Noveno encuentro Anual NENRE EfD-Chile abordó desafíos ambientales en el contexto sur-global

El 9no encuentro anual de NENRE EfD-Chile se centró en desafíos ambientales. En el evento se debatieron temas como la contaminación del aire en áreas saturadas y la gestión de residuos orgánicos. Investigadores, estudiantes y formuladores de políticas se unieron para discutir enfoques sostenibles y soluciones efectivas a los problemas ambientales en Chile.

Como es tradición, el Encuentro Anual de NENRE EfD-Chile congregó a investigadores, formuladores de políticas y estudiantes en su novena edición realizada en el Hotel Villa Baviera Parral, Chile. El evento, en formato híbrido, tuvo lugar los días 19 y 20 de octubre. La organización del encuentro estuvo a cargo de los académicos de la Escuela de Administración y Negocios (EAN) de la Universidad de Concepción, Mauricio Oyarzo y Marcela Jaime, quien también es investigadora asociada del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES.

El encuentro incluyó sesiones de política pública en las que se discutieron temas relacionados con programas para reducir la contaminación del aire en áreas saturadas y los desafíos que enfrenta la gestión de residuos orgánicos en Chile. Se abordaron nuevas perspectivas, obstáculos y desafíos, especialmente en lo que respecta a políticas ambientales en el país.

La reunión albergó sesiones paralelas de investigación en un amplio número sub-disciplinas con impacto en políticas públicas, que abarcaron temáticas como la contaminación por olores, la industria de la acuicultura, sistemas de recolección de residuos, análisis de pobreza multidimensional, adaptación de la agricultura al cambio climático, relación entre los incendios forestales y la salud humana, y políticas de transición energética. Estos temas fueron expuestos por destacados investigadores de la red EfD y de otras instituciones nacionales e internacionales, alumnos de pre y postgrado y hacedores de política.

Además, se llevaron a cabo dos sesiones de Formación de Capital Humano Avanzado en las que se brindó un espacio para que los estudiantes presentaran sus investigaciones en busca de retroalimentación para su crecimiento como investigadores. Cabe destacar que esta sesión contó con la partición de alumnos de pre y postgrado de las universidades partner de NENRE EfD-Chile.

Esta instancia también congregó a funcionarios públicos y hacedores de política, incluyendo a Pablo Fernandois, a cargo de la Gestión de Residuos del Ministerio del Medio Ambiente, Rocío Toro, jefa Division de Calidad del Aire en Ministerio del Medio Ambiente, Daniela Caimanque, jefa de la sección de Olores del Ministerio del Medio Ambiente, Eduardo Schleef, encargado de Programa de Recambio de Calefactores en SEREMI de Medio Ambiente Araucanía, Mario Rivas, SEREMI del Ministerio del Medio Ambiente en la región de Ñuble, entre otros destacados hacedores de política.

Para la Directora de NENRE EfD-Chile e investigadora CAPES, Marcela Jaime, “nuestro encuentro anual ofrece una oportunidad única. Por una parte, permite visualizar el impacto que puede generar la investigación científica que realizamos en el área de economía ambiental y de recursos naturales para informar y aportar potenciales soluciones a las principales problemáticas del país. Por otra parte, la posibilidad de analizar con los hacedores de políticas estas problemáticas, entrega un mayor sentido a nuestra labor como investigaciones, otorgando realismo, y resaltando la importancia de que los resultados de investigación contribuyan a mejorar tanto el estado del medio ambiente como el bienestar de las personas».

Por su parte, el Subdirector de NENRE EfD-Chile y académico EAN Mauricio Oyarzo, aseguró que el encuentro “representa una oportunidad única para acercar los resultados de nuestras investigaciones en temáticas ambientales a la comunidad y, en particular, a los formuladores de políticas y funcionarios públicos. En este sentido, se espera que en cada encuentro esta dinámica se fortalezca y permita una colaboración conjunta con el objetivo de abordar los desafíos ambientales y avanzar hacia soluciones más efectivas y sostenibles. La interacción entre la academia y el sector público es esencial para lograr un impacto significativo en la gestión ambiental y en la toma de decisiones basadas en evidencia científica”.

Finalmente, Cristóbal Vásquez, Project Coordinator de NENRE EfD-Chile y SETI, además de exalumno EAN, consideró que “el encuentro es de gran importancia dado el alcance que tiene la red de EfD en Chile, Latinoamérica, y el resto del mundo. La organización de nuestros workshops busca conectar investigadores y hacedores de política a lo largo del territorio chileno, pero también busca que se generen instancias de discusión y colaboración con otros países de la región, e incluso de otros continentes.” Cristóbal finaliza mencionando que “el workshop de NENRE también tiene un fuerte componente de formación de futuras generaciones de investigadores, invitando a estudiantes a participar de nuestros eventos en etapas tempranas de formación”.

Esta actividad se enmarcó dentro de la Semana de la Sustentabilidad UdeC, impulsada por UdeC+Sustentable.

Texto:
Escuela de Administración y Negocios, Universidad de Concepción

Columna de Felipe Vásquez: El enfoque de capital natural, un nuevo paradigma empresarial

La siguiente columna de opinión fue publicada en el sitio web de Madera 21, el pasado 2 de agosto. En ella, el académico de la Universidad del Desarrollo e investigador principal del CAPES, Felipe Vásquez, escribe sobre el concepto de «capital natural» y las implicancias que tiene en el sector productivo y ambiental de los países esta nueva mirada sobre los recursos y beneficios que entrega la naturaleza.

Felipe Vásquez, CAPES

El enfoque de Capital Natural se ha convertido en un nuevo paradigma empresarial. En julio de 2023, la compañía CMPC comprometió una estrategia inédita de naturaleza, conservación y biodiversidad, aplicando el enfoque de capital natural para valorar, proteger y expandir sus más de 400 mil hectáreas de conservación. La estrategia se sustenta en cuatro pilares: biodiversidad, servicios ecosistémicos, soluciones basadas en la naturaleza y territorialidad.  CMPC busca identificar y valorar los beneficios de los ecosistemas, como el turismo, la captura de carbono y otros servicios para la sociedad. 

Este enfoque, que está ganando cada vez más aceptación tanto en el ámbito público como privado, es el resultado de años de investigación en diversas áreas como la ecología, la economía ambiental, y la estrategia empresarial, entre otras disciplinas científicas. La integración de conocimientos provenientes de estas áreas ha llevado a una comprensión más profunda de la importancia de los recursos naturales y los servicios ecosistémicos para el bienestar humano y el desempeño de las empresas. El enfoque de capital natural impulsa la gestión responsable de recursos, la innovación sostenible y la evaluación de riesgos y oportunidades ambientales. Asimismo, fomenta el compromiso con las comunidades y otros actores para abordar desafíos ambientales compartidos. Al adoptar esta perspectiva, las empresas pueden mejorar su resiliencia frente a los desafíos ambientales, generar ventajas competitivas y fortalecer su reputación.

El enfoque de capital natural ofrece beneficios significativos, como la mejora en la gestión de riesgos, ya que las empresas dependen de recursos naturales para sus operaciones, y la escasez o degradación de estos recursos puede afectar la cadena de suministro y los costos. Además, fomenta la innovación al buscar soluciones sostenibles, lo que genera ventajas competitivas. El capital natural también influye en la reputación empresarial y la relación con los consumidores, ya que la creciente preocupación ambiental ha aumentado la exigencia de productos y prácticas más sostenibles.

Algunas de las prácticas concretas del enfoque de capital natural son: 

  1. Evaluación del capital natural: Las empresas realizan una evaluación de su dependencia y uso de los recursos naturales en sus cadenas de suministro y operaciones. 
  2. Gestión responsable de recursos: Las empresas adoptan prácticas de gestión más responsables en relación con el uso de recursos naturales, como el agua, la energía y las materias primas. 
  3. Innovación sostenible: Se promueve la investigación y el desarrollo de tecnologías y prácticas más sostenibles que reduzcan la huella ambiental de la empresa y aumenten su resiliencia.
  4. Evaluación de riesgos y oportunidades: Se consideran los riesgos ambientales y climáticos en la planificación estratégica de la empresa. 
  5. Compromiso con las partes interesadas: Las empresas se involucran con las comunidades locales y otras partes interesadas para comprender sus preocupaciones ambientales y sociales y trabajar en colaboración para abordar los desafíos compartidos.

El enfoque de capital natural requiere entender la naturaleza como un capital finito que debe ser gestionado con responsabilidad y respeto. Al adoptar este enfoque, las empresas pueden mejorar su resiliencia frente a los desafíos ambientales, generar ventajas competitivas, fortalecer su reputación y contribuir a un futuro más sostenible.

Texto: Felipe Vásquez

Coloquio y taller «Habitabilidad: las condiciones de felicidad en la planeta Tierra»

Cuando: 9 y 10 de noviembre de 2023 (ver programa para conocer horarios).
Dónde: Departamento de Ecología UC, Facultad de Ciencias Biológicas (Av. Libertador Bernardo O'Higgins 340, Santiago)
Organiza: Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES

El Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES, te invita a participar de este interesante coloquio y taller sobre las nuevas formas de habitar el planeta de manera consciente y en equilibrio con las fuerzas que sostienen la Vida en la Tierra.

«Habitabilidad: las condiciones de felicidad en la planeta Tierra» se realizará los días 9 y 10 de noviembre en el Departamento de Ecología de la Facultad de Ciencias Biológicas UC, ubicado en la Casa Central de la PUC.

Durante la primera jornada, los asistentes al coloquio podrán escuchar las intervenciones de diversos expertos y expertas en este tema, quienes aportarán desde sus respectivas disciplinas y experiencias. El día comenzará con la charla inaugural del filósofo italiano de la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales (EHESS) de Francia, Emanuele Coccia, seguido por presentaciones de Pablo Hermansen, Juan Pablo Luna, Matías Guerrero, Meredith Root-Bernstein y Mauricio Lima. Una mesa redonda titulada «¿Qué quiere decir habitar?» cerrará la jornada.

El 10 de noviembre, mientras tanto, se realizará un taller a cargo del artista Pablo DelCielo.

Entrada liberada, inscripciones en el siguiente formulario: https://forms.gle/AUDxPZQSGAV1F2X76

Programa completo

Sofía Herrera realiza curso de Liderazgo en Desarrollo Sustentable de Naciones Unidas

El programa “Executive Leadership Programme for Sustainable Development», concluyó sus actividades en Singapur el pasado mayo, donde se dieron cita una treintena de líderes mundiales en temáticas de desarrollo sostenible, y entre ellos, la encargada del área de Vinculación y Transferencia de CAPES.

La profesional CAPES Sofía Herrera (segunda desde la izquieda), recibiendo el certificado que acredita su participación en el programa.

Este año el Programa Ejecutivo en Liderazgo en Desarrollo Sustentable de Naciones Unidas se abrió a postulantes de todo el mundo, llegando a casi 500 los interesados en participar. Entre los 34 seleccionados finales, se encontró Sofía Herrera, encargada del eje de Vinculación y Transferencia de CAPES.

El curso, diseñado e implementado en asociación con la Hertie School de Berlín, Alemania, y la Lee Kuan Yew School of Public Policy de Singapur, busca fortalecer conocimientos y experiencias transversales en el área de desarrollo sostenible, en los temas de gobernanza ambiental global, digitalización, inteligencia artificial, construcción de escenarios, prospectiva, análisis de partes interesadas y creación de consenso, entre otros.

Este programa se presenta como un “viaje de aprendizaje virtual inmersivo” con 6 meses de clases sincrónicas telemáticas, donde los participantes interactuaron con expertos temáticos y líderes experimentados, para terminar con una semana presencial, en esta oportunidad en Singapur, en que todos los estudiantes se reunieron y compartieron sus aprendizajes.

Durante 6 meses, los 34 participantes interactuaron con expertos temáticos y líderes experimentados, para terminar con una semana presencial en Singapur.

Acerca de las clases online, Sofía Herrera señala que “fue mucho más enriquecedora de lo que esperaba, ya que el equipo de UN Executive Leadership Programme, además de contar con una selección variada y muy interesante de profesores e invitados, manejaban muchas herramientas de interacción y participación online que fueron bien valiosas”. Sobre el encuentro en Asia menciona que “fue muy provechoso y sirvió para consolidar los vínculos humanos, los contactos y los aprendizajes”.

Representantes de instituciones de Kenia, Sudáfrica, India, Estados Unidos, Malasia, Australia, México, Nigeria, Irlanda, entre otros países, fueron convocados entre el 9 y 12 de mayo en Singapur, en una oportunidad para conocerse en persona, compartir experiencias, establecer contactos y reflexionar sobre los desafíos y transformaciones de la sustentabilidad.

“Hubo muchos aprendizajes significativos”, afirma Herrera, “quizás algunos de los más importantes es sentir realmente la oportunidad y responsabilidad de actuar y ser un líder dentro de esta crisis de cambio global, el internalizar las prácticas y valores y trabajar para ser un líder generoso y efectivo. También es muy interesante el aprender a usar todas las herramientas de procesos, sistematización y distintos mapas conceptuales que maneja la UN y los participantes que vienen del mundo corporativo, y que quizás el mundo científico y la academia no utilizan tanto”.

Entre las conexiones realizadas con personeros del mundo privado y agencias de las Naciones Unidas que le servirán en su labor en CAPES, Sofía Herrera menciona que “realicé contactos paralelos con dos instituciones muy interesantes de Singapur: National Parks of Singapur a través de la Dra. Lena Chan, autora del índice de Biodiversidad Urbana (también conocido como Índice de Singapur) y con la National University of Singapore a través de la profesional de Vinculación Estratégica Claire Oei, que trabaja en el centro de investigación de soluciones para el clima basadas en la naturaleza (Centre for Nature-based Climate Solutions). La Dra. Lena Chan nos brindó oficialmente su apoyo al programa de Jardines x la Biodiversidad y la profesional MSc Claire Oei compartió su experiencia, comentarios e ideas de cómo enfocar los recursos y esfuerzos de manera efectiva en labores de Vinculación y Transferencia”.

Singapur es conocida como una ciudad-estado muy moderna, con una alta calidad de vida para sus habitantes y un polo de comercio mundial. La directora del eje de Vinculación y Transferencia de CAPES relata que “el futuro está en Singapur en muchas áreas, y en otras no, y eso es lo interesante. Singapur en cuanto a biodiversidad urbana y los programas que ellos tienen, están muy avanzados, pero por ejemplo en temas como el reciclaje, en términos de lo que puede reciclar la ciudadanía, es súper limitado. Por otro lado, en cuanto a políticas públicas hay cosas muy interesantes, como que cada Ministerio tiene un “Departamento del Futuro”, donde se analiza lo que va a pasar y se desarrollan estrategias. Es una cultura asiática muy diversa y efervescente, muy interesante de poder visitar”.

El “Executive Leadership Programme for Sustainable Development», de Naciones Unidas, es un espacio muy atractivo y enriquecedor para los profesionales líderes que buscan fortalecer las capacidades y herramientas que les permitirán conformar equipos de trabajo y redes de colaboración internacionales, en pos de un desarrollo sostenible en un mundo cambiante.

Más información en: www.unssc.org/un-executive-leadership-programme-sustainable-development

Texto: Comunicaciones CAPES
Fotos cortesía de: Sofía Herrera (CAPES)

Los hitos y lecciones de SUFICA, el proyecto que llevó la fruticultura sustentable al centro de Brasil

Un grupo de investigadores chilenos, brasileños y británicos trabajó durante 5 años en un proyecto que buscó promover prácticas de intensificación ecológica en una zona de Brasil altamente afectada por la actividad humana, en un intento por replicar un nuevo enfoque de producción agrícola en un contexto latinoamericano.

La Caatinga, al noreste de Brasil (Crédito: Nadia Rojas).

Al noreste de Brasil, en un territorio que comprende cerca del 10% del área total del país, se encuentra la Caatinga. Esta ecorregión, llamada así por el tipo de vegetación que la cubre (caatinga viene del tupí “kaatinga” o “bosque blanco”), es un bioma único en el mundo, caracterizado por una flora desértica especialmente adaptada a ambientes secos, y compuesta por una rica diversidad de árboles, arbustos y matorrales, muchos de los cuales sólo se encuentran en esta parte del globo.

Es allí, también, donde cientos de agricultores frutícolas del valle de São Francisco hacen su vida bajo las inclemencias de este entorno semiárido, transformando, a su paso, la estructura, funcionalidad y biodiversidad de este magnífico ecosistema, amenazado por la actividad agrícola y el aumento de la sequía a causa del cambio climático.

Se estima, por ejemplo, que entre 1990 y 2010, una décima parte de este territorio —alrededor de 90 mil kilómetros cuadrados— se perdió a causa de la agricultura, la actividad forestal y la continua expansión urbana a la que se ha visto sometida, afectando a las 500 especies de aves y 1.000 especies de plantas —31% de ellas endémicas— que habitan la región.

Para hacer frente a este problema, un grupo de investigadores internacionales liderado por académicos de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido, creó SUFICA, un consorcio que buscó mejorar la sostenibilidad de la fruticultura que se realiza en el valle, un esfuerzo de 5 años que hoy llega a su fin con excelentes y prometedores resultados.

Conversamos con Eduardo Arellano, investigador CAPES y director del capítulo chileno de este proyecto pionero, para rememorar los principales hitos que marcaron el trabajo en la región y las lecciones que dejó SUFICA para el futuro de la investigación en agroecología y el desafío de contar con alimentos producidos —y consumidos— de manera sustentable con el medio ambiente.

Intensificación ecológica en ambientes semiáridos

Una de las aristas del proyecto fue la instalación de dispositivos para el monitoreo de fauna (en este caso reptiles) bajo los cultivo. Las mallas (al fondo de la foto) buscan guiar el paso de los animales por la lámina de concho monitoreada por la cámara trampa.

“Fruticultura Sostenible en la Caatinga” (o SUFICA, por sus siglas en inglés), nació en 2018 a partir de un llamado conjunto de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID) y el programa Newton Fund del Reino Unido para el levantamiento que proyectos de investigación asociativos entre investigadores del Reino Unido y de Chile que contribuyesen al desarrollo económico y al bienestar de otros países de la región bajo el tema de “Nexos Energía-Alimentos-Agua-Medio Ambiente”. Esto, nos cuenta Eduardo, permitió crear un proyecto multidisciplinario y global que abarcó toda la cadena de producción involucrada en la elaboración de agro-alimentos, desde la producción en el huerto hasta la venta en supermercados de Inglaterra.

¿En qué consistió el proyecto SUFICA y cómo nació esta colaboración?

“El proyecto es un consorcio de investigación internacional, conformado por investigadores de Brasil, Inglaterra y Chile, que buscó mejorar la sustentabilidad de la producción frutícola en áreas de prioridad para la biodiversidad, como son la zona semiárida de la Caatinga en Brasil y la zona central de Chile. En el proyecto se plantearon diversos desafíos sobre cómo potenciar el aporte de los predios a los servicios ecosistémicos, de modo de contar con alimentos que no impactarán negativamente en la biodiversidad de los lugares donde eran producidos”. 

La colaboración, añade Eduardo, fue una respuesta a las recientes señales del mercado en el sector agroalimentario, especialmente en Europa, para que los agricultores tomarán medidas para promover la biodiversidad.

“El proyecto incorporó la cadena completa de suministro de fruta, desde agricultores en Chile y Brasil hasta cadenas de supermercados (Waitrose) en Inglaterra, además de una plataforma nacida desde la industria que busca desarrollar métricas para la agricultura sustentable con uso a nivel predial de zonas semiáridas y mediterráneas”.

¿Cuáles fueron las principales áreas de estudio/trabajo?

“La investigación se centró en el estudio y promoción de los servicios ecosistémicos que mejoraban la producción de los frutales —polinización, almacenamiento de carbono y regulación del flujo de agua— y la evaluación de los beneficios que estos servicios traen a los mismos agricultores”, muchos de ellos, comenta Eduardo, reticentes a abandonar las técnicas tradicionales a favor de prácticas más amables con los entornos naturales.

El proyecto co-diseñó junto a productores y empresas exportadoras internacionales una serie de innovaciones basadas en la naturaleza en huertos frutales intensivos. “Estas innovaciones”, explica el también académico de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica, “generan múltiples beneficios ambientales, al tiempo que mejoran la rentabilidad de los predios a través de un mejor rendimiento o calidad y una reducción de insumos (agua y agroquímicos)”.

El enfoque, denominado “intensificación ecológica”, se ha mostrado prometedor en Europa y América del Norte, pero no había sido probado experimentalmente en ambientes tropicales semiáridos.

Una red sustentable para el futuro

Luego de 5 años de trabajo, ¿cuáles son los principales resultados y conclusiones a las que llegaron?

“Antes que todo, SUFICA nos permitió formar una red de investigadoras e investigadores, productores, asesores y exportadores de los tres países involucrados, con la realización de 8 talleres en Chile y Brasil, además de la instalación de pilotajes con agricultores que buscaban potenciar las acciones de intensificación ecológica en sus predios”.

“El principal resultado fue el aprendizaje del proceso de co-creación, donde se unió a investigadores y agricultores en busca de la priorización y adaptación de las mejores técnicas de intensificación ecológica en sus predios frutícolas. Además, se validó la herramienta online para gestionar la biodiversidad predial, para fruticultura de zonas mediterráneas”.

Una de las conclusiones principales, es que aún existen grandes brechas entre las actividades de los fruticultores y los objetivos globales de sustentabilidad. Si bien se entiende lo que se debe hacer en cuanto a acciones de intensificación ecológica que promuevan la biodiversidad, existen barreras culturales y sociales que dificultan o impiden la aplicación de estas prácticas. Para superar estas brechas se requerirá de incentivos, como los existentes en las políticas europeas”.

¿Qué productos de transferencia o divulgación dejó este proyecto? 

“A nivel de transferencia, se realizaron seminarios en Brasil y dos seminarios en Chile sobre avances del proyecto, acciones de intensificación ecológica y de adaptación y mitigación para el cambio climático. Tuvimos, además, dos seminarios de cierre en Chile, uno en Santiago y otro en Rancagua, los cuales contaron con una alta asistencia y participación”.

“En cuanto a divulgación, se generaron una serie de boletines (o booklets) y manuales en portugués o español, que describen en detalle la biodiversidad de la región a través de sus aves, mamíferos, fauna del suelo, flora e insectos, además de un manual de prácticas agrícolas de bajo impacto. Participamos, asimismo, en webinars y cursos online”.

“Finalmente, en lo que se respecta a producción científica, ya hemos publicado 4 artículos científicos y estamos en el proceso de cerrar las publicaciones de varios más asociados a distintos aspectos de biodiversidad en agricultura”, remata el investigador.

Junto a Arellano, el proyecto también fue liderado por Lynn Dicks, de la Universidad de Cambridge (UK), y contó con la participación de Fabiana Oliveira da Silva, Kátia Siqueira, Patricia Rebouças, Lúcia Kill y Vinina Silva Ferreira como co-investigadoras; Andrés Muñoz-Sáez (CAPES) y Liam Crowther como investigadores posdoctorales; Natalia Zielonka como estudiante de doctorado; Nadia Rojas como asistente de campo, además de Gonzalo Neira y Xavier Baudequin como miembros representantes de la industria.

Alcances y desafíos

¿Cuáles son los alcances de este proyecto en términos de sus aplicaciones futuras en agroecosistemas?

“Este proyecto refuerza uno de los objetivos más importantes de la Línea de Intensificación Ecológica de nuestro Centro, que es la identificación y transferencia de acciones que potencien servicios ecosistémicos y la biodiversidad. Generamos información relevante para sistemas frutícolas de Chile y Brasil sobre el potencial de adaptar recomendaciones de manejo que se implementan principalmente en el hemisferio norte”. 

“Además, la adaptación de la herramienta Cool Farm Tool para sistemas frutícolas permitirá a los productores identificar acciones y generar reportes de biodiversidad predial. Este es uno de los puntos más relevantes, porque la biodiversidad tiene aspectos muy locales que deben ser validados”.

¿Qué aprendizajes y lecciones obtuvieron de este proyecto, más allá de esos resultados?

“Una parte importante de la ejecución de SUFICA fue en plena pandemia Covid-19, por lo que la ejecución del proyecto fue un permanente desafío debido a que incorporaba viajes, trabajos de implementación y monitoreos en campo tanto en Brasil como en Chile. Finalmente, la colaboración e interés de los agricultores y los investigadores permitió sacar adelante los objetivos”.

“Para nosotros, el aprendizaje fue la inducción a redes internacionales de investigación en biodiversidad y agricultura mediante un proyecto de gran envergadura, que funcionaba en tres idiomas y que consideraba una gran diversidad de actores. Aprendimos sobre la realidad de los agricultores en Brasil en las zonas semiáridas de la Caatinga y como los mercados globales de fruta influencian las decisiones que toman los agricultores”.

Finalmente ¿qué pendientes dejó este trabajo para investigaciones futuras?

“Dentro de las acciones que se probaron se implementaron ensayos de cultivos de cobertura y perchas para rapaces. Se trabajó y avanzó en los diseños e implementación y se logró un monitoreo inicial, dejando pendiente las evaluaciones del efecto de estas intervenciones sobre la producción frutícola a largo plazo”.

“Gracias al proyecto, se conformó una red de colaboración de investigadores y estudiantes de la Universidad de Cambridge, Universidad de East Anglia, PUC, Universidad de Sergipe, Universidade Federal de Bahía y la Universidad del Valle de San Francisco, la que esperamos poder mantener en forma activa a través de otras iniciativas de carácter internacional”.

Texto: Comunicaciones CAPES

Ciclo de charlas online «Jardines por la Biodiversidad: Certifica tu jardín»

Cuándo: 15, 22 y 29 de marzo de 2023
Dónde: Modalidad telemática
Organiza:  Municipalidad de Vitacura, Corporación Chagual y CAPES

El ciclo de charlas “Jardines por la Biodiversidad: Certifica tu jardín” consta de 3 fechas en las que se trabajarán distintas temáticas relacionadas a la importancia de la biodiversidad y la ecología en nuestros jardines, apuntando hacia la sustentabilidad urbana.

Charlas

  • 1° charla: miércoles 15 de marzo, 19:00 horas: «La importancia de la ciudadanía para enfrentar la crisis ambiental y mejorar la salud humana»
  • 2° charla: miércoles 22 de marzo, 19:00 horas: «Prácticas de jardinería y manejo sustentable para implementar en tu jardín, balcón o terraza»
  • 3° charla: miércoles 29 de marzo, 19:00 horas: «Cómo convertirse en un ‘Embajador por la Biodiversidad’ y certificar tu jardín biodiverso».

Todas las charlas son gratuitas y abiertas a la comunidad.

✅ Formulario de inscripción: http://bit.ly/3kV6yDP

✅ Más información a: sustentabilidadeinnovacion@vitacura.cl

Jardines por la biodiversidad

“Certificación de Jardines por la Biodiversidad” es un programa piloto pionero en Chile que promueve prácticas de manejo sustentables, basadas en evidencia científica, para potenciar la biodiversidad en los jardines, balcones y/o terrazas de los vecinos de Vitacura.

La iniciativa, desarrollada por el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES y la Corporación Chagual, construyendo una cultura de naturaleza en Chile, con el apoyo de la Municipalidad de Vitacura, es de las primeras en Latinoamérica, y busca ser escalable y replicable en el resto del país.

Columna de Rafael Larraín, investigador CAPES: «Dependemos de los suelos»

A continuación, reproducimos íntegra la columna del investigador CAPES y académico de la P. Universidad Católica de Chile, Dr. Rafael Larraín, aparecido en Emol el pasado mes de diciembre, donde nos alerta sobre la importancia de los suelos para el mantenimiento de la vida en el planeta y la provisión de alimentos para la humanidad.

La vida de los seres humanos depende directamente de los suelos y su salud. Se estima que aproximadamente el 95% de nuestros alimentos se originan en esa delgada capa que cubre una parte importante del planeta. Durante toda la historia de la humanidad, los suelos han sido fundamentales para nuestro desarrollo, no solo para producir alimentos y obtener nutrientes, sino además entregándonos innumerables otros servicios, tales como filtrar y almacenar agua, regular el clima, capturar carbono atmosférico, descontaminar, etc.

Con demasiada frecuencia las personas ven el suelo como algo permanente, que estuvo y estará siempre ahí. En agricultura, solemos tratar el suelo como una capa mineral donde las raíces de las plantas se afirman y a la que debemos agregar las cosas que ellas necesitan para crecer: agua y algunos fertilizantes. Sin embargo, el suelo es en realidad un ecosistema extremadamente complejo con miles de interacciones que a lo largo de millones de años de evolución permitieron que las plantas y los animales se desarrollen en su superficie.

Sinfonía subterránea

Pero lo que pasa bajo la superficie es como una sinfonía silenciosa y maravillosa, donde cada uno de los integrantes de la orquesta se coordina y nutre de otros, para poder interpretar la obra maestra de la vida. Las plantas liberan nutrientes al suelo directamente desde sus raíces para que se desarrollen millones de bacterias y hongos. Algunas de estas bacterias y hongos protegen y nutren de vuelta a la planta, mientras que otras colaboran en descomponer los restos de raíces, insectos y otros animales muertos para reciclar esos nutrientes y permitir el nuevo crecimiento de las plantas.

Los millones de años de coevolución han permitido además el desarrollo de colaboraciones tan íntimas entre plantas y microorganismos, que muchas de ellas se han vuelto interdependientes y no pueden sobrevivir unas sin otras. Los ejemplos más conocidos incluyen a las bacterias conocidas como rizobios y a los hongos micorrícicos.

En el primer caso, la bacteria entra en las raíces y la planta le genera una pequeña casita (conocida como nódulos), donde las bacterias se reproducen y alimentan de las azúcares que la planta les da. A cambio, la bacteria captura nitrógeno desde el aire y lo transforma en moléculas que la planta es capaz de absorber y utilizar para construir sus propias proteínas. En el caso de los hongos micorrícicos, estos también pueden entrar a las raíces, pero tienen además la capacidad de extenderse por fuera de ellas. De esta manera, forman una nueva red complementaria a la red de raíces donde pueden entregar a la planta agua y nutrientes que pueden solubilizar directamente desde las partículas del suelo. A cambio, la planta le entrega también azúcares y otros nutrientes.

Cada día aprendemos más de estas interacciones, e incluso hace muy pocos años se describió por primera vez un ciclo conocido como rizofagia, donde la planta “ordeña” algunas bacterias del suelo. En pocas palabras, la planta deja que en la punta de sus raíces entren algunas bacterias del suelo llenas de nutrientes. En su interior libera una serie de compuestos que debilitan la membrana de la bacteria y permiten que algunos de los nutrientes que están dentro de la bacteria se filtren y liberen al interior de la raíz. Finalmente, la bacteria es expulsada desde la raíz nuevamente al suelo, donde puede comenzar a alimentarse y reproducirse nuevamente.

Nuevas prácticas

Estos procesos e interacciones se debilitan o terminan cuando utilizamos muchas de las prácticas agrícolas más frecuentes desarrolladas desde la revolución verde y que tienen implícitas una visión de que los procesos que ocurren entre el suelo y las plantas son principalmente físicos y químicos, y no biológicos. Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señalan que una tercera parte de la tierra ya está degradada, y estiman que la erosión del suelo podría implicar una reducción del 10 % en la producción de cultivos hacia 2050.

Por eso cuando logramos ver y entender que fomentar la actividad biológica del suelo es fundamental para su salud y desarrollo, a la vez que para la salud y el desarrollo de las plantas y los animales que dependen de ellas, entonces la paleta de herramientas que tenemos para trabajarlo cambia por completo.

Así, cada vez es más común que los agricultores entiendan los efectos dañinos del arado y la rastra, el uso de fertilizantes químicos, herbicidas, fungicidas, insecticidas, y otros elementos químicos que solían no cuestionarse. Y aunque varias de estas prácticas pueden seguir utilizándose, entender sus efectos secundarios sobre la vida del suelo ha permitido que con cada vez mayor frecuencia se estén utilizando manejos que ayudan a compensar los efectos negativos.

Entre las prácticas que es cada vez más frecuente observar se incluye mantener los suelos siempre con cobertura (plantas o restos vegetales), la utilización de fertilizantes orgánicos (guanos y compost entre otros) que no solo aportan elementos químicos naturales sino también inóculos de microrganismos benéficos, el uso de cultivos polifíticos (varias especies de plantas juntas), la planificación regenerativa del pastoreo, y la utilización de sistemas agrícolas mixtos con variadas combinaciones de sistemas de cultivos, árboles frutales o madereros, y ganado o animales menores (gallinas, patos, conejos, etc.).

El uso más frecuente de estas “nuevas” prácticas (que en realidad no son nuevas, sino que se han ido revalorizando o combinando de maneras innovadoras) apuntan hacia el desarrollo de una agricultura más sustentable, donde la salud del suelo juega un rol central y donde el foco va mucho más allá de no perderlo o dañarlo, sino en regenerarlo.


Rafael Larraín

Académico de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Pontificia Universidad Católica. Agrónomo y Doctor en Ciencias Animales de la Universidad de Wisconsin, EE.UU., integra también el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad CAPES. En los últimos años su trabajo se ha centrado en Ganadería Regenerativa y Manejo Holístico, usando el ganado como una herramienta para fortalecer a productores, comunidades y el medio ambiente. Ha coordinado además la creación de un Centro de Agricultura y Ganadería Regenerativa en la Estación Experimental de la UC. La columna de ciencia es coordinada por el proyecto Ciencia 2030 UC.

Texto: Emol

Presentan «GeoLibro» que entrega bases para una gestión integrada de áreas litorales

El libro, realizado por académicos de la Universidad Católica, CAPES, el Observatorio de la Costa, Instituto Milenio SECOS y CIGIDEN, se dio a conocer en el seminario internacional «Ley de Costas para una nueva gobernanza costera en Chile”, evento que celebró el ingreso al Senado de la Ley de Costas.

Aunque hasta hace una década la erosión no era considerada un problema en Chile, el cambio climático, las marejadas y los desastres de origen natural se han sumado a la intervención humana en los paisajes costeros, confluyendo para generar un escenario preocupante. 

En ese contexto, durante el seminario internacional «Ley de Costas para una nueva gobernanza costera en Chile”, realizado en el Ex-Congreso Nacional, se dio a conocer el GeoLibro “Hacia una Ley de Costas en Chile: bases para una Gestión integrada de Áreas Litorales”. El texto fue elaborado por diversos científicos y científicas del Observatorio de la Costa, el Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile; el Centro de Investigación para la Gestión integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN) y el Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS). Entre ellos, el también investigador del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES), Sergio Navarrete.

“En Chile tenemos suficiente evidencia científica para poder generar una visión integrada de cómo funciona nuestra costa, pero necesitamos integrarla a las políticas públicas. Este libro documenta cómo la costa de nuestro país ha cambiado en los últimos 50 años y esperamos que sea un apoyo para sentar las bases de la propuesta de Ley de Costas”, señala Carolina Martínez, directora del Observatorio de la Costa, académica de Geografía UC e investigadora SECOS y CIGIDEN, quien ha liderado la visión científica de la Ley de Costas.

El documento compila a través de 28 capítulos escritos por diversas personas de las ciencias y especialistas, las bases físicas, normativas e institucionales de la costa chilena y describe cómo ha cambiado durante las tres últimas décadas. Estas bases se centran en la gestión integrada, conocimiento físico, socioeconómico, ambiental y cultural, el entendimiento de las amenazas, riesgos y desastres, la influencia del cambio climático, la normativa, institucionalidad y gobernanza, protección de ecosistemas, ordenamiento territorial y los conflictos y desafíos para la gobernanza. 

“Este GEOLibro, es un esfuerzo académico motivado por aportar desde la interdisciplina y transdisciplina, a una problemática compleja que, si bien nos muestra un desolador diagnóstico, nos presenta también oportunidades de cambio para generar actuaciones de recuperación, restauración o reconstrucción del espacio costero, utilizando diferentes instrumentos o recursos de gestión. Para ello, será necesario una colaboración más amplia de todos los sectores de la sociedad y una voluntad política de cambio, aspectos que serán claves para este viaje hacia la sostenibilidad. Creemos decididamente que esto es posible, trabajando en el diálogo y la cooperación”, señalan los editores del documento: Carolina Martínez (Geografía UC, SECOS, CIGIDEN), Rodrigo Cienfuegos (CIGIDEN e Ingeniería UC), Juan Manuel Barragán (Universidad de Cádiz), Rodrigo Hidalgo (Geografía UC), Federico Arenas (Geografía UC) y Luis Fuentes (Geografía UC), y Navarrete (ECIM UC, SECOS y CAPES)

El texto, que incluye un análisis de 66 playas entre Arica y Chiloé, tiene como objetivo la transformación sostenible fundamentada en ciencia, participación, diálogo y colaboración entre sus distintos actores y ámbitos.

“Muchos han sostenido que las ciudades viven de espalda al mar. Hoy, la falta de ordenamiento territorial en la costa es una visión de arrastre, que ya nos está pasando la cuenta”, dijo el senador Alfonso de Urresti durante el lanzamiento en el Ex-Congreso Nacional, quien además es uno de los autores del proyecto de Ley de Costas. 

En ese sentido, este libro blanco de la Ley de Costas para Chile, espera promover espacios de diálogo, reflexión y acción, frente a problemáticas urgentes de resolver sobre sostenibilidad de los espacios marino-costeros, la justicia ambiental, la equidad y vulnerabilidad social, la adaptación al cambio climático y el desarrollo humano en general.

Revisa al GeoLibro “Hacia una Ley de Costas en Chile: bases para una Gestión integrada de Áreas Litorales” aquí.

Texto: Comunicaciones SECOS

Con éxito se realiza primer taller internacional sobre el calamar argentino

Entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre de 2022, con el mar de la Estación de Investigaciones Marino Costeras (ECIM), de la Universidad Católica en Las Cruces, de fondo, se realizó el “Primer Taller Internacional sobre Dinámica Poblacional del Calamar Argentino (Illex argentinus)”, organizado por el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad CAPES

El calamar argentino (Illex argentinus) se distribuye en las aguas al sur del océano Atlántico y es una de las especies de cefalópodos más capturadas en el mundo. A pesar de la importancia económica de esta especie para la seguridad alimentaria de países como Argentina, China, Corea del Sur, Uruguay o España, no existe un manejo pesquero a nivel regional. Tampoco se cuenta con una evaluación de stock que cubra la distribución completa de este calamar en el Atlántico Sur.

Es por esto que CAPES ha sido el anfitrión del primer taller internacional sobre el calamar argentino, que tuvo como objetivo principal indagar sobre la información disponible que permita lograr un manejo sustentable de esta pesquería en la zona. Durante el encuentro se revisó la biología básica, la dinámica poblacional y los métodos de evaluación de la abundancia para el calamar argentino.

La actividad tuvo como investigadores principales al Dr. Rubén Roa-Ureta, consultor independiente con 30 años de experiencia en ecología marina y pesquerías y autor de más de 60 artículos en revistas especializadas; y al Dr. Rodrigo Wiff, investigador de la línea 4 de CAPES y en el Instituto Milenio de Socioecología Costera, SECOS. El taller contó con la participación de destacados científicos de América del Sur, Europa y las Islas Malvinas-Falkland.

Conversamos con Rodrigo Wiff acerca de las temáticas discutidas en el workshop, además de los desafíos y perspectivas de investigación en esta área. El científico pesquero comienza contextualizando la importancia del calamar argentino señalando que “es una de las especies de cefalópodos con mayores volúmenes de capturas en el mundo. El principal uso es a través de consumo humano directo, siendo Europa y Asia los mayores mercados de venta bajo la forma de anillos (rabas) de calamar”.

Illex argentinus se captura en la zona económica exclusiva de los países ribereños del Atlántico sur y en aguas internacionales. Algunas cifras para ilustrar su importancia económica: entre 2010 y 2019 se desembarcaron 410.000 toneladas por año, lo que representa aproximadamente el 10% de los desembarques mundiales de cefalópodos. Ocho países fueron responsables de casi la totalidad de estos volúmenes: China (34,9%), Argentina (27,1%), Taipei Chino (22,9%), Corea del Sur (9,1%), España (3,5%), Islas Malvinas-Falkland (1,2%), Vanuatu (0,8%) y Uruguay (0,3%).

“Como cualquier recurso que es explotado por diferentes países, tanto en aguas de jurisdicciones como en mar abierto, las principales dificultades se presentan por tener acuerdos de manejo entre diferentes usuarios de la pesquería”, explica Wiff. Con respecto a la evaluación formal de la población de calamares, que permita garantizar una futura gestión sostenible, el investigador destaca que “la evaluación de stock en calamares en general es compleja, debido a que tienen ciclos de vida particulares, son regularmente migradores de vida corta y donde la edad de los individuos es difícil de asignar”. El taller buscó comenzar a recopilar información relevante acerca de estos y otros temas.

Evidencia científica para el manejo sustentable de recursos 

Con una población que hace unas semanas sobrepasó los 8 mil millones de habitantes, el desafío de alimentar a tantos seres humanos se cruza con una disponibilidad de recursos finita, en la tierra y en el mar, con el riesgo de sobreexplotación e incluso colapso de algunas especies . Por ejemplo, en Chile, según el informe de estados de pesquerías año 2021, de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), de las 28 especies sobre las cuales existe Punto Biológico de Referencia (PBR), 10 se hallan sobreexplotadas y 6 agotadas o colapsadas. Entre las primeras se encuentran la sardina común, el bacalao de profundidad, el congrio dorado del norte y del sur, la merluza común y la merluza austral, mientras que la merluza de tres aletas y la merluza de cola de la zona sur austral están agotadas.

La seguridad alimentaria mundial es la principal razón para desarrollar una metodología de manejo sustentable de recursos naturales, terrestres y marinos, basado en investigación científica, Para el caso de los recursos provenientes del mar, Rodrigo Wiff indica que “el manejo de recursos se basa en la premisa de que conocemos, con algún grado de certeza, la cantidad de animales que están en el agua y cuánta es la producción que estos animales generan en el largo plazo. Para responder esas preguntas se debe tener evidencia científica que asesore las decisiones posteriores de manejo”.

Es así como en este taller, según comentó Rodrigo Wiff, se discutieron “datos disponibles a nivel regional, posibles métodos de evaluación de stock” del calamar argentino, pero también “se esbozaron los primeros pasos para caminar hacia una organización que haga manejo pesquero regional sobre este recurso”.

Entre los principales resultados del workshop, el investigador menciona que “existe mucho interés regional en caminar hacia un manejo sustentable de este recurso. Se acordó generar un grupo establecido de científicos que haga recomendaciones de investigación y manejo en esta pesquería. Las perspectivas de trabajo son múltiples, tanto desde el punto de vista de biología básica, indicadores pesqueros, evaluación de stocks y manejo de especies transnacionales”. 

Texto: Comunicaciones CAPES