Taller capacita a guardaparques en la detección del conejo europeo y mixomatosis

La instancia se enmarca dentro del proyecto “Detección y caracterización de la enfermedad viral Mixomatosis en poblaciones de conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) en Chile central”, coordinado por CAPES, CONAF y la Facultad de Ciencias Veterinarias de la U. de Chile.

Sebastián Carrasco Fernández, uno de los investigadores del proyecto, explicando la metodología de muestreo de conejos.

La Reserva Nacional Lago Peñuelas, ubicada 12 kilómetros al sudeste de la ciudad de Valparaíso, fue el lugar elegido para la realización del primer taller CAPES sobre estudio y monitoreo del conejo europeo (Oryctolagus cuniculus), una especie invasora introducida en Chile a finales del siglo XIX y cuya distribución real, 150 años después, aún no se conoce del todo.

El taller, celebrado el pasado 6 de abril, contó con la participación de los guardaparques y el personal de apoyo de la reserva, quienes pudieron ver, de forma inédita, los dos primeros adelantos de una serie de videos informativos destinados a actualizar y capacitar al personal de CONAF en la identificación de esta especie, sus rasgos biológicos y ecológicos más característicos y las prácticas de manejo más adecuadas para su control.

La instancia se enmarca dentro de un proyecto conjunto entre CONAF, FAVET Uchile y el Centro de Ecología Aplicada (CAPES) denominado “Detección y caracterización de la enfermedad viral Mixomatosis en poblaciones de conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) en Chile central”, cuyo objetivo es conocer el estado de la invasión del conejo en esta parte del territorio chileno. “Para nosotros es muy importante contar con los ojos de aquellos actores que están en el territorio, porque una especie tan extendida como el conejo es imposible monitorearla de manera centralizada” explicó Miguel Díaz, Coordinador Nacional de Conservación de Especies Animales y Humedales del SNAPE y coordinador CONAF del proyecto, en sus palabras de apertura.

De la misma opinión fue Gabriela Flores, profesional de la línea de Dirección del CAPES y coordinadora del proyecto en representación del centro, y quien también participó en la reunión: “los guardaparques CONAF son fundamentales para la generación de conocimiento sobre el conejo europeo en Chile. Ellos se encuentran trabajando en terreno, observando día a día la flora y fauna en más de 100 áreas protegidas a lo largo del país” comentó.

Durante el taller, también se instruyó a los presentes en la detección de mixomatosis en los conejos, una enfermedad infecciosa de origen viral que afecta exclusivamente a la familia de los lepóridos (conejos y liebres), y que se caracteriza por abscesos en la piel y en las membranas mucosas, particularmente en cabeza y genitales. “En Chile ésta es una enfermedad de denuncia obligatoria al Servicio Agrícola Ganadero (SAG). Lo que nosotros quisimos en este taller fue enseñar a los guardaparques a reconocer esta enfermedad para que estén atentos a la presencia de conejos con su sintomatología y notificar al SAG y a CONAF cuando detecten alguno de estos casos. La idea es, en la medida de nuestras capacidades, realizar muestreos que nos permitan caracterizar mejor esta enfermedad”, expresó Flores.

Luego de la presentación de los videos, desarrollados por la agencia audiovisual E-voluciona, los asistentes también pudieron conocer el estado de avance del proyecto de la voz del mismo Miguel Díaz y de los distintos investigadores que forman parte de él. “Nos pareció pertinente e importante que los guardaparques pudieran conocer las preguntas, metodologías y primeros resultados de esta investigación” comentó Flores, “que contempla a la Reserva Nacional Lago Peñuelas dentro de los sitios de estudio”.

“Nosotros en la línea de dirección de CAPES estamos muy interesados en colaborar con CONAF para el diseño e implementación de investigaciones que permitan generar antecedentes relevantes para la gestión de especies exóticas invasoras y la conservación de fauna silvestre” continuó la profesional. “Esta investigación, liderada por CAPES, CONAF y la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la U. de Chile, se aproxima al conejo europeo desde diferentes perspectivas como, por ejemplo, la ecología de poblaciones, la ecología comunitaria y la caracterización de enfermedades infecciosas. En el ámbito de las enfermedades infecciosas, también contamos con apoyo técnico internacional de CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation), agencia con una enorme experiencia en la investigación de enfermedades del conejo y también en el control de esta plaga en Australia”.

La profesional CAPES, Gabriela Flores, agradeció a la Reserva Nacional Lago Peñuelas por la organización del taller.

Invasores eficientes

El conejo europeo fue introducido en el centro y sur de Chile en la década de 1880, y hoy, se encuentra entre las especies invasoras que más afectan el ecosistema chileno, generando una pérdida aproximada de 3 millones de dólares por año. “Los conejos son invasores eficientes” explica Paola Correa Cuadros, investigadora posdoctoral de CAPES y ejecutora principal de la iniciativa. “Son especies capaces de colonizar desde matorrales semiáridos hasta bosques templados debido a su alta capacidad reproductiva y su adaptabilidad para explotar recursos alimenticios variados, como arbustos, corteza de árboles, frutales, cactus, tubérculos, rizomas, flores, hierbas, pastos, y en casos extremos, cualquier tejido vegetal”.

En Chile, los conejos europeos presentan una extensa distribución, desde la Región de Atacama por el norte, la Región de Los Lagos por el sur, en incluso en buena parte del área continental de la Región de Magallanes. De acuerdo con PNUD (2017), el conejo podría también estar presente en las regiones de Antofagasta y Aysén, debido a la presencia de hábitat adecuado. “No obstante, la información disponible sobre la distribución y abundancia de conejos en Chile es muy general y sería valiosa una mayor precisión”, añade Correa.

La ecóloga y especialista en dinámica poblacional de plagas y especies invasoras también detalla los impactos que tiene este mamífero en los ecosistemas que invade: el conejo europeo causa grandes daños tanto en los ecosistemas como en los sistemas productivos chilenos que coloniza. Específicamente, los conejos afectan la productividad de los cultivos agrícolas y forestales, y compiten con el ganado y la fauna nativa. Además, afectan el funcionamiento de los ecosistemas, su biodiversidad y la viabilidad de plantas nativas; dispersan especies de plantas invasoras, y erosionan laderas”.

Los mayores estragos de las poblaciones de conejo, revela, son ocasionados en islas como Robinson Crusoe, Santa Clara, e Isla Grande de Tierra del Fuego, y en Chile central, específicamente en el bosque esclerófilo. “Este lagomorfo ha generado un profundo cambio en la distribución espacial de plantas nativas, favoreciendo el crecimiento de especies invasoras de plantas como la amapola (Papaver somniferum) y alterando la sucesión del bosque nativo.

No obstante, la especie también tiene impactos positivos en la conservación, ya que forma complejas redes de interacción con depredadores nativos, siendo un recurso alimenticio importante. “En los últimos años se ha registrado un aumento del consumo de conejo por parte de los depredadores, es decir, si el conejo desapareciera o se viera afectado por alguna causa que disminuya su población, afectaría las dietas de estos depredadores (zorro culpeo, zorro chilla, peuco y el águila ratonera de pecho negro)”. De ahí la importancia de más y mejor información sobre su estado de invasión y dinámicas de población actuales.

Conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) ©Jose L. Manzanero

Buenas impresiones

Para Oscar Salazar, administrador de la Reserva Nacional Lago Peñuelas, la visita de los miembros CAPES fue una rara oportunidad de generar vínculos más estrechos y provechosos entre la academia y el personal experto de CONAF. “El material mostrado género una muy buena percepción por parte de nuestros guardaparques, sobre todo por lo didáctico y claro de su lenguaje. La instancia, además, es muy relevante debido a que es posible realizar retroalimentación entre el mundo científico y nosotros, los conocedores in situ del área” acotó.

En cuanto a la presencia de conejos en la zona, el profesional comentó que “hoy en día se nota una gran población de conejos en la reserva, los que, a causa de la sequía, se ven obligados a buscar agua en los árboles o plantas, depredando individuos de diferentes especies vegetales, y entre ellos, todas las plantaciones recientes de bosque nativo que hemos estado produciendo para combatir la deforestación. El impacto, por lo tanto, es alto desde el punto de vista de la biodiversidad y también monetario”.

Para Salazar, “un guardaparques bien informado y entrenado podría ser incluso un agente controlador de la especie en cuestión, por ejemplo, podría tener un coto de caza de conejo con algún método de bajo impacto como el rifle de aire comprimido. Con esta acción, estaría contribuyendo directamente al control de una especie exótica invasora considerada una amenaza directa al Área Protegida”.

Por su parte, Gabriela Flores también valoró la realización de este primer taller en lago Peñuelas, porque “nos permitió conocer mejor a los guardaparques, apreciar su entusiasmo por adquirir nuevas herramientas y, en especial, descubrir su excelente disposición a compartir con nosotros su experiencia y conocimientos de campo. Además, luego del taller pudimos recorrer la reserva, apreciando la abundancia local del conejo a través de la observación de ejemplares, y en especial la abundancia de sus heces y madrigueras. Fue muy llamativo apreciar la alta presencia de conejos pese a la sequedad del paisaje, donde lamentablemente, a la fecha de la visita, no había asomo del lago que le dio su nombre a la reserva”.

Algunas de las tantas madrigueras de conejo presentes en la Reserva Nacional Lago Peñuelas.

Texto: Comunicaciones CAPES