Las mejoras que trae la última versión del Repositorio online de vertebrados chilenos

(Créditos foto: Bruno Savelli
(Créditos foto: Bruno Savelli)

A dos años de su lanzamiento oficial, el Repositorio de Citas Bibliográficas de Vertebrados Chilenos (CVCh) acaba de estrenar una serie de mejoras que permitirán a sus usuarios aprovechar de mejor forma esta valiosa herramienta, la cual recopila y organiza la producción científica generada en Chile en torno a más de 1.200 especies de aves, peces, mamíferos y reptiles nativos de nuestro territorio. 

A partir de mayo, las más de 7 mil citas de fauna que componen esta base de datos podrán ser consultadas no sólo según temas o grupo taxonómico (como ya era costumbre en la plataforma), sino también por la especie específica que motiva la búsqueda. Esto, gracias a un proceso masivo de etiquetado de las publicaciones que asoció cada texto con el animal específico que se describe en él.

“Durante meses nuestro equipo ha etiquetado en cada publicación las especies a las cuales se refiere, construyendo una base de datos de más de 6.000 etiquetas distintas, las que corresponden a unas 1.200 especies”, explica Hugo Chinga, encargado de desarrollo de la plataforma. “Ya contamos, de hecho, con una interfaz para su visualización: cada área, por ejemplo ‘Aves’, tiene una vista de sus especies y subespecies que permite acceder directamente al conjunto de publicaciones que contiene cada nombre. Este es un trabajo que ha requerido mucha investigación, pues una especie puede haber sido publicada en el tiempo con diferentes nombres (sinonimia), e incluso puede haber pequeñas diferencias en el uso del nombre actual entre una y otra publicación”. 

Afortunadamente, Chinga y su equipo cuenta con la ayuda de los mismos usuarios para seguir completando esta tarea, pues la plataforma permite a los mismos visitantes construir y gestionar colecciones personalizadas de referencias, participar en la clasificación de la colección general, y apoyar en el etiquetado de las referencias, entre otras acciones. 

“Desde el comienzo del proyecto, nuestra plataforma fue pensada para albergar, además de las colecciones propias, las construidas por los usuarios, luego la respuesta a esa pregunta no se reduce a las colecciones hoy disponibles ni a las distintas categorías e interfaces que hemos construido. Un usuario puede administrar carpetas personales con sus propias colecciones de publicaciones, incluso puede compartir algunas de estas carpetas con otros usuarios y trabajar colaborativamente en la generación de su contenido. Este aspecto colaborativo de la plataforma, fue simplificado en la última versión” detalla Chinga.

La construcción de esta base de datos comenzó el año 2000 como un intento del biólogo Enrique Silva, profesional de CAPES UC, por registrar y organizar el conocimiento generado en Chile sobre los vertebrados presentes en su territorio desde el siglo XVIII hasta la fecha. Recién en 2021, dos décadas después, todo ese contenido fue convertido en un sitio web de acceso libre, el cual puede ser visitado, explorado y co-administrado por cualquier persona interesada en saber más sobre la fauna de nuestro país. 

Hoy, el repositorio cuenta con 61 usuarios activos que son responsables sólo de un tercio de las búsquedas en la plataforma, las cuales fluctúan entre las 80 y las 90 búsquedas diarias, o  las 2.500 a 3.000 búsquedas mensuales. “Esperamos que este dinamismo tenga un incremento significativo en los próximos meses”, menciona Silva,” debido a las mejoras que hemos realizado en cuanto a la experiencia del usuario y a las permanente revisiones y actualizaciones que nuestro equipo ha realizado durante el tiempo de vida del proyecto”.

De hecho, Chinga y su equipo trabajan periódicamente en la actualización del contenido, incorporando nuevas publicaciones y revisando clasificaciones y etiquetado. Todo, para contar con una herramienta que satisfaga las necesidades de uso de académicos, investigadores, y estudiantes. 

¿Y qué mejoras vienen en el camino? “Prontamente implementaremos un buscador especializado en buscar por especies e incorporaremos a ella el manejo de sinonimia en la búsqueda”, señala Chinga. “En el mediano plazo, terminaremos de implementar la tecnología Solr de búsqueda, lo cual nos permitirá, perfeccionar el resultado de la búsqueda por palabras clave y una interfaz de búsqueda con múltiples opciones para un mejor resultado”.

Por el momento, los visitantes del repositorio podrán contentarse con apreciar la enorme diversidad de especies que se han estudiado (y que queda por estudiar) en Chile, reflejada en el repositorio de referencia de fauna chilena más grande y completo del país. 

Texto: Comunicaciones CAPES

CAPES organiza taller sobre fototrampeo junto a destacado biólogo

La actividad, desarrollada en conjunto con la Corporación Podion a través de su Programa “Servicio al mundo”, entregó a sus 22 participantes una serie de herramientas analíticas y teóricas para el diseño de muestreos de datos obtenidos mediante cámaras trampa, con el objetivo de aportar en el conocimiento de la ecología y conservación de los mamíferos nativos y exóticos presentes en la región.

El investigador del Instituto de Ecología de México (INECOL), Gabriel Andrade Ponce, fue el relator del curso durante sus tres jornadas.

Algunos de los integrantes del taller junto a Gabriel Andrade (izquierda de la pantalla).

Como parte de la visita de 14 días del investigador colombiano Gabriel Andrade Ponce a Chile, el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES, en colaboración con la Corporación Podion para la promoción de procesos de desarrollo participativo y sostenible, y su programa de intercambios académicos “Servicio al mundo”, organizó un taller dedicado al análisis de datos a partir del muestreo con cámaras trampa, un instrumento de investigación que permite a biólogos, ecólogos y otros científicos ambientales conocer la ecología, estructura y comportamientos de diversas especies de mamíferos, en aras a su conservación y/o control.

Realizado entre el 2 y el 4 de mayo, “Cámaras trampa en R: Procesamiento, Organización y Análisis de datos de fototrampeo” entregó a 22 estudiantes provenientes de diversas instituciones del país una serie de recomendaciones y consideraciones para la correcta realización de muestreos de datos mediante esta técnica, desde los objetivos e hipótesis ecológicas, hasta los tipos de diseños de muestreo y las consecuencias a la hora de definirlos para el avance en el conocimiento ecológico y de conservación de estas especies.

El taller fue realizado en la Sala Claudio Gay de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica, e incluyó una capacitación en el uso del software libre DigiKam (para organizar y etiquetar fotografías obtenidas de cámaras trampa), y de CamtrapR, un paquete de lenguaje de programación R que emplea la información generada en DigiKam para reportar de manera ordenada y eficiente estos metadatos. 

Gabriel Andrade, licenciado en Biología en la Universidad Nacional de Colombia y máster en Ciencias en el Instituto de Ecología A.C. de Xalapa, México, visitó nuestro país durante las primeras semanas de mayo gracias al patrocinio del programa “Servicio al mundo”, una iniciativa que financia la estadía de investigadores latinoamericanos en otros países de la región con el objetivo de generar alianzas y cooperaciones entre instituciones dedicadas a la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible. 

Durante su visita, Andrade también participó en la capacitación de investigadores CAPES para el estudio de la ecología espacial de los conejos en la Isla Robinson Crusoe en el Archipiélago Juan Fernández, parte de la línea de investigación del proyecto “Conociendo mejor al conejo europeo en Chile para dimensionar sus impactos y plantear recomendaciones para su gestión”.

“Actualmente estamos revisando los datos de las cámaras instaladas en Robinson Crusoe para analizar la abundancia de esta especie y su impacto sobre el funcionamiento de los ecosistemas”, explica Paola Correa Cuadros, investigadora postdoctoral de CAPES/ANID y coordinadora de la iniciativa, “En el proyecto, queremos identificar con mayor precisión la distribución geográfica y abundancia actual del conejo en la isla, para realizar a futuro una valoración más completa de sus impactos y una toma de decisiones bien informada que permita mejorar las políticas públicas de manejo de esta especie invasora”.

Andrade, quien cuenta con una vasta experiencia como profesor coordinador e invitado de varios cursos sobre el uso de datos provenientes de cámaras trampa y modelos de ocupación y co-ocurrencia a lo largo de Latinoamérica, pudo capacitar al equipo de trabajo destinado a estas tareas: Valentina Valenzuela, estudiante de pregrado de biología UC; Carlos Riquelme, estudiante de doctorado de ecología UC, y la misma Correa.

“La capacitación que Gabriel realizó al grupo de trabajo en Conejos europeos en Robinson Crusoe fue de gran ayuda para entender, aplicar y modificar nuestros análisis estadísticos, de modo de detectar y realizar cálculos de abundancia y distribución del conejo europeo con mayor precisión”, resaltó la investigadora. “En cuanto al curso”, añadió, “todos los participantes evidenciaron que las herramientas entregadas por Gabriel habían sido claras y de mucha ayuda para plantear un diseño metodológico de cámaras trampa, saber cómo analizar los datos, que modelos usar y cómo interpretar los resultados”.

Los organizadores del curso esperan contar nuevamente con la presencia de Andrade para noviembre próximo, instancia donde contemplan realizar una nueva versión de esta actividad.

Texto: Comunicaciones CAPES

Más de 800 personas visitaron la muestra fotográfica y de taxidermia de la Colección Biológica Patricio Sánchez

Un éxito total resultó la exposición alrededor del legado cultural y natural de la Colección de Flora y Fauna Profesor Patricio Sánchez Reyes, en el Centro de Extensión de la Pontificia Universidad Católica de Chile. 

La muestra organizada por la Facultad de Ciencias Biológicas de la UC junto al Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES), debutó los días sábado 27 y domingo 28 de mayo, en el marco de la vigesimocuarta versión del Día de los Patrimonios.

Durante la jornada del día sábado, la exposición fue visitada por más de 300 personas, quienes se interiorizaron sobre colecciones biológicas en la voz de 14 estudiantes de las carreras de Biología y Biología Marina de la Facultad de Ciencias Biológicas de la misma casa de estudios. En la jornada del domingo, a las 12:00 pm ya se contabilizaban 500 personas.

Para el biólogo evolutivo y director de la Colección, el Dr. Eduardo Palma, estos números solo visibilizan la importancia de la divulgación científica. “Si queremos hablar de biodiversidad tenemos que aprender a conocerla y respetarla, ¡y qué mejor que visitando esta colección! Es importante crear entusiasmo, sobre todo en niñas y niños, para que se interioricen en la importancia de la vida silvestre”, comentó.

Créditos fotografía: El Rector Ignacio Sánchez visitó la exposición y muestra fotográfica, en donde recalcó la importancia de la difusión de esta Colección para la comunidad UC al curador Benito Rosende y al Dr. Eduardo Palma; por César Cortés.

En la misma línea, una de las estudiantes de Biología de último año como también ayudante del profesor Palma, Constanza Castillo, expresó estar feliz de haber participado de la exposición. “Antes de estudiar biología yo no sabía que había tantas especies en Chile, incluso nunca imaginé que tuviéramos un armadillo en la Patagonia. Entonces, ¿por qué no hacer que todas las personas que no estudian biología también lo sepan?”.

A lo largo de su historia, la Colección de Flora y Fauna Profesor Patricio Sánchez Reyes, ha realizado un sostenido aporte a la investigación científica en las áreas de ecología y evolución; además de servir de apoyo a las actividades de docencia tanto en la UC como en otras universidades y centros. Es por este motivo que este tipo de instancias, se presentan como una gran oportunidad social y educativa para dar cuenta de la relevancia de las colecciones biológicas en la difusión de la biodiversidad y su conservación.

“Son una herramienta fundamental para la conservación de la biodiversidad. Las colecciones biológicas poseen información valiosa para la investigación científica, el material genético, información biogeográfica e histórica de los especímenes, su morfología y huella isotópica, entre otras fuentes de información que no puede ser obtenida, por ejemplo, a través de imágenes”, recalcó el actual curador de la Colección, Benito Rosende.

Créditos fotografía: La muestra fotográfica CAPES consistió en una galería con fotos museológicas de gran formato, de algunos especímenes de fauna silvestre pertenecientes a la Colección; foto CAPES.

Para la Directora de Desarrollo Académico, Dra. Cecilia Riquelme, “las colecciones biológicas juegan un papel fundamental en el estudio y la preservación de la diversidad biológica de nuestro planeta. Son ampliamente usadas para seguir aprendiendo sobre diversidad y sobre evolución, por lo que son un tesoro de la ciencia; nos brindan conocimientos esenciales sobre la vida en la tierra y esta actividad del Dia de los Patrimonios, busca compartir ese tesoro con la ciudadanía”.

Junto con los especímenes de la colección, en distintos formatos de conservación, se presentó una muestra fotográfica de una selección de imágenes en gran formato y a todo color de algunos ejemplares, entre los que se pudieron apreciar el ciervo volante, erizos de mar,  monito del monte, culebra de cola corta, bandurria, chitones, entre otros. Mónica Paz, directora de Comunicaciones y Extensión de CAPES, señaló que “este fue un trabajo colaborativo entre CAPES y la Colección Biológica Patricio Sánchez y esperamos llevar esta exposición a distintos lugares, para que la comunidad pueda apreciar la belleza, espectacularidad y diversidad de la fauna de nuestro país”.

En este mismo contexto, se desarrollaron instancias artísticas en donde a las personas de todas las edades, se les invitó a dibujar lo que más les gustó de la muestra. Los dibujos prontamente serán exhibidos digitalmente.

Sobre el concepto “patrimonios”

El Día de los Patrimonios es una celebración anual organizada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que busca promover el disfrute, conocimiento y reflexión ciudadana sobre los patrimonios en Chile. Cabe destacar que el concepto “patrimonio” no tiene traducción literal en las lenguas indígenas, ya que dicho término proviene de una tradición cultural completamente ajena a las culturas indígenas.

Por lo anterior, las traducciones propuestas forman parte de un proceso en pleno desarrollo, por parte del mundo indígena, de poner en ejercicio el derecho a sus patrimonios culturales propios. En el caso Aymara y Rapa Nui se hace alusión a la herencia cultural colectiva heredada desde las y los antepasados en términos genéricos, y en el caso Quechua a la herencia vivida por quien la rememora (colectivamente); la traducción Ckunsa relaciona “patrimonio” en una analogía con el mundo orgánico natural, y en el caso Yagán con la idea de la siembra, que abre los significados hacia el futuro. Por último, la traducción en Mapuzungun se refiere a las diversas formas de vida, desde lo humano a lo natural, pasando por      el amplio mundo onírico y simbólico.

Para más información, sugerimos visitar la página oficial del Día de los Patrimonios.

Texto: Comunicaciones FCB y CAPES

Se estrena muestra fotográfica y exhibición de ejemplares de la Colección Biológica Prof. Patricio Sánchez 

«Patrimonio Natural de Chile« presenta ejemplares y fotografías a gran escala de algunos de los principales especímenes de la colección. Se exhibirá a todo público el fin de semana de los Patrimonios, este 27 y 28 de mayo.

Monetaria caputdraconis, endémica de Rapa Nui e Islas Salas y Gómez.

Es tradición que durante los días 27 y 28 de mayo, Chile conmemore el Día de los Patrimonios. Este año, según estableció el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, las actividades girarán en torno al concepto de “Recuerdos para el futuro”. Su objetivo es que, en esta vigesimocuarta versión, la fiesta cultural más grande del país sea colectiva, gratuita, descentralizada y a favor de un encuentro directo entre las personas y las distintas manifestaciones patrimoniales culturales y naturales presentes.

En esa línea, la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, junto al Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES), han preparado una exposición alrededor del legado cultural y natural de la Colección de Flora y Fauna Profesor Patricio Sánchez Reyes.

A lo largo de su historia, la Colección de Flora y Fauna Profesor Patricio Sánchez Reyes ha realizado un sostenido aporte a la investigación científica en las áreas de ecología y evolución; además de servir de apoyo a las actividades de docencia tanto en la UC como en otras universidades y centros. Es por este motivo que la celebración patrimonial se presenta como una gran oportunidad social y educativa para dar cuenta de la importancia de una de las colecciones biológicas más importantes del país.

“Esta colección es un verdadero tesoro y como Facultad, nos hemos propuesto difundirla para educar a nuestros niños, niñas, jóvenes y adultos. Queremos que se fascinen con lo que nos rodea pero a la vez, queremos que se den cuenta de la importancia de conservar nuestro entorno. Para cuidar y preservar la biodiversidad, primero debemos conocer lo que tenemos, y esa es una de las principales misiones de las colecciones, y la Colección Patricio Sánchez no es la excepción a esta misión”, detalla la directora de Desarrollo Académico de la Facultad de Ciencias Biológicas UC, Dra. Cecilia Riquelme

Parte de esta exhibición ya fue presentada, con gran éxito, en el Centro de Extensión UC en 2022, durante el Día de los Patrimonios.

¿Has escuchado hablar de las colecciones biológicas?

Las colecciones biológicas albergan un conjunto de organismos o partes de éstos preservados, siguiendo estándares de curaduría que permiten la identificación taxonómica de los ejemplares biológicos.

Para el actual curador de la Colección Patricio Sánchez, Benito Rosende, la importancia de estos repositorios radica en que “son una herramienta fundamental para la conservación de la biodiversidad. Las colecciones biológicas poseen información valiosa para la investigación científica, el material genético, información biogeográfica e histórica de los especímenes, su morfología y huella isotópica, entre otras fuentes de información que no puede ser obtenida, por ejemplo, a través de imágenes”.

“Las colecciones biológicas”, añade, “son además una poderosa herramienta para la educación. Frente a una pérdida de hábitat natural y de especies a nivel global como a nivel nacional, las colecciones biológicas permiten acercar las especies silvestres a las personas, conocer sobre el patrimonio natural del país y sobre muchas especies que provienen de lugares remotos, son escurridizas, escasas o simplemente muy difíciles de observar en su entorno natural. En suma, es posible a través de las colecciones observar en un mismo lugar las especies de un mismo ambiente como también de regiones alejadas entre sí; ambientes de bosque, desierto, montaña o las profundidades marinas”.

Durante el recorrido por la exhibición, los visitantes se podrán encontrar con dos actividades:

  • Exhibición de ejemplares: Por segundo año consecutivo se va a presentar una exposición abierta a todo público que da cuenta de los cientos de objetos de la colección. La muestra exhibirá a la biodiversidad en sus diferentes niveles de organización: desde la diversidad genética, especies y ecosistemas; por lo que el público podrá recorrer diferentes zonas del país como el intermareal rocoso, la selva valdiviana y la Antártica Chilena. Además, podrá conocer la fauna de amplia distribución geográfica como el Gato Colocolo, el Zorro Culpeo y el Monito del Monte.
  • Muestra fotográfica CAPES: La exhibición “Fauna silvestre en Chile: muestra fotográfica de la Colección Biológica Prof. Patricio Sánchez” consiste en una galería con fotos museológicas de gran formato, de algunos especímenes de fauna silvestre pertenecientes a la Colección. Se trata de aves, mamíferos, peces, reptiles, anfibios, invertebrados terrestres y marinos, en distintos formatos de conservación, cuyos retratos nos dan cuenta de su particular belleza y de la variedad de sus formas. 

En la misma línea educativa, durante la exposición también habrá un espacio para que los más pequeños de la familia puedan pintar y dibujar. También habrá un sorteo sorpresa por día.

Cabe destacar que, por primera vez desde 2020, no existirán restricciones de aforo en los espacios patrimoniales que serán parte de los recorridos para el Día de los Patrimonios, por lo que la invitación es a disfrutar de las actividades en todo el territorio nacional.

¡Una visita imperdible para la familia… ¡Te esperamos!

Datos actividad:

Fechas: Sábado 27 y domingo 28 de mayo, desde las 10:00 horas hasta las 16:00 horas.
Lugar: Centro de Extensión UC, Casa Central (Av. Alameda 390, Santiago de Chile).
Entrada: Liberada. sin previa inscripción.
La Colección de Flora y Fauna también alberga restos óseos de cientos de especies de mamíferos de Chile.

Sobre el concepto “patrimonios”

El Día de los Patrimonios es una celebración anual organizada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que busca promover el disfrute, conocimiento y reflexión ciudadana sobre los patrimonios en Chile.

Cabe destacar que el concepto “patrimonio” no tiene traducción literal en las lenguas indígenas, ya que dicho término proviene de una tradición cultural completamente ajena a las culturas indígenas.

Por lo anterior, las traducciones propuestas forman parte de un proceso en pleno desarrollo, por parte del mundo indígena, de poner en ejercicio el derecho a sus patrimonios culturales propios. En el caso Aymara y Rapa Nui se hace alusión a la herencia cultural colectiva heredada desde las y los antepasados en términos genéricos, y en el caso Quechua a la herencia vivida por quien la rememora (colectivamente); la traducción Ckunsa relaciona “patrimonio” en una analogía con el mundo orgánico natural, y en el caso Yagán con la idea de la siembra, que abre los significados hacia el futuro. Por último, la traducción en Mapuzungun se refiere a las diversas formas de vida, desde lo humano a lo natural, pasando por lo el amplio mundo onírico y simbólico.

Sugerimos visitar la página oficial del Día de los Patrimonios. 

Texto: Comunicaciones FCB y CAPES

Los servicios ecosistémicos del bosque esclerófilo chileno 

Un grupo de investigadores nacionales revisó los últimos 50 años de literatura científica generada en Chile para determinar cuánto sabemos sobre este ecosistema, uno de los más amenazados en el mundo, y los beneficios que trae a las personas.

Los bosques y matorrales de la precordillera santiaguina, parte del ecosistema mediterráneo esclerófilo de Chile.

Ecosistemas como bosques, océanos y humedales son esenciales no sólo para la vida de los organismos que habitan en estos lugares —y son parte constitutiva de ellos— sino también para nosotros, los seres humanos. Sin árboles de dónde extraer madera, no podríamos edificar viviendas; sin el agua de ríos y lagos, no tendríamos qué beber, y sin un suelo rico en nutrientes y microorganismos, ninguna de las plantas que nos alimentan podría crecer ni desarrollarse.

Los múltiples beneficios que entrega la naturaleza a los seres vivos, y especialmente a los seres humanos, se conocen como “servicios ecosistémicos”, y aun cuando muchos de ellos son ampliamente conocidos por la mayoría de nosotros (como los ya mencionados), hay otros cuya importancia aún no ha sido del todo estudiada, ni mucho menos valorada.

Es el caso, por ejemplo, de los servicios ecosistémicos que provee el bosque y matorral esclerófilo de la zona central de Chile, un complejo sistema ecológico que abarca casi 14 millones de hectáreas —distribuidas entre los paralelos 31 y 37 del territorio nacional—, comprende 10 tipos distintos de vegetación, y alberga a cientos de especies endémicas de nuestro país, es decir, que solo están presentes en esta parte del mundo.

Para ayudar a resumir lo que sabemos hasta ahora acerca de los beneficios que proveen los bosques y matorrales esclerófilos a los seres humanos, un grupo de investigadores nacionales encabezados por la académica de la Universidad de Los Lagos, Dra. Cecilia Smith, revisó los últimos 50 años de literatura científica generada en Chile sobre este ecosistema, uno de los más amenazados por el cambio climático, la urbanización y el cambio de uso del suelo en el mundo.

Todo, para proveer un análisis de base que sirviera de insumo para la evaluación de estos frágiles ecosistemas, en pos de su conservación, restauración y estudio.

Sus resultados fueron publicados recientemente bajo el título “Ecosystem services of Chilean sclerophyllous forests and shrublands on the verge of collapse” en la revista Journal of Arid Environments.

El avance de las ciudades es una de los factores que incide más fuertemente en la pérdida de bosque esclerófilo y sus servicios.

Servicios en declive

Los bosques y matorrales esclerófilos de Chile son uno de los 5 ecosistemas de tipo mediterráneo existentes en el mundo. Considerados en estado vulnerable, en peligro o en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), estos ecosistemas se desarrollan usualmente en suelos altamente erosionados y con serias limitantes físicas, tales como laderas escarpadas y con pobre infiltración de agua.

Según el estudio, el declive del bosque y matorral esclerófilo en Chile se atribuye principalmente a la expansión de las tierras agrícolas, la urbanización y los incendios. La conversión de bosque esclerófilo a suelo agrícola, por ejemplo, ha sido especialmente severa durante las últimas décadas: un estudio corroboró que, entre 1975 y 2007, la pérdida de bosque en esta zona fue mayor que durante cualquier período anterior.

El impacto del cambio climático en la región también se ha sentido, principalmente a través de una “mega-sequía” que se extiende en esta zona por más de 12 años, asociada a un déficit de lluvias de un 38% en durante la última década. Se trata del evento de escasez hídrica más severo de los últimos 700 años.

Es así como la disminución global de las precipitaciones, sumado a un aumento en las temperaturas, ha causado un alza en la mortalidad de los árboles y el declive de estos bosques y los servicios que proveen, como evidencia el proceso de pardeamiento que, hasta 2017, había sufrido el 30% de los bosques chilenos.

Profesor Juan Ovalle (U. de Chile, CAPES UC), uno de los autores del estudio.

Para el investigador de CAPES UC y académico de la Universidad de Chile, Dr. Juan Ovalle, uno de los coautores del estudio, la pérdida del bosque esclerófilo “es un problema que afecta directamente el bienestar humano en múltiples formas, incluyendo la salud, la seguridad alimentaria, la economía y las actividades al aire libre. Por ejemplo, en ciudades altamente pobladas de zonas precordilleranas (como Santiago) la deforestación puede afectar la calidad del aire y del agua, aumentando el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra (e.g. Cajón del Maipo)”. Ovalle también explica que la pérdida de servicios ecosistémicos dentro del bosque esclerófilo puede tener un impacto económico significativo en las comunidades locales que dependen de los recursos naturales para su sustento. Por ejemplo, “en la zona central de Chile, los viveros de especies nativas dependen de la provisión de semillas de los árboles y arbustos de áreas silvestres (colectan en cerros, quebradas, valles, etc). Si este servicio de provisión se pierde producto del cambio de uso de suelo o de la mortalidad de la copa por sequía, entonces la disponibilidad del material de propagación disminuye, afectando directamente a los viveros y propagadores de especies nativas”, detalla.

Lo que no sabemos

Smith, Ovalle, y el equipo de especialistas a cargo de la revisión (entre los que se encuentra el también investigador CAPES, Marcelo Miranda), hallaron 158 estudios que, ya sea usando o no el concepto de “servicio ecosistémico”, describen, identifican y/o evalúan los beneficios sociales y ambientales derivados de los bosques y matorrales esclerófilos chilenos desde 1974 a 2022, incluyendo reportes técnicos, tesis y literatura científica.

Dentro de estas publicaciones, los servicios más frecuentemente reportados fueron los de provisión, con 86 trabajos, seguidos de los servicios de regulación (61) y culturales (29) (en algunos casos, un mismo estudio investigó sobre uno o más servicios).

Para los investigadores, si bien en los últimos 15 años se aprecia un alza en el número de publicaciones dedicadas a la identificación y análisis de servicios ecosistémicos—coincidente con la publicación de la Evaluación Milenio de Ecosistemas, el año 2005— los servicios que otorgan los bosques y matorrales esclerófilos de Chile siguen siendo, hasta hoy, escasamente cuantificados, y usando, para ello, variables sobre simplificadas como indicadores de medición.

“A pesar de la importancia de los SE para el bienestar humano y el desarrollo sostenible, su conocimiento en Chile aún es limitado y fragmentado”, comenta Ovalle, “por ejemplo, se han realizado algunos estudios sobre servicios específicos, como la provisión de agua y la regulación del clima en la cuenca del río Maipo, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en los bosques nativos de la región de Valdivia, y el papel de los humedales en la mitigación del cambio climático en la Región Metropolitana de Santiago. Específicamente para bosque esclerófilo, el conocimiento sobre sus servicios ecosistémicos era casi nulo”. Los investigadores descubrieron que, por ejemplo, los servicios relacionados con biodiversidad animal, como polinización y control de plagas, siguen siendo poco conocidos y estudiados, y a medida que fenómenos como el calentamiento global sigan reduciendo de forma significativa el suministro de agua en los climas mediterráneos, estudios referidos a la regulación y provisión de este elemento serán cada vez más necesarios.

El espino, una de las especies insignes del bosque esclerófilo, utilizado como leña y carbón, y rico en nutrientes para la alimentación del ganado.

Lo que sabemos

Así y todo, el equipo de investigación logró pesquisar 19 servicios ecosistémicos distintos con una o más publicaciones a su haber. Estos beneficios, divididos en servicios de provisión, regulación y culturales (usando la clasificación elaborada por la misma Evaluación Milenio de Ecosistemas, y el Common International Classification of Ecosystem Services, o CICES), fueron debidamente detallados y explicados en el trabajo.

Entre los servicios de provisión, por ejemplo, los investigadores resaltaron el rol del peumo (C. alba), el boldo (P. boldus) y el espino (Acacia caven), árboles y arbustos característicos del esclerófilo, en la suministro de leña y carbón, especialmente para las grandes ciudades; el espino es particularmente aprovechado por su alto valor calórico: los bosques más densos de este arbusto pueden proveer hasta 20 mil kg de biomasa por hectárea al año, y su venta como carbón puede llegar a las 264 toneladas anuales.

Otro producto de exportación provisto por el bosque esclerófilo es la fruta de la palma chilena, o Jubea chilensis, la cual es exportada mayoritariamente a los EEUU. Lo mismo ocurre con el jarabe (o sirope) producido a partir de la savia de esta especie endémica, el cual se vende tanto a mercados nacionales como internacionales.

Pero si nos referimos exclusivamente a los servicios de provisión, sin lugar a dudas el más estudiado por las científicas y científicos chilenos es el asociado al uso medicinal que se hace de estos ecosistemas: aproximadamente un tercio de las plantas nativas chilenas poseen valor medicinal, y la mayor parte de ellas proviene de los bosques y matorrales esclerófilos. El producto forestal no maderable más exportado desde Chile, de hecho, es la corteza del quillay (Quillaja saponaria), usada como detergente, insecticida, ungüento para la piel, adyuvante para vacunas (entre ellas, la de COVID-19), y carbonatador de bebidas gaseosas, y las hojas de boldo, usadas en infusiones curativas debido al alcaloide boldina, presente en éstas.

Otros servicios de provisión mencionados en el artículo son el abastecimiento de propágulos (esto es, semillas, esquejes o bulbos de una especie vegetal que, al plantarse separadamente, permiten el desarrollo y propagación de nuevos individuos de la especie), la producción de miel derivada principalmente de plantas endémicas del territorio (y cuya venta fluctúa entre las 7 y 11 toneladas al año), a extracción de suelo orgánico (tierra de hoja) para la jardinería, y la provisión de comida y sombra para el ganado.

Servicios culturales y de regulación

El bosque y matorral esclerófilo, sin embargo, no sólo provee a los seres humanos de bienes y servicios directos para su consumo o explotación. También son vitales en la regulación del clima y otros procesos naturales de los cuales las personas dependen directamente. Tal es el caso de la vegetación ribereña presente en las laderas andinas y preandinas chilenas, la cual es esencial en la prevención de eventos climáticos extremos como aluviones e inundaciones.

“Diversos estudios han comprobado que la cobertura natural que proveen los árboles del bosque esclerófilo impide la erosión y reducen la pérdida de suelo de manera mucho más efectiva que el terreno agrícola o las plantaciones forestales” advierten los investigadores. Lo mismo ocurre con la disponibilidad de agua para el consumo humano que permiten estas especies (adaptadas a un consumo hídrico bajo) en comparación con cultivos frutales como los cerezos y las plantas, que demandan mayor cantidad de agua para su crecimiento.

Otros servicios de regulación entregados por el bosque esclerófilo y mencionados en el estudio, son la purificación del aire mediante la captación de partículas contaminantes; el secuestro de carbono a través del suelo y la vegetación, el mantenimiento de la calidad de los suelos (mediante la abundante presencia, por ejemplo, de micorriza arbuscular), el control biológico de plagas y enfermedades, servicios de polinización, y el rol regulador de los insectos del esclerófilo como descomponedores de desechos.

Finalmente, los investigadores describieron aquellos servicios ecosistémicos que contribuyen al bienestar cultural y espiritual de los hombres y mujeres que tenemos la suerte de vivir junto a estos bosques y matorrales, los cuales, por no ser tangibles, suelen ser menospreciados o subvalorados a la hora de evaluar el impacto positivo que tiene el esclerófilo en nuestras vidas.

El aumento del turismo ambiental, y con ello el incremento en la valoración del bosque esclerófilo como un proveedor de tranquilidad y belleza escénica entre las personas, son pruebas de la fuerte conexión entre la experiencia de lo natural y el bienestar humano. A nivel cultural, distintas evaluaciones llevadas a cabo en la región Metropolitana mostraron que, para el 41% de los encuestados, el servicio más valioso entregado por su entorno natural era el sentido de pertenencia. Otros estudios han demostrado que la presencia del bosque esclerófilo está asociada a la preservación de actividades económicas tradicionales, las cuales, a su vez, se vinculan con herencias culturales e identidad local.

“Este artículo”, concluye Juan Ovalle “probablemente, es el primer esfuerzo conjunto en estudiar aspectos poco conocidos de un ecosistema (Bosque esclerófilo) que actualmente está al borde del colapso producto de la sequía y la historia de uso”.

El bosque esclerófilo y su belleza escénica.

Texto: Comunicaciones CAPES

Los hitos y lecciones de SUFICA, el proyecto que llevó la fruticultura sustentable al centro de Brasil

Un grupo de investigadores chilenos, brasileños y británicos trabajó durante 5 años en un proyecto que buscó promover prácticas de intensificación ecológica en una zona de Brasil altamente afectada por la actividad humana, en un intento por replicar un nuevo enfoque de producción agrícola en un contexto latinoamericano.

La Caatinga, al noreste de Brasil (Crédito: Nadia Rojas).

Al noreste de Brasil, en un territorio que comprende cerca del 10% del área total del país, se encuentra la Caatinga. Esta ecorregión, llamada así por el tipo de vegetación que la cubre (caatinga viene del tupí “kaatinga” o “bosque blanco”), es un bioma único en el mundo, caracterizado por una flora desértica especialmente adaptada a ambientes secos, y compuesta por una rica diversidad de árboles, arbustos y matorrales, muchos de los cuales sólo se encuentran en esta parte del globo.

Es allí, también, donde cientos de agricultores frutícolas del valle de São Francisco hacen su vida bajo las inclemencias de este entorno semiárido, transformando, a su paso, la estructura, funcionalidad y biodiversidad de este magnífico ecosistema, amenazado por la actividad agrícola y el aumento de la sequía a causa del cambio climático.

Se estima, por ejemplo, que entre 1990 y 2010, una décima parte de este territorio —alrededor de 90 mil kilómetros cuadrados— se perdió a causa de la agricultura, la actividad forestal y la continua expansión urbana a la que se ha visto sometida, afectando a las 500 especies de aves y 1.000 especies de plantas —31% de ellas endémicas— que habitan la región.

Para hacer frente a este problema, un grupo de investigadores internacionales liderado por académicos de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido, creó SUFICA, un consorcio que buscó mejorar la sostenibilidad de la fruticultura que se realiza en el valle, un esfuerzo de 5 años que hoy llega a su fin con excelentes y prometedores resultados.

Conversamos con Eduardo Arellano, investigador CAPES y director del capítulo chileno de este proyecto pionero, para rememorar los principales hitos que marcaron el trabajo en la región y las lecciones que dejó SUFICA para el futuro de la investigación en agroecología y el desafío de contar con alimentos producidos —y consumidos— de manera sustentable con el medio ambiente.

Intensificación ecológica en ambientes semiáridos

Una de las aristas del proyecto fue la instalación de dispositivos para el monitoreo de fauna (en este caso reptiles) bajo los cultivo. Las mallas (al fondo de la foto) buscan guiar el paso de los animales por la lámina de concho monitoreada por la cámara trampa.

“Fruticultura Sostenible en la Caatinga” (o SUFICA, por sus siglas en inglés), nació en 2018 a partir de un llamado conjunto de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID) y el programa Newton Fund del Reino Unido para el levantamiento que proyectos de investigación asociativos entre investigadores del Reino Unido y de Chile que contribuyesen al desarrollo económico y al bienestar de otros países de la región bajo el tema de “Nexos Energía-Alimentos-Agua-Medio Ambiente”. Esto, nos cuenta Eduardo, permitió crear un proyecto multidisciplinario y global que abarcó toda la cadena de producción involucrada en la elaboración de agro-alimentos, desde la producción en el huerto hasta la venta en supermercados de Inglaterra.

¿En qué consistió el proyecto SUFICA y cómo nació esta colaboración?

“El proyecto es un consorcio de investigación internacional, conformado por investigadores de Brasil, Inglaterra y Chile, que buscó mejorar la sustentabilidad de la producción frutícola en áreas de prioridad para la biodiversidad, como son la zona semiárida de la Caatinga en Brasil y la zona central de Chile. En el proyecto se plantearon diversos desafíos sobre cómo potenciar el aporte de los predios a los servicios ecosistémicos, de modo de contar con alimentos que no impactarán negativamente en la biodiversidad de los lugares donde eran producidos”. 

La colaboración, añade Eduardo, fue una respuesta a las recientes señales del mercado en el sector agroalimentario, especialmente en Europa, para que los agricultores tomarán medidas para promover la biodiversidad.

“El proyecto incorporó la cadena completa de suministro de fruta, desde agricultores en Chile y Brasil hasta cadenas de supermercados (Waitrose) en Inglaterra, además de una plataforma nacida desde la industria que busca desarrollar métricas para la agricultura sustentable con uso a nivel predial de zonas semiáridas y mediterráneas”.

¿Cuáles fueron las principales áreas de estudio/trabajo?

“La investigación se centró en el estudio y promoción de los servicios ecosistémicos que mejoraban la producción de los frutales —polinización, almacenamiento de carbono y regulación del flujo de agua— y la evaluación de los beneficios que estos servicios traen a los mismos agricultores”, muchos de ellos, comenta Eduardo, reticentes a abandonar las técnicas tradicionales a favor de prácticas más amables con los entornos naturales.

El proyecto co-diseñó junto a productores y empresas exportadoras internacionales una serie de innovaciones basadas en la naturaleza en huertos frutales intensivos. “Estas innovaciones”, explica el también académico de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica, “generan múltiples beneficios ambientales, al tiempo que mejoran la rentabilidad de los predios a través de un mejor rendimiento o calidad y una reducción de insumos (agua y agroquímicos)”.

El enfoque, denominado “intensificación ecológica”, se ha mostrado prometedor en Europa y América del Norte, pero no había sido probado experimentalmente en ambientes tropicales semiáridos.

Una red sustentable para el futuro

Luego de 5 años de trabajo, ¿cuáles son los principales resultados y conclusiones a las que llegaron?

“Antes que todo, SUFICA nos permitió formar una red de investigadoras e investigadores, productores, asesores y exportadores de los tres países involucrados, con la realización de 8 talleres en Chile y Brasil, además de la instalación de pilotajes con agricultores que buscaban potenciar las acciones de intensificación ecológica en sus predios”.

“El principal resultado fue el aprendizaje del proceso de co-creación, donde se unió a investigadores y agricultores en busca de la priorización y adaptación de las mejores técnicas de intensificación ecológica en sus predios frutícolas. Además, se validó la herramienta online para gestionar la biodiversidad predial, para fruticultura de zonas mediterráneas”.

Una de las conclusiones principales, es que aún existen grandes brechas entre las actividades de los fruticultores y los objetivos globales de sustentabilidad. Si bien se entiende lo que se debe hacer en cuanto a acciones de intensificación ecológica que promuevan la biodiversidad, existen barreras culturales y sociales que dificultan o impiden la aplicación de estas prácticas. Para superar estas brechas se requerirá de incentivos, como los existentes en las políticas europeas”.

¿Qué productos de transferencia o divulgación dejó este proyecto? 

“A nivel de transferencia, se realizaron seminarios en Brasil y dos seminarios en Chile sobre avances del proyecto, acciones de intensificación ecológica y de adaptación y mitigación para el cambio climático. Tuvimos, además, dos seminarios de cierre en Chile, uno en Santiago y otro en Rancagua, los cuales contaron con una alta asistencia y participación”.

“En cuanto a divulgación, se generaron una serie de boletines (o booklets) y manuales en portugués o español, que describen en detalle la biodiversidad de la región a través de sus aves, mamíferos, fauna del suelo, flora e insectos, además de un manual de prácticas agrícolas de bajo impacto. Participamos, asimismo, en webinars y cursos online”.

“Finalmente, en lo que se respecta a producción científica, ya hemos publicado 4 artículos científicos y estamos en el proceso de cerrar las publicaciones de varios más asociados a distintos aspectos de biodiversidad en agricultura”, remata el investigador.

Junto a Arellano, el proyecto también fue liderado por Lynn Dicks, de la Universidad de Cambridge (UK), y contó con la participación de Fabiana Oliveira da Silva, Kátia Siqueira, Patricia Rebouças, Lúcia Kill y Vinina Silva Ferreira como co-investigadoras; Andrés Muñoz-Sáez (CAPES) y Liam Crowther como investigadores posdoctorales; Natalia Zielonka como estudiante de doctorado; Nadia Rojas como asistente de campo, además de Gonzalo Neira y Xavier Baudequin como miembros representantes de la industria.

Alcances y desafíos

¿Cuáles son los alcances de este proyecto en términos de sus aplicaciones futuras en agroecosistemas?

“Este proyecto refuerza uno de los objetivos más importantes de la Línea de Intensificación Ecológica de nuestro Centro, que es la identificación y transferencia de acciones que potencien servicios ecosistémicos y la biodiversidad. Generamos información relevante para sistemas frutícolas de Chile y Brasil sobre el potencial de adaptar recomendaciones de manejo que se implementan principalmente en el hemisferio norte”. 

“Además, la adaptación de la herramienta Cool Farm Tool para sistemas frutícolas permitirá a los productores identificar acciones y generar reportes de biodiversidad predial. Este es uno de los puntos más relevantes, porque la biodiversidad tiene aspectos muy locales que deben ser validados”.

¿Qué aprendizajes y lecciones obtuvieron de este proyecto, más allá de esos resultados?

“Una parte importante de la ejecución de SUFICA fue en plena pandemia Covid-19, por lo que la ejecución del proyecto fue un permanente desafío debido a que incorporaba viajes, trabajos de implementación y monitoreos en campo tanto en Brasil como en Chile. Finalmente, la colaboración e interés de los agricultores y los investigadores permitió sacar adelante los objetivos”.

“Para nosotros, el aprendizaje fue la inducción a redes internacionales de investigación en biodiversidad y agricultura mediante un proyecto de gran envergadura, que funcionaba en tres idiomas y que consideraba una gran diversidad de actores. Aprendimos sobre la realidad de los agricultores en Brasil en las zonas semiáridas de la Caatinga y como los mercados globales de fruta influencian las decisiones que toman los agricultores”.

Finalmente ¿qué pendientes dejó este trabajo para investigaciones futuras?

“Dentro de las acciones que se probaron se implementaron ensayos de cultivos de cobertura y perchas para rapaces. Se trabajó y avanzó en los diseños e implementación y se logró un monitoreo inicial, dejando pendiente las evaluaciones del efecto de estas intervenciones sobre la producción frutícola a largo plazo”.

“Gracias al proyecto, se conformó una red de colaboración de investigadores y estudiantes de la Universidad de Cambridge, Universidad de East Anglia, PUC, Universidad de Sergipe, Universidade Federal de Bahía y la Universidad del Valle de San Francisco, la que esperamos poder mantener en forma activa a través de otras iniciativas de carácter internacional”.

Texto: Comunicaciones CAPES

Nuevo sendero educativo busca poner en valor al característico bosque esclerófilo de la zona central

El proyecto, financiado por el programa Ciencia Pública, será instalado en un predio de 80 ha en San Carlos de Apoquindo perteneciente a la Pontificia Universidad Católica de Chile, y un creará parque educativo y experiencial que pondrá en valor el bosque con el objetivo de concientizar para su conservación.

El nuevo sendero «Umbral» estará ubicado al comienzo del parque San Carlos de Apoquindo, propiedad de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Crédito: Proyecto Umbral).

El bosque esclerófilo es un tipo de ecosistema tan rico como único: se encuentra solo en cinco lugares del mundo y nuestro país tiene el privilegio de ser uno de ellos, junto con Sudáfrica, California, Australia y la cuenca del Mediterráneo.

Sin embargo, y pese a su revelancia como proveedor de importantes servicios ecosistémicos, además del hogar de un sinfín de especies endémicas, este bosque se encuentra altamente amenazado por efectos del cambio climático y la intervención del ser humano, especialmente en Chile.

Precisamente para ayudar a combatir estas amenazas, potenciar la protección de estos ecosistemas y generar instancias de valoración de sus múltiples beneficios, un grupo de instituciones encabezadas por el Centro de Ecología Aplicada y Sostenibilidad (CAPES UC) decidió crear un parque educativo interpretativo enclavado en el corazón de este bosque, en plena precordillera de Santiago. La primera etapa de este proyecto fue  recientemente seleccionada por el Concurso Nacional Ciencia Pública de Espacios Públicos Regionales del Programa Ciencia Pública del Ministerio de Ciencia, Tecnología, conocimiento e Innovación.

La iniciativa tiene una duración de 15 meses y una vez finalizado el proyecto, se espera que las experiencias que allí se diseñen permitan una integración de conocimiento en las comunidades que se refleje en un cambio de actitudes y motivaciones para enfrentar la crisis del bosque esclerófilo.

“Poner en valor la experiencia como herramienta para la comprensión de los componentes y procesos que subyacen a los sistemas naturales ofrece oportunidades únicas y significativas para la vinculación efectiva entre la persona y su entorno”, explica Pablo Becerra, investigador CAPES, académico de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC y director general del proyecto.

Actualmente, los procesos históricos de explotación y amenazas de origen humano como el cambio de uso de suelo y los incendios forestales han causado un profundo daño a la composición y funcionamiento del bosque, así como a los servicios ecosistémicos que nos otorga. A esto se suman los efectos de más de una década de mega sequía en la zona central, que ha profundizado la vulnerabilidad de este ecosistema.

Por lo tanto, “la recuperación del bosque esclerófilo es una tarea de largo aliento que requiere de la contribución de toda la comunidad. Sin embargo, el acceso a la montaña es limitado, lo que ha profundizado la desconexión entre el humano y el bosque. Es por ello que la creación de espacios educativos y de interacción son vitales para el re encuentro con este ecosistema, el reconocimiento de sus amenazas actuales y el desarrollo de actitudes que contribuyan a su recuperación”, explica Francisca Boher Elton, profesional CAPES y coordinadora general de la iniciativa.

Parte de las señaléticas con que contará el sendero interpretativo (Crédito: Proyecto Umbral).

Educación y experiencias familiares en la precordillera santiaguina

El proyecto consiste en un sendero de aproximadamente 800 metros inserto en un predio propiedad de la Pontificia Universidad Católica, en una zona urbana accesible al público a través de vehículo y transporte público. Su administración estará a cargo Asociación Parque Cordillera (APC), institución asociada en esta propuesta quienes administran una red de parques en la precordillera de Santiago.

El conocimiento científico y experiencias educativas y técnicas para su restauración que se integrarán en el parque lo convertirán en un espacio de encuentro comunitario y familiar a través de soportes educativos, interactivos e inclusivos se transmitirán los valores del bosque, su estado actual, y las acciones personales y colectivas que se pueden realizar para su recuperación.

“Una vez finalizado el proyecto, esperamos que la experiencia permita una integración de conocimiento en las comunidades que se refleje en un cambio de actitudes y motivaciones para enfrentar la crisis del bosque esclerófilo”, explica Becerra.

Destacan dentro del diseño del parque dos espacios demostrativos sobre actividades que se llevan a cabo en el sitio: restauración ecológica y una zanja de infiltración de aguas lluvia, ambas acopladas con la información y el soporte correspondientes. “Este parque recoge los valores y desafíos que enfrenta el BE, los que están claramente representados en el territorio, constituyéndose como un excelente modelo para desarrollar un espacio público que permita recibir al visitante, informar, sensibilizar y movilizar a la acción”, finaliza Becerra.

“Este parque educativo interpretativo busca ofrecer un sendero educativo sensorial donde personas con discapacidad visual y auditiva puedan interactuar a través de visitas guiadas y soportes educativos inclusivos donde se transmitan los valores del bosque.”

Encargada creativa y profesional CAPES, Sofía Herrera.

“Los contenidos didácticos, cognitivos y visuales se presentan combinando la exhibición escrita con braille, videos con lenguaje de señas y audioguías junto a una interacción mecánica para reforzar la idea de parque escuela”, señala la Dra. Fabiola Orrego, Encargada de contenidos y profesional CAPES Este proyecto fue presentado por la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC, el Centro de Ecología Aplicada y Sostenibilidad (CAPES UC) y tiene como instituciones asociadas a Parque Cordillera, la Municipalidad de Las Condes, la Corporación Educacional de Las Condes, CAC Las Condes, la Fundación Araucanía Inclusiva y la Fundación Luz.

El sendero también dará acceso a las zanjas de infiltración, acopio y distribución de aguas lluvias instaladas como parte del programa de restauración del parque San Carlos de Apoquindo (Crédito: Proyecto Parque San Carlos).

Algunos datos sobre el bosque esclerófilo de la zona central de Chile

  1. Forma parte del ecosistema mediterráneo que cubre un 5% de la superficie de la tierra, pero aloja cerca del 20% de las especies vegetales, muchas endémicas (Myers et al 2000).
  2. Su distribución coincide con las áreas más pobladas del país, por lo que ha estado sujeto a fuertes presiones. El cambio de uso de suelo, los incendios, la introducción de especies invasoras y el cambio climático, han causado la reducción y fragmentación del BE (Fischer & Lindermayer 2007).
  3. Actualmente está sujeto a los efectos de más de una década de sequía, que ha causado un evento masivo de desecación en las especies leñosas que implica un daño a su estructura, funcionamiento, además de impactar negativamente en los beneficios ecosistémicos que recibimos de él, como el control de la erosión, purificación del aire, infiltración del agua, polinización, refugio para mamíferos y aves, entre otros (Álvarez-Codoceo et al 2021)
  4. El gran valor ecológico del BE, y el gran riesgo de desaparición motivó su clasificación como un hotspot de biodiversidad (Myers et al 2000).

Texto: Comunicaciones Agronomía UC y CAPES

Ciclo de charlas online «Jardines por la Biodiversidad: Certifica tu jardín»

Cuándo: 15, 22 y 29 de marzo de 2023
Dónde: Modalidad telemática
Organiza:  Municipalidad de Vitacura, Corporación Chagual y CAPES

El ciclo de charlas “Jardines por la Biodiversidad: Certifica tu jardín” consta de 3 fechas en las que se trabajarán distintas temáticas relacionadas a la importancia de la biodiversidad y la ecología en nuestros jardines, apuntando hacia la sustentabilidad urbana.

Charlas

  • 1° charla: miércoles 15 de marzo, 19:00 horas: «La importancia de la ciudadanía para enfrentar la crisis ambiental y mejorar la salud humana»
  • 2° charla: miércoles 22 de marzo, 19:00 horas: «Prácticas de jardinería y manejo sustentable para implementar en tu jardín, balcón o terraza»
  • 3° charla: miércoles 29 de marzo, 19:00 horas: «Cómo convertirse en un ‘Embajador por la Biodiversidad’ y certificar tu jardín biodiverso».

Todas las charlas son gratuitas y abiertas a la comunidad.

✅ Formulario de inscripción: http://bit.ly/3kV6yDP

✅ Más información a: sustentabilidadeinnovacion@vitacura.cl

Jardines por la biodiversidad

“Certificación de Jardines por la Biodiversidad” es un programa piloto pionero en Chile que promueve prácticas de manejo sustentables, basadas en evidencia científica, para potenciar la biodiversidad en los jardines, balcones y/o terrazas de los vecinos de Vitacura.

La iniciativa, desarrollada por el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES y la Corporación Chagual, construyendo una cultura de naturaleza en Chile, con el apoyo de la Municipalidad de Vitacura, es de las primeras en Latinoamérica, y busca ser escalable y replicable en el resto del país.

Ante incendios y megasequía: Comunidad científica llama a fortalecer la protección de ecosistemas de Chile central

Declaran urgente aumentar la protección legal del bosque nativo y particularmente, de la palma chilena, declarándola “Monumento Nacional”. Esta especie podría desaparecer durante el presente siglo, según advierten.

Palmar «El Salto» (Crédito: Patricio Novoa Quezada, Fickr)

Tras el megaincendio ocurrido en el Santuario de la Naturaleza “Palmar El Salto” y el Parque Kan-Kan de Viña del Mar, con un saldo de 125 hectáreas afectadas, 5 mil viviendas destruidas y 1700 palmas chilenas arrasadas por las llamas, científicas y científicos realizaron un llamado a fortalecer la institucionalidad ambiental de Chile para la protección del bosque esclerófilo y la palma chilena  frente a un escenario adverso para su conservación.

Este emplazamiento estuvo liderado por las y los integrantes de la “Iniciativa Intercentros Bosque Esclerófilo y Cambio Global”, pertenecientes al Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2) y el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES). Este grupo de investigadores inició un trabajo conjunto a fines del 2019, con el fin de estudiar a este bosque de Chile central -en el que habitan especies como el boldo, quillay, peumo, litre y espinillo- y buscar herramientas conjuntas para promover su conservación, desde una perspectiva socioecológica.

“El lamentable incendio ocurrido recientemente en Viña del Mar, nos preocupa enormemente. Chile central es la zona con más habitantes del país y sus ecosistemas son uno de los más vulnerables y amenazados del país y el mundo. En ese contexto, la fuerte disminución de las precipitaciones junto con el aumento de la frecuencia y duración de las olas de calor y el uso irregular de áreas naturales con importancia para la conservación biológica (palmares y bosque esclerófilo) han generado un alto nivel de vulnerabilidad a este singular ecosistema. La condición de alto estrés disminuye la capacidad de recuperación del bosque frente a eventos de perturbación como los incendios forestales”, explica Cristián Delpiano, investigador del IEB e integrante de la Iniciativa Intercentros.

“Las especies del bosque esclerófilo están adaptadas a periodos secos, pero la actual megasequía ha presionado los umbrales de tolerancia a la sequía, generando un pardeamiento generalizado de las copas de los árboles en miles de hectáreas de bosque entre la región de Valparaíso a O’Higgins. A pesar de que una potencial recuperación de este ecosistema es posible, todo ese material seco de hojas y ramas incrementa el peligro de incendios, por la gran acumulación de combustible en el piso y en la parte aérea del bosque, amenazando la biodiversidad que sustentan y generando incendios de grandes dimensiones”, señala Alejandro Miranda, investigador del (CR)2 y del Laboratorio de Ecología del Paisaje y Conservación de la Universidad de la Frontera.

En el contexto del último megaincendio en Viña del Mar, donde se quemaron cientos de palmas chilenas centenarias las y los integrantes de esta agrupación declaran la urgencia de aumentar el nivel de protección legal para esta especie y para el bosque esclerófilo en su conjunto. El llamado de urgencia radica en que bajo el actual contexto de rápidos cambios globales los bosques de palma chilena podrían extinguirse dentro del presente siglo. Por otro lado,  este tipo de ecosistemas tienen un bajo (y casi nulo) potencial de recuperación bajo el actual escenario de crisis climática, generando una alta incertidumbre en los resultados de restauración post-incendio. La dificultad para recuperar estos ecosistemas radica en las características reproductivas y ecológicas de la palma, pero además por la alta presión antrópica sobre sus frutos y el impacto de especies invasoras.

(Crédito: Claudio Alvarado Solari, Flick)

Junto al impacto de los incendios forestales sobre la flora y fauna, el aumento en su frecuencia e intensidad también afecta fuertemente a los suelos, especialmente su capacidad de almacenar agua y carbono, y su rol como hábitat de millones de especies. Los incendios además pueden acelerar indirectamente procesos erosivos al perderse la cubierta vegetal que los protege de la lluvia, por lo cual es fundamental recuperar la cobertura natural del suelo, dentro de las prácticas de restauración de bosques incendiados. “Cubrir el suelo, por ejemplo, con mantillos naturales o enmiendas orgánicas que se pueden obtener de la misma zona afectada, mejora su contenido de materia orgánica y capacidad de retener agua, lo que es fundamental para sostener la re-vegetación de las zonas afectadas”, declara Claudia Rojas, académica de la Universidad de O’Higgins, investigadora CAPES y miembro de la Iniciativa. Sin embargo, “la prevención de incendios es prioritaria, ya que el proceso de recuperación de un ecosistema de tipo Mediterráneo es lento. Por ejemplo, la biodiversidad y actividad biológica del suelo del bosque esclerofilo afectado por los incendios de 2017 hasta la actualidad muestra huellas de la ocurrencia de estos eventos, a pesar de que la vegetación se ha ido recuperando en estos años, el ecosistema de bosque en su conjunto aún no lo ha hecho”, culmina la doctora Rojas.

Recomendaciones y ejes de acción

Las y los integrantes de esta iniciativa declaran que para efectuar las acciones correctas, la sociedad debe asumir que Chile central y sus ecosistemas están muy vulnerables producto de la megasequía. Y que en vista de la crítica situación, es urgente avanzar en una estrategia que aborde las causas del problema, y dé la oportunidad de conservar y recuperar el bosque esclerófilo y palma chilena mediante cinco ejes de acción.

  1. Focalizar la asignación de presupuesto en áreas protegidas administradas por CONAF, para fortalecer los protocolos y planes de prevención de incendios forestales en áreas con alto valor ecológico (refugios biológicos ante incendios).
  2. Avanzar en el proceso legislativo para declarar a la especie Jubea chilensis (palma chilena) en la categoría de “Monumento Natural”. Esta categoría permite que CONAF controle y otorgue de forma restrictiva los permisos de explotación de individuos vivos, la habilitación de terrenos donde se encuentren palmas chilenas y la aprobación de Planes de Manejo Forestal sólo para objetivos de conservación.
  3. Avanzar en la preparación de la ficha técnica para modificar la clasificación actual de Jubaea chilensis de “En peligro” a “En peligro crítico”. La ficha debe ser presentada al Comité de Clasificación de Especies del Ministerio del Medio Ambiente (MMA) para su consideración en el próximo proceso de clasificación de especies (N°20/2023).
  4. Crear nuevas áreas protegidas privadas y del Estado (SNASPE) para incrementar la representatividad de ecosistemas cuyas especies se encuentran categorizadas como vulnerables, en peligro o en peligro crítico de extinción. En el caso de la superficie de bosques de palma chilena, la propuesta apunta a incrementar su área de protección de un 60% (actual) a un 100% (15.085 ha, según el último Catastro de Bosque Nativo, CONAF).
  5. Promulgar el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP) y el Servicio Nacional Forestal (SENAFOR), que permite modernizar la institucionalidad ambiental y ejecutar las regulaciones e instrumentos necesarios para conservar la biodiversidad.

Texto: Comunicaciones IEB