las precipitaciones y del oxígeno atmosférico que es usado para oxidar los nutrientes y producir agua metabólica. Estas dos fuentes de átomos de oxígeno poseen marcas distintivas y muy constantes de la combinación de los tres isótopos estables del oxígeno: 16O, 17O y 18O.

“De esta manera”, sostiene Pablo Sabat, “utilizando la marca isotópica de esa combinación (que se expresa Δ’17O) en el agua corporal, se puede establecer qué proporción de ese oxígeno proviene de las dos fuentes potenciales (es decir, agua preformada o metabólica) y así establecer el porcentaje de agua corporal que proviene de esas dos fuentes. A su vez, y debido a que la producción neta del agua metabólica depende obviamente de la tasa metabólica del individuo, podemos inferir también cómo son las tasas de gasto de energía en la naturaleza en una ventana temporal de varios días a semanas, dependiendo de la especie analizada”.

Churrete chico (Cinclodes oustaleti). Créditos: Cristián Pinto.

Churretes y chincoles

El estudio evaluó los efectos de los cambios en la tasa metabólica y la ingesta de agua en los valores de la marca isotópica de los tres isotopos estables de oxigeno, en tres especies de aves del orden Passeriformes, el chincol (Zonotrichia capensis), en cautiverio, y dos especies en vida libre, el Cinclodes oustaleti, ochurrete chico, que habita en Chile y Argentina y el Cinclodes nigrofumosus o churrete costero, endémico chileno.

Dos resultados principales emergieron del estudio. La parte experimental reveló que los animales sometidos a una temperatura baja, que produce un aumento de la tasa metabólica, presentaron una mayor proporción de agua metabólica que aves aclimatadas a una temperatura mayor, que disminuye el gasto de energía. Esta «calibración» en el experimento con chincoles permitió utilizar esta técnica en terreno para caracterizar el presupuesto de energía y de agua en condiciones naturales.

Pablo Sabat confirma que los resultados de animales en terreno mostraron que “los presupuestos de agua metabólica en dos especies de Cinclodes se diferencian de acuerdo a su tamaño corporal, lo que es congruente con las diferencias esperadas en las tasas de gasto de energía. Además, los valores encontrados son consistentes con los obtenidos por métodos tradicionales y más complejos de realizar; y que el modelo isotópico además nos permite saber cual es la marca (firma isotópica) del agua bebida, en este caso, nos informó que la especie marina, Cinclodes nigrofumosus o churrete costero, es capaz de incorporar agua de mar, o bien bebiéndola directamente o incorporada a través de sus presas marinas (crustáceos, moluscos etc.)”.

“Este último hallazgo es muy novedoso per se”, señala Sabat, “debido a que, por ser un ave terrestre, se pensaría que ésta no debiera consumir agua salada. El caso del churrete chico presentó valores congruentes con lo esperado para el consumo de agua dulce de las precipitaciones o fuentes de agua cercanas (humedales, pozas) y el chincol presentó valores muy consistentes con lo esperado para la marca isotópica de 18O de la alta cordillera”.

Gracias a estos “pajaritos”, chincoles y churretes, comunes en ciudades, montañas y playas de nuestro territorio, podemos saber un poco más sobre cómo estas especies enfrentan los cambios en las temperaturas y la aridez causada por el cambio climático. Y gracias a los investigadores de este estudio, ahora hay disponible un nuevo método, mínimamente invasivo, para medir la contribución del agua metabólica y del agua preformada en la reserva de agua corporal de aves y otros animales.

Texto: Comunicaciones CAPES
Créditos imágenes: Pablo Sabat y Andrés Bertens y Cristián Pinto.

La domesticación en “cámara rápida” de levaduras silvestres patagónicas

Comprimir 500 años de domesticación en un año de evolución experimental. Ese es el gran logro de un equipo multidisciplinario de investigación de la UACh, PUC, USACH, iBio y CAPES que aisló, estudió, modificó y propagó levaduras provenientes de bosques de Nothofagus en la Patagonia chilena, para fermentar cerveza e hidromiel.

Los bosques de la Patagonia son lugares rebosantes de una biodiversidad que aún no ha sido totalmente explorada. Investigadores e investigadoras de distintas disciplinas los recorren año tras año desenterrando su pasado, contando su presente, y vislumbrando su futuro. Entre los descubrimientos realizados los últimos años está, por ejemplo, que los bosques de árboles del género Nothofagus, tales como lenga, coigüe o ñirre, son un reservorio natural de levaduras fermentativas adaptadas al frío.

Otro equipo de científicos, en cambio, se ha dedicado a recolectar muestras de estas levaduras desde las cortezas de lengas y coigües, las han llevado a sus laboratorios, y hoy están trabajando en describir sus propiedades, las cuales pueden ser útiles para producir bebidas fermentadas.

Algunas de las muestras de levadura testeadas.

En el estudio “Identification of new ethanol-tolerant yeast strains with fermentation potential from central Patagonia“, los autores Pablo Villarreal, Pablo Quintrel, Sebastián Olivares-Muñoz, José Ruiz, Roberto Nespolo y Francisco Cubillos, caracterizaron la diversidad genética y fenotípica de levaduras obtenidas en la Patagonia Central Chilena, además de analizar su potencial fermentativo en diferentes condiciones. Conversamos con Roberto Nespolo, académico del Instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas de la Universidad Austral de Chile, investigador de CAPES, y director del equipo valdiviano que ha estado trabajando con estas especiales levaduras australes.

Levaduras del frío

Las levaduras son hongos unicelulares que viven en colonias muy numerosas y diversas, algunas de ellas son capaces de fermentar, que en palabras sencillas es “comer azúcares y transformarlas en etanol, dióxido de carbono y metabolitos secundarios”. En la industria cervecera se utilizan algunas pocas cepas de levaduras, como la Saccharomyces pastorianus, responsable del 95% de la producción de cerveza tipo lager.

En la investigación, publicada en la revista Yeast, se caracterizaron 5 tipos nuevos de levaduras: Saccharomyces eubayanus, Saccharomyces uvarum, Lachancea cidri, Kregervanrija delftensis y Hanseniaspora valbyensis, todas encontradas en los bosques patagónicos del sur de Chile.

Pero, ¿por qué estas levaduras crecen asociadas a bosques de Nothofagus? “No lo tenemos claro y es una de las preguntas de investigación”, nos cuenta Nespolo, “tenemos la hipótesis de la criotolerancia, que plantea que estas levaduras toleran el frío extremo de esta zona, la llamada tree-line, o zona límite de crecimiento de los árboles en la cordillera. En Chile este umbral va más o menos entre los 2000 y 800 metros a medida que avanzas en latitud. Entonces, si bien en verano podrían proliferar otras especies (por ejemplo, S. cerevisiae, la levadura del pan y el vino), las temperaturas bajo cero del invierno seleccionan a las criotolerantes”.

El investigador Roberto Nespolo, en plena recolección de levaduras.

Profundizando en este tema, el también investigador de iBio menciona otro proyecto colaborativo preparado junto a sus colegas Francisco Cubillos (genetista microbiológico de la USACh) y Frida Piper (ecofisióloga vegetal de la U. de Talca), que investigaría la posible asociación especie-específica entre las levaduras y determinadas especies de árbol, que en el treeline patagónico está compuesto por los Nothofagus adaptados al frío: la lenga (N. pumilio), el coigüe (N. dombeyi) y el ñirre (N. alpina). “La Dra., Piper”, relata, “ha mostrado que estas especies leñosas almacenan almidón en el tejido interno de la corteza (Rosell et al. 2021), lo cual, creemos, representa un refugio invernal para estas levaduras del frío. (Nespolo et al. 2020). De hecho, creemos que todo el ecosistema alpino depende de la capacidad de almacenamiento de los Nothofagus de altura”.

Domesticando levaduras

Podemos entender por “domesticación” las modificaciones genéticas, morfológicas y/o fisiológicas que son provocadas por los seres humanos en otros organismos, normalmente para su beneficio. “Para los biólogos esto no es otra cosa que un caso de selección artificial: la selección natural que ocurre cuando el ser humano es el factor de selección, por ejemplo, en animales de compañía como gatos y perros, donde la domesticación ocurrió como respuesta a la selección en contra de la agresividad, lo cual permitió que se volvieran mansos con el tiempo”, acota el investigador.

En el caso de la cerveza, la domesticación de la levadura S. pastorianus ocurrió hace unos 500 años, en Europa, como respuesta al ambiente enriquecido con alcohol de las fermentaciones en tanques, volviéndolas cada vez más tolerantes al etanol. Para el caso de S. eubayanus, el equipo liderado por el investigador argentino Diego Libkind demostró hace unos años que esta cepa es el ancestro original de la levadura europea. Nespolo señala que “utilizando ‘evolución experimental’, es decir, aplicando selección artificial en el laboratorio, pudimos emular la domesticación de esta levadura en un año”.

Durante dicho período, Wladimir Mardones, posdoctorante del laboratorio de Francisco Cubillos, transfirió diariamente levaduras de un tubo a otro y contó el número de células que proliferaban en tubos control, por un lado, y en tubos ambiente enriquecido por alcohol, por otro. “Encontramos que la levadura silvestre mejoró su desempeño en este ambiente selectivo, y desarrolló características genéticas y fisiológicas similares a las de la levadura doméstica S. pastorianus señala Nespolo. “O sea, logramos “comprimir” 500 años de domesticación, en 1 año de evolución experimental” (Mardones et al. 2021).

Los investigadores ya han logrado producir «Lenga», la primera cerveza creada a partir de una levadura nativa.

De este modo, los investigadores lograron aplicar un método natural para mejorar genéticamente una especie de microorganismo de interés comercial, lo que Nespolo denomina “un ejemplo de libro de ‘evolución en tiempo real’, que en este caso generó ‘domesticación en cámara rápida’”. Además, el equipo pudo establecer el curso temporal del proceso de adaptación, y ésto, de manera muy interesante «porque partimos con una mezcla ‘panmictica’ de 30 cepas diferentes en un tubo, y al cabo de 300 generaciones de selección ganó la mejor, que es la cepa actualmente mejorada. Lo increíble es que a las 180 generaciones aproximadamente, había cinco cepas ganadoras, y la que dominó finalmente no era la más abundante en ese momento. Es decir, el proceso evolutivo es muy idiosincrático”.

Sabores australes

Las levaduras del tipo Saccharomyces poseen, en general, propiedades ventajosas para la fermentación en comparación con otras levaduras no convencionales, que incluyen períodos cortos de fermentación, bajos niveles de sabores desagradables, consumo eficiente de fuentes de carbono y nitrógeno y producción rápida de etanol. Las levaduras silvestres son capaces, además, de entregar características únicas a las cervezas que son producidas con ellas. “Hemos detectado que poseen aromas frutales, un perfil ‘fenólico’ que le da un gusto característico muy distinto de otras cervezas. La cerveza queda con un sabor que recuerda a algunas cervezas de trigo o belgas, muy agradable al paladar sobre todo si se toma bien fría”, explica Roberto.

Los resultados de este estudio muestran la tremenda capacidad fermentativa de las levaduras resistentes al etanol de la Patagonia, pertenecientes a Saccharomyces y otros géneros no tradicionales. En especial, se identificó a L. cidri como la candidata más destacada e innovadora para fermentar vino e hidromiel, con la ventaja de que no requiere suplementos nutricionales para una fermentación exitosa. Además, S. eubayanus y S. uvarum son los mejores candidatos para fermentar medios azucarados complejos, como el mosto de cerveza, a diferentes temperaturas.

El equipo de trabajo ampliado ya ha tenido éxito con la cepa Saccharomyces eubayanus para producir cerveza en Valdivia, como lo demuestra el lanzamiento de ‘Lenga’ en 2020, la primera cerveza artesanal de Chile realizada con levaduras nativas. ¿Probarán con Lachancea cidri para producir hidromiel y vino? “Estamos en eso, con fermentaciones de laboratorio de hidromiel”, adelanta Roberto Nespolo, “sorprendentemente, L. cidri fermenta mejor que todas las levaduras silvestres que hemos probado hasta ahora, incluyendo S. eubayanus. Esto lo hemos probado en el contexto del proyecto Fondecyt de Francisco Cubillos, en que soy co-investigador, y con la ayuda de nuestro ingeniero jefe José Ruiz, en mi laboratorio de la UACh. Todo esto lo hacemos en el marco del proyecto FIC-R sobre levaduras nativas de Los Ríos”.

Los esfuerzos de bioprospección en los bosques patagónicos están bien encaminados, las lengas y coigües pueden ampliar el catálogo actual de levaduras para la fermentación, entregando sabores y aromas únicos de Chile austral.


Referencias

Libkind, D., C. T. Hittinger, E. Valerio, C. Goncalves, J. Dover, M. Johnston, P. Goncalves, and J. P. Sampaio. 2011. Microbe domestication and the identification of the wild genetic stock of lager-brewing yeast. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America 108:14539-14544.

Mardones, W., C. A. Villarroel, V. Abarca, K. Urbina, T. A. Pena, J. Molinet, R. F. Nespolo, and F. A. Cubillos. 2021. Rapid selection response to ethanol in Saccharomyces eubayanus emulates the domestication process under brewing conditions. Microbial Biotechnology.

Nespolo, R. F., C. A. Villarroel, C. I. Oporto, S. M. Tapia, F. Vega, K. Urbina, M. De Chiara, S. Mozzachiodi, E. Mikhalev, D. Thompson, P. Saenz-Agudelo, G. Liti, and F. A. Cubillos. 2020. An Out-of-Patagonia dispersal explains most of the worldwide genetic distribution in Saccharomyces eubayanus. Plos Genetics https://doi.org/10.1371/journal.pgen.1008777. Rosell, J. A., F. I. Piper, C. Jimenez-Vera, P. C. B. Vergilio, C. R. Marcati, M. Castorena, and M. E. Olson. 2021. Inner bark as a crucial tissue for non-structural carbohydrate storage

Texto: Comunicaciones CAPES
Fotos: Roberto Nespolo


Taller «Desafíos técnicos para la reforestación de zonas afectadas por sequía» | 4 de noviembre

El taller «Desafíos técnicos para la reforestación de zonas afectadas por la sequía», a realizarse el próximo jueves se enmarca en el Proyecto FIBN 034/2018 “Técnicas silviculturales costo-efectivas para reducción de estrés hídrico de plantas en procesos de restauración de bosque esclerófilo”, dirigido por el Dr. Eduardo Arellano de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en colaboración con investigadores/as del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES), Universidad de Chile y Universidad de O’Higgins.

El Taller constará de charlas y mesas de trabajo con representantes de la academia, servicios públicos, sector privado, y otras organizaciones de la sociedad civil, donde se espera que participen interesados en prácticas de reforestación de especies nativas con fines de compensación y restauración ecológica. En las mesas se discutirá respecto del manejo de plantas en vivero, manejo del sitio de plantación, sustratos y enmiendas orgánicas para la plantación, monitoreo post-trasplante y respuestas fisiológicas de la planta frente al estrés hídrico. Asimismo, las mesas de trabajo identificarán necesidades de adaptar las prácticas tradicionales de reforestación al contexto de menor disponibilidad de agua en la zona central de Chile producto de la crisis climática.

Cómo participar

Correo de inscripción: [email protected]
Plazo de inscripción: Hasta el 2 de noviembre, cupos limitados.
Consultas: Camila Rey ([email protected]); Juan Ovalle ([email protected])

4° Seminario Internacional «La sanidad forestal en el cono sur» | 11 de noviembre

El Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES-UC, en conjunto con las más de 13 organizaciones internacionales que conforman el Grupo de Sanidad Forestal del Cono Sur, los invitan al 4° Seminario Internacional «La sanidad forestal en el Cono Sur: problemas comunes, enfoques compartidos». 

La actividad. a realizarse el próximo jueves 11 de noviembre entre las 10:00 y las 12:00 hrs. (de Chile-Argentina) de manera telemática, versará sobre la investigación, aplicaciones y aspectos regulatorios asociados al control biológico en los territorios.

Entre los expositores de esta versión del seminario, se encuentran los investigadores del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de Uruguay, Gonzalo Martínez y Sofía Simeto; el investigador de la Universidad Austral de Chile, Cristián Montalva, y los profesionales de la forestal Arauco Chile, Claudio Goycoolea y Rodrigo Ahumada.

El evento será transmitido en línea desde el canal de YouTube del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina (INTA).

Conoce el programa de la actividad.