Coloquio y taller «Habitabilidad II»

Cuando: miércoles 17 (9:00 hrs.) y sábado 20 (10:00 hrs.) de abril
Dónde: Casa Central UC (Sala por definir)
Organiza: Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES)

¿Cómo se hace habitable un lugar?, ¿Cuáles son las condiciones para que un lugar sea habitable?, son algunas de las preguntas que tratará de responder un grupo de investigadores e investigadoras en el coloquio y taller Habitabilidad II, que se llevará a cabo el 17 (coloquio) y el 20 (taller) de abril próximo en Casa Central UC.
El coloquio del miércoles 17 de abril, de 09:00 a 17:30 horas, contará con la participación del filósofo italiano de la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales (EHESS) de Francia, Emanuele Coccia, seguido por presentaciones de Aline Hodges, Juan Pablo Luna, Natalia Villavicencio, Rodrigo Booth, Mauricio Lima, Ricardo Rozzi y Meredith Root-Bernstein

El sábado 20 de abril a las 10:00 horas, se realizará el taller “Visualizando narrativas y condiciones de habitabilidad“, a cargo del artista Pablo DelCielo.

Los y las investigadoras invitan a pensar la habitabilidad más allá de la perspectiva física y material, que busca responder a las necesidades básicas. En este encuentro se indagará en la sostenibilidad, las transformaciones y las temporalidades del habitar, las relaciones sociales, entre especies y con materiales, y los significados y las narrativas que permiten habitar.

La actividad es apoyada por CAPES UC y ANID.

Lugar: Casa Central UC (Sala por confirmar).
Inscripciones: https://forms.gle/ybQF1sqxDu24ocqC9
Contacto: habitabilidad.dos@gmail.com

CAPES y Facultad de Ciencias Forestales de la U. de Chile capacitan en terreno a profesionales CONAF

El pasado 7 y 8 de noviembre, 14 funcionarios CONAF provenientes de diversas regiones del país participaron de un taller que buscó validar la efectividad y utilidad de los planes de restauración como instrumentos de gestión y conservación de los ecosistemas naturales y los servicios que éstos proveen, con miras a la aplicación del Plan Nacional de Restauración a Escala de Paisajes (PNRP) elaborado por el Estado de Chile en 2020.  

El taller, coordinado por el investigador CAPES y académico de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la U. de Chile, Dr. Juan Ovalle, fue una continuación práctica del curso celebrado el pasado año a estos mismos profesionales, y, al igual que éste, se enmarca dentro del Plan Anual de Capacitación encargado por la Gerencia de Conservación de Ecosistemas Boscosos y Xerofíticos de CONAF en 2022.

Durante esa primera instancia, los participantes elaboraron una serie de pautas técnicas para establecer criterios de selección de material de propagación (semillas y plantas nativas) en viveros forestales, y criterios para el monitoreo del avance de los procesos de restauración a escala de paisaje, ambas con implicancias directas en componentes del PNRP. En este segundo taller, denominado “Desarrollo de Pautas Técnicas para la Evaluación de Proyectos de Restauración”, Ovalle y su equipo buscaron validar la efectividad de estos instrumentos aplicándolos a experiencias reales de restauración en terreno.

Validando pautas en Quebrada de la Plata

En la primera jornada del taller, los estudiantes visitaron las dependencias de la Estación Experimental Germán Greve Silva, en la comuna de Maipú, para informarse sobre los principales aspectos prácticos a considerar a la hora de realizar un monitoreo de restauración de paisaje, y recibir instrucciones generales sobre la jornada.

Las exposiciones, a cargo del profesor Ovalle y la coordinadora de la Estación Experimental, Solange Vargas, también sirvieron para conocer el trabajo que realiza la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile en este recinto, que además de contar con espacios para la producción de rumiantes menores y el manejo de pastizales en áreas de secano, alberga también uno de los 11 santuarios de la naturaleza que posee la región Metropolitana, el Santuario Nacional Quebrada de la Plata.  

Justamente, una vez concluidas las presentaciones, los participantes del taller debieron recorrer buena parte de las 1.100 hectáreas del Santuario para observar, en terreno, tres de los proyectos de restauración que actualmente se ejecutan en esta zona, con el fin de levantar datos que les permitieran evaluar adecuadamente el estado de avance de estos experimentos, utilizando para ello las pautas técnicas diseñadas en el curso de 2022. 

De regreso a la Estación, los estudiantes fueron parte de un trabajo grupal donde discutieron y validaron los criterios y/o atributos seleccionados para el monitoreo de estos proyectos, el cual estuvo a cargo de la profesora de la Facultad de Ciencias Forestales de la U. de Chile, Dra. Anahí Ocampo.

Sobre esta primera jornada, el profesor Ovalle dijo que “la importancia de que profesionales como los de CONAF aprendan y se involucren en estos procesos de capacitación es muy grande, dado que ellos van a ser actores fundamentales de la implementación del Plan Nacional de Restauración a Escala de Paisaje. Ellos van a tener la tarea de monitorear el avance de los procesos de restauración que se van a ir dando durante la próxima década. De ahí lo importante de que conozcan la diversidad de metodologías que hay para monitorear procesos de recuperación de ecosistemas degradados.” 

Por su parte, la Dra. Ocampo valoró positivamente esta segunda versión práctica del curso: “estoy muy contenta de haber participado en esta nueva edición, donde por fin pude conocer personalmente a cada uno de los estudiantes, y aprender muchísimo de ellos, que son profesionales con mucha experiencia. Fue muy grato estar caminando entre las parcelas y poder discutir y poder escuchar las distintas visiones que tienen, lo que me permitirá ajustar mis clases y metodologías a sus realidades y a lo que necesitaban”. 

Estudiando semillas en San Pedro

El miércoles 8 de noviembre las y los profesionales de CONAF participaron de la segunda jornada donde se desarrolló un taller teórico-práctico donde pusieron sus aprendizajes a prueba en el Vivero San Pedro, en la región Metropolitana.

Allí, se tomaron en consideración aspectos en la cadena de provisión de semillas y plantas para planes de restauración. De esta manera, se realizó la aplicación de una pauta técnica que tomó en cuanto el levantamiento de información del vivero a partir de datos entregados por su encargado; la evaluación de atributos e indicadores de calidad de infraestructura como de la calidad de semillas y plantas de vivero.

Claudia Alcaraz, profesional de la Red de Viveros de CONAF, desde donde se encargan de las 30 unidades a nivel nacional destacó la importancia de este tipo de capacitaciones “principalmente para ver la ejecución respecto del trabajo que nosotros realizamos en nuestras unidades y evaluar si, además de los viveros a nivel nacional que producen plantas para distintos fines, como los productos se orientan hacia la reforestación”.

Juan Vera, encargado del Vivero San Pedro y quien lleva más de 20 años trabajando en esta área destaca la participación y el uso de espacios para el desarrollo de nuevos conocimientos. “Me parece excelente que se puedan hacer este tipo de capacitaciones en nuestra Unidad y todas estas instancias sirven de aprendizaje tanto para nosotros como trabajadores para poder traspasar estos conocimientos”, señala Vera.

“Con esta capacitación estamos desarrollando un instrumento de evaluación para seleccionar los viveros idóneos para proveer semillas y plantas nativas para los proyectos de restauración», comenta el profesor Ovalle. Y agrega que: “el grupo de profesionales de diferentes comunas y oficinas de CONAF, está encargado de evaluar una pauta técnica que ellos mismos diseñaron y que validamos en un vivero”.

Revisa más imágenes de ambas jornadas

Texto: Comunicaciones CAPES y Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza, U. de Chile

CAPES organiza taller sobre fototrampeo junto a destacado biólogo

La actividad, desarrollada en conjunto con la Corporación Podion a través de su Programa “Servicio al mundo”, entregó a sus 22 participantes una serie de herramientas analíticas y teóricas para el diseño de muestreos de datos obtenidos mediante cámaras trampa, con el objetivo de aportar en el conocimiento de la ecología y conservación de los mamíferos nativos y exóticos presentes en la región.

El investigador del Instituto de Ecología de México (INECOL), Gabriel Andrade Ponce, fue el relator del curso durante sus tres jornadas.

Algunos de los integrantes del taller junto a Gabriel Andrade (izquierda de la pantalla).

Como parte de la visita de 14 días del investigador colombiano Gabriel Andrade Ponce a Chile, el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES, en colaboración con la Corporación Podion para la promoción de procesos de desarrollo participativo y sostenible, y su programa de intercambios académicos “Servicio al mundo”, organizó un taller dedicado al análisis de datos a partir del muestreo con cámaras trampa, un instrumento de investigación que permite a biólogos, ecólogos y otros científicos ambientales conocer la ecología, estructura y comportamientos de diversas especies de mamíferos, en aras a su conservación y/o control.

Realizado entre el 2 y el 4 de mayo, “Cámaras trampa en R: Procesamiento, Organización y Análisis de datos de fototrampeo” entregó a 22 estudiantes provenientes de diversas instituciones del país una serie de recomendaciones y consideraciones para la correcta realización de muestreos de datos mediante esta técnica, desde los objetivos e hipótesis ecológicas, hasta los tipos de diseños de muestreo y las consecuencias a la hora de definirlos para el avance en el conocimiento ecológico y de conservación de estas especies.

El taller fue realizado en la Sala Claudio Gay de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica, e incluyó una capacitación en el uso del software libre DigiKam (para organizar y etiquetar fotografías obtenidas de cámaras trampa), y de CamtrapR, un paquete de lenguaje de programación R que emplea la información generada en DigiKam para reportar de manera ordenada y eficiente estos metadatos. 

Gabriel Andrade, licenciado en Biología en la Universidad Nacional de Colombia y máster en Ciencias en el Instituto de Ecología A.C. de Xalapa, México, visitó nuestro país durante las primeras semanas de mayo gracias al patrocinio del programa “Servicio al mundo”, una iniciativa que financia la estadía de investigadores latinoamericanos en otros países de la región con el objetivo de generar alianzas y cooperaciones entre instituciones dedicadas a la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible. 

Durante su visita, Andrade también participó en la capacitación de investigadores CAPES para el estudio de la ecología espacial de los conejos en la Isla Robinson Crusoe en el Archipiélago Juan Fernández, parte de la línea de investigación del proyecto “Conociendo mejor al conejo europeo en Chile para dimensionar sus impactos y plantear recomendaciones para su gestión”.

“Actualmente estamos revisando los datos de las cámaras instaladas en Robinson Crusoe para analizar la abundancia de esta especie y su impacto sobre el funcionamiento de los ecosistemas”, explica Paola Correa Cuadros, investigadora postdoctoral de CAPES/ANID y coordinadora de la iniciativa, “En el proyecto, queremos identificar con mayor precisión la distribución geográfica y abundancia actual del conejo en la isla, para realizar a futuro una valoración más completa de sus impactos y una toma de decisiones bien informada que permita mejorar las políticas públicas de manejo de esta especie invasora”.

Andrade, quien cuenta con una vasta experiencia como profesor coordinador e invitado de varios cursos sobre el uso de datos provenientes de cámaras trampa y modelos de ocupación y co-ocurrencia a lo largo de Latinoamérica, pudo capacitar al equipo de trabajo destinado a estas tareas: Valentina Valenzuela, estudiante de pregrado de biología UC; Carlos Riquelme, estudiante de doctorado de ecología UC, y la misma Correa.

“La capacitación que Gabriel realizó al grupo de trabajo en Conejos europeos en Robinson Crusoe fue de gran ayuda para entender, aplicar y modificar nuestros análisis estadísticos, de modo de detectar y realizar cálculos de abundancia y distribución del conejo europeo con mayor precisión”, resaltó la investigadora. “En cuanto al curso”, añadió, “todos los participantes evidenciaron que las herramientas entregadas por Gabriel habían sido claras y de mucha ayuda para plantear un diseño metodológico de cámaras trampa, saber cómo analizar los datos, que modelos usar y cómo interpretar los resultados”.

Los organizadores del curso esperan contar nuevamente con la presencia de Andrade para noviembre próximo, instancia donde contemplan realizar una nueva versión de esta actividad.

Texto: Comunicaciones CAPES

Taller capacita a guardaparques en la detección del conejo europeo y mixomatosis

La instancia se enmarca dentro del proyecto “Detección y caracterización de la enfermedad viral Mixomatosis en poblaciones de conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) en Chile central”, coordinado por CAPES, CONAF y la Facultad de Ciencias Veterinarias de la U. de Chile.

Sebastián Carrasco Fernández, uno de los investigadores del proyecto, explicando la metodología de muestreo de conejos.

La Reserva Nacional Lago Peñuelas, ubicada 12 kilómetros al sudeste de la ciudad de Valparaíso, fue el lugar elegido para la realización del primer taller CAPES sobre estudio y monitoreo del conejo europeo (Oryctolagus cuniculus), una especie invasora introducida en Chile a finales del siglo XIX y cuya distribución real, 150 años después, aún no se conoce del todo.

El taller, celebrado el pasado 6 de abril, contó con la participación de los guardaparques y el personal de apoyo de la reserva, quienes pudieron ver, de forma inédita, los dos primeros adelantos de una serie de videos informativos destinados a actualizar y capacitar al personal de CONAF en la identificación de esta especie, sus rasgos biológicos y ecológicos más característicos y las prácticas de manejo más adecuadas para su control.

La instancia se enmarca dentro de un proyecto conjunto entre CONAF, FAVET Uchile y el Centro de Ecología Aplicada (CAPES) denominado “Detección y caracterización de la enfermedad viral Mixomatosis en poblaciones de conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) en Chile central”, cuyo objetivo es conocer el estado de la invasión del conejo en esta parte del territorio chileno. “Para nosotros es muy importante contar con los ojos de aquellos actores que están en el territorio, porque una especie tan extendida como el conejo es imposible monitorearla de manera centralizada” explicó Miguel Díaz, Coordinador Nacional de Conservación de Especies Animales y Humedales del SNAPE y coordinador CONAF del proyecto, en sus palabras de apertura.

De la misma opinión fue Gabriela Flores, profesional de la línea de Dirección del CAPES y coordinadora del proyecto en representación del centro, y quien también participó en la reunión: “los guardaparques CONAF son fundamentales para la generación de conocimiento sobre el conejo europeo en Chile. Ellos se encuentran trabajando en terreno, observando día a día la flora y fauna en más de 100 áreas protegidas a lo largo del país” comentó.

Durante el taller, también se instruyó a los presentes en la detección de mixomatosis en los conejos, una enfermedad infecciosa de origen viral que afecta exclusivamente a la familia de los lepóridos (conejos y liebres), y que se caracteriza por abscesos en la piel y en las membranas mucosas, particularmente en cabeza y genitales. “En Chile ésta es una enfermedad de denuncia obligatoria al Servicio Agrícola Ganadero (SAG). Lo que nosotros quisimos en este taller fue enseñar a los guardaparques a reconocer esta enfermedad para que estén atentos a la presencia de conejos con su sintomatología y notificar al SAG y a CONAF cuando detecten alguno de estos casos. La idea es, en la medida de nuestras capacidades, realizar muestreos que nos permitan caracterizar mejor esta enfermedad”, expresó Flores.

Luego de la presentación de los videos, desarrollados por la agencia audiovisual E-voluciona, los asistentes también pudieron conocer el estado de avance del proyecto de la voz del mismo Miguel Díaz y de los distintos investigadores que forman parte de él. “Nos pareció pertinente e importante que los guardaparques pudieran conocer las preguntas, metodologías y primeros resultados de esta investigación” comentó Flores, “que contempla a la Reserva Nacional Lago Peñuelas dentro de los sitios de estudio”.

“Nosotros en la línea de dirección de CAPES estamos muy interesados en colaborar con CONAF para el diseño e implementación de investigaciones que permitan generar antecedentes relevantes para la gestión de especies exóticas invasoras y la conservación de fauna silvestre” continuó la profesional. “Esta investigación, liderada por CAPES, CONAF y la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la U. de Chile, se aproxima al conejo europeo desde diferentes perspectivas como, por ejemplo, la ecología de poblaciones, la ecología comunitaria y la caracterización de enfermedades infecciosas. En el ámbito de las enfermedades infecciosas, también contamos con apoyo técnico internacional de CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation), agencia con una enorme experiencia en la investigación de enfermedades del conejo y también en el control de esta plaga en Australia”.

La profesional CAPES, Gabriela Flores, agradeció a la Reserva Nacional Lago Peñuelas por la organización del taller.

Invasores eficientes

El conejo europeo fue introducido en el centro y sur de Chile en la década de 1880, y hoy, se encuentra entre las especies invasoras que más afectan el ecosistema chileno, generando una pérdida aproximada de 3 millones de dólares por año. “Los conejos son invasores eficientes” explica Paola Correa Cuadros, investigadora posdoctoral de CAPES y ejecutora principal de la iniciativa. “Son especies capaces de colonizar desde matorrales semiáridos hasta bosques templados debido a su alta capacidad reproductiva y su adaptabilidad para explotar recursos alimenticios variados, como arbustos, corteza de árboles, frutales, cactus, tubérculos, rizomas, flores, hierbas, pastos, y en casos extremos, cualquier tejido vegetal”.

En Chile, los conejos europeos presentan una extensa distribución, desde la Región de Atacama por el norte, la Región de Los Lagos por el sur, en incluso en buena parte del área continental de la Región de Magallanes. De acuerdo con PNUD (2017), el conejo podría también estar presente en las regiones de Antofagasta y Aysén, debido a la presencia de hábitat adecuado. “No obstante, la información disponible sobre la distribución y abundancia de conejos en Chile es muy general y sería valiosa una mayor precisión”, añade Correa.

La ecóloga y especialista en dinámica poblacional de plagas y especies invasoras también detalla los impactos que tiene este mamífero en los ecosistemas que invade: el conejo europeo causa grandes daños tanto en los ecosistemas como en los sistemas productivos chilenos que coloniza. Específicamente, los conejos afectan la productividad de los cultivos agrícolas y forestales, y compiten con el ganado y la fauna nativa. Además, afectan el funcionamiento de los ecosistemas, su biodiversidad y la viabilidad de plantas nativas; dispersan especies de plantas invasoras, y erosionan laderas”.

Los mayores estragos de las poblaciones de conejo, revela, son ocasionados en islas como Robinson Crusoe, Santa Clara, e Isla Grande de Tierra del Fuego, y en Chile central, específicamente en el bosque esclerófilo. “Este lagomorfo ha generado un profundo cambio en la distribución espacial de plantas nativas, favoreciendo el crecimiento de especies invasoras de plantas como la amapola (Papaver somniferum) y alterando la sucesión del bosque nativo.

No obstante, la especie también tiene impactos positivos en la conservación, ya que forma complejas redes de interacción con depredadores nativos, siendo un recurso alimenticio importante. “En los últimos años se ha registrado un aumento del consumo de conejo por parte de los depredadores, es decir, si el conejo desapareciera o se viera afectado por alguna causa que disminuya su población, afectaría las dietas de estos depredadores (zorro culpeo, zorro chilla, peuco y el águila ratonera de pecho negro)”. De ahí la importancia de más y mejor información sobre su estado de invasión y dinámicas de población actuales.

Conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) ©Jose L. Manzanero

Buenas impresiones

Para Oscar Salazar, administrador de la Reserva Nacional Lago Peñuelas, la visita de los miembros CAPES fue una rara oportunidad de generar vínculos más estrechos y provechosos entre la academia y el personal experto de CONAF. “El material mostrado género una muy buena percepción por parte de nuestros guardaparques, sobre todo por lo didáctico y claro de su lenguaje. La instancia, además, es muy relevante debido a que es posible realizar retroalimentación entre el mundo científico y nosotros, los conocedores in situ del área” acotó.

En cuanto a la presencia de conejos en la zona, el profesional comentó que “hoy en día se nota una gran población de conejos en la reserva, los que, a causa de la sequía, se ven obligados a buscar agua en los árboles o plantas, depredando individuos de diferentes especies vegetales, y entre ellos, todas las plantaciones recientes de bosque nativo que hemos estado produciendo para combatir la deforestación. El impacto, por lo tanto, es alto desde el punto de vista de la biodiversidad y también monetario”.

Para Salazar, “un guardaparques bien informado y entrenado podría ser incluso un agente controlador de la especie en cuestión, por ejemplo, podría tener un coto de caza de conejo con algún método de bajo impacto como el rifle de aire comprimido. Con esta acción, estaría contribuyendo directamente al control de una especie exótica invasora considerada una amenaza directa al Área Protegida”.

Por su parte, Gabriela Flores también valoró la realización de este primer taller en lago Peñuelas, porque “nos permitió conocer mejor a los guardaparques, apreciar su entusiasmo por adquirir nuevas herramientas y, en especial, descubrir su excelente disposición a compartir con nosotros su experiencia y conocimientos de campo. Además, luego del taller pudimos recorrer la reserva, apreciando la abundancia local del conejo a través de la observación de ejemplares, y en especial la abundancia de sus heces y madrigueras. Fue muy llamativo apreciar la alta presencia de conejos pese a la sequedad del paisaje, donde lamentablemente, a la fecha de la visita, no había asomo del lago que le dio su nombre a la reserva”.

Algunas de las tantas madrigueras de conejo presentes en la Reserva Nacional Lago Peñuelas.

Texto: Comunicaciones CAPES

Taller «Desafíos técnicos para la reforestación de zonas afectadas por sequía» | 4 de noviembre

El taller «Desafíos técnicos para la reforestación de zonas afectadas por la sequía», a realizarse el próximo jueves se enmarca en el Proyecto FIBN 034/2018 “Técnicas silviculturales costo-efectivas para reducción de estrés hídrico de plantas en procesos de restauración de bosque esclerófilo”, dirigido por el Dr. Eduardo Arellano de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en colaboración con investigadores/as del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES), Universidad de Chile y Universidad de O’Higgins.

El Taller constará de charlas y mesas de trabajo con representantes de la academia, servicios públicos, sector privado, y otras organizaciones de la sociedad civil, donde se espera que participen interesados en prácticas de reforestación de especies nativas con fines de compensación y restauración ecológica. En las mesas se discutirá respecto del manejo de plantas en vivero, manejo del sitio de plantación, sustratos y enmiendas orgánicas para la plantación, monitoreo post-trasplante y respuestas fisiológicas de la planta frente al estrés hídrico. Asimismo, las mesas de trabajo identificarán necesidades de adaptar las prácticas tradicionales de reforestación al contexto de menor disponibilidad de agua en la zona central de Chile producto de la crisis climática.

Cómo participar

Correo de inscripción: creyr@uc.cl
Plazo de inscripción: Hasta el 2 de noviembre, cupos limitados.
Consultas: Camila Rey (creyr@uc.cl); Juan Ovalle (juan.ovalle@uchile.cl)

Taller de propagación de plantas nativas ornamentales | Domingo 24 de octubre

El Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES) y la iniciativa PropagaNativas les invitan a participar del taller «Propaguemos plantas nativas», a realizarse en el marco del próximo Festival de la Ciencia, FECI 2021, entre los días 20 y 24 de octubre.

Este taller, a realizarse de forma online el próximo domingo 24 de octubre a las 10:00 hrs., busca introducir a las personas a la propagación de plantas nativas. Para ello, hablaremos de la importancia de propagar plantas nativas y darles un espacio en nuestras ciudades; entregaremos conocimientos acerca de nuestra flora nativa y su ecología, saberes fundamentales y poco conocidos a la hora de propagar plantas. Por último, enseñaremos técnicas básicas de propagación en casa, enfocándonos en especies nativas de fácil propagación y alto valor ornamental. 

Impartido por los investigadores Javiera Chinga y Benito Rosende (Propaganativas), el taller tambi´´én entregará herramientas teóricas y prácticas para iniciar tu propio proyecto de propagación de plantas nativas en tu hogar.

El taller es gratuito y abierto a todo público. Las y los interesados pueden inscribirse completando este formulario de inscripción.

Vecinos con plumas: apreciando la biodiversidad desde la inclusión

Durante octubre de 2019, un grupo interdisciplinario de docentes e investigadores visitó un colegio de niños con discapacidad visual para enseñarles sobre la enorme biodiversidad de aves presente en la Región Metropolitana. La experiencia, nos cuentan, les ayudó a entender lo necesario de una educación ambiental multisensorial, e inclusiva, en las aulas chilenas.

Amanece en Santiago, e incluso antes de abrir los ojos, ya sabemos que la ciudad ha despertado.

El ruido de un auto cortando el aire irrumpe por la ventana, seguido de cerca por los ladridos de un perro. A lo lejos, se escucha amortiguado el pitido de una alarma, y el zumbido eléctrico de un letrero se cuela por los oídos. La luz del sol apenas calienta, y ya la urbe completa es una olla bullente de los más variados sonidos.

Y de vez en cuanto, rompiendo esa cacofonía, el trino matutino de un zorzal.

Las aves, tal vez como ningún otro animal fuera de los insectos, son notables en el hecho de que pueden ser apreciadas tanto por los ojos, como por otros sentidos. Su gran variedad de formas y cantos refleja no sólo la abundante diversidad biológica presente en la ciudad, sino también las distintas maneras en que podemos percibirla quienes vivimos en ella.

Durante el segundo semestre de 2019, un grupo interdisciplinario de científicos, artistas y educadores, de la mano del Laboratorio de Innovación Social para la Discapacidad Visual, OCULAB, pudo corroborar de primera fuente la capacidad inclusiva de las aves como vehículos para conocer la biodiversidad que nos rodea.

Esto, gracias al taller «Vecinos con plumas: comprendiendo la ecología urbana a través de la inclusión», una iniciativa de educación ambiental que buscó acercar distintos tipos de saberes sobre las aves que habitan la ciudad, a niños y niñas con diversos tipos de discapacidad visual.

Por medio de sesiones multisensoriales, los niños aprendieron las principales características de las aves urbanas más comunes de la capital, realizando actividades que incluyeron la emisión de registros sonoros de estas aves, el contacto directo con figuras de madera y ejemplares disecados, e incluso la elaboración de nidos de queltehue y picaflor con materiales comunes.

“Un proyecto educativo multisensorial tiene muchas más posibilidades de implementarse en un público más amplio, que incluya a estudiantes diversos” explica la coordinadora del proyecto y miembro de OCULAB, Luz Valeria Oppliger. “Al utilizar formatos que apelen a los distintos sentidos, estás validando las diversas formas de aprender de los estudiantes, y más posibilidades tienes de motivarlos, (sea cual sea su sentido más fuerte o de preferencia) y un estudiante motivado es un estudiante dispuesto a aprender contenidos” añade.

La iniciativa fue financiada gracias a la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana y la Vicerrectoría de Investigación UC, mediante un fondo orientado al desarrollo de programas educativos basados en principios y valores propios de la formación católica. En este caso, los organizadores del taller se inspiraron en la encíclica del Papa Francisco “Laudato si’”, centrada en el cuidado del medio ambiente y la necesidad de una ecología que integre el lugar del ser humano, y sus relaciones con la realidad que lo rodea, como nuevo paradigma de justicia.

Y para la mayoría de los seres humanos, esa realidad circundante toma la forma de una ciudad: “Escogimos la ecología urbana como tema del taller, porque las metrópolis a menudo son vistas como grandes consumidoras de servicios ecosistémicos, y rara vez como generadoras de los mismos a través de sus áreas verdes, donde cohabitan especies vegetales y animales adaptados a estas nuevas y complejas matrices de interacciones” dice Oppliger.

Sólo en la Región Metropolitana, nos cuenta la también bióloga del Centro de Ecología Aplicada y Biodiversidad, CAPES UC, es posible observar cada día más de una docena de aves urbanas, las cuales, con su presencia, contribuyen a generar territorios resilientes que entregan bienestar a los ciudadanos.

Algunas de estas aves también fueron representadas en la forma de figuras talladas en madera por el artesano nacional Richard Bravo, quien recreó, en tamaño real, a las 12 aves urbanas más vistas en la Región Metropolitana: la paloma, el zorzal, el chincol, el picaflor, el mirlo, el tordo, la cotorra, el queltehue, el tiuque, el chercán, el cachudito y la tórtola, acercando sus formas y tamaños a las manos de los niños.

Además, los participantes del taller también pudieron sentir el plumaje de algunas de estas aves gracias a una serie de ejemplares preparados por el taxidermista y museólogo Patricio Zavala Fernández, curador de la Colección Flora y Fauna Patricio Sánchez Reyes de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica.

El taller, cuya experiencia piloto fue implementada en el Colegio de Niños Ciegos Santa Lucía, contó con un equipo multidisciplinario de profesionales, lo que para Oppliger ayudó a enriquecer la experiencia metodológica: “la discapacidad es una realidad muy compleja, con aristas inimaginables para las personas que no viven la discapacidad. Tener un equipo con personas de distintas formaciones y experiencias siempre enriquecerá un proyecto con sus posibles diseños e implementación”, explica.

Los profesionales CAPES Gabriela Flores y César González fueron los encargados de desarrollar los contenidos y asesorar científicamente el proyecto. Éste último revela que, incluso para los organizadores del taller “esta fue una experiencia increíble; los niños han manifestado un gran interés en el taller participativo, y nos han sorprendido con sus conocimientos y capacidad de imitación de algunas aves que habitualmente podemos percibir, escuchar y/o ver en la ciudad”.

¿Y cómo impactó el taller en los niños que participaron de él? En opinión de los profesionales, tanto los estudiantes de la experiencia piloto como del grupo original apreciaron mucho el taller. “Observamos una gran diversidad de repuestas en las evaluaciones sobre las preferencias de formato de las actividades”, dice Oppliger, “lo que refleja la diversidad y complejidad que representa la discapacidad visual”.

“En los talleres participaron niños con ceguera total, mientras unos preferían las actividades con tacto, otros valoraban más los ejercicios de audición, donde no sólo eran invitados a reconocer los cantos de las aves, sino también a imitarlos” detalla la investigadora. Los estudiantes con discapacidad visual parcial, en cambio, complementaban los sentidos, siempre usando el porcentaje de visión remanente. “En general, la actividad más exitosa fue la construcción de nido de queltehue y de picaflor chico” concluye.

La experiencia, finalmente, constituyó un aprendizaje para estudiantes, y organizadores. “Aprendimos a darnos cuenta de la complejidad que tiene vivir con discapacidad visual, porque este déficit muy pocas veces viene solo, sino acompañado de otras complicaciones físicas, cognitivas, emocionales o psicosociales. También aprendimos a valorar el trabajo de los docentes que imparten clases a estudiantes con discapacidad visual, ya que son aulas donde cada estudiante representa un desafío pedagógico distinto”, remata Oppliger.

Ve el video resumen de la iniciativa.

Vecinos con plumas: apreciando la biodiversidad desde la inclusión

Durante octubre de 2019, un grupo interdisciplinario de docentes e investigadores visitó un colegio de niños con discapacidad visual para enseñarles sobre la enorme biodiversidad de aves presente en la Región Metropolitana. La experiencia, nos cuentan, les ayudó a entender lo necesario de una educación ambiental multisensorial, e inclusiva, en las aulas chilenas.

Amanece en Santiago, e incluso antes de abrir los ojos, ya sabemos que la ciudad ha despertado.

El ruido de un auto cortando el aire irrumpe por la ventana, seguido de cerca por los ladridos de un perro. A lo lejos, se escucha amortiguado el pitido de una alarma, y el zumbido eléctrico de un letrero se cuela por los oídos. La luz del sol apenas calienta, y ya la urbe completa es una olla bullente de los más variados sonidos.

Y de vez en cuanto, rompiendo esa cacofonía, el trino matutino de un zorzal.

Las aves, tal vez como ningún otro animal fuera de los insectos, son notables en el hecho de que pueden ser apreciadas tanto por los ojos, como por otros sentidos. Su gran variedad de formas y cantos refleja no sólo la abundante diversidad biológica presente en la ciudad, sino también las distintas maneras en que podemos percibirla quienes vivimos en ella.

Durante el segundo semestre de 2019, un grupo interdisciplinario de científicos, artistas y educadores, de la mano del Laboratorio de Innovación Social para la Discapacidad Visual, OCULAB, pudo corroborar de primera fuente la capacidad inclusiva de las aves como vehículos para conocer la biodiversidad que nos rodea.

Esto, gracias al taller «Vecinos con plumas: comprendiendo la ecología urbana a través de la inclusión», una iniciativa de educación ambiental que buscó acercar distintos tipos de saberes sobre las aves que habitan la ciudad, a niños y niñas con diversos tipos de discapacidad visual.

Por medio de sesiones multisensoriales, los niños aprendieron las principales características de las aves urbanas más comunes de la capital, realizando actividades que incluyeron la emisión de registros sonoros de estas aves, el contacto directo con figuras de madera y ejemplares disecados, e incluso la elaboración de nidos de queltehue y picaflor con materiales comunes.

“Un proyecto educativo multisensorial tiene muchas más posibilidades de implementarse en un público más amplio, que incluya a estudiantes diversos” explica la coordinadora del proyecto y miembro de OCULAB, Luz Valeria Oppliger. “Al utilizar formatos que apelen a los distintos sentidos, estás validando las diversas formas de aprender de los estudiantes, y más posibilidades tienes de motivarlos, (sea cual sea su sentido más fuerte o de preferencia) y un estudiante motivado es un estudiante dispuesto a aprender contenidos” añade.

La iniciativa fue financiada gracias a la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana y la Vicerrectoría de Investigación UC, mediante un fondo orientado al desarrollo de programas educativos basados en principios y valores propios de la formación católica. En este caso, los organizadores del taller se inspiraron en la encíclica del Papa Francisco “Laudato si’”, centrada en el cuidado del medio ambiente y la necesidad de una ecología que integre el lugar del ser humano, y sus relaciones con la realidad que lo rodea, como nuevo paradigma de justicia.

Y para la mayoría de los seres humanos, esa realidad circundante toma la forma de una ciudad: “Escogimos la ecología urbana como tema del taller, porque las metrópolis a menudo son vistas como grandes consumidoras de servicios ecosistémicos, y rara vez como generadoras de los mismos a través de sus áreas verdes, donde cohabitan especies vegetales y animales adaptados a estas nuevas y complejas matrices de interacciones” dice Oppliger.

Sólo en la Región Metropolitana, nos cuenta la también bióloga del Centro de Ecología Aplicada y Biodiversidad, CAPES UC, es posible observar cada día más de una docena de aves urbanas, las cuales, con su presencia, contribuyen a generar territorios resilientes que entregan bienestar a los ciudadanos.

Algunas de estas aves también fueron representadas en la forma de figuras talladas en madera por el artesano nacional Richard Bravo, quien recreó, en tamaño real, a las 12 aves urbanas más vistas en la Región Metropolitana: la paloma, el zorzal, el chincol, el picaflor, el mirlo, el tordo, la cotorra, el queltehue, el tiuque, el chercán, el cachudito y la tórtola, acercando sus formas y tamaños a las manos de los niños.

Además, los participantes del taller también pudieron sentir el plumaje de algunas de estas aves gracias a una serie de ejemplares preparados por el taxidermista y museólogo Patricio Zavala Fernández, curador de la Colección Flora y Fauna Patricio Sánchez Reyes de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica.

El taller, cuya experiencia piloto fue implementada en el Colegio de Niños Ciegos Santa Lucía, contó con un equipo multidisciplinario de profesionales, lo que para Oppliger ayudó a enriquecer la experiencia metodológica: “la discapacidad es una realidad muy compleja, con aristas inimaginables para las personas que no viven la discapacidad. Tener un equipo con personas de distintas formaciones y experiencias siempre enriquecerá un proyecto con sus posibles diseños e implementación”, explica.

Los profesionales CAPES Gabriela Flores y César González fueron los encargados de desarrollar los contenidos y asesorar científicamente el proyecto. Éste último revela que, incluso para los organizadores del taller “esta fue una experiencia increíble; los niños han manifestado un gran interés en el taller participativo, y nos han sorprendido con sus conocimientos y capacidad de imitación de algunas aves que habitualmente podemos percibir, escuchar y/o ver en la ciudad”.

¿Y cómo impactó el taller en los niños que participaron de él? En opinión de los profesionales, tanto los estudiantes de la experiencia piloto como del grupo original apreciaron mucho el taller. “Observamos una gran diversidad de repuestas en las evaluaciones sobre las preferencias de formato de las actividades”, dice Oppliger, “lo que refleja la diversidad y complejidad que representa la discapacidad visual”.

“En los talleres participaron niños con ceguera total, mientras unos preferían las actividades con tacto, otros valoraban más los ejercicios de audición, donde no sólo eran invitados a reconocer los cantos de las aves, sino también a imitarlos” detalla la investigadora. Los estudiantes con discapacidad visual parcial, en cambio, complementaban los sentidos, siempre usando el porcentaje de visión remanente. “En general, la actividad más exitosa fue la construcción de nido de queltehue y de picaflor chico” concluye.

La experiencia, finalmente, constituyó un aprendizaje para estudiantes, y organizadores. “Aprendimos a darnos cuenta de la complejidad que tiene vivir con discapacidad visual, porque este déficit muy pocas veces viene solo, sino acompañado de otras complicaciones físicas, cognitivas, emocionales o psicosociales. También aprendimos a valorar el trabajo de los docentes que imparten clases a estudiantes con discapacidad visual, ya que son aulas donde cada estudiante representa un desafío pedagógico distinto”, remata Oppliger.

Ve el video resumen de la iniciativa.

Estudiantes de Ing. Forestal participan en taller de Restauración Ecológica

Entre sus objetivos, el taller buscó generar un espacio de debate sobre los desafíos de la restauración en Chile en un contexto de cambio climático y conflictos socio-ambientales.

Entre el 10 y 14 de marzo, la Estación Experimental Pantanillos, en la Región del Maule, fue el lugar elegido para la realización del primer «Taller de Restauración Ecológica», el cual convocó a 36 estudiantes de la carrera de Ingeniería Forestal de la U. de Chile en torno al aprendizaje de los planes de restauración de ecosistemas de bosque o matorral afectados por incendios.

La actividad estuvo a cargo del investigador CAPES y académico de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Casa de Bello, Dr. Juan Ovalle.

“El taller nace de la necesidad de generar competencias para la correcta toma de decisiones en la recuperación de estos ambientes” relata Ovalle. Específicamente, la actividad se enfocó en desarrollar y fortalecer las capacidades de los estudiantes a la hora de aplicar metodologías de campo aplicadas a la planificación, implementación y monitoreo de un plan de restauración y/o rehabilitación ecológica.

Asimismo, el taller buscó generar un espacio de debate sobre los desafíos de la restauración en Chile considerando el actual contexto de cambio climático (mega sequía e incendios forestales) y conflictos socio-ambientales por el uso de la tierra y la degradación de los ecosistemas naturales en Chile.

Además del Dr. Ovalle, la instancia contó con la presencia de diversos/as especialistas del área de la restauración, con el fin de promover la discusión interdisciplinaria entre los/as estudiantes. Los profesores invitados fueron la Dra. Anahí Ocampo, investigadora postdoctoral y especialista en socio-ecología de la restauración de la Universidad de Chile; Solange Lobos, coordinadora de proyectos de restauración de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile; el Dr. Patricio Valenzuela, ecofisiólogo de plantaciones e investigador postdoctoral de la Universidad Politécnica de Madrid, España; Dr. Sergio Espinoza, académico del Depto. de Ciencias Forestales de la Universidad Católica del Maule; y el Dr.(c) Christian Osorio, especialista en conservación de fauna silvestre del Dept. of Fish and Wildlife Conservation, Virginia Tech, USA.

Durante la semana de trabajo, que incluyó clases en aula y salidas a terreno, los estudiantes aprendieron a diagnosticar el estado de degradación de un ecosistema forestal mediante la identificación de las barreras bióticas y abióticas, priorizar los elementos y servicios ecosistémicos a restaurar basado en un enfoque participativo, definir ecosistemas de referencia en base a una metodología estándar, establecer tratamientos de vivero y técnicas de re vegetación para la restauración activa y/o pasiva, y utilizar indicadores para el monitoreo del éxito de la restauración a corto, mediano y largo plazo.

Cómo producto final del taller los estudiantes elaboraron un plan de restauración que constó de cuatro etapas, siguiendo la metodología establecida por la Sociedad Internacional de Restauración Ecológica (SER).

“La experiencia y los positivos resultados conseguidos en esta primera versión del taller nos insta a continuar desarrollando iniciativas de carácter interdisciplinario con estudiantes de educación superior”, expresa Ovalle.