Francisca Reyes: un viaje más allá de las fronteras disciplinarias

La cientista política, doctora en relaciones internacionales, es investigadora en CAPES, el Instituto Milenio SECOS y académica del Instituto para el Desarrollo Sustentable de la UC. Su campo de estudio siempre ha estado ligado a la interdisciplina, reuniendo equipos de diversos profesionales para investigar los procesos de toma de decisiones en problemas complejos y multidimensionales como los de temática ambiental.

Francisca Reyes Mendy es una persona que siente que ha abrazado la interdisciplina desde que era niña, recuerda que “hice el científico-físico en el colegio, pero además me gustaban las matemáticas, la historia, la economía. Estudié en la Alianza Francesa y un año vino una delegación del Instituto de Estudios Políticos de París, que es el lugar donde estudian todos los presidentes de Francia, y nos contaron qué era lo que se estudiaba allá, justamente una mezcla entre economía, historia, filosofía, geografía, y yo que no sabía qué estudiar dije, ‘esta es la mía’ porque no tengo que decidirme, puedo estudiar de todo, y partí a Francia”.

Volvió a titularse en Ciencia Política en la Universidad Católica y posteriormente hizo el máster y el doctorado en Relaciones Internacionales en la Fletcher School of Law and Diplomacy de la Universidad de Tufts, “que es la Escuela más antigua de Relaciones Internacionales en Estados Unidos y se caracteriza por dos cosas, una altísima tasa de estudiantes extranjeros y que tiene 16 áreas de estudios de las cuáles tú libremente eliges 3 para doctorarte, entonces, de nuevo, no estaba obligada a elegir una sola área”, indica Francisca Reyes, que terminó especializándose en organizaciones internacionales, negociación y mediación internacional y política ambiental global.

Aunque su título es de Cientista Política, Francisca se siente más bien una internacionalista, “mi abuelo materno era inmigrante, llegó de Francia a los 20 años a Chile, y mi abuelo paterno había hecho una parte muy importante de su carrera profesional en el exterior, como observador militar de las Naciones Unidas en el conflicto India-Pakistán y luego como representante militar de Chile en Brasil, y mi papá había seguido sus pasos teniendo una carrera internacional en el área de la minería. Entonces, lo que se respiraba en mi casa era, no sólo esta apertura al mundo, sino también una genuina curiosidad e interés por lo que pasaba más allá de tu espacio vital”.

Los temas ambientales

Su primer trabajo fue en la Unidad de Asuntos Internacionales y del Medio Ambiente, de la Comisión Chilena del Cobre, COCHILCO, y el tema era una de las guías técnicas de la Organización Mundial de la Salud que modificaba la concentración de cobre permitida en el agua potable, lo que implicaba que Chile arriesgaba dejar de producir cañerías de cobre. “El Presidente de esa época determinó la creación de una Comisión Técnica Asesora Presidencial y citó a un conjunto de personas, incluyendo a científicos, personas de la industria y nosotros desde el gobierno”, recuerda Francisca Reyes, “esta gran mesa de trabajo fue generando, por un lado, ciencia y entendimiento de cuál era el rol del cobre en el organismo humano, y por otro significó entrar de lleno en el ámbito de las negociaciones internacionales, el impacto a nivel nacional de lo que sucede a nivel global y por supuesto, también ingresé a un área que tiene un componente ambiental muy importante como es la minería”.

Otro paso importante para entender estos temas fue su doctorado en Estados Unidos. Su director de tesis, fue el profesor William Moomaw, físico del MIT, quien comenzó a trabajar como asesor científico de un congresista, “él se dio cuenta, a pesar de ser físico, que «it´s all about politics», menciona Reyes, “y yo entendí que los problemas que enfrentamos no son problemas de la naturaleza, si no que de quién y cómo se toman las decisiones, y así pude unir mi formación de origen, la ciencia política, que estudia fundamentalmente las instituciones, los procesos de toma de decisión, los modelos de gobernanza, con este tema que recientemente capturaba mi interés y que tenía que ver con los desafíos ambientales y de sustentabilidad”.

Ya de vuelta en Chile y habiendo participado y ganado un concurso internacional, comenzó a hacer clases en la Universidad Católica en 2004, “en esa época todavía no se hablaba tan profusamente de los temas ambientales y tuve el tremendo desafío de salir más allá de mi disciplina de origen y de mi unidad académica y empecé a conversar con un grupo de profesores que más tarde formamos el grupo GAMA”. Ahí conoció a destacados científicos como Fabián Jaksic, Luis Abdón Cifuentes, Jonathan Barton, Ricardo Irarrázabal, Cristián Henríquez, Federico Arenas, Sonia Reyes, Rodrigo Arriagada y Óscar Melo, y los invitó a participar en el proyecto «Votaciones Ambientales en el Congreso Nacional».

La interdisciplina

Francisca rememora que “nos juntamos a trabajar con estos profesores y empezamos un camino de aprender primero la interdisciplina, y segundo un camino de aprender de la visión que tenía un grupo de profesores que son todos atípicos y tremendamente interesantes”.

En esta travesía por la interdisciplina, Francisca Reyes reconoce a Fabián Jaksic (director de CAPES) y a Stefan Gelcich (director de SECOS) como su mentor y colega respectivamente. Cuenta que “Fabián me contactó con Stefan, él probablemente vio con mucho más claridad lo fecunda que podía ser la unión de saberes y de visiones. Fabián además hace como una mentoría intangible, porque no es que él te diga qué tienes que hacer, pero te pone en lugares y en situaciones que permiten que tú puedas florecer. Además, una de las características que tienen tanto Fabián como Stefan, es que son intrínsecamente curiosos. Curiosos intelectualmente de lo que no saben, de lo que les interesa más allá de sus fronteras disciplinares”.

“Después de 20 años de trabajo en la universidad tengo la convicción de que no hay ningún problema público que pueda ser abordado desde una visión monodisciplinar, creo que la complejidad de los problemas actuales, en cualquier área, no solo los temas ambientales, impone que haya una visión y un trabajo colaborativo desde distintas disciplinas y con distintos enfoques metodológicos también”, afirma Reyes Mendy.

Votaciones Ambientales

La tesis doctoral de Reyes fue sobre democracia deliberativa y el rol de la transparencia, del acceso a la información y de la rendición de cuentas inciden en la capacidad que tienen los países en comprometerse en temas ambientales. “Cuando llegué a Chile, dije, yo quiero saber cómo votan los parlamentarios en los temas ambientales y pensé que iba a ser fácil, pero no, era otra época”, reflexiona la investigadora, “de hecho era previo a la ley de transparencia, nadie sabía cómo votaban los parlamentarios, en ningún tema, porque no existía la obligación de las votaciones nominales y además no había sistemas de actas online, las votaciones eran a mano alzada, por unanimidad o mayoría de los presentes”.

Esta fue la primera dificultad, la segunda fue más conceptual y tenía que ver con definir cuáles eran los proyectos de relevancia ambiental. “Me di cuenta que no era llegar y tomar por ejemplo, todo lo que se tramitaba en la comisión de medio ambiente, no, porque hay proyectos de ley que se tramitan en varias comisiones distintas”, señala Francisca.

La pregunta, que parecía tan simple: ¿cómo votan los parlamentarios en los proyectos de ley ambientales?, tardó varios años de investigación para comenzar a ser respondida. Para la metodología, contó al inicio con la ayuda del Centro de Derecho Ambiental de la Universidad de Chile, y en especial con el aporte de Valentina Durán, a quién la cientista política reconoce su generosidad, a pesar de que no se conocían, de compartir su conocimiento. Luego, una vez que se identificaba el proyecto y cómo votaban los parlamentarios, se debía poder valorar ese voto, y para eso se necesitaba evaluar el efecto ambiental esperado de ese proyecto. Reyes apunta que “con el grupo GAMA y ayudados con los fondos del BID, pudimos montar el proyecto Votaciones Ambientales que ya tiene más de 15 años de funcionamiento y que hoy día está completamente radicado en y financiado por CAPES”.

Después de varios años de hacer seguimiento a las votaciones parlamentarias en temas ambientales, el equipo del proyecto se dio cuenta que algo faltaba. Necesitaban valorar si lo que está pasando en el Congreso respondía a los desafíos de política pública que tenía Chile, o no. “Una de las cosas buenas que tiene la Ciencia Política es el enfoque de lo que se llama la política comparada”, indica la académica, “los países donde funcionaba mejor la política pública, eran los que tenían capacidad de hacer cierto seguimiento a las promesas que hacían las autoridades. Y lo que empezamos a hacer fue mirar lo que comprometían los Presidentes en sus programas de gobierno, en sus cuentas públicas y los principales Ministerios, cuáles eran los problemas de Chile y qué iban a hacer para resolver esos problemas. Y eso que parece tan pedestre, fue muy revolucionario”.

Así como casi nadie se acuerda de las promesas de campaña de los presidentes, cuando hay cambio de mando, tampoco se sabe qué dejó pendiente el presidente anterior, qué herencia deja, sobre qué se puede retomar el trabajo, es así como nació el reporte sobre los Compromisos y Cumplimiento de Promesas de Relevancia Ambiental de los Presidentes.

Proyecto Vincula

La nueva iniciativa de Francisca, que dice la mantendrá ocupada por varios años, es el proyecto Vincula, que nace como un spin off de Votaciones Ambientales, al darse cuenta junto a los profesores del grupo GAMA, que el conocimiento que se generaba en la universidad, por distintos motivos, no llegaba al Congreso. “Nosotros al observar los proyectos de ley nos dábamos cuenta que era como dos mundos paralelos y esto nos causaba mucha frustración. De cierta manera era como una promesa rota, cuando mirabas lo que pasaba en el Congreso decías ‘no, es que no puede ser, cómo no van a saber esto, por qué no hacen esto otro’, por lo que nos dedicamos a tratar de entender mejor cómo el conocimiento llega al proceso de toma de decisiones”, afirma Reyes.

La investigadora comenta que ya tienen un diagnóstico y que hay múltiples razones que explican esta dificultad, entre ellas, la falta de incentivos, la falta de capacidades, el que son dos comunidades con lenguajes completamente distintos, que las vías de acceso al conocimiento en Chile no funcionan tan bien, “y lo que generamos es un proyecto que CAPES ha apoyado fuertemente y que se llama Vincula, y que es un proyecto que está hecho para crear instancias innovadoras de encuentro entre estas dos comunidades, la científica, la que produce conocimiento, con la que toma las decisiones, el espacio legislativo, con el fin último de que el conocimiento pueda informar el proceso de toma de decisiones”. La iniciativa está a punto de iniciar su marcha blanca este 15 de agosto.

“Si yo pudiera resumir mi carrera, diría que ha sido un constante caminar más allá de las fronteras disciplinarias, y en ese sentido ha sido un poco como cumplir mi sueño de niñez que era ir y ver qué había más allá de lo que mis ojos podían ver en ese minuto. Ha sido sinónimo de libertad intelectual y de mucha fecundidad”, finaliza Francisca Reyes.

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Texto: Comunicaciones CAPES