Las mejoras que trae la última versión del Repositorio online de vertebrados chilenos

(Créditos foto: Bruno Savelli
(Créditos foto: Bruno Savelli)

A dos años de su lanzamiento oficial, el Repositorio de Citas Bibliográficas de Vertebrados Chilenos (CVCh) acaba de estrenar una serie de mejoras que permitirán a sus usuarios aprovechar de mejor forma esta valiosa herramienta, la cual recopila y organiza la producción científica generada en Chile en torno a más de 1.200 especies de aves, peces, mamíferos y reptiles nativos de nuestro territorio. 

A partir de mayo, las más de 7 mil citas de fauna que componen esta base de datos podrán ser consultadas no sólo según temas o grupo taxonómico (como ya era costumbre en la plataforma), sino también por la especie específica que motiva la búsqueda. Esto, gracias a un proceso masivo de etiquetado de las publicaciones que asoció cada texto con el animal específico que se describe en él.

“Durante meses nuestro equipo ha etiquetado en cada publicación las especies a las cuales se refiere, construyendo una base de datos de más de 6.000 etiquetas distintas, las que corresponden a unas 1.200 especies”, explica Hugo Chinga, encargado de desarrollo de la plataforma. “Ya contamos, de hecho, con una interfaz para su visualización: cada área, por ejemplo ‘Aves’, tiene una vista de sus especies y subespecies que permite acceder directamente al conjunto de publicaciones que contiene cada nombre. Este es un trabajo que ha requerido mucha investigación, pues una especie puede haber sido publicada en el tiempo con diferentes nombres (sinonimia), e incluso puede haber pequeñas diferencias en el uso del nombre actual entre una y otra publicación”. 

Afortunadamente, Chinga y su equipo cuenta con la ayuda de los mismos usuarios para seguir completando esta tarea, pues la plataforma permite a los mismos visitantes construir y gestionar colecciones personalizadas de referencias, participar en la clasificación de la colección general, y apoyar en el etiquetado de las referencias, entre otras acciones. 

“Desde el comienzo del proyecto, nuestra plataforma fue pensada para albergar, además de las colecciones propias, las construidas por los usuarios, luego la respuesta a esa pregunta no se reduce a las colecciones hoy disponibles ni a las distintas categorías e interfaces que hemos construido. Un usuario puede administrar carpetas personales con sus propias colecciones de publicaciones, incluso puede compartir algunas de estas carpetas con otros usuarios y trabajar colaborativamente en la generación de su contenido. Este aspecto colaborativo de la plataforma, fue simplificado en la última versión” detalla Chinga.

La construcción de esta base de datos comenzó el año 2000 como un intento del biólogo Enrique Silva, profesional de CAPES UC, por registrar y organizar el conocimiento generado en Chile sobre los vertebrados presentes en su territorio desde el siglo XVIII hasta la fecha. Recién en 2021, dos décadas después, todo ese contenido fue convertido en un sitio web de acceso libre, el cual puede ser visitado, explorado y co-administrado por cualquier persona interesada en saber más sobre la fauna de nuestro país. 

Hoy, el repositorio cuenta con 61 usuarios activos que son responsables sólo de un tercio de las búsquedas en la plataforma, las cuales fluctúan entre las 80 y las 90 búsquedas diarias, o  las 2.500 a 3.000 búsquedas mensuales. “Esperamos que este dinamismo tenga un incremento significativo en los próximos meses”, menciona Silva,” debido a las mejoras que hemos realizado en cuanto a la experiencia del usuario y a las permanente revisiones y actualizaciones que nuestro equipo ha realizado durante el tiempo de vida del proyecto”.

De hecho, Chinga y su equipo trabajan periódicamente en la actualización del contenido, incorporando nuevas publicaciones y revisando clasificaciones y etiquetado. Todo, para contar con una herramienta que satisfaga las necesidades de uso de académicos, investigadores, y estudiantes. 

¿Y qué mejoras vienen en el camino? “Prontamente implementaremos un buscador especializado en buscar por especies e incorporaremos a ella el manejo de sinonimia en la búsqueda”, señala Chinga. “En el mediano plazo, terminaremos de implementar la tecnología Solr de búsqueda, lo cual nos permitirá, perfeccionar el resultado de la búsqueda por palabras clave y una interfaz de búsqueda con múltiples opciones para un mejor resultado”.

Por el momento, los visitantes del repositorio podrán contentarse con apreciar la enorme diversidad de especies que se han estudiado (y que queda por estudiar) en Chile, reflejada en el repositorio de referencia de fauna chilena más grande y completo del país. 

Texto: Comunicaciones CAPES

Tras dos años de distanciamiento por COVID, miembros CAPES vuelven a reunirse presencialmente

El pasado viernes 2 de junio tuvimos nuestro 7° Encuentro CAPES, en que nos reunimos presencialmente, después de 2 años, a evaluar nuestro año 9 de funcionamiento. Investigadores principales, asociados, estudiantes de pre y postgrado, posdoctorantes, profesionales y la directiva de CAPES se dieron cita en dependencias del Edificio de Investigación de la Universidad Andrés Bello en Santiago.

Los integrantes del Centro también tuvieron tiempo para actualizar la foto oficial de CAPES.

A la versión número 7 del encuentro CAPES asistieron 88 integrantes del centro, la mayoría de ellos y ellas de manera presencial, y quienes no pudieron trasladarse a Santiago se conectaron por Zoom. El día estuvo compuesto por presentaciones de la línea de administración, de científicos y científicas  jóvenes, mesas de trabajo en torno a las líneas de investigación y por supuesto hubo momentos de pausa para compartir un café, actualizarse con los y las colegas y conversar sobre lo bueno de volver a verse.

La jornada comenzó con el saludo de Fabián Jaksic, director de CAPES y de Helen Ipinza, Jefa del Departamento de Iniciativas Orientadas al Desarrollo e Innovación de la Subdirección de Centros e Investigación Asociativa de ANID, quien expresó “el CAPES tiene un desafío súper importante y un valor que puede aportar a Chile y al mundo, por la materia a la que está dedicado, por las especialidades de sus investigadores y profesionales que componen el equipo del CAPES, y ese desafío es el desarrollo productivo sostenible”.

Nuevas voces

En esta oportunidad quisimos dar un espacio para escuchar a las “nuevas voces” de CAPES, por lo que invitamos a estudiantes de pre y postgrado y a posdoctorantes a que nos contaran sobre sus investigaciones y proyectos en curso, y cómo pueden vincularse a las necesidades de los sectores público y/o privado, con miras a potenciales actividades de transferencia.

Entre las y los expositores jóvenes que presentaron sus investigaciones, pudimos conocer una diversidad de temas de estudio: el efecto del acceso a sitios de conservación en la disposición a pagar por la protección de especies en peligro, el potencial protector del zinc frente a la toxicidad del cobre en suelos contaminados con plaguicidas, interacciones planta-polinizador en ambientes costeros urbanos, adsorción de arsénico en agua potable utilizando biocarbón de Macrocystis pyrifera, redes de intercambio de semillas y resiliencia de sistemas agrícolas, entre otros.

Tomás Schoffer, investigador posdoctoral de Línea 1 CAPES, uno de los presentadores de la jornada.

Durante la jornada, también hubo un momento para recordar a nuestro ex subdirector, Francisco Bozinovic, quien falleció a principios de enero de 2023, resaltando parte de su extenso legado, del que quisimos destacar la necesidad de promover la colaboración por sobre la competencia. Mauricio Lima, investigador principal de la línea 4, colega y amigo de Francisco por 30 años; y Daniela Rivera, neuroecóloga del Centro Genómica, Ecología y Medio Ambiente, Gema, de la Universidad Mayor, colaboradora de Bozinovic en estudios sobre el degú como modelo biológico para el estudio del Alzheimer, compartieron sus experiencias y recuerdos trabajando con Francisco Bozinovic.

Bajo el concepto de trabajo interdisciplinario y colaborativo, las distintas líneas de investigación de CAPES conformaron mesas de trabajo para identificar actividades y/o proyectos en curso que pueden ser transferibles al mundo público y/o privado.

Mauricio Lima, investigador principal de Línea 4 CAPES y uno de los oradores del homenaje a Francisco Bozinovic.

Finalizando el encuentro, nuestra nueva subdirectora, Rosanna Ginocchio, investigadora principal de la línea 2 y académica de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC, señaló que “quiero resaltar que ha sido muy importante y especial el volver a vernos, el poder estar juntos como comunidad“. Además, instó a los participantes a seguir trabajando colaborativamente durante el año 10 de CAPES, con miras a un año 11 de transición para una versión 2.0 del centro y seguir realizando investigación de excelencia, ciencia aplicada, transferencia y comunicación de la ciencia para todos los chilenos y chilenas.

Agradecemos a todos y todas las personas que asistieron, en especial a nuestros jóvenes integrantes que nos dieron un vistazo a los temas que están trabajando y que serán las nuevas tendencias en ecología aplicada. Una mención especial a Loretto Contreras, investigadora CAPES de la línea 1 y académica de la Universidad Andrés Bello que amablemente nos acogió en el Edificio de Investigación.

La subdirectora CAPES, Rosanna Ginocchio, durante el cierre de la jornada.

Texto: Comunicaciones CAPES

Fabián Jaksic es incorporado como miembro de la Academia de Ciencias de América Latina, ACAL

Fabián Jaksic, director de CAPES

Fabián Jaksic, director del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES, fue incorporado como nuevo miembro de la Academia de Ciencias de América Latina, ACAL, institución con más de 40 años promoviendo y contribuyendo al desarrollo de las ciencias matemáticas, físicas, químicas, de la vida y de la tierra y sus aplicaciones en beneficio del desarrollo y de la integración humana, cultural y social de América Latina y el Caribe.

Entre los investigadores e investigadoras chilenas que pertenecen a ACAL están el también investigador CAPES Francisco Bozinovic, Gloria Montenegro, Jorge Allende, Mario Rosemblatt y Cecilia Hidalgo.

“Suscribo la visión y misión de la ACAL y deseo contribuir con acciones concretas”, escribió el profesor Jaksic en su mensaje de agradecimiento por esta distinción, manifestando además que “el reconocimiento de los pares latinoamericanos es muy importante para mí y me siento honrado de la compañía que adquiero en Chile, cuyos miembros ACAL conozco y respeto”.

La Academia de Ciencias de América Latina fue creada en honor a la memoria de Simón Bolívar por un grupo de investigadores científicos de América Latina en 1982, estableciendo su sede permanente en Caracas en 1983, año del bicentenario del nacimiento del llamado Libertador de América.

ACAL desarrolla programas de cooperación que comprenden la divulgación de los eventos científicos regionales, la evaluación permanente del potencial de investigación de América Latina y el Caribe, el intercambio de investigadores, la transferencia de conocimientos y la formación de redes regionales de investigación. La Academia también fomenta y realiza estudios de política científica y promueve el interés por la ciencia en los diferentes niveles educativos y entre toda la población.

Actualmente la Academia cuenta con más de 250 miembros de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela. Anualmente, ACAL organiza una reunión científica en un país distinto de la región. En Chile se ha desarrollado en dos oportunidades, en Santiago y en Viña del Mar.

Entre los organismos patrocinantes de ACAL se cuentan la Fundación Simón Bolívar para la Academia de Ciencias de América Latina, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, y su Oficina Regional de Ciencia y Tecnología para América Latina y el Caribe, ORCYT-UNESCO, el Consejo Internacional para la Ciencia, ICSU y la Academia de Ciencias del Tercer Mundo, TWAS.

Más información en www.acal-scientia.org

Texto: Comunicaciones CAPES

Nuevo ranking internacional incluye a cinco investigadores CAPES entre los ecólogos más destacados

La primera edición del ranking de Research.com, uno de los principales sitios web sobre investigación científica a nivel mundial, publicó sus resultados el pasado mes de abril, y en el área de Ecología y Evolución, cinco investigadores de nuestro centro se posicionaron en los primeros lugares a nivel nacional.

Fabián Jaksic, Francisco Bozinovic, Sergio Navarrete, Mauricio Lima y Enrico Rezende fueron los cinco ecólogos CAPES UC y académicos de la Facultad de Ciencias Biológicas UC que se ubicaron entre los 21 investigadores con mejor ranking de una nueva medición elaborada por la plataforma Research.com, la cual consideró publicaciones registradas hasta el 6 de diciembre de 2021.

Research.com compila información sobre las contribuciones científicas de investigadoras e investigadores desde 2014, incluyendo publicaciones, citas y el índice h, que mide el impacto y la productividad.

El ranking entrega las estadísticas de científicos y científicas divididos en 21 áreas, como Neurociencia, Matemáticas, Ciencias de la Tierra, Genética y Biología Molecular, entre otras. Se puede revisar la clasificación general que incluye a todos los países o para cada una de las 67 naciones presentes en el ranking.

En el caso del área de Ecología y Evolución en Chile, hay que hacer notar que sólo una mujer, Mary T, Kalin-Arroyo, Premio Nacional de Ciencias Nacionales 2010, aparece mencionada en el ranking, y a nivel mundial, la primera mujer es Sandra Lavorel, de la Universidad Grenoble Alpes en Francia, aparece en el número 50, lo que demuestra las brechas de género que aún persisten en el mundo científico.

En el puesto 4 de los ecólogos chilenos, y 815 a nivel mundial, aparece Fabián Jaksic, Premio Nacional de Ciencias Nacionales 2018 y director de CAPES. Research.com señala que sus áreas de estudio más conocidas son ecología, hábitat, depredación y biodiversidad. Sus artículos más citados son “The conservation status of the world’s reptiles” (490 citas) y “Extreme climatic events shape arid and semiarid ecosystems ” (344 citas).

En el quinto lugar a nivel nacional y 1089 a nivel mundial, está Francisco Bozinovic, Premio Nacional de Ciencias Nacionales 2020 y subdirector de CAPES, sus principales áreas de estudio son Ecología, Zoología, Octodon degus, tasa metabólica basal y ectotermos. Sus trabajos más citados son: “Heat freezes niche evolution” (494 citas) y “Extreme climatic events shape arid and semiarid ecosystems” (261 citas), co-escrito con Jaksic.

Octavo a nivel nacional y 1620 en el mundo, se encuentra Sergio Navarrete. La plataforma consigna que sus investigaciones están relacionadas con la ecología, la zona intermareal, la depredación, la red ecológica y el nivel trófico. Sus papers más citados son “The Keystone Species Concept: Variation in Interaction Strength in a Rocky Intertidal Habitat” (584 citas) y “The humboldt current system of northern and central Chile: Oceanographic processes, ecological interactions and socioeconomic feedback” (310 citas).

El puesto 16 en Chile y 4259 en el mundo es para Mauricio Lima, cuyos principales intereses científicos según Research.com son la ecología, los roedores, el crecimiento de la población, la dependencia de la densidad y la ecología de poblaciones. Sus artículos más citados son “Ecological effects of climate fluctuations” (1392 citas) y “Review article. Studying climate effects on ecology through the use of climate indices: the North Atlantic Oscillation, El Niño Southern Oscillation and beyond” (623 citas).

Finalmente, en la posición 19 de los ecólogos chilenos, y 5074 a nivel mundial, aparece Enrico Rezende, cuyas principales áreas de investigación incluyen ecología, filogenética, árbol filogenético, zoología y métodos comparativos filogenéticos. Sus trabajos más citados son “Phylogenetic approaches in comparative physiology” (528 citas) y “Non-random coextinctions in phylogenetically structured mutualistic networks” (409 citas)

Acá se puede revisar el ranking en el área de Ecología y Evolución en Chile: https://research.com/scientists-rankings/ecology-and-evolution/cl

Texto: Comunicaciones CAPES

CAPES estrena nuevo sitio web centrado en sus proyectos y áreas de acción

La nueva versión de la plataforma incluye nuevos contenidos y mejoras en su diseño, navegación y estructura. Completamente adaptada a dispositivos móviles.

La nueva cara de capes.cl

A partir de marzo, y luego de más de un año de planificación y trabajo, el portal institucional web del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, www.capes.cl, mostrará una nueva y mejorada cara, su primera gran transformación desde la creación del Centro, hace ya 8 años.

“Los sitios web se van desarrollando junto con las instituciones a las que promueven” explica la coordinadora de Extensión y Comunicaciones del CAPES, Mónica Paz, “y van cumpliendo un ciclo con el paso del tiempo. Desde su creación en 2014, CAPES ha crecido mucho, aumentaron sus líneas de investigación, sumando proyectos y actividades, generando una gran productividad científica a través de nuestros investigadores, o realizando las actividades de difusión y vinculación, entonces, ya era tiempo de cambiar de “casa” por una más grande, refrescar la imagen y reordenar los contenidos para que sea más fácil encontrarlos”.

Entre las novedades de esta nueva versión —que espera acompañar el quehacer del Centro por los próximos años­—, la plataforma incorpora una navegación mejor adaptada a los requerimientos y necesidades de sus distintos públicos, provenientes del sector público, la industria, la sociedad civil y, por supuesto, la academia. 

Sobre éstos, el director de CAPES y Premio Nacional de Ciencias Naturales, Fabián Jaksic, acota: “los productos den nuestro Centro apelan a distintos tipos de públicos y por eso nos dirigimos a cada uno de ellos. Tenemos un público que es científico, quienes se interesan en los papers que publicamos y los proyectos de investigación que desarrollamos. Hay otro segmento, proveniente tanto de las agencias del Estado como de las empresas privadas, al cual tratamos de llegar mediante transferencia tecnológica o de conocimiento, aportando en áreas como la determinación de cuotas de pesca, la intensificación ecológica, la conservación del agua, es decir, con ciencia aplicada a problemas que afectan en lo concreto y en lo inmediato y con expectativas a futuro de conocimiento científico”.

En ese sentido, destaca en la nueva estructura una sección especialmente dedicada a las áreas del acontecer nacional sobre las cuales inciden las investigaciones aplicadas de CAPES, la cual complementará, en un lenguaje más llano y accesible, los contenidos de sus siete líneas de investigación ya incorporados en el sitio original.

Así, los usuarios podrán conocer los proyectos que realizan los investigadores e investigadoras del Centro en ámbitos como la minería, la energía, la industria alimentaria, el cambio climático, las invasiones biológicas, la contaminación ambiental, la agroindustria, e incluso el trabajo efectuado por nuestros miembros en torno a la actual pandemia de COVID-19, entre otras.  

Además de estos contenidos, el nuevo sitio incorpora espacios dedicados a las diversas redes de colaboración del Centro —tanto nacionales como internacionales— y las distintas zonas de Chile donde realiza su investigación.

Un panorama en tiempo real

El rediseño también supuso la actualización de toda la información institucional ya obsoleta dentro del portal a nivel de personal, publicaciones y proyectos, a través de listas interactivas donde cada visitante podrá consultar los artículos científicos, tesis, libros, proyectos de divulgación y transferencia y servicios en los que participan nuestros investigadores, filtrados por línea de investigación y tipo de contenido.

“Esperamos que nuestro público, compuesto principalmente por personas interesadas en temas ambientales y de sustentabilidad, puedan ver y revisar rápidamente, desde la misma portada, las novedades, noticias, actividades y publicaciones del Centro, pero también que puedan encontrar contenidos en sus temas de interés” relata Paz.

En cuanto a nuestros canales de comunicación, esta nueva versión pone a disposición de todos los usuarios el boletín mensual del Centro, hasta hace poco sólo visible para sus públicos internos, y una sección de contacto donde los usuarios podrán enviarnos consultas, avisos y comentarios, simplemente completando un formulario. De este modo, nuestro portal se convierte en una fuente de referencia confiable y fidedigna para todo quien desee mantenerse al día sobre nuestro trabajo.

“La idea” comenta Jaksic, “tener en nuestro sitio web acceso a este tipo de conocimiento que está calibrado para distintos tipos de personas, de acuerdo a sus intereses y a su experiencia, incluso éstas no tienen formación académica especializada”.

Una cara más fresca

Los cambios en el sitio, sin embargo, no se limitan a sus contenidos. Un diseño renovado, moderno y adaptado a dispositivos móviles, hará más placentera la experiencia de navegación, implementando para estos efectos una nueva tipografía que facilita la lectura, amplias zonas de descanso para la vista, y el uso más predominante de imágenes en tamaño grande y a todo color.

Particularmente notorio es el cambio en nuestra sección de noticias, la cual presenta una gráfica que enfatiza los contenidos visuales de nuestras informaciones, y reduce el área de texto para hacerla cómoda sobre todo a los lectores que se conectan desde dispositivos móviles, y con un acceso rápido a notas relacionadas.

“Los dejamos invitados a explorar y aprovechar nuestro nuevo sitio” señala Paz, “a conocer a las instituciones con las que interactuamos, a seguirnos en nuestras redes sociales y a suscribirse a nuestro boletín mensual, que es un resumen detallado de la actividad científica de los miembros de CAPES. De a poco iremos desplegando más novedades en la plataforma, como las apariciones en prensa más importantes de nuestro Centro, y una nueva versión en inglés. ¡Así que a estar atentos!”

Texto: Comunicaciones CAPES

Fabián Jaksic es certificado como Ecólogo Senior de ESA

La comunidad de ecólogos más grande del mundo, Ecological Society of America, ESA, acaba de certificar a Fabián Jaksic, director de CAPES, como Ecólogo Senior.

La Ecological Society of America, ESA, certificó a Fabián Jaksic, director de CAPES y Premio Nacional de Ciencias Naturales 2018, como Ecólogo Senior de la institución. ESA es una de las sociedades científicas más antiguas en ecología. Fundada en 1915, con sede en Washington DC, se define como una organización no partidista sin fines de lucro, que tiene entre sus objetivos promover la ciencia ecológica, mejorar la comunicación entre ecólogos, promover la difusión de la importancia de la ecología entre el público, aumentar los recursos disponibles para la investigación e incidir en la toma de decisiones ambientales por parte de los responsables políticos.

ESA cuenta con más de 9.000 miembros, en 90 países, entre investigadores, académicos, tomadores de decisiones, gerentes de políticas, profesores y estudiantes de las más diversas áreas, como biotecnología, restauración ecológica, ecosistemas, cambio climático, extinción de especies, biodiversidad, entre muchas otras.

La organización publica 6 revistas científicas, las que se encuentran entre las más leídas y citadas en el campo de la ecología: Ecology, Frontiers in Ecology and the Environment, Ecological Applications, Issues in Ecology, Ecological Monographs y Ecosphere, esta última sólo online y de acceso abierto.

La categoría de Ecólogo Senior se otorga a los líderes profesionales en ecología que han establecido un historial de excelentes contribuciones al campo en entornos teóricos y aplicados y que adhieren a los valores de ESA: integridad, inclusión y adaptabilidad.

Fabián Jaksic, Licenciado en Ciencias de la Universidad de Chile y Doctor en Zoología de la Universidad de California-Berkeley, es especialista en ecología comunitaria, estructura gremial, interacciones depredador/presa, biodiversidad, y especies invasoras. Actualmente es Profesor Titular del Departamento de Ecología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Miembro Correspondiente de la Academia Chilena de Ciencias.

Jaksic cuenta con más de 40 años de trayectoria, gran número de publicaciones ISI y múltiples asesorías al Estado, empresas privadas y organizaciones no gubernamentales tanto nacionales como internacionales. Su gran contribución científica ha sido reconocida con numerosos premios nacionales e internacionales y también por sus pares, con el nombre del lagarto del norte de Chile Liolaemus fabiani.

Texto: Comunicaciones CAPES


Fabián Jaksic es certificado como Ecologista Senior de ESA

La comunidad de ecólogos más grande del mundo, Ecological Society of America, ESA, acaba de certificar a Fabián Jaksic, director de CAPES, como Ecologista Senior.

La Ecological Society of America, ESA, certificó a Fabián Jaksic, director de CAPES y Premio Nacional de Ciencias Naturales 2018, como Ecologista Senior de la institución. ESA es una de las sociedades científicas más antiguas en ecología. Fundada en 1915, con sede en Washington DC, se define como una organización no partidista sin fines de lucro, que tiene entre sus objetivos promover la ciencia ecológica, mejorar la comunicación entre ecólogos, promover la difusión de la importancia de la ecología entre el público, aumentar los recursos disponibles para la investigación e incidir en la toma de decisiones ambientales por parte de los responsables políticos.

ESA cuenta con más de 9.000 miembros, en 90 países, entre investigadores, académicos, tomadores de decisiones, gerentes de políticas, profesores y estudiantes de las más diversas áreas, como biotecnología, restauración ecológica, ecosistemas, cambio climático, extinción de especies, biodiversidad, entre muchas otras.

La organización publica 6 revistas científicas, las que se encuentran entre las más leídas y citadas en el campo de la ecología: Ecology, Frontiers in Ecology and the Environment, Ecological Applications, Issues in Ecology, Ecological Monographs y Ecosphere, esta última sólo online y de acceso abierto.

La categoría de Ecologista Senior se otorga a los líderes profesionales en ecología que han establecido un historial de excelentes contribuciones al campo en entornos teóricos y aplicados y que adhieren a los valores de ESA: integridad, inclusión y adaptabilidad.

Fabián Jaksic, Licenciado en Ciencias de la Universidad de Chile y Doctor en Zoología de la Universidad de California-Berkeley, es especialista en ecología comunitaria, estructura gremial, interacciones depredador/presa, biodiversidad, y especies invasoras. Actualmente es Profesor Titular del Departamento de Ecología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Miembro Correspondiente de la Academia Chilena de Ciencias.

Jaksic cuenta con más de 40 años de trayectoria, gran número de publicaciones ISI y múltiples asesorías al Estado, empresas privadas y organizaciones no gubernamentales tanto nacionales como internacionales. Su gran contribución científica ha sido reconocida con numerosos premios nacionales e internacionales y también por sus pares, con el nombre del lagarto del norte de Chile Liolaemus fabiani.

Texto: Comunicaciones CAPES


Eduardo Arellano: “Un suelo saludable asegura sostenibilidad en el tiempo”

Conversamos con el director de la nueva línea CAPES que, desde julio pasado, estudia los principios y técnicas que podrían ayudarnos a transitar de una agricultura intensiva a una más sustentable, consciente de su impacto ambiental.

“Intensificación ecológica para una agricultura sustentable” es el nombre de la nueva línea de investigación CAPES destinada al estudio de técnicas y principios que reduzcan, mitiguen y prevengan los efectos de la actividad agrícola sobre la biodiversidad de los ecosistemas, así como medidas de restauración de sistemas ya degradados por la intervención humana.

“La línea nace a partir de una serie de proyectos de evaluación de suelos en que lo trabajé previamente” nos cuenta su director, Eduardo Arellano, desde su oficina ubicada en dependencias de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica de Chile (PUC), lugar donde realiza sus labores académicas.

“Hace unos cinco años, mi equipo de trabajo y yo comenzamos a estudiar los suelos y su potencial de restauración en matrices transformadas o intervenidas por la agricultura, específicamente en las regiones de O’Higgins y el Maule, atendiendo no sólo a la recuperación de los servicios ecosistémicos a nivel de paisaje o conectividad, sino también a nivel predial”.

A partir de estas aproximaciones, Arellano y su equipo levantaron una serie de indicadores de productividad para sistemas productivos, especialmente frutícolas, con la ayuda de diversos proyectos FIC con agricultores de la región de O’Higgins. Estos indicadores determinaban el estado de intervención de los predios en aspectos como su biodiversidad, la calidad del agua, la salud de sus suelos, entre otros.

“La idea era saber cómo un agricultor o productor podría contribuir a mejorar su desempeño ambiental y la calidad ambiental de sus productos, ayudándolo a determinar qué era lo que había dentro y alrededor de sus tierras, y dónde estaba el potencial de recuperación en esas áreas” señala.

Dicho trabajo también incluía recomendaciones en la forma de manuales o guías, como el catastro base de flora y fauna encontrada en la región de O’Higgins que dio pie al Manual de Conservación de Biodiversidad en Predios Agrícolas de Chile Central, publicado en 2016.

“El objetivo entonces y ahora”, explica “es transferir principios de intensificación ecológica al sector agropecuario nacional e internacional. Servicios que ayuden a su vez a mantener la productividad del sistema”.

Cuestión de mercado

Eduardo Arellano es ingeniero forestal de la PUC y doctor en Silvicultura de Virginia Tech (EEUU). Desde su formación, nos cuenta, ha estado vinculado al estudio de los suelos en conexión con los sistemas productivos (agrícolas, forestales, y mineros), por lo que su transición a los procesos de restauración y recuperación de sistemas degradados se dio, en sus palabras, naturalmente.

“El proceso de cambio de la agricultura sobre los paisajes es inevitable e histórico” nos explica. “Estamos hablando de sistemas productivos que llevan siglos, sino milenios, operando sobre los ecosistemas”.

El principal impacto que ha tenido el impulso del ser humano por producir su propio sustento a través de la agricultura es, a su juicio, la presión sobre el cambio de uso de suelo, causado por la remoción de vegetación nativa para la expansión agrícola. “Hoy, es cosa de ir al norte y ver cómo las laderas se llenan de paltos y naranjos. Toda esa producción va invariablemente en sacrificio de algo” agrega.

Uno de estos sacrificios, especialmente en el caso de Chile Central, ha sido el agua: “hay un efecto importante sobre el recurso hídrico, pues en el caso del sector agrícola nacional, se trata en su mayoría de agricultura de riego, y la tecnificación del riego va a la par con el crecimiento de la agricultura y la intensificación de estos impactos”.

El desafío, sostiene, es reducir esos impactos conservando los beneficios que también entrega este importante sector productivo, como es la provisión (en conjunto con los ecosistemas) de alimentos y el desarrollo económico y social de las comunidades que rodean los núcleos agrícolas, “incluso de manera más directa que la minería”.

En opinión del ingeniero agrónomo, la sobreproducción agrícola en Chile está actualmente fuera de control: “Cuando tú tienes productores que despliegan una enorme cantidad de recursos, cientos de hectáreas con un manejo súper intensivo, simplemente porque en China un consumidor quiere comer cerezas en diciembre o para el día de los enamorados, generas una distorsión de lo que, uno cree, debiera ser el principio fundamental de un sistema agrícola”.

Por suerte, la presión por una producción sostenible y en armonía con el medio ambiente comienza a ser cada vez más fuerte, sobre todo la proveniente de mercados externos: “Hoy es el consumidor europeo, anglosajón, el que quiere una fruta o verdura que sea de un campo manejado sustentablemente” comenta Arellano. “Hay procesos de certificación ya consolidados en Europa que te aseguran que los alimentos que se venden en sus supermercados, importados de países como Chile, han pasado por procesos de producción que no dañan o degradan el medio ambiente”, asegura.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer para contrarrestar las demandas de consumo de algunas economías en crecimiento: “Si el mercado internalizara todos los costos ambientales que significa producir cerezas fuera de temporada en el precio de la fruta, se podría desincentivar la sobreproducción. Y eso, afortunadamente, ya está ocurriendo en algunas partes de Europa. Pero la expansión agrícola, sobre todo con la apertura del mercado chino, es que es menos consciente ambientalmente, sigue siendo mayor”.

Mal que mal, esos costos ambientales nacidos de la sobreproducción, como la degradación de los suelos, también terminan afectando al productor. “Un suelo degradado retiene menos agua que un suelo bien conservado, lo que implica un gasto mayor de agua para sostener a la planta. La capacidad de retención hídrica se refleja finalmente en pérdidas de producción”.

“Pero todo eso”, se apresura en señalar, “se puede revertir”.

Recuperando suelos

“Hay formas y formas de hacer agricultura, explica, “cuando tú ves paisajes y viñas en Francia, por ejemplo, ves un montón de corredores de setos, zonas parches de vegetación nativa, es decir, un diseño de paisaje mucho más integrado y sostenible”.

Y es ahí donde aparece el concepto de intensificación ecológica, el que Arellano define como “la introducción de principios de la agroecología y de potenciamiento de los servicios ecosistémicos a los sistemas agrícolas más convencionales –los que hoy representan casi 99% de la producción mundial– sin crear un riesgo en la calidad productiva del sistema”.

Los investigadores e investigadoras de la línea 6 trabajan en distintos sistemas productivos dentro de la agricultura y estudian distintos servicios ecosistémicos presionados por éstos sistemas, como el secuestro de carbono del suelo sobre el que producen, o los servicios de polinización de las aves e insectos que pueblan los predios.

En el caso de la degradación de suelos, por ejemplo, los científicos que trabajan en el área promueven acciones como la introducción de carbono orgánico en el suelo, manejo de desechos, compostaje de residuos, etc. para mejorar la salud y calidad de estos ambientes.

“Toda vegetación, sea nativa o agrícola, dependen del suelo. Si no hay suelo, o si estos se degradan, se erosionan, son arrastrados por el agua o se contaminan, la capacidad de recuperación se pierde y con ello, la posibilidad de que esa vegetación obtenga los nutrientes que necesita para crecer” cuenta.

Entre los métodos de recuperación que estudia la línea, están la reutilización de residuos orgánicos mediante el rescate de suelos, esto es, la remoción del suelo útil previo a su excavación por parte de proyectos mineros o inmobiliarios, para su empleo posterior. También mediante el uso de lodos y biosólidos de plantas de tratamiento de aguas servidas como sustratos para zonas degradadas. “El tema principal de la degradación es la pérdida de la materia orgánica, por lo que cualquier fuente orgánica que tú tengas disponible sirve para un proceso de recuperación”.

“Un suelo saludable te asegura la sostenibilidad hacia adelante” continúa, “te permite sostener, por ejemplo, una diversidad de cultivos. El desafío de Chile será prontamente producir cultivos sin riego o con poca agua, y del éxito de esos intentos depende la capacidad del suelo de retener eficientemente dicho recurso”.

Otros esfuerzos

Otros investigadores de la línea trabajan en detectar y estudiar cultivos de plantas que den raíces a distintas profundidades, o que tengan una mayor capacidad de retención de nitrógeno. Algunos proyectos han identificado plantas capaces de atraer polinizadores a matrices agrícolas, incorporando bandas de flores y vegetación nativa en sus lindes. “Hemos instalado pilotajes con mezclas de flores y plantas nativas en los bordes de los previos para observar si atraen polinizadores como chinitas. Eso al agricultor no le cuesta nada. Hemos hecho tres de estas intervenciones en predio, con buenos resultados”.

Lo mismo ha sucedido con la instalación de casas anideras o perchas para aves rapaces, que no sólo atraen polinizadores sino también depredadores de especies que pueden significar una plaga para los cultivos o invasores para la fauna local.

La línea también realiza estudios de evaluación de la salud del suelo mediante técnicas microbiológicas. Además, la línea colabora con iniciativas de replantación de bosque nativo donde se prueban distintas técnicas de tratamiento de suelo que mejores la capacidad de retención hídrica, que eventualmente pueda ser aplicado por organismos como CONAF en sus programas de bonificación para reforestación con bosque nativo.

Para Arellano, la creación de esta nueva línea CAPES se hace cargo de una deuda histórica no sólo del Centro, sino de la investigación ecológica asociada a los sistemas productivos: “Hasta ahora no teníamos una línea especialmente dedicada a la agricultura, cuando ésta, en Chile, debiera ser el escenario principal donde opere la ecología aplicada, pues se trata del sector productivo más extendido del país”.

El escenario, al menos por los próximos años, será de Eduardo y de su equipo.

Eduardo Arellano: “Un suelo saludable asegura sostenibilidad en el tiempo”

Conversamos con el director de la nueva línea CAPES que, desde julio pasado, estudia los principios y técnicas que podrían ayudarnos a transitar de una agricultura intensiva a una más sustentable, consciente de su impacto ambiental.

“Intensificación ecológica para una agricultura sustentable” es el nombre de la nueva línea de investigación CAPES destinada al estudio de técnicas y principios que reduzcan, mitiguen y prevengan los efectos de la actividad agrícola sobre la biodiversidad de los ecosistemas, así como medidas de restauración de sistemas ya degradados por la intervención humana.

“La línea nace a partir de una serie de proyectos de evaluación de suelos en que lo trabajé previamente” nos cuenta su director, Eduardo Arellano, desde su oficina ubicada en dependencias de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica de Chile (PUC), lugar donde realiza sus labores académicas.

“Hace unos cinco años, mi equipo de trabajo y yo comenzamos a estudiar los suelos y su potencial de restauración en matrices transformadas o intervenidas por la agricultura, específicamente en las regiones de O’Higgins y el Maule, atendiendo no sólo a la recuperación de los servicios ecosistémicos a nivel de paisaje o conectividad, sino también a nivel predial”.

A partir de estas aproximaciones, Arellano y su equipo levantaron una serie de indicadores de productividad para sistemas productivos, especialmente frutícolas, con la ayuda de diversos proyectos FIC con agricultores de la región de O’Higgins. Estos indicadores determinaban el estado de intervención de los predios en aspectos como su biodiversidad, la calidad del agua, la salud de sus suelos, entre otros.

“La idea era saber cómo un agricultor o productor podría contribuir a mejorar su desempeño ambiental y la calidad ambiental de sus productos, ayudándolo a determinar qué era lo que había dentro y alrededor de sus tierras, y dónde estaba el potencial de recuperación en esas áreas” señala.

Dicho trabajo también incluía recomendaciones en la forma de manuales o guías, como el catastro base de flora y fauna encontrada en la región de O’Higgins que dio pie al Manual de Conservación de Biodiversidad en Predios Agrícolas de Chile Central, publicado en 2016.

“El objetivo entonces y ahora”, explica “es transferir principios de intensificación ecológica al sector agropecuario nacional e internacional. Servicios que ayuden a su vez a mantener la productividad del sistema”.

Cuestión de mercado

Eduardo Arellano es ingeniero forestal de la PUC y doctor en Silvicultura de Virginia Tech (EEUU). Desde su formación, nos cuenta, ha estado vinculado al estudio de los suelos en conexión con los sistemas productivos (agrícolas, forestales, y mineros), por lo que su transición a los procesos de restauración y recuperación de sistemas degradados se dio, en sus palabras, naturalmente.

“El proceso de cambio de la agricultura sobre los paisajes es inevitable e histórico” nos explica. “Estamos hablando de sistemas productivos que llevan siglos, sino milenios, operando sobre los ecosistemas”.

El principal impacto que ha tenido el impulso del ser humano por producir su propio sustento a través de la agricultura es, a su juicio, la presión sobre el cambio de uso de suelo, causado por la remoción de vegetación nativa para la expansión agrícola. “Hoy, es cosa de ir al norte y ver cómo las laderas se llenan de paltos y naranjos. Toda esa producción va invariablemente en sacrificio de algo” agrega.

Uno de estos sacrificios, especialmente en el caso de Chile Central, ha sido el agua: “hay un efecto importante sobre el recurso hídrico, pues en el caso del sector agrícola nacional, se trata en su mayoría de agricultura de riego, y la tecnificación del riego va a la par con el crecimiento de la agricultura y la intensificación de estos impactos”.

El desafío, sostiene, es reducir esos impactos conservando los beneficios que también entrega este importante sector productivo, como es la provisión (en conjunto con los ecosistemas) de alimentos y el desarrollo económico y social de las comunidades que rodean los núcleos agrícolas, “incluso de manera más directa que la minería”.

En opinión del ingeniero agrónomo, la sobreproducción agrícola en Chile está actualmente fuera de control: “Cuando tú tienes productores que despliegan una enorme cantidad de recursos, cientos de hectáreas con un manejo súper intensivo, simplemente porque en China un consumidor quiere comer cerezas en diciembre o para el día de los enamorados, generas una distorsión de lo que, uno cree, debiera ser el principio fundamental de un sistema agrícola”.

Por suerte, la presión por una producción sostenible y en armonía con el medio ambiente comienza a ser cada vez más fuerte, sobre todo la proveniente de mercados externos: “Hoy es el consumidor europeo, anglosajón, el que quiere una fruta o verdura que sea de un campo manejado sustentablemente” comenta Arellano. “Hay procesos de certificación ya consolidados en Europa que te aseguran que los alimentos que se venden en sus supermercados, importados de países como Chile, han pasado por procesos de producción que no dañan o degradan el medio ambiente”, asegura.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer para contrarrestar las demandas de consumo de algunas economías en crecimiento: “Si el mercado internalizara todos los costos ambientales que significa producir cerezas fuera de temporada en el precio de la fruta, se podría desincentivar la sobreproducción. Y eso, afortunadamente, ya está ocurriendo en algunas partes de Europa. Pero la expansión agrícola, sobre todo con la apertura del mercado chino, es que es menos consciente ambientalmente, sigue siendo mayor”.

Mal que mal, esos costos ambientales nacidos de la sobreproducción, como la degradación de los suelos, también terminan afectando al productor. “Un suelo degradado retiene menos agua que un suelo bien conservado, lo que implica un gasto mayor de agua para sostener a la planta. La capacidad de retención hídrica se refleja finalmente en pérdidas de producción”.

“Pero todo eso”, se apresura en señalar, “se puede revertir”.

Recuperando suelos

“Hay formas y formas de hacer agricultura, explica, “cuando tú ves paisajes y viñas en Francia, por ejemplo, ves un montón de corredores de setos, zonas parches de vegetación nativa, es decir, un diseño de paisaje mucho más integrado y sostenible”.

Y es ahí donde aparece el concepto de intensificación ecológica, el que Arellano define como “la introducción de principios de la agroecología y de potenciamiento de los servicios ecosistémicos a los sistemas agrícolas más convencionales –los que hoy representan casi 99% de la producción mundial– sin crear un riesgo en la calidad productiva del sistema”.

Los investigadores e investigadoras de la línea 6 trabajan en distintos sistemas productivos dentro de la agricultura y estudian distintos servicios ecosistémicos presionados por éstos sistemas, como el secuestro de carbono del suelo sobre el que producen, o los servicios de polinización de las aves e insectos que pueblan los predios.

En el caso de la degradación de suelos, por ejemplo, los científicos que trabajan en el área promueven acciones como la introducción de carbono orgánico en el suelo, manejo de desechos, compostaje de residuos, etc. para mejorar la salud y calidad de estos ambientes.

“Toda vegetación, sea nativa o agrícola, dependen del suelo. Si no hay suelo, o si estos se degradan, se erosionan, son arrastrados por el agua o se contaminan, la capacidad de recuperación se pierde y con ello, la posibilidad de que esa vegetación obtenga los nutrientes que necesita para crecer” cuenta.

Entre los métodos de recuperación que estudia la línea, están la reutilización de residuos orgánicos mediante el rescate de suelos, esto es, la remoción del suelo útil previo a su excavación por parte de proyectos mineros o inmobiliarios, para su empleo posterior. También mediante el uso de lodos y biosólidos de plantas de tratamiento de aguas servidas como sustratos para zonas degradadas. “El tema principal de la degradación es la pérdida de la materia orgánica, por lo que cualquier fuente orgánica que tú tengas disponible sirve para un proceso de recuperación”.

“Un suelo saludable te asegura la sostenibilidad hacia adelante” continúa, “te permite sostener, por ejemplo, una diversidad de cultivos. El desafío de Chile será prontamente producir cultivos sin riego o con poca agua, y del éxito de esos intentos depende la capacidad del suelo de retener eficientemente dicho recurso”.

Otros esfuerzos

Otros investigadores de la línea trabajan en detectar y estudiar cultivos de plantas que den raíces a distintas profundidades, o que tengan una mayor capacidad de retención de nitrógeno. Algunos proyectos han identificado plantas capaces de atraer polinizadores a matrices agrícolas, incorporando bandas de flores y vegetación nativa en sus lindes. “Hemos instalado pilotajes con mezclas de flores y plantas nativas en los bordes de los previos para observar si atraen polinizadores como chinitas. Eso al agricultor no le cuesta nada. Hemos hecho tres de estas intervenciones en predio, con buenos resultados”.

Lo mismo ha sucedido con la instalación de casas anideras o perchas para aves rapaces, que no sólo atraen polinizadores sino también depredadores de especies que pueden significar una plaga para los cultivos o invasores para la fauna local.

La línea también realiza estudios de evaluación de la salud del suelo mediante técnicas microbiológicas. Además, la línea colabora con iniciativas de replantación de bosque nativo donde se prueban distintas técnicas de tratamiento de suelo que mejores la capacidad de retención hídrica, que eventualmente pueda ser aplicado por organismos como CONAF en sus programas de bonificación para reforestación con bosque nativo.

Para Arellano, la creación de esta nueva línea CAPES se hace cargo de una deuda histórica no sólo del Centro, sino de la investigación ecológica asociada a los sistemas productivos: “Hasta ahora no teníamos una línea especialmente dedicada a la agricultura, cuando ésta, en Chile, debiera ser el escenario principal donde opere la ecología aplicada, pues se trata del sector productivo más extendido del país”.

El escenario, al menos por los próximos años, será de Eduardo y de su equipo.