Director CAPES es nombrado ciudadano destacado en Punta Arenas

La actividad de entrega de estos reconocimientos fue encabezada por Claudio Radonich, alcalde de Punta Arenas, e incluyó a otros 21 galardonados.

En el marco del aniversario 175 de la comuna austral, la Municipalidad de Punta Arenas reconoció a 22 ciudadanos destacados que, en palabras de la institución, “han contribuido al desarrollo de la ciudad desde las áreas de la ciencia, cultura, sociedad y deporte”. La ceremonia de entrega de estos galardones se realizó el pasado miércoles 27 de diciembre, en el Centro Cultural de Punta Arenas.

Entre los homenajeados en la categoría “Premios Nacionales” se encontraba Fabián Jaksic, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2018 y director de CAPES, su hermano Iván Jaksic (Premio Nacional de Historia-2000), Mateo Martinic (Premio Nacional de Historia-2000), Nicolo Gligo (Premio Nacional de Medio Ambiente-2001), Sergio Baeriswyl (Premio Nacional de Urbanismo-2014), y Patricia Stambuk (Premio Nacional de Periodismo-2023). 

También fueron premiados 8 deportistas por su destacada participación en los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Santiago 2023 y 8 vecinos y vecinas que han realizado importantes aportes a la comuna capital de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena.

La actividad fue encabezada por Claudio Radonich, alcalde de Punta Arenas, quien expresó “Somos una comunidad pequeña pero muy destacada con una gran cantidad de premios nacionales, de deportistas que tuvieron grandes logros en los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Santiago 2023, y de vecinos en el plano social que construyen este carácter distinto que tenemos los magallánicos”, el jefe comunal agregó que “estamos muy orgullosos de destacar a estos ciudadanos que, para nosotros como municipio, siempre son motivo de orgullo”.

«Me emociona ser informado que mi ciudad de nacimiento me otorga a través de sus autoridades municipales este importante reconocimiento. A pesar de que dicen que nadie es profeta en su tierra, aquí va una excepción. ¡Esta noticia me alegra el día y los años venideros!» fueron las primeras palabras del Dr. Jaksic al ser notificado de este reconocimiento.

Revisa la noticia y los nombres de las 22 personas destacadas en: Radio Polar

Claudio Radonich, alcalde de Punta Arenas, junto a algunos de los galardonados.

Fuente: Comunicaciones CAPES

Columna de Fabián Jaksic: “Rescate”, reubicación y seguimiento de fauna trasladada en Chile

La siguiente editorial fue publicada en el último número de la revista de biodiversidad «Gayana». En ella, el director de CAPES, Dr. Fabián Jaksic, analiza la normativa vigente en torno al traslado y reubicación de especies amenazadas en sitios de proyectos mineros e industriales, y expresa la necesidad de robustecer el seguimiento y evaluación de estos planes.

Tanto las perturbaciones naturales (inundaciones, incendios) como las provocadas por el ser humano (construcción de represas, despeje de suelo, o minería) a menudo exigen que parte de la fauna se desaloje y reubique en otro lugar. Un ejemplo de ello son las operaciones mineras, que producen no solo alteraciones físicas de los suelos y la vegetación, sino también emisión de polvo al aire y a los cursos o cuerpos de agua, lo que interfiere con los humedales y la vida silvestre terrestre, acuática y marina (véase Mauricio Urbina et al.2021. “Políticas extractivistas afectan los ecosistemas de Chile”. Science 373: 1208-1209, 10 septiembre 2021), e incluso con los seres humanos y su ganado. Por no hablar de ruidos, vibraciones y detonaciones, que pueden ahuyentar a la fauna silvestre. Se sobreentiende que los impactos ambientales de la minería son un mal necesario para el desarrollo económico de cualquier país, incluido Chile, que se autoproclama “país minero”. Pero también se concuerda internacionalmente que nuestro país tiene un sólido sistema de evaluación de impacto ambiental que ha funcionado bastante bien durante los últimos 30 años. Aun así, una vez que se autoriza una operación minera en Chile, ella rara vez se paraliza, y mucho menos se termina a mitad de camino. Las únicas excepciones hasta el momento parecen ser el proyecto carbonífero “Invierno” en la Región de Magallanes y el aurífero “Pascua Lama” en la Región de Atacama.

Dado que los impactos pueden ser directos o indirectos, la legislación chilena ha optado por permitir las operaciones mineras si (y solo sí) dichos impactos al medio ambiente son eliminados, mitigados o compensados. En el caso de la fauna en los alrededores de las faenas mineras, el operador típicamente incorpora en su diseño la reducción del polvo, el ruido y los derrames químicos y físicos al ambiente para reducir sus impactos al ambiente, especialmente durante la temporada reproductiva de la fauna. Pero particularmente en las operaciones mineras, existe la necesidad obvia de raspar y mover cantidades voluminosas de suelo y vegetación, llevando así el hábitat de la fauna local a un estado alterado esencialmente irreversible, sin perjuicio del esfuerzo por restaurar el hábitat previamente existente una vez que las faenas mineras hayan finalizado (lo que significa más de una década o incluso un siglo en Chile), y repoblarlo con la fauna y flora originales.

Una práctica común ha sido “rescatar” y reubicar (es decir, desalojar y trasladar) especies animales consideradas de interés de conservación según las normas chilenas. “Rescate” es un eufemismo inapropiado: ¿Alguna especie requiere ser “rescatada” de su hábitat como si hubiera sido golpeada por una fuerza inesperada de la naturaleza, así como una inundación o un incendio? Desalojada es la palabra adecuada; no es que se convenza a los animales para que se vayan, sino que son sacados a la fuerza de su hábitat. Aclarado esto, el simple hecho de desalojar y trasladar a esas especies de interés exige reubicarlas en hábitats hospitalarios, donde tengan acceso a refugio, alimentos, nutrientes y agua; no solo a una superficie del suelo o un volumen de agua que ellos deben colonizar por su cuenta y restablecer sus conexiones comunitarias con las fuentes locales de alimentos, los competidores, parásitos y depredadores.

Tales traslados en Chile generalmente se realizan con publicidad, como si se “rescatara” o “salvara” una determinada especie alejándola de un peligro inminente. Por ejemplo, del aumento del nivel del agua causado por la construcción de represas en los cursos de agua, del despeje del suelo para la construcción de carreteras o de la excavación del terreno para las faenas mineras. Pero el propósito final de tales traslados no es claro. Si se encuentra un hábitat similar donde reubicar una determinada especie “rescatada”, no necesariamente se tiene en cuenta el contexto comunitario al que se enfrentan sus individuos. ¿Existen poblaciones preexistentes con las que tendrán que competir por refugio, alimentos o agua? ¿Hay nuevos parásitos o depredadores a los que temer? Un ejemplo familiar ilustra esta situación: entre los seres humanos, mudarse de casa es uno de los principales factores de estrés en la vida (otros son perder el trabajo o un pariente cercano). Imagínese el impacto en animales siendo capturados y luego liberados en un sitio desconocido, perdiendo todas las formas de organización social (particularmente para especies gregarias, comunales o coloniales como chinchillas, vizcachas y otros mamíferos y aves). Además, algunas especies como pumas y otros gatos monteses, zorros y otros carnívoros, rapaces diurnas y nocturnas, aves carroñeras como cóndores y buitres, e incluso lagartijas y ranas, son territoriales y están dispuestas a enfrentarse por derechos de “propiedad”. Lo que significa que para establecerse en un nuevo territorio, tendrán que luchar con los congéneres residentes que no necesariamente dan la bienvenida a estos recién llegados. Es decir, los “rescatistas” humanos no sólo están estresando a los animales forzados a emigrar sino que también a los desprevenidos residentes. Colóquese en la posición de tener que trasladar a un vecindario de ciudadanos afectados por algún desastre a otro pueblo: ¿simplemente los mete en algún medio de transporte y los libera en otro lugar para que se ocupen de sus necesidades de subsistencia? -si es que sobreviven al viaje y recomponen su modo de vida.

De vuelta al mundo real: recientemente leí una carta al editor de Science dirigida por Jaime Jiménez y colaboradores (“Conservación de la chinchilla versus minería de oro en Chile”. Science 377: 480-481, 29 julio 2022). En ella, Jiménez et al. describían que [mi traducción libre] “La empresa minera está lista para comenzar la extracción, pero la ley chilena prohíbe que los proyectos de desarrollo dañen la biodiversidad local (6). La empresa minera ha propuesto como solución el traslado de las chinchillas, pero sus intentos de reubicar un pequeño número de ellas fracasó (12)” y concluían que “El gobierno de Chile debe seguir acatando las leyes vigentes, que exigen que la viabilidad de los traslados debe ser adecuadamente evaluada y probada antes de que el hábitat de la chinchilla sea destruido por la minería, tanto en este caso como en futuros conflictos entre los objetivos corporativos y la conservación del medio ambiente”. Esta lectura me hizo pensar que el tema de “rescate”, reubicación y monitoreo de la fauna trasladada en Chile requiere un abordaje más cuidadoso, particularmente por parte de ecólogos, veterinarios y zoólogos, actuando como funcionarios gubernamentales, consultores ambientales o ciudadanos preocupados. Revisando la literatura disponible en Chile, encontré el informe de 2014 de Juan Carlos Torres-Mura et al. al Servicio Agrícola y Ganadero de Chile (SAG): “Guía técnica para implementar medidas de rescate/relocalización y perturbación controlada”, 45 páginas (véase también SAG 2019. “Guía de evaluación ambiental componente fauna silvestre”. Documento Técnico D-RNN-EIA-PR-001, 22 páginas). En el informe de Torres-Mura y colaboradores, además de muchas recomendaciones de manejo, se presenta la propuesta general de monitorear las poblaciones trasladadas por hasta 3 o 4 años para asegurarse de que estén firmemente establecidas y reproduciéndose. Quizás como secuela a este informe, el Servicio de Evaluación Ambiental de Chile (SEA) emitió dos documentos técnicos: En “Criterios técnicos para la aplicación de la medida de rescate y relocalización” (de agosto de 2021) dispuso que para obtener el permiso contemplado en el artículo 146 letra (a) del RSEIA, el proponente deberá cumplir con ciertas condiciones razonables para el traslado de la población objetivo, pero en ninguna parte se dice que deba ser objeto de seguimiento después de haber sido desalojada y mucho menos por cuánto tiempo. Esto se subsana en un segundo documento (de febrero de 2022): “Criterio de evaluación en el SEIA: criterios técnicos para la aplicación de una perturbación controlada”, que establece que se debe considerar un indicador de éxito (por ejemplo, permanencia o aumento de la población objetivo) y que se debe realizar un seguimiento de al menos dos ciclos reproductivos para permitir una comparación entre años. En pocas palabras, el programa de seguimiento podría abarcar un período tan corto como 12 meses, ya que permitiría comparar la abundancia en el año 1 con la del año 2. ¿Es esto suficiente?

El problema general en todo esto es que los traslados reciben mucha atención cuando parten por alejar a los animales del peligro impuesto por los seres humanos, pero no cuando ellos prosiguen su destino en su nuevo “hogar”. Seguramente, imponer un seguimiento podría proporcionar retroalimentación para perfeccionar los futuros esfuerzos de “rescate” y reubicación. Pero ¿y si el seguimiento muestra que el traslado fue un fracaso y la mayoría o todos los animales murieron? (¿de estrés, hambre, sed, enfermedad, o por competencia o depredación?). También sería bueno saber si sobrevivieron con un margen razonable o aceptable. Pero todavía están por verse los resultados del seguimiento de cualquiera de los esfuerzos de traslado anteriores que han ocurrido en Chile. Pudúes, pumas, otros gatos salvajes, zorros, vizcachas, loros tricahues e incluso ranas y lagartos han sido trasladados durante las últimas tres décadas. Pero esencialmente desconocemos el destino de esas reubicaciones (a modo de excepción, véase Francisco Fontúrbel & Javier Simonetti 2011. Traslados y conflictos entre humanos y carnívoros: ¿solución o creación de problemas? Wildlife Biology 17: 217-224). ¿Están esos resultados (si los hay) analizados y orientando nuevas reubicaciones de especies actualmente amenazadas, como las chinchillas en el norte de Chile? ¿Alguna vez se ha realizado un análisis de riesgo? Si se predice que un traslado probablemente puede tener poco éxito, se rechazará un proyecto minero? ¿O, como de costumbre, los animales serán simplemente filmados cuando sean capturados (= “rescatados”) y luego soltados en un nuevo “hogar”? ¿Como si hubieran sido liberados a una similar o mejor calidad de vida? ¿Cuáles son los planes de contingencia si la reubicación no sale bien? Finalmente, ¿un seguimiento de 12 meses es suficiente para dejarnos tranquilos?

La situación de traslados animales en Chile ya referida arriba es parecida a barrer rápidamente el polvo debajo de una alfombra: una “alfombra” de falta de análisis de riesgos, de seguimiento demasiado breve, de ausencia de medidas adaptativas y en general, de falta de retroalimentaciones y de lecciones aprendidas. El mantra implícito parece ser: “Desalojemos y reubiquemos esos molestos animales y supliquemos por la indiferencia o el olvido de su destino lo más pronto posible”. En mi opinión, este es el monstruo antiestético al que nadie quiere enfrentarse en nuestros esfuerzos nacionales de traslados animales.

Reconozco mis intercambios de correo con Francisco Fontúrbel, James Hall, Jaime Jiménez, Fulgencio Lisón y Juan Carlos Torres-Mura, pero asumo toda la responsabilidad por mis opiniones aquí expresadas.

Texto: Fabián Jaksic, CAPES

Tras dos años de distanciamiento por COVID, miembros CAPES vuelven a reunirse presencialmente

El pasado viernes 2 de junio tuvimos nuestro 7° Encuentro CAPES, en que nos reunimos presencialmente, después de 2 años, a evaluar nuestro año 9 de funcionamiento. Investigadores principales, asociados, estudiantes de pre y postgrado, posdoctorantes, profesionales y la directiva de CAPES se dieron cita en dependencias del Edificio de Investigación de la Universidad Andrés Bello en Santiago.

Los integrantes del Centro también tuvieron tiempo para actualizar la foto oficial de CAPES.

A la versión número 7 del encuentro CAPES asistieron 88 integrantes del centro, la mayoría de ellos y ellas de manera presencial, y quienes no pudieron trasladarse a Santiago se conectaron por Zoom. El día estuvo compuesto por presentaciones de la línea de administración, de científicos y científicas  jóvenes, mesas de trabajo en torno a las líneas de investigación y por supuesto hubo momentos de pausa para compartir un café, actualizarse con los y las colegas y conversar sobre lo bueno de volver a verse.

La jornada comenzó con el saludo de Fabián Jaksic, director de CAPES y de Helen Ipinza, Jefa del Departamento de Iniciativas Orientadas al Desarrollo e Innovación de la Subdirección de Centros e Investigación Asociativa de ANID, quien expresó “el CAPES tiene un desafío súper importante y un valor que puede aportar a Chile y al mundo, por la materia a la que está dedicado, por las especialidades de sus investigadores y profesionales que componen el equipo del CAPES, y ese desafío es el desarrollo productivo sostenible”.

Nuevas voces

En esta oportunidad quisimos dar un espacio para escuchar a las “nuevas voces” de CAPES, por lo que invitamos a estudiantes de pre y postgrado y a posdoctorantes a que nos contaran sobre sus investigaciones y proyectos en curso, y cómo pueden vincularse a las necesidades de los sectores público y/o privado, con miras a potenciales actividades de transferencia.

Entre las y los expositores jóvenes que presentaron sus investigaciones, pudimos conocer una diversidad de temas de estudio: el efecto del acceso a sitios de conservación en la disposición a pagar por la protección de especies en peligro, el potencial protector del zinc frente a la toxicidad del cobre en suelos contaminados con plaguicidas, interacciones planta-polinizador en ambientes costeros urbanos, adsorción de arsénico en agua potable utilizando biocarbón de Macrocystis pyrifera, redes de intercambio de semillas y resiliencia de sistemas agrícolas, entre otros.

Tomás Schoffer, investigador posdoctoral de Línea 1 CAPES, uno de los presentadores de la jornada.

Durante la jornada, también hubo un momento para recordar a nuestro ex subdirector, Francisco Bozinovic, quien falleció a principios de enero de 2023, resaltando parte de su extenso legado, del que quisimos destacar la necesidad de promover la colaboración por sobre la competencia. Mauricio Lima, investigador principal de la línea 4, colega y amigo de Francisco por 30 años; y Daniela Rivera, neuroecóloga del Centro Genómica, Ecología y Medio Ambiente, Gema, de la Universidad Mayor, colaboradora de Bozinovic en estudios sobre el degú como modelo biológico para el estudio del Alzheimer, compartieron sus experiencias y recuerdos trabajando con Francisco Bozinovic.

Bajo el concepto de trabajo interdisciplinario y colaborativo, las distintas líneas de investigación de CAPES conformaron mesas de trabajo para identificar actividades y/o proyectos en curso que pueden ser transferibles al mundo público y/o privado.

Mauricio Lima, investigador principal de Línea 4 CAPES y uno de los oradores del homenaje a Francisco Bozinovic.

Finalizando el encuentro, nuestra nueva subdirectora, Rosanna Ginocchio, investigadora principal de la línea 2 y académica de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC, señaló que “quiero resaltar que ha sido muy importante y especial el volver a vernos, el poder estar juntos como comunidad“. Además, instó a los participantes a seguir trabajando colaborativamente durante el año 10 de CAPES, con miras a un año 11 de transición para una versión 2.0 del centro y seguir realizando investigación de excelencia, ciencia aplicada, transferencia y comunicación de la ciencia para todos los chilenos y chilenas.

Agradecemos a todos y todas las personas que asistieron, en especial a nuestros jóvenes integrantes que nos dieron un vistazo a los temas que están trabajando y que serán las nuevas tendencias en ecología aplicada. Una mención especial a Loretto Contreras, investigadora CAPES de la línea 1 y académica de la Universidad Andrés Bello que amablemente nos acogió en el Edificio de Investigación.

La subdirectora CAPES, Rosanna Ginocchio, durante el cierre de la jornada.

Texto: Comunicaciones CAPES

Lagartijas en ambientes hostiles, Parte 1: La lagartija más austral del mundo

Todos quienes hemos visto lagartijas, normalmente las encontramos en lugares cálidos y soleados, tal como dice el dicho “tomando el sol como lagartija”. Por eso es extraño pensar que también pueden habitar en lugares fríos, húmedos y en ambientes tan hostiles como la montaña o la Patagonia. En esta oportunidad les hablaremos de una de ellas, la lagartija magallánica.

Lagartija Magallánica (Crédito: Vicente Valdés, iNaturalist)

Liolaemus magellanicus es la lagartija más austral del mundo, posee un cuerpo esbelto de entre 5 y 6 cm entre hocico y cloaca, y su color varía entre el gris y el verde oliváceo. Las hembras son ovovivíparas, es decir, sus huevos se desarrollan dentro de su cuerpo hasta la eclosión, tiene camadas de 5 crías en promedio y pueden retener el embarazo durante 1 año, para que las crías puedan nacer en verano. Son principalmente insectívoras, pero también pueden alimentarse de vegetales. Se distribuyen en la Patagonia chileno-argentina, en Magallanes en los sectores continentales y en el archipiélago de Tierra del Fuego.

Fabián Jaksic, zoólogo, ecólogo, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2018 y director de CAPES, es además magallánico de nacimiento, por lo que conoce a este reptil desde que era niño. Uno de sus últimos trabajos es “Historical account and current ecological knowledge of the southernmost lizard in the world, Liolaemus magellanicus (Squamata: Liolaemidae)”, publicado en la Revista Chilena de Historia Natural, donde hace una revisión del descubrimiento, distribución, biogeografía y ecología de esta lagartija, proponiéndola como modelo de estudio por sus especiales características.

Lagartija modelo

Conversamos con él y lo primero que preguntamos es ¿Qué es un modelo de estudio animal? El profesor nos explica que “en ecología, un modelo de estudio es aquel tipo de animal u otro organismo que permite responder expedita y claramente preguntas concretas de un investigador. Por ejemplo, para estudiar conductas en terreno son mejores modelos las aves diurnas que los roedores nocturnos. Las lagartijas son muy buenos modelos para estudiar cómo ellas logran ejecutar sus estrategias de historia de vida. Por ejemplo, cómo, cuánto, y cuándo reproducirse. Qué comer, a qué hora estar activas y dónde refugiarse de las condiciones climáticas o de sus depredadores. O cómo mantener una temperatura corporal que les permita vivir, crecer, encontrar pareja, reproducirse y cuidar su prole”.

Específicamente acerca de porqué la lagartija magallánica sería un buen modelo de estudio nos cuenta que debido a que “es la más austral del mundo y vive en un ambiente muy frío para la mayoría de los reptiles, lo que hace preguntarse cómo logra sobrevivir y mantenerse por miles de generaciones en un ambiente poco productivo en comida y climáticamente desfavorable. Además, dado que hay una población en el continente y otra en la isla grande de Tierra del Fuego, se abre la pregunta de si esas poblaciones separadas por el estrecho de Magallanes por miles de años han divergido en su genética y sus atributos morfo-funcionales y conductuales”. 

Parte de su investigación fue sobre el descubrimiento de esta especie de reptil, donde consignó que el explorador británico Charles Darwin, que estuvo en territorio chileno entre 1832 y 1835, no vio ninguna lagartija en la Patagonia, por lo que afirmó que en la zona no había reptiles, y no se registró su presencia sino hasta 1847. “En defensa de Darwin, debe hacerse notar que no visitó Magallanes continental ni la isla grande de Tierra del Fuego. Su encuentro con la Patagonia austral fue en torno al canal Beagle y pequeñas islas aledañas en donde hasta hoy no se conoce la existencia de reptiles. La lagartija magallánica fue primero descubierta en Magallanes continental por Hombron y Jacquinot, en la península de Brunswick y posteriormente en la parte norte de Tierra del Fuego por Cunningham. Yo tuve la oportunidad de descubrirla en la parte central de la isla, cerca de Onaisín. Nadie las ha encontrado más al sur en la parte chilena”, comenta el investigador.

Las observaciones que se han realizado en terreno indican que Liolaemus magellanicus es más común en el área continental que en la insular, siendo más escasa en Tierra del Fuego, pero Jaksic señala que “no se puede decir que la lagartija magallánica sea más abundante en el continente que en la isla grande; nadie ha medido su abundancia y eso es un asunto pendiente. Mi impresión es que son más densas (abundancia partida por área) en Tierra del Fuego que en Magallanes continental, pero esto debe ser verificado haciendo mediciones cuantitativas”.

(Crédito: Claudio Reyes, iNaturalist)

Habitantes del frío

Las lagartijas, como todos los reptiles, son animales ectotermos, es decir, su temperatura corporal depende del ambiente, por lo que normalmente restringen su actividad a los momentos en que la temperatura ambiental es adecuada para ellos, para poder ahorrar energía. Esta característica tiene ventajas y desventajas, entre las primeras está que los ectotermos no necesitan comer todos los días como muchos de los mamíferos, los humanos entre ellos, que requieren de la energía que les proveen los alimentos para regular su temperatura corporal y realizar sus funciones. Entre las desventajas para los reptiles está que muchos de estos animales no pueden vivir en ambientes muy fríos o húmedos, pero la lagartija magallánica es una excepción, ya que sí se ha adaptado al frío y al viento patagónico. ¿Cómo lo hace?

Entre las estrategias de la lagartija magallánica para sobrevivir en el fin del mundo austral, Jaksic nos enumera: (a) Retener sus huevos hasta que sus crías están completamente formadas y capaces de desplazarse y comer en el ambiente externo. (b) Buscar microhábitats en que la temperatura es más alta que la del aire y así poder calentarse. (c) Alimentarse no solo de insectos y arácnidos sino de hojas y brotes vegetales. (d) Adoptar una coloración y diseño crípticos que la proveen de camuflaje ante sus depredadores. Estas adaptaciones convierten a este reptil en una especie digna de mayor atención por parte de los herpetólogos de Chile y el mundo.

Esta recopilación sobre los estudios en Liolaemus magellanicus, tiene varias conclusiones y algunas perspectivas para investigaciones futuras, en palabras del zoólogo y ecólogo, “de mi publicación queda claro que la lagartija magallánica puede ser propuesta como un modelo animal que sirve para probar hipótesis sobre: (a) Estrategias de asignación de recursos para hacer frente a un entorno hostil que ofrece oportunidades limitadas para buscar alimento y realizar actividades reproductivas. (b) Estrategias conductuales para hacer frente a la termorregulación, la alimentación, la adquisición de pareja y el cuidado de la descendencia. (c) Su lugar dentro de la red alimenticia más bien empobrecida de la cual esta especie forma parte. Además, por ser una especie evolutivamente nueva, que persistió en refugios glaciares antes de dividirse en una subpoblación continental y otra isleña, ella ofrece una base fértil para realizar estudios de genética de poblaciones y poner a prueba hipótesis filogeográficas y evolutivas”. Fabián Jaksic finaliza comentando que “pienso que tanto biogeógrafos, como sistemáticos, evolucionistas, fisiólogos y ecólogos deberían interesarse más en esta especie por su posición única en los márgenes más sureños de nuestro cambiante mundo”.

(Crédito: Roberto Güller, iNaturalist)

Texto: Comunicaciones CAPES

Fabián Jaksic es incorporado como miembro de la Academia de Ciencias de América Latina, ACAL

Fabián Jaksic, director de CAPES

Fabián Jaksic, director del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES, fue incorporado como nuevo miembro de la Academia de Ciencias de América Latina, ACAL, institución con más de 40 años promoviendo y contribuyendo al desarrollo de las ciencias matemáticas, físicas, químicas, de la vida y de la tierra y sus aplicaciones en beneficio del desarrollo y de la integración humana, cultural y social de América Latina y el Caribe.

Entre los investigadores e investigadoras chilenas que pertenecen a ACAL están el también investigador CAPES Francisco Bozinovic, Gloria Montenegro, Jorge Allende, Mario Rosemblatt y Cecilia Hidalgo.

“Suscribo la visión y misión de la ACAL y deseo contribuir con acciones concretas”, escribió el profesor Jaksic en su mensaje de agradecimiento por esta distinción, manifestando además que “el reconocimiento de los pares latinoamericanos es muy importante para mí y me siento honrado de la compañía que adquiero en Chile, cuyos miembros ACAL conozco y respeto”.

La Academia de Ciencias de América Latina fue creada en honor a la memoria de Simón Bolívar por un grupo de investigadores científicos de América Latina en 1982, estableciendo su sede permanente en Caracas en 1983, año del bicentenario del nacimiento del llamado Libertador de América.

ACAL desarrolla programas de cooperación que comprenden la divulgación de los eventos científicos regionales, la evaluación permanente del potencial de investigación de América Latina y el Caribe, el intercambio de investigadores, la transferencia de conocimientos y la formación de redes regionales de investigación. La Academia también fomenta y realiza estudios de política científica y promueve el interés por la ciencia en los diferentes niveles educativos y entre toda la población.

Actualmente la Academia cuenta con más de 250 miembros de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela. Anualmente, ACAL organiza una reunión científica en un país distinto de la región. En Chile se ha desarrollado en dos oportunidades, en Santiago y en Viña del Mar.

Entre los organismos patrocinantes de ACAL se cuentan la Fundación Simón Bolívar para la Academia de Ciencias de América Latina, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, y su Oficina Regional de Ciencia y Tecnología para América Latina y el Caribe, ORCYT-UNESCO, el Consejo Internacional para la Ciencia, ICSU y la Academia de Ciencias del Tercer Mundo, TWAS.

Más información en www.acal-scientia.org

Texto: Comunicaciones CAPES

Nuevo ranking internacional incluye a cinco investigadores CAPES entre los ecólogos más destacados

La primera edición del ranking de Research.com, uno de los principales sitios web sobre investigación científica a nivel mundial, publicó sus resultados el pasado mes de abril, y en el área de Ecología y Evolución, cinco investigadores de nuestro centro se posicionaron en los primeros lugares a nivel nacional.

Fabián Jaksic, Francisco Bozinovic, Sergio Navarrete, Mauricio Lima y Enrico Rezende fueron los cinco ecólogos CAPES UC y académicos de la Facultad de Ciencias Biológicas UC que se ubicaron entre los 21 investigadores con mejor ranking de una nueva medición elaborada por la plataforma Research.com, la cual consideró publicaciones registradas hasta el 6 de diciembre de 2021.

Research.com compila información sobre las contribuciones científicas de investigadoras e investigadores desde 2014, incluyendo publicaciones, citas y el índice h, que mide el impacto y la productividad.

El ranking entrega las estadísticas de científicos y científicas divididos en 21 áreas, como Neurociencia, Matemáticas, Ciencias de la Tierra, Genética y Biología Molecular, entre otras. Se puede revisar la clasificación general que incluye a todos los países o para cada una de las 67 naciones presentes en el ranking.

En el caso del área de Ecología y Evolución en Chile, hay que hacer notar que sólo una mujer, Mary T, Kalin-Arroyo, Premio Nacional de Ciencias Nacionales 2010, aparece mencionada en el ranking, y a nivel mundial, la primera mujer es Sandra Lavorel, de la Universidad Grenoble Alpes en Francia, aparece en el número 50, lo que demuestra las brechas de género que aún persisten en el mundo científico.

En el puesto 4 de los ecólogos chilenos, y 815 a nivel mundial, aparece Fabián Jaksic, Premio Nacional de Ciencias Nacionales 2018 y director de CAPES. Research.com señala que sus áreas de estudio más conocidas son ecología, hábitat, depredación y biodiversidad. Sus artículos más citados son “The conservation status of the world’s reptiles” (490 citas) y “Extreme climatic events shape arid and semiarid ecosystems ” (344 citas).

En el quinto lugar a nivel nacional y 1089 a nivel mundial, está Francisco Bozinovic, Premio Nacional de Ciencias Nacionales 2020 y subdirector de CAPES, sus principales áreas de estudio son Ecología, Zoología, Octodon degus, tasa metabólica basal y ectotermos. Sus trabajos más citados son: “Heat freezes niche evolution” (494 citas) y “Extreme climatic events shape arid and semiarid ecosystems” (261 citas), co-escrito con Jaksic.

Octavo a nivel nacional y 1620 en el mundo, se encuentra Sergio Navarrete. La plataforma consigna que sus investigaciones están relacionadas con la ecología, la zona intermareal, la depredación, la red ecológica y el nivel trófico. Sus papers más citados son “The Keystone Species Concept: Variation in Interaction Strength in a Rocky Intertidal Habitat” (584 citas) y “The humboldt current system of northern and central Chile: Oceanographic processes, ecological interactions and socioeconomic feedback” (310 citas).

El puesto 16 en Chile y 4259 en el mundo es para Mauricio Lima, cuyos principales intereses científicos según Research.com son la ecología, los roedores, el crecimiento de la población, la dependencia de la densidad y la ecología de poblaciones. Sus artículos más citados son “Ecological effects of climate fluctuations” (1392 citas) y “Review article. Studying climate effects on ecology through the use of climate indices: the North Atlantic Oscillation, El Niño Southern Oscillation and beyond” (623 citas).

Finalmente, en la posición 19 de los ecólogos chilenos, y 5074 a nivel mundial, aparece Enrico Rezende, cuyas principales áreas de investigación incluyen ecología, filogenética, árbol filogenético, zoología y métodos comparativos filogenéticos. Sus trabajos más citados son “Phylogenetic approaches in comparative physiology” (528 citas) y “Non-random coextinctions in phylogenetically structured mutualistic networks” (409 citas)

Acá se puede revisar el ranking en el área de Ecología y Evolución en Chile: https://research.com/scientists-rankings/ecology-and-evolution/cl

Texto: Comunicaciones CAPES

Fabián Jaksic es certificado como Ecólogo Senior de ESA

La comunidad de ecólogos más grande del mundo, Ecological Society of America, ESA, acaba de certificar a Fabián Jaksic, director de CAPES, como Ecólogo Senior.

La Ecological Society of America, ESA, certificó a Fabián Jaksic, director de CAPES y Premio Nacional de Ciencias Naturales 2018, como Ecólogo Senior de la institución. ESA es una de las sociedades científicas más antiguas en ecología. Fundada en 1915, con sede en Washington DC, se define como una organización no partidista sin fines de lucro, que tiene entre sus objetivos promover la ciencia ecológica, mejorar la comunicación entre ecólogos, promover la difusión de la importancia de la ecología entre el público, aumentar los recursos disponibles para la investigación e incidir en la toma de decisiones ambientales por parte de los responsables políticos.

ESA cuenta con más de 9.000 miembros, en 90 países, entre investigadores, académicos, tomadores de decisiones, gerentes de políticas, profesores y estudiantes de las más diversas áreas, como biotecnología, restauración ecológica, ecosistemas, cambio climático, extinción de especies, biodiversidad, entre muchas otras.

La organización publica 6 revistas científicas, las que se encuentran entre las más leídas y citadas en el campo de la ecología: Ecology, Frontiers in Ecology and the Environment, Ecological Applications, Issues in Ecology, Ecological Monographs y Ecosphere, esta última sólo online y de acceso abierto.

La categoría de Ecólogo Senior se otorga a los líderes profesionales en ecología que han establecido un historial de excelentes contribuciones al campo en entornos teóricos y aplicados y que adhieren a los valores de ESA: integridad, inclusión y adaptabilidad.

Fabián Jaksic, Licenciado en Ciencias de la Universidad de Chile y Doctor en Zoología de la Universidad de California-Berkeley, es especialista en ecología comunitaria, estructura gremial, interacciones depredador/presa, biodiversidad, y especies invasoras. Actualmente es Profesor Titular del Departamento de Ecología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Miembro Correspondiente de la Academia Chilena de Ciencias.

Jaksic cuenta con más de 40 años de trayectoria, gran número de publicaciones ISI y múltiples asesorías al Estado, empresas privadas y organizaciones no gubernamentales tanto nacionales como internacionales. Su gran contribución científica ha sido reconocida con numerosos premios nacionales e internacionales y también por sus pares, con el nombre del lagarto del norte de Chile Liolaemus fabiani.

Texto: Comunicaciones CAPES


Fabián Jaksic es certificado como Ecologista Senior de ESA

La comunidad de ecólogos más grande del mundo, Ecological Society of America, ESA, acaba de certificar a Fabián Jaksic, director de CAPES, como Ecologista Senior.

La Ecological Society of America, ESA, certificó a Fabián Jaksic, director de CAPES y Premio Nacional de Ciencias Naturales 2018, como Ecologista Senior de la institución. ESA es una de las sociedades científicas más antiguas en ecología. Fundada en 1915, con sede en Washington DC, se define como una organización no partidista sin fines de lucro, que tiene entre sus objetivos promover la ciencia ecológica, mejorar la comunicación entre ecólogos, promover la difusión de la importancia de la ecología entre el público, aumentar los recursos disponibles para la investigación e incidir en la toma de decisiones ambientales por parte de los responsables políticos.

ESA cuenta con más de 9.000 miembros, en 90 países, entre investigadores, académicos, tomadores de decisiones, gerentes de políticas, profesores y estudiantes de las más diversas áreas, como biotecnología, restauración ecológica, ecosistemas, cambio climático, extinción de especies, biodiversidad, entre muchas otras.

La organización publica 6 revistas científicas, las que se encuentran entre las más leídas y citadas en el campo de la ecología: Ecology, Frontiers in Ecology and the Environment, Ecological Applications, Issues in Ecology, Ecological Monographs y Ecosphere, esta última sólo online y de acceso abierto.

La categoría de Ecologista Senior se otorga a los líderes profesionales en ecología que han establecido un historial de excelentes contribuciones al campo en entornos teóricos y aplicados y que adhieren a los valores de ESA: integridad, inclusión y adaptabilidad.

Fabián Jaksic, Licenciado en Ciencias de la Universidad de Chile y Doctor en Zoología de la Universidad de California-Berkeley, es especialista en ecología comunitaria, estructura gremial, interacciones depredador/presa, biodiversidad, y especies invasoras. Actualmente es Profesor Titular del Departamento de Ecología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Miembro Correspondiente de la Academia Chilena de Ciencias.

Jaksic cuenta con más de 40 años de trayectoria, gran número de publicaciones ISI y múltiples asesorías al Estado, empresas privadas y organizaciones no gubernamentales tanto nacionales como internacionales. Su gran contribución científica ha sido reconocida con numerosos premios nacionales e internacionales y también por sus pares, con el nombre del lagarto del norte de Chile Liolaemus fabiani.

Texto: Comunicaciones CAPES


Estudio analiza el impacto de los temporales de 1982 en la crisis social del Chile de la dictadura

Los investigadores Pablo Camus, del Instituto de Historia de la Universidad Católica y Fabián Jaksic, del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES UC, analizaron los vínculos entre este catastrófico evento climático y los cambios políticos sucedidos en Chile con posterioridad.

Entre el 25 y el 28 de junio de 1982, 123,6 milímetros de agua precipitaron entre las regiones de Coquimbo y el Maule en solo 96 horas, en una enérgica expresión del fenómeno climático conocido como El Niño. Tal cantidad de agua provocó la salida de ríos, esteros y canales, afectando la infraestructura y equipamiento de varias ciudades y de miles de viviendas. En Santiago, se desbordaron el río Mapocho, el canal San Carlos, el zanjón de la Aguada, y los canales San Ramón, Las Perdices, El Carmen y El Canelo, interrumpiendo el tránsito vehicular y provocando cortes de energía, agua y teléfono. Diversas poblaciones y campamentos, así como los asentamientos situados junto a los canales de regadío y los ríos, fueron arrasados por las aguas.

Los investigadores Pablo Camus Gayán, del Instituto de Historia de la Universidad Católica y Fabián Jaksic, del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES UC, analizaron las consecuencias que este evento climático tuvo sobre el Chile de comienzos de los 80 desde un punto de vista socio-biológico y cultural. Sus conclusiones, fueron plasmadas en el paper titulado “Los temporales de 1982 y la crisis económica, política y social de la dictadura en Chile”, publicado en la revista Historia y Geografía de la Universidad Católica Silva Henríquez.

A juicio de los autores, las inundaciones, la recesión económica y la falta de ayuda por parte del Estado en un contexto de dictadura, estimularon la organización de ollas comunes entre los pobladores afectados por el desastre, constituyéndose así en la principal herramienta para hacer frente a la crisis desencadenada por los temporales y revitalizando los lazos de solidaridad que fueron la base para hacer frente a la dictadura.

“Estas organizaciones fueron el germen del reencuentro social y político de los pobladores, tras el largo “temporal” iniciado con el golpe militar de 1973”, plantean los investigadores “Así, ante un Estado ausente, las inundaciones de 1982 se transformaron en el inicio del fin de la dictadura militar”, relevando así cómo los fenómenos ambientales pueden servir de catalizadores o potenciadores de transformaciones sociales de gran magnitud.  

“Lo que nos propusimos con el Profesor Camus fue explicar cómo los fenómenos climáticos dentro de un mismo lugar conllevan o están asociadas a cambios sociales”, explica el también académico de la Universidad Católica y Premio Nacional de Ciencias Naturales, Fabián Jaksic. “Me refiero, en este caso, a fenómenos como la oscilación climática del sur —el Niño o la Niña— que trae tanto exceso de precipitaciones durante el Niño, como escasez de precipitaciones y sequías durante la Niña, dentro de un mismo territorio. Dadas esas fluctuaciones climáticas, que afectan a una determinada sociedad, lo que ocurre allí como respuesta a estas oscilaciones son medidas de tipo políticas, pero que dependen por supuesto del tipo de regimen político imperante”.

Otra de estas medidas, empujada por la catástrofe de 1982, fue una de las más grandes operaciones urbanas de erradicación de familias hacia la periferia de la capital, alejando a las personas de sus fuentes de trabajo y llevándolas a zonas sin la infraestructura urbana necesaria ni acceso a bienes y servicios básicos, concentrando la pobreza y generando problemas psicosociales anexos como narcotráfico, violencia e inseguridad, lo que hasta el día de hoy tiene un alto costo social. “Lo que ocurrió durante las inundaciones del 82 fue una tremenda segregación de la población”, acota Jaksic.

El trabajo es una reseña histórica que relata, con lujo de detalles, el firme e ineludible vínculo que existe entre los procesos sociales y naturales, que, en muchos casos, la investigación científica descarta a favor de una mirada más atomizada frente a la realidad. Ante esto, Jaksic y Camus se preguntan: ¿podemos considerar a la Naturaleza como un actor de los acontecimientos históricos? Los autores consideran que, al menos para el caso de los temporales de 1982-83, sí, pues funcionaron como un “factor coadyuvante” que daría comienzo a la larga agonía del regimen de Pinochet.

Para el director de CAPES, el recrudecimiento de los efectos del cambio climático sólo acelerará el surgimiento de miradas más interdisciplinarias para explicar los fenómenos climáticos y ambientales: “Antiguamente una pandemia como la gripe española de 1928, ocurrían una vez en la vida de una persona. Lo mismo las grandes sequías e inundaciones. En cambio, moviéndonos a tiempos más recientes, lo que el cambio climático hace es aumentar la frecuencia de estas perturbaciones climáticas en el lapso de una generación. Y si las grandes fluctuaciones del pasado están asociadas con cambios importantes en el comportamiento institucional es individual de un país, hay que ponerle atención a cómo estas fluctuaciones pueden acelerar también las respuestas sociales de Chile y el mundo hoy. Una de las cosas que pueden pasar, por ejemplo, es que cuando la gente se dé cuenta de que el agua no es tan abundante como creíamos, vamos a tener respuestas sociales y culturales importantes” vaticina.

Texto: Comunicaciones CAPES
Foto: Publimetro