Exposición inmersiva sobre los efectos del cambio climático se tomará el Museo Nacional de Historia Natural

  • El cruce entre ciencia y arte está en el corazón de “Rizósfera Viviente: descubriendo el microcosmos de las raíces», una muestra que se instalará en el emblemático museo al interior del Parque Quinta Normal, y que es organizada por el Núcleo Milenio para el Desarrollo de Plantas Súper Adaptables (MN-SAP), con el apoyo del Museo Nacional de Historial Natural.
  • Andrea Errázuriz es la artista nacional que dio vida a esta obra inmersiva, que busca generar conciencia sobre los efectos del cambio climático y el rol de la ciencia en buscar soluciones para producir plantas con una mayor capacidad de absorción de nutrientes.
  • “Rizósfera Viviente” se exhibirá del 10 de abril al 8 de mayo, de martes a sábado entre 10:00 a 17:30 horas, en el Salón Central del museo. Este proyecto es financiado por la Iniciativa Científica Milenio de ANID.

Santiago, marzo de 2024.  ¿Qué resulta de la mezcla poco común entre creación artística, ciencia, plantas que podrían absorber más nutrientes y la co-creación entre autor y espectador? La respuesta es “Rizósfera Viviente: descubriendo el microcosmos de las raíces”, una exposición que mezcla distintas disciplinas, y que por un mes se tomará el Salón Central del Museo Nacional de Historia Natural, en el Parque Quinta Normal. 

La génesis del proyecto tiene que ver con las investigaciones científicas del Núcleo Milenio para el Desarrollo de Plantas Súper Adaptables (MN-SAP), su relación con el calentamiento global y las actividades que realizan para llevar ese conocimiento -específico y técnico- a un público no especializado.

La rizósfera es la parte del suelo que está más cercana a las raíces de las plantas. En esta zona se desarrolla una gran diversidad de vida microbiana y, además, cuenta con nutrientes y agua.

Para representarla los y las creadoras de la idea pensaron en una obra que fuera inmersiva y que, en último término, invitara a los espectadores a co-crearla, a través de distintas instancias en las que podrán construir con sus propias manos elementos que simulen componentes vitales de la rizósfera, tales como bacterias y hongos.

Así surge “Rizósfera Viviente”, una muestra que estará abierta al público entre el 10 de abril y el 8 de mayo y que pretende generar conciencia sobre los efectos del cambio climático y el rol de la ciencia en buscar soluciones para producir plantas con una mayor capacidad de absorción de nutrientes.

“Este proyecto busca explicar, a través de una apuesta original, la compleja y, a su vez, fascinante relación de las plantas con el cambio climático, enfatizando en los estudios que lideramos como núcleo de investigación en este campo. Estamos entusiasmados de liderar esta propuesta que ha sido co-diseñada con la visión de todos nuestros investigadores e investigadoras, involucrando así a la comunidad académica en el rol de crear más puentes que conecten el conocimiento con la sociedad, visibilizando en este caso la importancia de la rizósfera en nuestra vida y entorno”, detalla la Dra. María Francisca Blanco, directora del Núcleo Milenio para el Desarrollo de Plantas Súper Adaptables e investigadora del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES.

Este proyecto es financiado por el programa Proyección al Medio Externo (PME) de la Iniciativa Científica Milenio de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo ANID, adjudicada por el núcleo MN-SAP en 2023. Dicho programa busca conectar a los Centros Milenio con la sociedad, el sector educativo, público y/o privado a través de distintas iniciativas de extensión y comunicación científica.

Una muestra que invita a cocrear

“Se quiso mostrar a través de una obra en alambre, de una manera conceptual”, explica Andrea Errázuriz, la artista chilena que dio vida y forma a “Rizósfera Viviente”, usando materialidades como el alambre. “El hecho de que sea interactiva, hace que el público sea parte de la obra. Esta no está terminada sin la participación de los y las espectadoras, y eso los hace ser artistas a ellos también”, destaca la creadora sobre el concepto de co-creación, que es parte de la esencia de esta experiencia.

Se trata del debut de Andrea Errázuriz en un proyecto vinculado con una temática científica. “Esta unión ya es algo original. Es la primera vez que me toca crear una obra relacionada con la ciencia. Me parece muy interesante hacer estos cruces, con temas tan específicos y científicos y lograr representarlo de una manera conceptual y artística, dejando la interpretación libre para cada espectador”, añade la artista, creadora de Lambra.cl

“Rizósfera Viviente” también se trata de “sacar a la luz esta vida oculta que no logramos ver, representada en un manto sustentable”, detalla, respecto a la forma que tendrá la exposición en el museo.

Colaboración nacional

Para alcanzar un alcance significativo y que niños, niñas, jóvenes y familias completas vivencien esta experiencia, el Museo Nacional de Historia Natural – que recibe miles de visitas mensuales- colabora desde el inicio de este proyecto, facilitando el espacio donde estará la muestra y promoviendo la participación de los visitantes en los talleres y mediaciones.

Mario Castro, director del Museo Nacional de Historia Natural, señala que “nos entusiasma como museo recibir una muestra como ‘Rizósfera Viviente’, puesto que resalta varias temáticas que están muy vinculadas con nuestro quehacer, como el dar relevancia al mundo natural, con actores poco conocidos como el reino Fungi y su fundamental aporte a nuestros ecosistemas, y además se hace desde un formato que combina ciencia y arte, lo que también es de gran interés para el MNHN. Esperamos que una gran cantidad de personas interactúen con esta muestra, y que también tomen conciencia de que el cuidado de nuestro planeta es una urgencia.”

El Núcleo Milenio para el Desarrollo de Plantas Súper Adaptables es dirigido por María Francisca Blanco (Universidad Andrés Bello) y por Claudio Meneses (Pontificia Universidad Católica de Chile), como director alterno. También participan como universidades asociadas la Universidad Adolfo Ibáñez y Universidad de Talca. La exposición cuenta, además, con el apoyo del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES) y el Instituto Milenio de Biología Integrativa (IBIO).

Apertura muestra

La inauguración de la muestra se realizará el miércoles 10 de abril a las 11:00 hrs. en dependencias del museo en Quinta Normal. Posterior a la apertura se realizará un taller de construcción de elementos tejidos que podrán contribuir a la muestra (cupos limitados, sin inscripción), a cargo de Verónica Curihuinca, artesana Mapuche con 23 años de trayectoria y experiencia en diferentes técnicas ancestrales como: Witral (telar), orfebrería (joyería mapuche en metal y piedras), bordados en arpillera y crochet.

Fuente: Comunicaciones MN-SAP

Día del agua: nuevo sendero ecológico promoverá soluciones a la sequía en un ecosistema amenazado

“Sendero Interpretativo e Inclusivo Umbral” es el nombre de este nuevo recorrido emplazado en una de las entradas del Parque San Carlos de Apoquindo, en la comuna de Las Condes. La zona es hogar de cientos de especies animales y vegetales del bosque esclerófilo chileno, uno de los ecosistemas más frágiles del mundo.

La iniciativa, liderada por el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES, junto a la Asociación Parque Cordillera y la Universidad Católica de Chile, incluyó la restauración y reforestación de áreas estratégicas de este reducto, además de la instalación de zanjas de infiltración que ayudan a recolectar de manera más eficiente el agua caída durante el período de lluvias, ayudando a la recuperación del bosque.

Un nuevo sendero ecológico ubicado a minutos de la ciudad de Santiago abrirá sus puertas este miércoles 20 de marzo, en uno de los ecosistemas naturales más afectados por el cambio climático en todo el mundo: el bosque esclerófilo de la zona central de Chile. 

Se trata del sendero “Umbral”, una iniciativa financiada por el programa Ciencia Pública del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación que tiene por objetivo promover la importancia de este bosque para la vida de los habitantes de la Región Metropolitana, y generar nuevas formas de relación entre las personas y la naturaleza. 

“La recuperación del bosque esclerófilo es una tarea de largo aliento que requiere de la contribución de toda la comunidad. Sin embargo, el acceso a la montaña es limitado, lo que ha profundizado la desconexión entre el humano y el bosque. Es por ello que la creación de espacios educativos y de interacción son vitales para el re encuentro con este ecosistema, el reconocimiento de sus amenazas actuales y el desarrollo de actitudes que contribuyan a su recuperación”, cuenta el Dr. Pablo Becerra, director general del proyecto.

Con una extensión aproximada de 800 metros, el sendero se encuentra ubicado en el sector La Plaza Norte del Parque San Carlos de Apoquindo (predio UC), en la comuna de Las Condes. Durante su recorrido, los visitantes podrán detenerse en distintas estaciones informativas donde aprenderán sobre algunas de las características del bosque esclerófilo, sus principales amenazas, y las distintas formas en que podemos ayudarlo y protegerlo.

Precisamente, una de estas soluciones son las 7 zanjas de infiltración instaladas a lo largo del sendero, las cuales podrán capturar, en días de lluvia, entre 300 y 1.000 m³/ha de agua por cada 200 mm de lluvia caída, permitiendo así una mejor hidratación del suelo y una fuente de agua adicional para las especies vegetales que sobreviven en este ecosistema.  

«Este proyecto permite conocer soluciones basadas en la naturaleza para la gestión del agua, en este caso capturando el escurrimiento de aguas lluvia y de tormenta, infiltrándolas y así evitando la erosión y degradación de suelos, y a profundidad donde quedan a salvo de la alta evaporación de esta zona.», explica el Dr. Cedric Little, encargado de la instalación de estas zanjas.

El bosque esclerófilo es un tipo de ecosistema tan rico como único: se desarrolla específicamente en climas mediterráneos, los que sólo están presentes en cinco lugares del mundo: Sudáfrica, California, Australia, la cuenca del Mediterráneo, y Chile. Actualmente, la principal amenaza que sufre este sistema es la sequía prolongada que arrastra desde hace casi 13 años, tiempo durante el cual los árboles de este bosque han recibido apenas un tercio de su carga de lluvia normal, aumentando su mortalidad y amenazando como nunca antes su supervivencia.

A este peligro, se suman la continua pérdida de superficie producto del cambio de uso de suelo (la cual ha reducido en ⅔ su superficie original), y los incendios forestales cada vez más devastadores que han afectado a nuestro país a causa de las altas temperaturas.

De este modo, el nuevo sendero buscará resignificar el valor de este bosque, así como los desafíos y estrategias para su rehabilitación, a través de experiencias museográficas y en terreno, y material educativo que promueven una experiencia abierta e inclusiva, con especial atención a las personas con discapacidad visual y auditiva que visiten el parque. Cada elemento del nuevo sendero estará pensado para su uso y goce.

“Este parque educativo interpretativo busca ofrecer un sendero educativo sensorial donde personas con discapacidad visual y auditiva puedan interactuar a través de visitas guiadas y soportes educativos inclusivos donde se transmitan los valores del bosque.”, aclara Sofía Herrera, directora de Transferencia y Vinculación de CAPES y coordinadora creativa del proyecto Sendero Umbral.

Asimismo, las personas que visiten este sendero a partir de esta semana podrán hacerlo de manera gratuita por los próximos tres meses, pudiendo participar de las múltiples actividades que el equipo a cargo del proyecto tiene preparadas para ese tiempo; desde recorridos inclusivos a baños de bosque, pasando por talleres, charlas, y experiencias recreacionales y educativas de todo tipo.

Para conocer estas actividades, las personas interesadas pueden seguir la cuenta de Instagram del proyecto, @senderoumbral.

Ceremonia de inauguración

Para dar comienzo oficialmente al período de actividades del sendero, el equipo a cargo de su creación realizará una ceremonia de inauguración el próximo viernes 22 de marzo desde las 9:00 hrs. en el acceso al sendero (Avenida San Carlos de Apoquindo 450, Las Condes),

A la ceremonia, estarán invitadas autoridades gubernamentales y municipales, así como representantes de todas las organizaciones que colaboraron en la creación de este espacio. Durante el acto, contaremos con las palabras del director general del proyecto, el investigador de CAPES, Pablo Becerra, y de la presidenta de la Asociación a cargo de la Administración de este parque, Deborah Raby. 

Entre las actividades que se contemplan para ese día, se encuentra la plantación de un árbol de Guayacán (especie en estado de conservación Vulnerable) en uno de los sitios de reforestación del sendero; una charla sobre las oportunidades de restauración ecológica en la zona central del investigador CAPES Pablo Becerra y otra charla sobre zanjas de infiltración a cargo del investigador CAPES, Cedric Little y el primer recorrido oficial por el sendero».

Sobre el proyecto

Sendero Umbral es el fruto final del proyecto de Ciencia Pública «Parque Educativo Interpretativo para la Valoración del Bosque Esclerófilo de Chile Central», ejecutado por el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad CAPES, y financiado por el programa Ciencia Pública del Ministerio de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación.

Durante su desarrollo, contó con la destacada colaboración de la Asociación Parque Cordillera, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Municipalidad de Las Condes, el Club Deportivo Universidad Católica, la Fundación Turismo Inclusivo, y el Jardín Botánico Chagual, entre otras instituciones. 

Fuente: Comunicaciones CAPES

Huinay Seasonal School: «Metodologías de restauración de bosques»

Cuándo: 19 - 25 de marzo de 2024
Dónde: Estación Científica Fundación San Ignacio del Huinay, Fiordo Comau, Los Lagos
Organiza:  Fundación San Ignacio del Huinay, Facultad de Ciencias Forestales U. de Chile, CAPES, MASCN, Instituto Forestal y Red de Estudios Socio-Ecológicos de Largo Plazo

En el marco de Huinay Seasonal School (Fundación San Ignacio del Huinay), el programa de Magíster en Áreas Silvestres y Conservación de la Naturaleza (MASCN) de la Universidad de Chile invita a estudiantes de postgrado a conocer y profundizar el uso de metodologías de restauración de ecosistemas, entendiendo esta disciplina, como una de las principales herramientas utilizadas en la actualidad para recuperar la calidad de hábitat y la biodiversidad a diferentes niveles (genes, especies y ecosistemas), especialmente enfocado en elementos de la naturaleza de interés para conservación biológica.

El objetivo del curso «Metodologías de restauración de bosques» es generar competencias profesionales para la correcta toma de decisiones en las metodologías que se aplican durante el desarrollo de un proyecto de restauración de bosques, específicamente, en las fases de diagnóstico, planificación y diseño, implementación, monitoreo y evaluación de las acciones restaurativas.

Su programa se compone de clases teórico-prácticas dictadas por académicos/as e investigadores de universidades y centros de investigación nacional e internacional. Durante el curso se promoverá la generación de espacios de debate sobre los desafíos de la restauración en Chile y Latinoamérica, considerando el actual contexto de crisis climática y conflictos socio-ambientales por el uso de la tierra. En específico, las actividades contemplan trabajo de campo para la colecta de muestras, trabajo en vivero para selección de especies nativas utilizadas para reforestación, trabajo en laboratorio para el procesamiento de muestras vegetales y análisis de los datos

Requisitos y costos de inscripción

El curso estará abierto a estudiantes de postgrado de ciencias forestales, ecología y/o conservación, y de forma excepcional habrá cuatro cupos para profesionales del sector público-privado. Dado que el curso tiene cupos limitados (vacantes: 12 estudiantes), los postulantes se cometerán a un proceso de selección en base a orden de llegada de las postulaciones y a los intereses que expresen en la carta de motivación.

El postulante debe enviar los siguientes antecedentes a juan.ovalle@uchile.cl:

  • Carta de motivación (media página)
  • Formulario de postulación (descargar)
  • Certificado de alumno regular (aplica solo a estudiantes de postgrado)

Plazo para postular:
01 de marzo de 2024

Vacantes:
12 estudiantes

Costo del curso:
Estudiantes de programas MASCN o MGPA de U. de Chile: $100.000
Estudiantes de otros programas de postgrado nacional-extranjero: $250.000
Profesionales sector público/privado: $600.000

Programa

Para más detalles del curso, descarga el programa en este enlace:

Identifican árboles prioritarios para restauración socioecológica de cuenca del río Toltén

El trabajo, publicado en la revista Restoration Ecology, buscó incorporar una dimensión socioecológica a la planificación de objetivos de restauración en tierras con fines agrícolas o silvícolas, considerando para ello la información provista por las familias campesinas que viven alrededor de los ríos y esteros de la cuenca del río Toltén.

(Créditos: Christian P.)

En un estudio que incluyó la participación de los mismos habitantes y productores de la zona, investigadores de la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales de la Universidad Católica identificaron más de 60 especies de árboles nativos clave para la restauración de los hábitats ribereños que componen la cuenca del río Toltén, en la región de la Araucanía, un área altamente degradada por la actividad agrícola.

De ellas, cinco especies prioritarias destacaron por la alta frecuencia de menciones, y el variado conocimiento qué los participantes del estudio tenían sobre sus usos y manejos. Estas especies fueron: el roble pellín (Nothofagus obliqua); el coigüe (Nothofagus dombeyi); el arrayán (Luma apiculata); el canelo (Drimys winteri), y el laurel chileno (Laurelia sempervirens).

El trabajo, publicado recientemente en la revista Restoration Ecology, buscó incorporar una dimensión socioecológica a la planificación de objetivos de restauración en tierras destinadas a la ganadería o al cultivo de cereales y frutales, considerando para ello la información provista por las mismas familias campesinas que viven y se asientan en las riberas de los ríos y esteros que componen la cuenca. Entre sus autores, se encuentran los investigadores del CAPES Isabel Rojas y Tomás Ibarra, además de Tania Lucero, de los centros CIIR y CEDEL UC.

“El conocimiento de los aspectos socioculturales de los paisajes permite avanzar hacia iniciativas de restauración ecológica más efectivas”, explicó Isabel Rojas en conversación con CAPES, “lo más importante es diseñar planes de restauración que incorporen los usos que las personas hacen de la biodiversidad para sustentar sus vidas, de manera que se reduzcan conflictos de restauración con la economía de las familias” agregó.

Entre los usos más frecuentemente mencionados por los 45 propietarios entrevistados (27 hombres y 18 mujeres), destacaron los de extracción de leña y madera para la construcción, donde el roble y el coigüe predominaron.

A partir de estos resultados, los investigadores encontraron una gran variabilidad en las condiciones socioculturales y ecológicas de los hábitats ribereños a lo largo del territorio. Por ejemplo, algunas riberas mostraron alto valor social, pero bajo valor ecológico.[IR1] .Así y todo, la mayoría de los hábitats estudiados mostraron una baja presencia de especies prioritarias y malas condiciones ecológicas.

Para los autores, las diferencias observadas en la valoración de estos hábitats puede ser un insumo importante a la hora de predecir el éxito o fracaso de planes de restauración en zonas donde la relevancia sociocultural de las especies puede entrar en conflicto con su relevancia ecológica. “En nuestro estudio, por ejemplo, encontramos que las especies prioritarias tienden a ser especies abundantes y pioneras, en muchos casos asociadas a procesos de degradación del bosque, por lo que, desde el punto de vista de la conservación de biodiversidad, podrían no ser elegidas como objetivo de restauración en el largo plazo” comenta Rojas. “Al mismo tiempo”, continúa “encontramos que las especies arbóreas son frecuentemente usadas para leña y construcción, por lo que un programa de restauración con estas especies podría implicar que el bosque restaurado va a ser usado para esos fines en el largo plazo, a fin de proveer esos usos a las personas.”

Pese a ello, también pueden existir sinergias entre criterios aparentemente disímiles, advierte la investigadora: “por ejemplo, los indicadores nos permitieron identificar donde hay riberas en que varias especies de importancia sociocultural coexisten, y tienen altos valores ecológicos. Esos sitios pueden ser referencia para diseñar proyectos de restauración en otros sitios que están más degradados. Lo más relevante de considerar estos indicadores es ver las sinergias y los conflictos” concluye.

En términos generales, el trabajo proporcionó información original sobre el valor sociocultural y ecológico de los hábitats ribereños al integrar simultáneamente conocimientos sobre los árboles que son importantes para las personas y, al mismo tiempo, abordar la condición ecológica de los bosques ribereños en un hotspot de biodiversidad global. Un enfoque valioso para el establecimiento de planes de restauración y conservación de bosques, y para la toma de decisiones.

“Los planes de restauración deben innovar y desarrollar aproximaciones inclusivas que permitan motivar a los propietarios a participar en la restauración, por ejemplo, considerando las especies más importantes para las personas y sus usos” finaliza Rojas.

Texto: Comunicaciones CAPES

Lanzan primera gran guía de mamíferos marinos chilenos

“Los Mamíferos marinos de Chile” es el título de este importante libro que es el volumen más completo que se ha escrito sobre el tema hasta la fecha. La obra se presentará el miércoles 6 de diciembre, en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica.

Ballena jorobada abriéndose paso a través de un cardumen (Créditos: Alex Sánchez).

En las aguas territoriales de Chile habitan de forma permanente o transitan por aguas costeras, islas oceánicas y la Antártica, 54 especies de mamíferos marinos de las 134 descritas en el mundo, la mayor biodiversidad del planeta. Nutrias, focas, lobos, ballenas, delfines, rorcuales, marsopas y cachalotes, fueron recopilados por un equipo de investigadores en un hermoso libro de más de 300 páginas y 180 fotografías e ilustraciones.

“Los Mamíferos Marinos de Chile” es “el libro más completo que se ha escrito, hasta el momento, por investigadores nacionales, sobre las poblaciones de las especies de mamíferos marinos registrados en aguas de jurisdicción chilena”, según se señala en el prólogo de esta publicación de los autores Agustín Iriarte, investigador asociado de CAPES; Carlos Olavarría, director del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, CEAZA; Jhoann Canto, Jefe del Área de Zoología de Vertebrados del Museo Nacional de Historia Natural; Cayetano Espinosa, investigador del Centro de Investigación para la Sustentabilidad, CIS, de la UNAB; Stefan Gelcich, director del Instituto Milenio SECOS e investigador principal CAPES; y el diseño e ilustraciones de Rodrigo Verdugo.

Este libro llena un vacío que se arrastró por muchos años, pues no existía, hasta ahora, una guía con un importante acervo fotográfico, de las especies de mamíferos marinos presentes, o bien, que visitan las costas de nuestro país, desde la línea de la Concordia por el norte, hasta la Antártica por el sur, además de las islas oceánicas chilenas. De esta forma, este volumen se consolida como la guía científica más actualizada con información como la clasificación, descripción, distribución, hábitat, conducta, dieta y estado de conservación.

La primera guía de mamíferos marinos chilenos

Agustín Iriarte, ecólogo de vida silvestre, ya ha editado varios libros de fauna de nuestro país: “el año 2008 publiqué un libro de los Mamíferos de Chile. Donde estaban en una parte los mamíferos marinos. El año 2010 decidí hacer uno sólo de los mamíferos marinos y me contacté con Carlos Olavarria. Desde ese año lo planificamos. El aspecto más relevante es la gran cantidad de especies de este grupo que viven en nuestras aguas. La mayor a nivel mundial”, sostiene Iriarte.

Jhoann Canto, Jefe del Área de Zoología de Vertebrados del MNHN, cuenta su participación en este libro, “Desde hace muchos años, Agustín Iriarte tenía la idea de realizar un libro sobre mamíferos marinos de Chile, y en una conversación Agustín me cuenta que ya había comenzado a materializar este proyecto con Carlos Olavarría. Le comenté que durante mucho tiempo he trabajado en evolución de mamíferos marinos, y me invita a participar del proyecto”.

Foca cangrejera (Créditos: Francisco Gómez)

Canto además apunta que la importancia e impacto de Los Mamíferos Marinos de Chile, “el primer libro de difusión lo escribió Walter Sielfeld a principios de la década de 1980, lo que significó un tremendo esfuerzo para la época, pues entonces se contaba con información limitada. Luego vinieron otros trabajos similares, como el realizado por Juan Carlos Cárdenas. Sin embargo, la particularidad de este libro es que reúne toda la información sobre estos animales en Chile con un innovador despliegue fotográfico, lo que hasta la fecha no se había hecho. Este libro es el más completo de su naturaleza hasta hoy.”

Este indispensable texto sobre los mamíferos marinos que habitan nuestras costas y mares está dirigido “a todo el mundo interesado en este maravilloso grupo de especies. Si bien, su contenido es para especialistas, con lo hermoso que es su contenido, a todo público le puede interesar. A futuro esperamos que mucha gente vaya a visitar las principales zonas donde se pueden observar estas especies”, señala Agustín Iriarte.

Lanzamiento oficial

El libro “Los Mamíferos Marinos de Chile” se lanzará en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica, ubicado en Av. Libertador Bernardo O’Higgins 340, Santiago, el próximo miércoles 6 de diciembre a las 19:00 horas.

La actividad contará con la participación de los autores y la presentación del profesor Anelio Aguayo-Lobo, pionero del estudio de los grandes cetáceos en nuestro país y mentor de numerosos investigadores e investigadoras, entre los que están los autores de este libro Agustín Iriarte y Carlos Olavarría.

Puedes conocer más información del evento en este enlace.

Este libro fue posible gracias a los aportes del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES, ANID PIA/BASAL FB0002; Explora S.A.; Ocean Wise; Consultora Flora & Fauna Chile Ltda.; Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, CEAZA; Centro de Estudios para la Conservación de Ecosistemas Marinos Yaqu Pacha Chile; y Centro de Investigación Eutropia.

Delfines lisos y delfines de Fitzroy compartiendo un paseo (Créditos: Jonathan González)

Texto: Comunicaciones CAPES

Estudio de académico propone técnicas para reforestar bosque esclerófilo de Chile central

La plantación de especies nativas como el huingán y el litre podrían mejorar los resultados en la restauración del bosque esclerófilo del centro del país. Lo anterior, como parte de técnicas que logran mitigar los efectos que la crisis hídrica produce en estas zonas.

En un esfuerzo por abordar las dificultades en la restauración de ecosistemas forestales nativos en el contexto de la megasequía, académicos y académicas de la Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile y Universidad Politécnica de Madrid, España, propusieron técnicas más efectivas y económicas para restaurar bosques esclerófilos de la zona central de Chile. Lo anterior, mediante la investigación «Técnicas silviculturales costo-efectivas para reducción de estrés hídrico de plantas en procesos de restauración de bosque esclerófilo», realizada entre 2018 y 2022.

De acuerdo con el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (Cr2), la persistencia temporal y la extensión espacial de la actual sequía en Chile, es extraordinaria en el registro histórico, siendo este evento denominado como “megasequía”. Desde 2010 el territorio comprendido entre las regiones de Coquimbo y de La Araucanía ha experimentado un déficit de precipitaciones cercano al 30%.

Este déficit ha provocado la degradación de los suelos, riegos ineficientes y otras dificultades para el cuidado y mantención de los bosques esclerófilos. Buscando ser aporte ante este escenario, durante tres años se llevó a cabo el proyecto «Técnicas silviculturales costo-efectivas para reducción de estrés hídrico de plantas en procesos de restauración de bosque esclerófilo». La iniciativa fue posible gracias al financiamiento del Fondo de Investigación del Bosque Nativo de CONAF, y el apoyo del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES).

Tras esta investigación, se generó un manual técnico para explicar los métodos utilizados para probar diferentes técnicas de plantación y el monitoreo de las respuestas en el terreno. Así, se identificaron diversas estrategias claves para mejorar la efectividad de los planes de restauración del bosque esclerófilo.

La iniciativa contó con la participación de los investigadores CAPES Juan Ovalle, de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza UCH, Eduardo Arellano y Pablo Becerra, además de Marcelo Talamilla, Cesar Figueroa y Nadia Rojas-Arévalo de la Universidad Católica. Juan Oliet, de la Universidad Politécnica de Madrid, fue el representante internacional del equipo.

En el marco de la iniciativa, prontamente se realizará el lanzamiento del libro “Restauración de Ecosistemas Forestales”. Ejemplar que en 28 capítulos presentará gran parte de los resultados que se obtuvieron en el proyecto, junto con una amplia diversidad de temas en torno a la restauración de ecosistemas redactados por un selecto grupo de especialistas en el tema, esperando que sea un texto de cabecera para las futuras generaciones de restauradores en Chile.

Puntos clave de la investigación

Juan Ovalle, investigador CAPES y U. de Chile

En el estudio se destacaron diversos aspectos fundamentales para mejorar la efectividad de la restauración del bosque esclerófilo. Entre ellos, se encuentra la selección de fuentes semilleras de procedencia local o cercana al sitio de restauración; la utilización de acondicionadores de suelo, como los hidrogeles y el compost; y el uso de riego de establecimiento durante la primera temporada seca. Cada uno de estos puntos se destacan como pilares fundamentales para una reforestación costo-efectiva, “aunque no garantiza el éxito”, señaló el profesor Ovalle.

Asimismo, el académico destacó que «la necesidad de disminuir la incertidumbre en los proyectos de reforestación con especies nativas se ha transformado en un aspecto cada vez más urgente de abordar desde la investigación, debido a que producto de las recurrentes anomalías climáticas (olas de calor, sequías) ya no es posible garantizar el éxito de una plantación a corto y mediano plazo en la zona Central de Chile».

Junto a lo anterior y en busca de mejores resultados, la investigación sugiere la inclusión de especies poco tradicionales en las prácticas de reforestación. El huingán (Schinus polygamus) y el litre (Lithraea caustica) emergen como opciones útiles y necesarias. «Diversificar el uso de especies nativas puede mejorar significativamente los resultados de los esfuerzos de restauración, dado que diversificas también los rasgos funcionales en la comunidad vegetal, y con esto, las estrategias de uso de recursos en ambientes limitantes», señaló el académico de la U. de Chile.

En la batalla contra el estrés hídrico, el riego también se revela como una herramienta fundamental. Según el profesor Ovalle, «el riego en las etapas iniciales es esencial, y nuestros datos respaldan un uso mínimo de 4 litros por planta al mes durante la temporada seca estival del primer año post-trasplante». No obstante, el académico UCH indicó que es necesario seguir investigando sobre la dosis óptima de riego en programas de reforestación ya que, estas deben ajustarse a la demanda de la especie y a la dinámica del agua en el perfil de suelo del sitio de plantación.

De este modo, la investigación no solo proporciona claves valiosas para la restauración del bosque esclerófilo, sino que también refuerza la importancia de la adaptación y la innovación en la conservación de los ecosistemas naturales en medio de un entorno en constante cambio.

¿En qué consisten las técnicas de hidrogel, compost y “pozo seco»?

Como se menciona anteriormente, dentro de las estrategias propuestas por la investigación se contemplan tres técnicas para la reforestación. Entre ellas, la de pozo seco, hidrogel y compost, las que permiten abordar distintos desafíos que presenta el proceso de recuperación de bosques nativos, como la complejidad de riego y la degradación de los suelos.

En cuanto a la técnica de pozo seco, esta se basa en que dentro de la casilla de plantación se dispone de una columna cilíndrica de 11 cm de diámetro con piedras de distintos tamaños, a lo largo del perfil de la casilla, para generar un efecto dren, que permite una rápida infiltración del agua.

Por su parte, la estrategia en base a hidrogel consiste en polímeros hidrofílicos e insolubles en agua, capaces de absorber y retener agua y solutos. Su aplicación en la casilla de plantación tiene un efecto variable sobre las plantas, según el tipo de polímeros, la dosis y la forma de aplicación. En condiciones de sequía prolongada y suelos arcillosos, los hidrogeles pueden competir con la planta por el agua.

Finalmente, las enmiendas orgánicas o compost, son fuentes de materia orgánica estabilizada que pueden contribuir a mejorar los contenidos de carbono y nutrientes del suelo y por ende la productividad de las plantas. Algunos ejemplos son compost, humus, lodos estabilizados, etc.

Para su aplicación es importante considerar su fuente, nivel de estabilización, las dosis y las formas de aplicación. Las enmiendas de origen agroindustrial pueden aumentar la salinidad en la casilla, situación que se agrava en condiciones de sequía.

Texto:
Michael Seguel, Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza, U. de Chile

Juan Ovalle es incorporado como Editor Asociado de la revista «New Forests»

La revista publica artículos para una audiencia internacional de científicos y profesionales en temas como silvicultura, ecofisiología vegetal, genética, biotecnología, ecología forestal, restauración de bosques, sanidad y gestión forestal, con enfoque en conservación y sistemas productivos.

Juan Ovalle Ortega, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile e investigador asociado del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES, fue integrado, a partir de septiembre, como Editor Asociado al comité editorial de «New Forests», revista de la editorial Springer e indexada en la Web Of Science (Q1, IF 2.5).  

“Esta es una revista científica ampliamente utilizada por científicos de las Ciencias Forestales”, señala Ovalle, quien además es director del Laboratorio de Restauración de Bosques del Departamento de Silvicultura y Conservación de la Naturaleza de la citada Facultad de la UChile.

La revista publica artículos para una audiencia internacional de científicos y profesionales en temas como silvicultura, ecofisiología vegetal, genética, biotecnología, ecología forestal, restauración de bosques, sanidad y gestión forestal, con enfoque en conservación y sistemas productivos. “El editor jefe es el Dr. Douglass F. Jacobs, de la Universidad de Purdue, Estados Unidos, quien me invitó a ser parte de este grupo. La tarea de un editor asociado es evaluar la idoneidad del trabajo presentado, y posteriormente, asignar los revisores expertos para el proceso de revisión por pares”, explica el Ingeniero Agrónomo y Doctor en Ciencias de la Agricultura.

Entre los artículos que ha publicado Juan Ovalle y colaboradores en New Forests está: Solid shelter tubes alleviate summer stresses during outplanting in drought-tolerant species of Mediterranean forests” (2022), donde se reporta el efecto de la transmisividad a la luz solar de los tubos protectores de plantas sobre el control del estrés hídrico y lumínico, y su implicancias en la sobrevivencia post-trasplante en condiciones de verano extremadamente seco y cálido. El estudio contrastó la respuestas de dos especies leñosas coexistentes del bosque esclerófilo de Chile central: el quillay (Quillaja saponaria), especie más tolerante a la sequía, y el maitén (Maytenus boaria), especie menos tolerante a la sequía.

Para Ovalle, quien también es impulsor de la iniciativa intercentros “Bosque Esclerófilo y Cambio Global”, que reúne a científicos y científicas de CAPES, CR2 e IEB, la oportunidad de participar en el equipo editorial de esta prestigiosa revista significa “un hito importante en la carrera científica de un investigador, sobre todo cuando se trabaja desde países del Hemisferio Sur donde cuesta más generar impacto con nuestras investigaciones y donde hay menor visibilidad de los y las cientificos/as, en comparación con la realidad de países de Europa o Norte América”.

Como CAPES, felicitamos a nuestro investigador por este importante reconocimiento a su trabajo.

Pueden conocer parte de su investigación en el episodio “Restaurando bosques desde la raíz” de nuestro podcast “Maestra Naturaleza”, realizado en conjunto con Ladera Sur.

Texto: Comunicaciones CAPES

Columna de Fabián Jaksic: “Rescate”, reubicación y seguimiento de fauna trasladada en Chile

La siguiente editorial fue publicada en el último número de la revista de biodiversidad «Gayana». En ella, el director de CAPES, Dr. Fabián Jaksic, analiza la normativa vigente en torno al traslado y reubicación de especies amenazadas en sitios de proyectos mineros e industriales, y expresa la necesidad de robustecer el seguimiento y evaluación de estos planes.

Tanto las perturbaciones naturales (inundaciones, incendios) como las provocadas por el ser humano (construcción de represas, despeje de suelo, o minería) a menudo exigen que parte de la fauna se desaloje y reubique en otro lugar. Un ejemplo de ello son las operaciones mineras, que producen no solo alteraciones físicas de los suelos y la vegetación, sino también emisión de polvo al aire y a los cursos o cuerpos de agua, lo que interfiere con los humedales y la vida silvestre terrestre, acuática y marina (véase Mauricio Urbina et al.2021. “Políticas extractivistas afectan los ecosistemas de Chile”. Science 373: 1208-1209, 10 septiembre 2021), e incluso con los seres humanos y su ganado. Por no hablar de ruidos, vibraciones y detonaciones, que pueden ahuyentar a la fauna silvestre. Se sobreentiende que los impactos ambientales de la minería son un mal necesario para el desarrollo económico de cualquier país, incluido Chile, que se autoproclama “país minero”. Pero también se concuerda internacionalmente que nuestro país tiene un sólido sistema de evaluación de impacto ambiental que ha funcionado bastante bien durante los últimos 30 años. Aun así, una vez que se autoriza una operación minera en Chile, ella rara vez se paraliza, y mucho menos se termina a mitad de camino. Las únicas excepciones hasta el momento parecen ser el proyecto carbonífero “Invierno” en la Región de Magallanes y el aurífero “Pascua Lama” en la Región de Atacama.

Dado que los impactos pueden ser directos o indirectos, la legislación chilena ha optado por permitir las operaciones mineras si (y solo sí) dichos impactos al medio ambiente son eliminados, mitigados o compensados. En el caso de la fauna en los alrededores de las faenas mineras, el operador típicamente incorpora en su diseño la reducción del polvo, el ruido y los derrames químicos y físicos al ambiente para reducir sus impactos al ambiente, especialmente durante la temporada reproductiva de la fauna. Pero particularmente en las operaciones mineras, existe la necesidad obvia de raspar y mover cantidades voluminosas de suelo y vegetación, llevando así el hábitat de la fauna local a un estado alterado esencialmente irreversible, sin perjuicio del esfuerzo por restaurar el hábitat previamente existente una vez que las faenas mineras hayan finalizado (lo que significa más de una década o incluso un siglo en Chile), y repoblarlo con la fauna y flora originales.

Una práctica común ha sido “rescatar” y reubicar (es decir, desalojar y trasladar) especies animales consideradas de interés de conservación según las normas chilenas. “Rescate” es un eufemismo inapropiado: ¿Alguna especie requiere ser “rescatada” de su hábitat como si hubiera sido golpeada por una fuerza inesperada de la naturaleza, así como una inundación o un incendio? Desalojada es la palabra adecuada; no es que se convenza a los animales para que se vayan, sino que son sacados a la fuerza de su hábitat. Aclarado esto, el simple hecho de desalojar y trasladar a esas especies de interés exige reubicarlas en hábitats hospitalarios, donde tengan acceso a refugio, alimentos, nutrientes y agua; no solo a una superficie del suelo o un volumen de agua que ellos deben colonizar por su cuenta y restablecer sus conexiones comunitarias con las fuentes locales de alimentos, los competidores, parásitos y depredadores.

Tales traslados en Chile generalmente se realizan con publicidad, como si se “rescatara” o “salvara” una determinada especie alejándola de un peligro inminente. Por ejemplo, del aumento del nivel del agua causado por la construcción de represas en los cursos de agua, del despeje del suelo para la construcción de carreteras o de la excavación del terreno para las faenas mineras. Pero el propósito final de tales traslados no es claro. Si se encuentra un hábitat similar donde reubicar una determinada especie “rescatada”, no necesariamente se tiene en cuenta el contexto comunitario al que se enfrentan sus individuos. ¿Existen poblaciones preexistentes con las que tendrán que competir por refugio, alimentos o agua? ¿Hay nuevos parásitos o depredadores a los que temer? Un ejemplo familiar ilustra esta situación: entre los seres humanos, mudarse de casa es uno de los principales factores de estrés en la vida (otros son perder el trabajo o un pariente cercano). Imagínese el impacto en animales siendo capturados y luego liberados en un sitio desconocido, perdiendo todas las formas de organización social (particularmente para especies gregarias, comunales o coloniales como chinchillas, vizcachas y otros mamíferos y aves). Además, algunas especies como pumas y otros gatos monteses, zorros y otros carnívoros, rapaces diurnas y nocturnas, aves carroñeras como cóndores y buitres, e incluso lagartijas y ranas, son territoriales y están dispuestas a enfrentarse por derechos de “propiedad”. Lo que significa que para establecerse en un nuevo territorio, tendrán que luchar con los congéneres residentes que no necesariamente dan la bienvenida a estos recién llegados. Es decir, los “rescatistas” humanos no sólo están estresando a los animales forzados a emigrar sino que también a los desprevenidos residentes. Colóquese en la posición de tener que trasladar a un vecindario de ciudadanos afectados por algún desastre a otro pueblo: ¿simplemente los mete en algún medio de transporte y los libera en otro lugar para que se ocupen de sus necesidades de subsistencia? -si es que sobreviven al viaje y recomponen su modo de vida.

De vuelta al mundo real: recientemente leí una carta al editor de Science dirigida por Jaime Jiménez y colaboradores (“Conservación de la chinchilla versus minería de oro en Chile”. Science 377: 480-481, 29 julio 2022). En ella, Jiménez et al. describían que [mi traducción libre] “La empresa minera está lista para comenzar la extracción, pero la ley chilena prohíbe que los proyectos de desarrollo dañen la biodiversidad local (6). La empresa minera ha propuesto como solución el traslado de las chinchillas, pero sus intentos de reubicar un pequeño número de ellas fracasó (12)” y concluían que “El gobierno de Chile debe seguir acatando las leyes vigentes, que exigen que la viabilidad de los traslados debe ser adecuadamente evaluada y probada antes de que el hábitat de la chinchilla sea destruido por la minería, tanto en este caso como en futuros conflictos entre los objetivos corporativos y la conservación del medio ambiente”. Esta lectura me hizo pensar que el tema de “rescate”, reubicación y monitoreo de la fauna trasladada en Chile requiere un abordaje más cuidadoso, particularmente por parte de ecólogos, veterinarios y zoólogos, actuando como funcionarios gubernamentales, consultores ambientales o ciudadanos preocupados. Revisando la literatura disponible en Chile, encontré el informe de 2014 de Juan Carlos Torres-Mura et al. al Servicio Agrícola y Ganadero de Chile (SAG): “Guía técnica para implementar medidas de rescate/relocalización y perturbación controlada”, 45 páginas (véase también SAG 2019. “Guía de evaluación ambiental componente fauna silvestre”. Documento Técnico D-RNN-EIA-PR-001, 22 páginas). En el informe de Torres-Mura y colaboradores, además de muchas recomendaciones de manejo, se presenta la propuesta general de monitorear las poblaciones trasladadas por hasta 3 o 4 años para asegurarse de que estén firmemente establecidas y reproduciéndose. Quizás como secuela a este informe, el Servicio de Evaluación Ambiental de Chile (SEA) emitió dos documentos técnicos: En “Criterios técnicos para la aplicación de la medida de rescate y relocalización” (de agosto de 2021) dispuso que para obtener el permiso contemplado en el artículo 146 letra (a) del RSEIA, el proponente deberá cumplir con ciertas condiciones razonables para el traslado de la población objetivo, pero en ninguna parte se dice que deba ser objeto de seguimiento después de haber sido desalojada y mucho menos por cuánto tiempo. Esto se subsana en un segundo documento (de febrero de 2022): “Criterio de evaluación en el SEIA: criterios técnicos para la aplicación de una perturbación controlada”, que establece que se debe considerar un indicador de éxito (por ejemplo, permanencia o aumento de la población objetivo) y que se debe realizar un seguimiento de al menos dos ciclos reproductivos para permitir una comparación entre años. En pocas palabras, el programa de seguimiento podría abarcar un período tan corto como 12 meses, ya que permitiría comparar la abundancia en el año 1 con la del año 2. ¿Es esto suficiente?

El problema general en todo esto es que los traslados reciben mucha atención cuando parten por alejar a los animales del peligro impuesto por los seres humanos, pero no cuando ellos prosiguen su destino en su nuevo “hogar”. Seguramente, imponer un seguimiento podría proporcionar retroalimentación para perfeccionar los futuros esfuerzos de “rescate” y reubicación. Pero ¿y si el seguimiento muestra que el traslado fue un fracaso y la mayoría o todos los animales murieron? (¿de estrés, hambre, sed, enfermedad, o por competencia o depredación?). También sería bueno saber si sobrevivieron con un margen razonable o aceptable. Pero todavía están por verse los resultados del seguimiento de cualquiera de los esfuerzos de traslado anteriores que han ocurrido en Chile. Pudúes, pumas, otros gatos salvajes, zorros, vizcachas, loros tricahues e incluso ranas y lagartos han sido trasladados durante las últimas tres décadas. Pero esencialmente desconocemos el destino de esas reubicaciones (a modo de excepción, véase Francisco Fontúrbel & Javier Simonetti 2011. Traslados y conflictos entre humanos y carnívoros: ¿solución o creación de problemas? Wildlife Biology 17: 217-224). ¿Están esos resultados (si los hay) analizados y orientando nuevas reubicaciones de especies actualmente amenazadas, como las chinchillas en el norte de Chile? ¿Alguna vez se ha realizado un análisis de riesgo? Si se predice que un traslado probablemente puede tener poco éxito, se rechazará un proyecto minero? ¿O, como de costumbre, los animales serán simplemente filmados cuando sean capturados (= “rescatados”) y luego soltados en un nuevo “hogar”? ¿Como si hubieran sido liberados a una similar o mejor calidad de vida? ¿Cuáles son los planes de contingencia si la reubicación no sale bien? Finalmente, ¿un seguimiento de 12 meses es suficiente para dejarnos tranquilos?

La situación de traslados animales en Chile ya referida arriba es parecida a barrer rápidamente el polvo debajo de una alfombra: una “alfombra” de falta de análisis de riesgos, de seguimiento demasiado breve, de ausencia de medidas adaptativas y en general, de falta de retroalimentaciones y de lecciones aprendidas. El mantra implícito parece ser: “Desalojemos y reubiquemos esos molestos animales y supliquemos por la indiferencia o el olvido de su destino lo más pronto posible”. En mi opinión, este es el monstruo antiestético al que nadie quiere enfrentarse en nuestros esfuerzos nacionales de traslados animales.

Reconozco mis intercambios de correo con Francisco Fontúrbel, James Hall, Jaime Jiménez, Fulgencio Lisón y Juan Carlos Torres-Mura, pero asumo toda la responsabilidad por mis opiniones aquí expresadas.

Texto: Fabián Jaksic, CAPES

CAPES y ECIM UC inauguran nuevo sendero interpretativo en Las Cruces

En un acto que incluyó la celebración de ceremoniales mapuche y múltiples pies de cueca, el proyecto liderado por la divulgadora científica María Dulce Subida dio por inaugurado este nuevo recorrido, el cual busca incentivar el conocimiento del ecosistema costero presente en la zona con miras a su conservación como patrimonio natural y cultural.

Al sur de El Tabo, en el balneario del antipoeta, se alza un promontorio de roca conocido como Punta del Lacho. Allí, un observador agudo puede detenerse y apreciar, en un día especialmente claro, una vista que abarca desde la península hermana de Punta de Tralca, por el norte, hasta los buques que recalan en puerto de San Antonio, por el sur: casi 20 kilómetros ininterrumpidos de costa.

El cabo es también el hogar de uno de los ecosistemas más biodiversos del litoral chileno, donde numerosas especies de algas, aves y mamíferos marinos desarrollan su vida al resguardo de las olas, escondidos entre las rocas, o descansando sobre alguna de las dunas que cubren este hermoso entorno natural.

La belleza de este paisaje y la protección y difusión de su riqueza biológica fueron justamente los aspectos que motivaron a la ex profesional UC y divulgadora científica, María Dulce Subida, a crear TransforMAR, un proyecto de conservación y restauración ecológico que tuvo por misión incentivar el conocimiento de este patrimonio natural, mediante la construcción de un nuevo sendero interpretativo alrededor de la zona, declarada área marina protegida en 2005. 

Dicho sendero fue inaugurado el pasado 27 de mayo de 2023 como parte de las celebraciones del Día Nacional de los Patrimonios, y contó con la participación de miembros de las comunidades locales, autoridades municipales, y representantes del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES, y la Estación Costera de Investigaciones Marinas de la Universidad Católica, ECIM UC, las dos instituciones patrocinantes del proyecto. 

Más de 100 personas pudieron participar de la ceremonia de inauguración del sendero, la cual también incluyó el recorrido por las instalaciones de la Estación Costera de Investigaciones Marinas de la Universidad Católica, a cargo de su administración.

El ecosistema

Entre los oradores presentes en la ceremonia se encontró Sofía Herrera, encargada de Vinculación y Transferencia de CAPES, quien durante su intervención rememoró el involucramiento del Centro con el proyecto: “Desde CAPES, conocimos de este proyecto, que se quería desarrollar en asociación con ECIM en terrenos UC, y decidimos apoyarlo, ya que contaba, y cuenta, con aspectos de conservación, restauración pasiva, vinculación con las comunidades, ciencia ciudadana y presenta muchas oportunidades de investigación” explicó. 

La encargada de Vinculación y Transferencia de CAPES, Sofía Herrera, fue una de las encargadas de presentar este nuevo sendero.

Para Herrera, lo más desafiante de levantar este nuevo recorrido “fue el poder usar de la manera más efectiva posible los pocos fondos existentes, organizar los voluntariados, y coordinar a la comunidad y múltiples actores. Fue un trabajo organizado con mucha paciencia y dedicación por parte de María Dulce, Hans Muhr (Asesor de la Prorrectoría de Gestión Institucional UC y arquitecto del paisaje) y un equipo de trabajadores que construyeron el sendero y múltiples voluntarios lograron hacerlo realidad con mucho esfuerzo”.

Por su parte, Sergio Navarrete, investigador de CAPES y director de ECIM UC —institución encargada de la administración y protección de la reserva— destacó la importancia de conservar este ecosistema ante las progresivas amenazas que éste enfrenta, de las cuales el ‘trampling’, o tránsito indiscriminado de turistas por la zona, “sobresale por su severidad, provocando erosión en los suelos transitados y la pérdida de plantas nativas a causa de la recolección (principalmente de quiscos), entre otros impactos”.

La frágil posición en la que se encuentra Punta del Lacho y sus paisajes aledaños se debe, principalmente, a la gran presión turística e inmobiliaria que, hasta hoy, se observa en la zona, junto con la falta de una adecuada planificación territorial que aumenta la vulnerabilidad de estos ecosistemas costeros frente a desastres naturales y prácticas extractivas como la pesca no sustentable.

A estos estresores, se suman la extracción furtiva de recursos pesqueros; la contaminación acuática y acústica originada por actividades humanas; la introducción de fauna y vegetación exótica, y la generación y disposición de residuos sólidos domiciliarios, procesos que, en conjunto y por separado, han llevado a los ecosistemas presentes en la zona (como los bosques subterráneos de huiro palo presentes a lo largo de la costa) al borde del colapso.

El litoral rocoso de la zona central de Chile, del que Punta del Lacho es parte, es un ecosistema hogar de múltiples especies de fauna y vegetación marina.

El sendero

Es así como, ante las amenazas que presionan sus costas, el nuevo “Sendero Mirador Punta del Lacho” se alza no sólo como un espacio de protección de la diversidad biológica presente en la zona—demarcando, y delimitando, las vías de desplazamiento e intervención de turistas y visitantes—, sino también como una instancia para apreciar, y valorar, los atributos que hacen de este entorno un tesoro natural digno de conservación.

“Al recorrer el sendero”, señalan sus creadores, “los visitantes podrán disfrutar de la belleza y beneficios del contacto con la Naturaleza, estarán evitando la degradación que provoca el pisoteo descontrolado sobre la flora y la fauna del lugar (…) y serán testigos, finalmente, de los cambios que evidencian la recuperación de este ecosistema”.

Y a dos meses de terminado el sendero, cuenta Sofía Herrera, los resultados de su implementación ya saltan a la vista: “es impresionante ver cómo la vegetación volvió a aparecer en las áreas donde la gente pisaba y que hoy el sendero limita”, nos dice contenta.

Asimismo, la cualidad interpretativa del sendero, que utiliza elementos de comunicación multidimediales e interactivos a lo largo de su recorrido, estimula el interés de los visitantes por conocer y comprender los distintos aspectos de la relación entre los seres humanos y el medio ambiente, de manera atractiva y a través de un proceso de reflexión que los lleve a sus propias conclusiones. Esto, porque a diferencia de los enfoques de educación convencionales, la interpretación ambiental enfatiza el análisis de las relaciones y procesos, en lugar de entregar información de fenómenos o cifras aisladas.

El fin último, cuentan en su sitio web, “es poder comunicar los valores del patrimonio natural y cultural, así como la importancia de su conservación, y colaborar en la diversificación de las actividades turísticas hacia opciones más sustentables para el entorno y la comunidad local”.

Y hablando de la comunidad local, el sendero también ofrece varias actividades educativas de divulgación y socialización que fueron co-creadas junto a miembros y representantes de las localidades aledañas al sitio del proyecto, centradas en el conocimiento científico del entorno natural y cultural de sus ecosistemas. Igualmente, la iniciativa incluyó la generación de un protocolo de visitas guiadas, dirigido a la capacitación de monitores locales.

Para conocer más del sendero, sus horarios de visita y las recomendaciones para recorrerlo de manera responsable y respetuosa con el medio ambiente, puedes visitar su sitio oficial, https://senderopuntadelacho.cl/

Video introductorio

Texto: Comunicaciones CAPES
Fotos cortesía de: Sofía Herrera y Proyecto TransforMAR