Rodrigo Wiff: cuantificando los mares para una pesca sustentable

El biólogo marino, investigador asociado de la línea 4 de CAPES, nos habla sobre la importancia de los modelos poblacionales aplicados a la pesca y detalla sus proyectos de investigación actuales.

Los océanos son terra incognita en más de un sentido. No sólo un 95% de los mares del mundo se encuentra sin mapear, inexplorado e incluso oculto a ojos humanos, sino que buena parte de las regiones que sí conocemos —predominantemente, nuestras costas— bullen de una vida muchas veces esquiva e impredecible.

Bien lo sabe Rodrigo Wiff, biólogo marino de CAPES, quien ha dedicado su carrera a entender las dinámicas que operan en los intersticios oceánicos en busca de patrones que permitan conocer —y proyectar— el estado de los ecosistemas marinos y de los organismos que los componen. En su caso, para crear modelos que ayuden a la implementación de políticas pesqueras eficientes y sustentables.

“Una pesquería sustentable es una pesquería que regula la extracción de peces, entre otras vías, a través de cuotas de captura, que le dicen al pescador cuánto pescar cada año para obtener beneficios económicos, y al mismo tiempo, mantener a la población de peces en un nivel estable” nos cuenta. “Lo que hacen estos modelos matemáticos es estimar la cantidad de biomasa disponible cada año para alcanzar este objetivo”.

Y esta no es la única área donde Rodrigo se vale de las matemáticas para entender procesos biológicos complejos: “Para sorpresa de algunos, la biología tiene algunas ramas que son tremendamente cuantitativas. Solo por nombrar algunas en las que he trabajo, la ecología teoría, la dinámica poblacional y los modelos pesqueros recurre regularmente a sofisticadas herramientas matemáticas y estadísticas para resolver problemas propios de estas sub-disciplinas”, explica.

“En el caso particular de la pesca”, prosigue, “el problema común es estimar procesos que solo observas parcialmente. Por ejemplo, pasa que solo algunos peces quedan atrapados en la red, o solo una parte de la biomasa es observada en los cruceros de investigación, etc. De esa forma, se vuelve un problema de estimar procesos no observados y lo tanto, se vuelven problemas propios de disciplinas como las matemáticas y la estadística”. Es como si las matemáticas le ayudaran, casi literalmente, a mirar debajo del agua.

Rodrigo nació en la población El Cortijo, en la comuna de Conchalí. A mediados de los años 90, en un período marcado por la expansión pesquera en nuestro país, ingresó a estudiar biología marina con mención en pesca y acuicultura en la Universidad de Concepción, de la que se titularía el 2000. Su vínculo con los números aplicados a la ecología surge por esos años: “Cursando el pregrado me percaté que tenía facilidades para los aspectos cuantitativos en biología y tuve la suerte de ser formado en el pregrado y en el magister por el Dr. Rubén Roa-Ureta quien sin duda es uno de los científicos pesqueros cuantitativos más importantes de Latinoamérica”, recuerda.

Sus primeros trabajos, acaecidos durante sus años de magister, se dieron como investigador en diversos proyectos oceanográficos y pesqueros al alero del programa FONDAP Humboldt, y más tarde en el Instituto de Investigación Pesquera (Inpesca, Talcahuano). En 2004, con el grado ya obtenido, recaló en el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP, Valparaíso) como encargado de la evaluación de stock la pesquería sur-austral de Chile.

El también doctor en Bioestadística en la Universidad de St. Andrews, Escocia, e investigador posdoctoral de la Universidad de Aberdeen, llegó a CAPES durante el primer año de vida del Centro, en 2015. Desde entonces, sus áreas de investigación han estado asociadas al modelamiento de procesos individuales y poblacionales en peces y crustáceos, principalmente referidos al crecimiento, reproducción, madurez, reclutamiento, producción de biomasa y consumo de alimento.

En el último tiempo, también se ha estado dedicando a la modelación espacial, particularmente referente a las especies de langostinos en Chile, aunque ha combinado estos trabajos con una serie de proyectos abocados al estudio de otras especies marinas.

Proyectos de investigación

El primero de estos proyectos (FIPA 2017-46), recientemente concluido, tuvo por objetivo principal sentar las bases metodológicas para la construcción de indicadores de abundancia del congrio dorado para la flota artesanal que opera en fiordos y canales de la Patagonia Chilena, mediante la realización de dos campañas de muestreo a bordo de lanchas artesanales espineleras efectuadas en otoño y primavera de 2018.

“Este proyecto podría ser clave en una pesquería tan emblemática para la pesca artesanal chilena como lo es el congrio dorado” relata Rodrigo. “Hoy en día, la evaluación de stock de esta especie, y por ende las cuotas de captura y estado de explotación, se basan casi completamente en información proveniente de la pesquería industrial. Por lo tanto, este proyecto entrega las bases metodológicas de como levantan un indicador de abundancia desde la pesquería artesanal y que contribuya a determinar el estado de explotación de esta especie”.

El proyecto, además, fue el primer concurso FIPA adjudicado a la Universidad Católica de Chile en su historia.

Un segundo proyecto FIPA recientemente adjudicado consistió en un estudio piloto de marcaje y recaptura de reineta (Brama australis) con el fin de conocer patrones de migración y distribución espacial de esta importante especie productiva. Si bien los estudios de marcaje no son muy comunes en la historia de la investigación pesquera nacional, en opinión de biólogo marino, éstos pueden ser de gran utilidad. “En el caso de reineta, se tiene la hipótesis que esta especie migra, por lo que un programa de marcaje podría determinar sus patrones migratorios y, en el largo plazo, influir en la estimación de parámetros de su historia de vida”.

Este trabajo podría contribuir, además, al entendimiento de la pesquería con miras a una mejor administración de este recurso, uno de los más importantes para la pesquería artesanal de centro-sur chilena hoy en día.

Finalmente, Rodrigo y su equipo también trabajan como coordinadores de un proyecto IFOP cuya misión es revisar a través de pares internacionales, los proyectos de evaluación de stock de erizos desarrollado por el Instituto a lo largo de los años.