Fabián Jaksic y el origen de una vocación

Fabián Jaksic, zoólogo, uno de los especialistas en especies exóticas invasoras más destacados del país y director del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES-UC, acaba de lanzar su libro “Memorias de un naturalista magallánico”, obra que describe su recorrido de vida desde su natal Punta Arenas, su trabajo, descubrimientos, sus vicios y virtudes, y sus motivaciones para investigar la Naturaleza que nos rodea en los múltiples ecosistemas que componen Chile.

Jaksic en 1982. Créditos: Fabian Jaksic. Archivo personal. Reproducciones digitales de fotografías en papel. Santiago de Chile, 15-10-2021 (©Alvaro de la Fuente)

Un niño observando la extensa planicie de la estepa magallánica, recolectando, ordenando y clasificando insectos: ese era Fabián Jaksic Andrade a mediados del siglo pasado. Hoy, el hombre que se transformó en uno de los ecólogos más importantes de Chile, escribió sus memorias después de superar un grave episodio de Covid-19 en el año 2020.

Jaksic actualmente es el director del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES, el que encabeza desde su creación en 2014 y también lideró el Centro de Estudios Avanzados en Ecología y Biodiversidad, CASEB, entre 2001 y 2011. Entre sus múltiples reconocimientos, está la obtención del Premio Nacional de Ciencias Naturales en 2018, hecho que, si bien aparece reseñado en sus memorias, es sólo un pequeño capítulo de un ejercicio de autorreflexión que se sumerge en recuerdos de infancia, su evolución, sus referentes y motivaciones.

En el libro, el zoólogo construye un relato de su vida honesto y entretenido, con luces y sombras, desde su paso por la educación básica y media en colegios municipales y técnico-profesionales —él es técnico en electricidad es su profesión— y su itinerario por la educación superior en la Universidad de Chile y en distintos planteles en Estados Unidos y finalmente en la Universidad Católica de Chile.

¿Por qué escribir un libro sobre su vida? “Mis memorias puede que no sean mucho más interesantes que las de cualquier persona, pero hay que tomarlas en el contexto que son las memorias de una persona entrenada científicamente, que intenta comprender la Naturaleza de su país” se explaya el autor. “Cómo una persona que nace en este país se ilusiona, fascina e interesa por conocer su Naturaleza, y cuál es el camino que hace para llegar a ese conocimiento. Yo diría que ese es el ímpetu que hay detrás de la producción de mis memorias”.

Zoólogo, ecólogo y también naturalista

Jaksic en 2012, por entonces director de CASEB.

Su carrera científica ocupa por supuesto un lugar importante en su biografía, donde destacan tres contribuciones: al conocimiento sobre ecología de los vertebrados, las especies exóticas invasoras y la influencia del clima sobre las poblaciones animales.

La primera, es la menos “gloriosa”, según sus palabras. “El logro fue sistematizar el conocimiento existente sobre la ecología de los animales vertebrados de Chile. Lo primero que aprende un científico es que hay que conocer los datos disponibles. Entonces lo que hice fue reunir todo lo que se había hecho en ecología de los vertebrados de Chile, poniéndolo bajo la óptica de la ecología moderna, donde la interacción entre el acercamiento al problema y el nivel de organización genera una matriz cuadrada, en donde uno puede ver que se sabe mucho de tal tipo de organismos, en tal tipo de ambientes, con tal tipo de énfasis en el estudio de sus interacciones y, al revés, que se sabe muy poco de otros organismos”.

Su segunda contribución, en la que trabaja hasta el día de hoy, “fue darme cuenta de que los animales exóticos, introducidos a Chile, funcionaban de manera muy distinta a como lo hacen los animales nativos en relación con su ambiente” señala Jaksic. Sus primeros trabajos, en los años 70, trataban sobre las diferencias que había entre el modo de alimentación y la depredación sobre conejos europeos versus roedores nativos. Este tema lo abandonó por largos años hasta 1998, cuando lo retoma “esta vez bajo la influencia de ecólogos que típicamente describen tres grandes cambios planetarios: en el uso del suelo, en los ciclos biogeoquímicos, como por ejemplo la emisión de CO2 a la atmósfera, y con las invasiones biológicas. A mí me costó ver el tema de las invasiones biológicas porque no había una teoría, y a contar del año 1996 o 1997, sale un primer trabajo que a mí me influyó mucho y dije ¡caramba!, este es un problema serio, el de las especies exóticas invasoras, y por supuesto lo retomé y eventualmente he publicado muchísimos trabajos incluyendo dos libros enteros dedicados a las invasiones biológicas”.

Una tercera línea de investigación importante surgió “cuando pensé en la influencia del clima sobre las poblaciones animales en Chile”, relata el investigador, y recuerda: “quedé muy impresionado cuando en 1972, con un profesor de la Facultad de Ciencias, fuimos a observar una ratada, que es una explosión demográfica de ratones, que se dio en la región de Coquimbo. Me acuerdo que poníamos las trampas-jaula y los ratones se metían hasta de a tres a comerse el cebo porque estaban muertos de hambre. Tú ponías 100 trampas y capturabas 130 ratones, eso es 130% de eficiencia; eso me dejó muy impresionado. Vi una nueva plaga de ratones el año 1987, y posteriormente en 1991, y eso me quedó rebotando en la mente hasta que, después de la sequía prolongada del año 1992 al 97, se me ocurrió que podía deberse al fenómeno de El Niño y la Niña. El Niño en Chile representa lluvia, alta producción primaria, un Chile verde, y, además, plagas de ratones, entonces, se me ocurrió proponer como proyecto usar el fenómeno de El Niño como un experimento natural de gran escala para evaluar los escenarios de sequía versus exceso de precipitaciones, en lo que se refiere al funcionamiento de los ecosistemas terrestres”.

Entre otros temas que ha estudiado, hay uno al que le tiene especial cariño: la interacción entre depredadores y presas. “A mí siempre me han gustado los carnívoros, las aves rapaces, las lechuzas, todo tipo de depredadores. Así, aparte de los tres temas mencionados antes, un cuarto aspecto que he desarrollado muy intensamente y con mucha pasión es el conocimiento de qué es lo que hacen los depredadores en los ecosistemas”, destaca Jaksic, tema en el que ha publicado libros como “Los Carnívoros de Chile”, que lleva dos ediciones, o “Las Aves Rapaces de Chile”, a los que se suman muchos artículos científicos.

Ecosistema científico

Jaksic es actualmente Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES), apoyado por el Programa de Investigación Asociativa de CONICYT, que ha aglutinado a más de cien investigadores dedicados al impacto del cambio global sobre la biodiversidad. Santiago de Chile, 17-09-2021 (©Alvaro de la Fuente)

Además de su trayectoria personal y profesional, Fabián Jaksic dedicó un apartado especial a lo que él tituló como “Mi ecosistema científico, 116 compañeros de ruta”. Este capítulo web, que no forma parte del libro físico, es un repaso por las relaciones de investigación, amistad, mentoría y trabajo que ha cultivado a lo largo de los años. Sin pelos en la lengua, menciona a todas las personas de las que ha aprendido y a las que admira, que afirma son cerca de un 95% del total, pero también a aquellos a los que él denomina sus “villanos favoritos”.

“Es gente que me enseñó cómo no debe ser una relación entre colegas, o peor, entre profesores y estudiantes”, explica el zoólogo, “la mayor parte de mis “villanos favoritos” eran personas que tenían un cierto poder sobre mí, por el hecho de ser mayores que yo, de tener más conocimiento, más experiencia, más formación, y que me trataron mal, según mi experiencia; tales como profesores que me dieron pésimos ejemplos, que fueron malos maestros. Sin embargo, y aquí hago la salvedad, algunas de las personas que yo califico como mis “villanos favoritos” son los “héroes favoritos” de otros, de gente muy cercana a mí. Tengo colegas y amigos que disienten profundamente que yo trate de villano a tal profesor, pero lo que digo es que no estoy hablando de la persona, estoy hablando de mi experiencia con esa persona y eso es lo que debiera entenderse”.

“Tengo excelentes impresiones del 95% de las personas, principalmente porque me han dado, me han regalado experiencias, me han enseñado cosas, eso se los agradezco. Ojalá yo les haya enseñado a ellos, los haya influido positivamente, les haya expandido la mente; pero más bien lo que relato es cómo esas personas me impresionaron a mí”. Así finaliza este hombre de ciencia que se define como un coleccionista, primero de bichos en su infancia y luego también de experiencias, “te das cuenta que, del afán por coleccionar al afán de ordenar la colección, el paso siguiente es la mentalidad científica”.

Puedes encontrar un extracto del libro y el complemento digital “Mi ecosistema científico” en: www.capes.cl/memoriasdeunnaturalista

Texto: Comunicaciones CAPES