Proyecto CAPES busca llevar la fruticultura sustentable a la región de O’Higgins

La iniciativa financiada por el Fondo de Innovación para la Competitividad tiene por objetivo aumentar la competitividad y adaptabilidad al cambio climático de los sistemas frutícolas intensivos de la región.

En los últimos años, los campesinos y pequeños agricultores que habitan en la región de O’Higgins han experimentado directamente los estragos ocasionados por el cambio climático.

Debido a su alto nivel de especialización, baja diversificación de cultivos y altos niveles de riego, los sistemas frutícolas son especialmente propensos a que el aumento continuo de las temperaturas, los cambios en los patrones de las precipitaciones y eventos de clima extremos (todos eventos cada vez más frecuentes) afecten sus rendimientos agrícolas, y de paso, la disponibilidad de agua de riego, la calidad de los suelos y la ocurrencia de enfermedades.

En aras a entender los efectos presentes y futuros del cambio climático sobre este importante polo agrícola —el cual aporta más del 18% de la producción nacional en este rubro— y apoyar en la mitigación de estos impactos tanto a nivel ecológico como económico, un grupo de investigadores de la línea 6 de CAPES trabaja desde este año en un proyecto que busca incorporar prácticas sustentables al manejo de predios y cultivos.

“Transferencia Acciones Prediales en Fruticultura Sustentable” es el nombre de una iniciativa financiada por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de O’Higgins que, en los próximos cuatro años, tendrá por objetivo aumentar la competitividad y adaptabilidad al cambio climático de los sistemas frutícolas intensivos de la región.

¿Cómo? A través de la implementación de prácticas de manejo agrícolas que promuevan la sustentabilidad y que fortalezcan, en vez de debilitar, la biodiversidad y beneficios de los ecosistemas donde se insertan estas actividades.

Diagnóstico e implementación

Encabezados por el investigador principal de la línea 6 de CAPES y académico de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica, Eduardo Arellano, el proyecto se propone, en una primera etapa, identificar y caracterizar el estado de implementación de prácticas de manejo sustentables, y evaluar su potencial efecto sobre la producción, la calidad de los suelos, agua y biodiversidad, para así contar con guías y evidencias que orienten las decisiones de los profesionales y tomadores de decisión vinculados al sector frutícola.

Luego, en una segunda fase, la iniciativa busca implementar algunas de estas técnicas, más específicamente las que se adapten mejor a la realidad regional, tales como la introducción de sistemas de gestión de residuos prediales o la revegetación con plantas nativas en predios modelos.

“Existen múltiples prácticas de manejo que pueden ser beneficiosas para la mitigación y adaptación al cambio climático y para la conservación de la biodiversidad para la fruticultura de la Región de O’Higgins” explican los investigadores, “y que por tanto pueden mejorar la contribución del sector al medio ambiente”.

Dichas prácticas ya pueden ser vistas en una serie de videos producidos por el proyecto, los cuales informan sobre los principales beneficios y servicios ecosistémicos asociados a cada una. Estas son cultivo de cobertura en la entrehilera; la aplicación de residuos leñosos triturados (mulching) en los suelos; la plantación de setos o deslindes con vegetación alrededor del perímetro de los predios; las bandas de flores; las enmiendas orgánicas; las labranzas reducidas; la instalación de estructuras para la vida silvestre (como las casas anideras), y la protección de áreas de conservación. Todos los videos están disponibles en el canal de YouTube del proyecto.

Otras actividades a ejecutarse durante estos cuatro años incluyen la promoción de la gestión de residuos orgánicos para la conservación del suelo; el desarrollo de herramientas para la gestión de la eficiencia hídrica y huella de carbono asociado a la producción, y la difusión y transferencia de los resultados del proyecto a través de diversos talleres, dirigidos a productores, mujeres de las comunidades locales y jóvenes de liceos técnico profesionales de la región.

“El desarrollo de un manejo frutícola sustentable requiere una visión predial integrada, identificando los peligros ambientales, y potenciando las prácticas que promuevan los servicios ecosistémicos y beneficios de la biodiversidad, como la polinización, regulación de nutrientes, y secuestro de carbono” comentan los investigadores.

El proyecto, una suerte de continuación del proyecto FIC “Transferencia Integración de la biodiversidad a la fruticultura” coordinado por Eduardo Arellano entre 2015 y 2018, contará con un equipo conformado por la investigadora principal de la línea 1 CAPES, Rosanna Ginocchio y el académico de la Universidad Católica Francisco Meza como co-investigadores, además de los profesionales de apoyo Nadia Rojas, Camila Rey, María José Etchegaray, María del Carmen Icaza y Luz María de la Fuente.



Proyecto CAPES busca llevar la fruticultura sustentable a la región de O’Higgins

La iniciativa financiada por el Fondo de Innovación para la Competitividad tiene por objetivo aumentar la competitividad y adaptabilidad al cambio climático de los sistemas frutícolas intensivos de la región.

En los últimos años, los campesinos y pequeños agricultores que habitan en la región de O’Higgins han experimentado directamente los estragos ocasionados por el cambio climático.

Debido a su alto nivel de especialización, baja diversificación de cultivos y altos niveles de riego, los sistemas frutícolas son especialmente propensos a que el aumento continuo de las temperaturas, los cambios en los patrones de las precipitaciones y eventos de clima extremos (todos eventos cada vez más frecuentes) afecten sus rendimientos agrícolas, y de paso, la disponibilidad de agua de riego, la calidad de los suelos y la ocurrencia de enfermedades.

En aras a entender los efectos presentes y futuros del cambio climático sobre este importante polo agrícola —el cual aporta más del 18% de la producción nacional en este rubro— y apoyar en la mitigación de estos impactos tanto a nivel ecológico como económico, un grupo de investigadores de la línea 6 de CAPES trabaja desde este año en un proyecto que busca incorporar prácticas sustentables al manejo de predios y cultivos.

“Transferencia Acciones Prediales en Fruticultura Sustentable” es el nombre de una iniciativa financiada por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de O’Higgins que, en los próximos cuatro años, tendrá por objetivo aumentar la competitividad y adaptabilidad al cambio climático de los sistemas frutícolas intensivos de la región.

¿Cómo? A través de la implementación de prácticas de manejo agrícolas que promuevan la sustentabilidad y que fortalezcan, en vez de debilitar, la biodiversidad y beneficios de los ecosistemas donde se insertan estas actividades.

Diagnóstico e implementación

Encabezados por el investigador principal de la línea 6 de CAPES y académico de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica, Eduardo Arellano, el proyecto se propone, en una primera etapa, identificar y caracterizar el estado de implementación de prácticas de manejo sustentables, y evaluar su potencial efecto sobre la producción, la calidad de los suelos, agua y biodiversidad, para así contar con guías y evidencias que orienten las decisiones de los profesionales y tomadores de decisión vinculados al sector frutícola.

Luego, en una segunda fase, la iniciativa busca implementar algunas de estas técnicas, más específicamente las que se adapten mejor a la realidad regional, tales como la introducción de sistemas de gestión de residuos prediales o la revegetación con plantas nativas en predios modelos.

“Existen múltiples prácticas de manejo que pueden ser beneficiosas para la mitigación y adaptación al cambio climático y para la conservación de la biodiversidad para la fruticultura de la Región de O’Higgins” explican los investigadores, “y que por tanto pueden mejorar la contribución del sector al medio ambiente”.

Dichas prácticas ya pueden ser vistas en una serie de videos producidos por el proyecto, los cuales informan sobre los principales beneficios y servicios ecosistémicos asociados a cada una. Estas son cultivo de cobertura en la entrehilera; la aplicación de residuos leñosos triturados (mulching) en los suelos; la plantación de setos o deslindes con vegetación alrededor del perímetro de los predios; las bandas de flores; las enmiendas orgánicas; las labranzas reducidas; la instalación de estructuras para la vida silvestre (como las casas anideras), y la protección de áreas de conservación. Todos los videos están disponibles en el canal de YouTube del proyecto.

Otras actividades a ejecutarse durante estos cuatro años incluyen la promoción de la gestión de residuos orgánicos para la conservación del suelo; el desarrollo de herramientas para la gestión de la eficiencia hídrica y huella de carbono asociado a la producción, y la difusión y transferencia de los resultados del proyecto a través de diversos talleres, dirigidos a productores, mujeres de las comunidades locales y jóvenes de liceos técnico profesionales de la región.

“El desarrollo de un manejo frutícola sustentable requiere una visión predial integrada, identificando los peligros ambientales, y potenciando las prácticas que promuevan los servicios ecosistémicos y beneficios de la biodiversidad, como la polinización, regulación de nutrientes, y secuestro de carbono” comentan los investigadores.

El proyecto, una suerte de continuación del proyecto FIC “Transferencia Integración de la biodiversidad a la fruticultura” coordinado por Eduardo Arellano entre 2015 y 2018, contará con un equipo conformado por la investigadora principal de la línea 1 CAPES, Rosanna Ginocchio y el académico de la Universidad Católica Francisco Meza como co-investigadores, además de los profesionales de apoyo Nadia Rojas, Camila Rey, María José Etchegaray, María del Carmen Icaza y Luz María de la Fuente.



Marco Méndez (CAPES), nuevo presidente de la Sociedad de Biología de Chile

El académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile asumirá la presidencia del colectivo para el período 2023-2024. Por de pronto, ejercerá como vicepresidente para el próximo bienio.

Marco Méndez, profesor de Estado en Biología y Ciencias Naturales de la Universidad Católica de Chile, magíster en Filosofía de las Ciencias de la Universidad de Santiago y doctor en Ciencias mención Zoología de la Universidad de Chile, fue elegido el nuevo presidente de la Sociedad de Biología de Chile (SBCh) para el período 2023-2024 de la organización.

Méndez, recién integrado a nuestro Centro en calidad de investigador asociado a la línea 0, reemplazará de este modo a la bióloga de la Universidad de Chile, Jimena Sierralta, quien presidirá su directiva a partir del próximo año (con el prof. Méndez ejerciendo como Vicepresidente).

Así, el académico se suma a una lista de destacados científicos responsables de presidir la entidad, como Norbel Galanti, Jorge Babul, María Cecilia Hidalgo, Carlos Jerez, Rosalba Lagos, Eduardo Palma, y nuestro director CAPES, Fabián Jaksic.

El recién elegido presidente es actualmente académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, desempeñándose como director de su Departamento de Ciencias Ecológicas. A lo largo de su vasta y nutrida carrera, Méndez se ha enfocado en el estudio de los procesos y mecanismos evolutivos de especies de la Puna y del Altiplano Sudamericano en diferentes organismos como anfibios, peces y moluscos. Adicionalmente, ha desarrollado investigación y docencia en Genética para la Conservación y recientemente, producto de sus estudios filosóficos, ha incursionado en las áreas de Filosofía de las Ciencias, Filosofía de la Naturaleza y Bioética, y la Comunicación de la Ciencia.

Consultado por su nombramiento, el académico dijo estar honrado y agradecido, destacando que, entre sus labores, estará el “adaptar a nuestra Sociedad a estos tiempos”. “El desafío es grande, pero lo asumo con agrado. Le debo mucho a la SBCh, que me ha apoyado siempre, y es hora de devolverme la mano”.

Por su parte, el director CAPES y presidente de la Sociedad durante el periodo 2003-2004, felicitó a Méndez por su masiva votación, poniendo hincapié en la importancia de realizar, cada bienio, esta “posta académica”, para ir adaptando a la SBCh a las demandas de la actualidad. “Me alegro que sea Marco quien nos ayude a navegar estos mares tempestuosos”, exclamó.

La Sociedad de Biología de Chile, sucesora de la Sociedad de Biología de Santiago, fue fundada a fines de 1928 como Sociedad filial de la Societé de Biologie de Paris, y entre sus objetivos está el fomentar los estudios e investigaciones, tanto de carácter teórico como experimental, que conduzcan al progreso, difusión y divulgación de las Ciencias Biológicas en beneficio de la colectividad y Chile.



Marco Méndez (CAPES), nuevo presidente de la Sociedad de Biología de Chile

El académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile asumirá la presidencia del colectivo para el período 2023-2024. Por de pronto, ejercerá como vicepresidente para el próximo bienio.

Marco Méndez, profesor de Estado en Biología y Ciencias Naturales de la Universidad Católica de Chile, magíster en Filosofía de las Ciencias de la Universidad de Santiago y doctor en Ciencias mención Zoología de la Universidad de Chile, fue elegido el nuevo presidente de la Sociedad de Biología de Chile (SBCh) para el período 2023-2024 de la organización.

Méndez, recién integrado a nuestro Centro en calidad de investigador asociado a la línea 0, reemplazará de este modo a la bióloga de la Universidad de Chile, Jimena Sierralta, quien presidirá su directiva a partir del próximo año (con el prof. Méndez ejerciendo como Vicepresidente).

Así, el académico se suma a una lista de destacados científicos responsables de presidir la entidad, como Norbel Galanti, Jorge Babul, María Cecilia Hidalgo, Carlos Jerez, Rosalba Lagos, Eduardo Palma, y nuestro director CAPES, Fabián Jaksic.

El recién elegido presidente es actualmente académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, desempeñándose como director de su Departamento de Ciencias Ecológicas. A lo largo de su vasta y nutrida carrera, Méndez se ha enfocado en el estudio de los procesos y mecanismos evolutivos de especies de la Puna y del Altiplano Sudamericano en diferentes organismos como anfibios, peces y moluscos. Adicionalmente, ha desarrollado investigación y docencia en Genética para la Conservación y recientemente, producto de sus estudios filosóficos, ha incursionado en las áreas de Filosofía de las Ciencias, Filosofía de la Naturaleza y Bioética, y la Comunicación de la Ciencia.

Consultado por su nombramiento, el académico dijo estar honrado y agradecido, destacando que, entre sus labores, estará el “adaptar a nuestra Sociedad a estos tiempos”. “El desafío es grande, pero lo asumo con agrado. Le debo mucho a la SBCh, que me ha apoyado siempre, y es hora de devolverme la mano”.

Por su parte, el director CAPES y presidente de la Sociedad durante el periodo 2003-2004, felicitó a Méndez por su masiva votación, poniendo hincapié en la importancia de realizar, cada bienio, esta “posta académica”, para ir adaptando a la SBCh a las demandas de la actualidad. “Me alegro que sea Marco quien nos ayude a navegar estos mares tempestuosos”, exclamó.

La Sociedad de Biología de Chile, sucesora de la Sociedad de Biología de Santiago, fue fundada a fines de 1928 como Sociedad filial de la Societé de Biologie de Paris, y entre sus objetivos está el fomentar los estudios e investigaciones, tanto de carácter teórico como experimental, que conduzcan al progreso, difusión y divulgación de las Ciencias Biológicas en beneficio de la colectividad y Chile.



CAPES participa en Cumbre sobre educación y difusión de la ciencia

La actividad contó con la participación del periodista científico CAPES Diego Pozo, quien expuso sobre los beneficios y peligros de comunicar ciencia a través de las redes sociales y los nuevos medios digitales.

El 1 y 2 de diciembre pasados se realizó de manera virtual la sexta versión de la “Cumbre de Educación y Difusión de la Ciencia”, en la cual participaron los representantes de los principales centros de investigación, universidades, observatorios y divulgadores del país. El evento, organizado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y la División de Ciencia y Sociedad del Ministerio de Ciencia de Chile, contó con la participación de un centenar de asistentes.

Ya una parada obligada en el calendario científico nacional, la actividad buscó ampliar el trabajo realizado en versiones anteriores del evento (centrado mayormente en el ámbito astronómico) incluyendo esta vez a todas las ciencias, con énfasis en aquellas disciplinas relacionadas con los laboratorios naturales que posee nuestro país.

Así, su objetivo fue de permitir a profesionales de diversos sectores, como la educación, la divulgación, la edición literaria, el turismo, entre otros, compartir experiencias y de esta forma fortalecer el trabajo multidisciplinario al interior de una red ya coordinada, extendiendo su alcance a otras áreas.

La primera jornada contó con los saludos de la Directora Nacional de ANID, Aisén Etcheverry, y del jefe de la División de Ciencia y Sociedad del Ministerio de Ciencias, Rodrigo Tapia. A continuación, se realizó un conversatorio inaugural con el renombrado astrónomo y divulgador nacional José Maza, el cual compartió anécdotas y experiencias personales en su transición de científico a divulgador científico.

Luego de Maza, se realizaron dos paneles de inclusividad en la comunicación de las Ciencias. El primero abordó las redes sociales como herramientas de inclusión social para dictar clases de ciencias en tiempos de pandemia, por medio de exposiciones de tres profesores de ciencias de distintas regiones de nuestro país. El segundo panel abordó programas de divulgación de astronomía, tanto internacionales como nacionales, para personas con funcionalmente diversas, donde destacaron las iniciativas orientadas a la discapacidad visual.

La segunda jornada contó igualmente con dos secciones, una compuesta por charlas, seguidas de un panel sobre el uso de redes sociales para comunicar ciencia. Las primeras intervenciones, a cargo de los especialistas Charles Blue, director de Media Relations en la Association for Psychological Science (EEUU), y Nélida Pohl, presidenta de la Asociación Chilena de Profesionales de Comunicación de la Ciencia y directora de Comunicación del Instituto Milenio de Ecología y Biodiversidad (IEB), abordaron los desafíos de llevar la ciencia a la calle, mediante la adquisición de habilidades de comunicación de parte de científicos natos como de divulgadores.

En la segunda sección la astrofísica Carolina Agurto, del podcast de divulgación Star Tres, el periodista Diego Pozo, del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad UC (CAPES), la periodista Lorna Aguilar, del observatorio ALMA y Simón Angel, creador del podcast Quantum Astronomy, expusieron sobre la incidencia de Internet y los nuevos medios como herramientas de difusión y popularización del saber científico.

En su charla, el periodista científico de nuestro Centro entregó evidencia cuali y cuantitativa para destacar el impacto que las redes sociales pueden tener tanto para el trabajo científico como para su comunicación, ofreciendo consejos y técnicas para su buen uso, así como advertencias sobre su mal uso.

“Como toda tecnología, las redes sociales pueden ser herramientas que fomenten y enriquezcan su área de incidencia particular, en este caso, la comunicación entre seres humanos, y a través de ellos, entre distintos saberes y experiencias. De su uso ético y eficaz depende el éxito de todo esfuerzo comunicacional que tenga de canal estas plataformas, y de comprender, a su vez, que son el contenido que se produce fuera de ellas (y no solamente “para ellas”) lo que realmente sirve como puente para conectarnos con las audiencias, en un proceso que debe ser, sí o sí, multidireccional, y no meramente divulgativo. Para eso las redes sociales son perfectas.“, remató Pozo.


CAPES participa en Cumbre sobre educación y difusión de la ciencia

La actividad contó con la participación del periodista científico CAPES Diego Pozo, quien expuso sobre los beneficios y peligros de comunicar ciencia a través de las redes sociales y los nuevos medios digitales.

El 1 y 2 de diciembre pasados se realizó de manera virtual la sexta versión de la “Cumbre de Educación y Difusión de la Ciencia”, en la cual participaron los representantes de los principales centros de investigación, universidades, observatorios y divulgadores del país. El evento, organizado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y la División de Ciencia y Sociedad del Ministerio de Ciencia de Chile, contó con la participación de un centenar de asistentes.

Ya una parada obligada en el calendario científico nacional, la actividad buscó ampliar el trabajo realizado en versiones anteriores del evento (centrado mayormente en el ámbito astronómico) incluyendo esta vez a todas las ciencias, con énfasis en aquellas disciplinas relacionadas con los laboratorios naturales que posee nuestro país.

Así, su objetivo fue de permitir a profesionales de diversos sectores, como la educación, la divulgación, la edición literaria, el turismo, entre otros, compartir experiencias y de esta forma fortalecer el trabajo multidisciplinario al interior de una red ya coordinada, extendiendo su alcance a otras áreas.

La primera jornada contó con los saludos de la Directora Nacional de ANID, Aisén Etcheverry, y del jefe de la División de Ciencia y Sociedad del Ministerio de Ciencias, Rodrigo Tapia. A continuación, se realizó un conversatorio inaugural con el renombrado astrónomo y divulgador nacional José Maza, el cual compartió anécdotas y experiencias personales en su transición de científico a divulgador científico.

Luego de Maza, se realizaron dos paneles de inclusividad en la comunicación de las Ciencias. El primero abordó las redes sociales como herramientas de inclusión social para dictar clases de ciencias en tiempos de pandemia, por medio de exposiciones de tres profesores de ciencias de distintas regiones de nuestro país. El segundo panel abordó programas de divulgación de astronomía, tanto internacionales como nacionales, para personas con funcionalmente diversas, donde destacaron las iniciativas orientadas a la discapacidad visual.

La segunda jornada contó igualmente con dos secciones, una compuesta por charlas, seguidas de un panel sobre el uso de redes sociales para comunicar ciencia. Las primeras intervenciones, a cargo de los especialistas Charles Blue, director de Media Relations en la Association for Psychological Science (EEUU), y Nélida Pohl, presidenta de la Asociación Chilena de Profesionales de Comunicación de la Ciencia y directora de Comunicación del Instituto Milenio de Ecología y Biodiversidad (IEB), abordaron los desafíos de llevar la ciencia a la calle, mediante la adquisición de habilidades de comunicación de parte de científicos natos como de divulgadores.

En la segunda sección la astrofísica Carolina Agurto, del podcast de divulgación Star Tres, el periodista Diego Pozo, del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad UC (CAPES), la periodista Lorna Aguilar, del observatorio ALMA y Simón Angel, creador del podcast Quantum Astronomy, expusieron sobre la incidencia de Internet y los nuevos medios como herramientas de difusión y popularización del saber científico.

En su charla, el periodista científico de nuestro Centro entregó evidencia cuali y cuantitativa para destacar el impacto que las redes sociales pueden tener tanto para el trabajo científico como para su comunicación, ofreciendo consejos y técnicas para su buen uso, así como advertencias sobre su mal uso.

“Como toda tecnología, las redes sociales pueden ser herramientas que fomenten y enriquezcan su área de incidencia particular, en este caso, la comunicación entre seres humanos, y a través de ellos, entre distintos saberes y experiencias. De su uso ético y eficaz depende el éxito de todo esfuerzo comunicacional que tenga de canal estas plataformas, y de comprender, a su vez, que son el contenido que se produce fuera de ellas (y no solamente “para ellas”) lo que realmente sirve como puente para conectarnos con las audiencias, en un proceso que debe ser, sí o sí, multidireccional, y no meramente divulgativo. Para eso las redes sociales son perfectas.“, remató Pozo.


Investigadores CAPES se adjudican nuevo Instituto Milenio

El Centro, liderado por el investigador Stefan Gelcich, tiene por objetivo liderar la investigación en sistemas socio ecológicos (SSE) focalizándose en los desafíos para transitar hacia una sostenibilidad real en ambientes costeros.

SECOS no es solo la palabra que designa a los investigadores e investigadores uno de los nuevos Institutos Milenios de ciencias naturales adjudicados este año por la Iniciativa Científica Milenio y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, sino que también es el acrónimo de su disciplina de estudio, la Socio-Ecología Costera.

Sustentado en un robusto marco conceptual y en colaboraciones previas, y liderado por un equipo interdisciplinario de científicos naturales y sociales comprometidos con la sostenibilidad costera, este nuevo Centro tiene por objetivo liderar la investigación en sistemas socio ecológicos (SSE) focalizándose en los desafíos para transitar hacia una sostenibilidad real en ambientes costeros.

Su director es el investigador principal CAPES (Línea 5), Stefan Gelcich, quien liderará a un grupo de 12 científicos distribuidos paritariamente (6 hombres y 6 mujeres), todos provenientes de diversos marcos disciplinarios, con una destacada productividad científica y una historia de colaboración asociada con iniciativas Milenio y otras fuentes de financiación.

Entre sus investigadores principales también se encuentran los integrantes CAPES Francisca Reyes (Línea 5), Rodrigo Estévez (Línea 5), Felipe Vásquez (Línea 7) y Loretto Contreras-Porcia (Línea 2). Ésta última valoró el conocimiento acumulado del equipo en diversos temas atingentes al estudio de la Socio-Ecología costera: “El trabajo multidisciplinario que hemos realizado en nuestra carrera los doce PI’s pone en relieve la importancia de converger los conocimientos sobre la ecología tanto general como aplicada, arte, innovación, territorio, efectos de cambio ambiental, acuicultura, y claramente el aspecto social costero que está arraigado en todo nuestra larga costa, en un Instituto único en su tipo” comentó.

En SECOS convergen conocimientos sobre ecología, economía, contaminación, planificación, política, biogeoquímica, sociología, ecología molecular, arte-ciencia, educación y oceanografía.

El plan de trabajo de SECOS se basa en el estudio de unidades experimentales socio-ecológicas de pequeña y mediana escala (ver imagen), entendidas como Plataformas de Aprendizaje (PA). En 7 de estas plataformas, los investigadores principales promoverán la interdisciplina y el co-aprendizaje para la generación de conocimientos. Las PA abordarán temas fundamentales de la pesca artesanal, la acuicultura y el desarrollo costero.

Asimismo, Contreras se mostró optimista en el aporte de este nuevo Instituto para la consecución de las metas de Chile en materia de desarrollo sustentable. “Pienso, con mucho optimismo, que las problemáticas que en Chile existen sobre sustentabilidad, tendrán resolución a mediano plazo gracias al fortalecimiento de nuestra experiencia en este instituto. Por ejemplo, los resultados de los años que llevo trabajando en contaminación y algas está siendo utilizada hoy como parte de la creación de la NSCA de la Bahía de Quintero, solicitud tanto del Ministerio del Medio Ambiente como la Armada de Chile. Por tanto, ya hemos iniciado a co-crear en cosas tan importantes como reducir el impacto ambiental costero. Nuestro instituto SECOS será claramente para servir a nuestro país y sus comunidades” concluyó la académica de la Universidad Andrés Bello.

La Iniciativa es en cierta forma una continuación del trabajo hecho hasta hoy por el Centro para el Estudio de Forzantes Múltiples sobre Sistemas Socio-Ecológicos Marinos, Musels (casi la totalidad de sus investigadores es parte del nuevo Centro), y buscará contribuir a la sostenibilidad costera de Chile y el mundo mediante la investigación de vanguardia en tres Sistemas Socio-Ecológicos costeros clave; la co-creación de soluciones sostenibles con múltiples actores; el fortalecimiento de los recursos humanos en ciencias para SSE; y la promoción de procesos novedosos de participación pública activa, mediante la inter/transdisciplina y el arte-ciencia.

Añadido a aquello, SECOS formará a científicos de licenciatura, maestría, doctorado y posdoctorado en el estudio de SSE, utilizando herramientas de diversas disciplinas.

Dentro de las universidades que forman parte del proyecto están la Pontificia Universidad Católica (PUC), Católica del Norte (UCN), Andrés Bello (UAB), de Concepción (UdeC), Santo Tomás (UST) y del Desarrollo (UDD).



Investigadores CAPES se adjudican nuevo Instituto Milenio

El Centro, liderado por el investigador Stefan Gelcich, tiene por objetivo liderar la investigación en sistemas socio ecológicos (SSE) focalizándose en los desafíos para transitar hacia una sostenibilidad real en ambientes costeros.

SECOS no es solo la palabra que designa a los investigadores e investigadores uno de los nuevos Institutos Milenios de ciencias naturales adjudicados este año por la Iniciativa Científica Milenio y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, sino que también es el acrónimo de su disciplina de estudio, la Socio-Ecología Costera.

Sustentado en un robusto marco conceptual y en colaboraciones previas, y liderado por un equipo interdisciplinario de científicos naturales y sociales comprometidos con la sostenibilidad costera, este nuevo Centro tiene por objetivo liderar la investigación en sistemas socio ecológicos (SSE) focalizándose en los desafíos para transitar hacia una sostenibilidad real en ambientes costeros.

Su director es el investigador principal CAPES (Línea 5), Stefan Gelcich, quien liderará a un grupo de 12 científicos distribuidos paritariamente (6 hombres y 6 mujeres), todos provenientes de diversos marcos disciplinarios, con una destacada productividad científica y una historia de colaboración asociada con iniciativas Milenio y otras fuentes de financiación.

Entre sus investigadores principales también se encuentran los integrantes CAPES Francisca Reyes (Línea 5), Rodrigo Estévez (Línea 5), Felipe Vásquez (Línea 7) y Loretto Contreras-Porcia (Línea 2). Ésta última valoró el conocimiento acumulado del equipo en diversos temas atingentes al estudio de la Socio-Ecología costera: “El trabajo multidisciplinario que hemos realizado en nuestra carrera los doce PI’s pone en relieve la importancia de converger los conocimientos sobre la ecología tanto general como aplicada, arte, innovación, territorio, efectos de cambio ambiental, acuicultura, y claramente el aspecto social costero que está arraigado en todo nuestra larga costa, en un Instituto único en su tipo” comentó.

En SECOS convergen conocimientos sobre ecología, economía, contaminación, planificación, política, biogeoquímica, sociología, ecología molecular, arte-ciencia, educación y oceanografía.

El plan de trabajo de SECOS se basa en el estudio de unidades experimentales socio-ecológicas de pequeña y mediana escala (ver imagen), entendidas como Plataformas de Aprendizaje (PA). En 7 de estas plataformas, los investigadores principales promoverán la interdisciplina y el co-aprendizaje para la generación de conocimientos. Las PA abordarán temas fundamentales de la pesca artesanal, la acuicultura y el desarrollo costero.

Asimismo, Contreras se mostró optimista en el aporte de este nuevo Instituto para la consecución de las metas de Chile en materia de desarrollo sustentable. “Pienso, con mucho optimismo, que las problemáticas que en Chile existen sobre sustentabilidad, tendrán resolución a mediano plazo gracias al fortalecimiento de nuestra experiencia en este instituto. Por ejemplo, los resultados de los años que llevo trabajando en contaminación y algas está siendo utilizada hoy como parte de la creación de la NSCA de la Bahía de Quintero, solicitud tanto del Ministerio del Medio Ambiente como la Armada de Chile. Por tanto, ya hemos iniciado a co-crear en cosas tan importantes como reducir el impacto ambiental costero. Nuestro instituto SECOS será claramente para servir a nuestro país y sus comunidades” concluyó la académica de la Universidad Andrés Bello.

La Iniciativa es en cierta forma una continuación del trabajo hecho hasta hoy por el Centro para el Estudio de Forzantes Múltiples sobre Sistemas Socio-Ecológicos Marinos, Musels (casi la totalidad de sus investigadores es parte del nuevo Centro), y buscará contribuir a la sostenibilidad costera de Chile y el mundo mediante la investigación de vanguardia en tres Sistemas Socio-Ecológicos costeros clave; la co-creación de soluciones sostenibles con múltiples actores; el fortalecimiento de los recursos humanos en ciencias para SSE; y la promoción de procesos novedosos de participación pública activa, mediante la inter/transdisciplina y el arte-ciencia.

Añadido a aquello, SECOS formará a científicos de licenciatura, maestría, doctorado y posdoctorado en el estudio de SSE, utilizando herramientas de diversas disciplinas.

Dentro de las universidades que forman parte del proyecto están la Pontificia Universidad Católica (PUC), Católica del Norte (UCN), Andrés Bello (UAB), de Concepción (UdeC), Santo Tomás (UST) y del Desarrollo (UDD).



Núcleo Milenio en Surgencia Costera contara con activa presencia CAPES

El proyecto, liderado por el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, CEAZA, es uno de los nueve ingresos financiados para la convocatoria 2019 de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo. Contará con una inversión de 612 millones de pesos para los tres primeros años.

La surgencia costera es el fenómeno mediante el cual masas de aguas profundas, ricas en nutrientes que fomentan la vida, emergen a la superficie, favoreciendo la aparición de fitoplancton y de una amplia variedad de especies que se alimentan de éste. Esta característica, que le otorga a las costas chilenas su particular biodiversidad, será el objeto de estudio de un nuevo Núcleo Milenio, que contará con el liderazgo y participación de investigadores CAPES.

“Upwell: “Comprensión de Los Sistemas de Surgencia del Pasado y los Impactos Ambientales Locales y Duraderos” es el nombre de este nuevo Centro, el cual será dirigido por la ecóloga CAPES Eugenia Gayo, y que tendrá por objetivo estudiar dicho proceso, que, en palabras de su directora, “explica la abundancia de recursos marinos que mantiene la actividad pesquera nacional”.

“En particular”, comenta la académica de la Universidad de Tarapacá, “queremos dar cuenta de la interacción sociedad-ambiente desde el pasado remoto, es decir, los últimos 12.000 años. Esto, porque desde el poblamiento inicial de Chile, la costa ha constituido un ecosistema y territorio atractivo para los grupos humanos, por los recursos que proporciona el maravilloso proceso de la surgencia y que a su vez a han impactado dicho proceso”.

Para estudiar todas las aristas asociadas a este fenómeno, también conocido como como afloramiento costero, en el nuevo Centro convergen expertos y expertas de diversas disciplinas, tales como la oceanografía, las ciencias atmosféricas, la ecología, el paleoclima e incluso la arqueología, incorporando una mirada tanto social como física y ecosistémica del fenómeno.

Entre las 18 investigadoras e investigadores que compondrán inicialmente el Centro, se encuentran otros dos investigadores CAPES: la ecóloga María José Martínez-Harms entre sus investigadores jóvenes, y el ecólogo Sergio Navarrete como científico senior, ambos de la Universidad Católica de Chile.

Desafíos a la vista

El trabajo del proyecto se extenderá por alrededor de dos mil kilómetros, desde la frontera norte de Chile hasta aproximadamente el límite sur de la Región de Coquimbo, lo que supone el desafío de generar una amplia red de observación de la surgencia a lo largo de la costa nacional, desde la cual sea discernir los últimos 12.000 años de evolución de este territorio, un conocimiento que, a la larga, será aplicable a otras zonas donde este fenómeno se produce, como el Sistema de Surgencias del Margen Este (más conocido por su nombre en inglés Eastern Boundaries Upwelling Systems, EBUSs).

“Nuestra investigación, desde el punto de vista científico, es todo un desafío, pues requiere generar un cuerpo de datos que permita ver de manera integrada la co-evolución entre procesos que tradicionalmente se han visto desde miradas disciplinarias separadas, ya sea solo desde las ciencias sociales o con una mirada de las ciencias naturales y exactas, y en escalas temporales poco continuas, poniendo lo pasado versus lo reciente. Es más, desde el pasado el habitar de la costa de Chile se ha visto preferentemente desde un prisma donde el humano es beneficiario, mientras que poca atención se ha puesto a los potenciales impactos de este enfoque”, explica Gayo.

Asimismo, el Núcleo Milenio Upwell espera incidir en la generación de políticas públicas, aportando nuevas miradas y complementarias para la implementación de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs) que se proponen frente al cambio climático, con un especial énfasis en la generación una red de observación del océano e iniciativas de adaptación en la zona costera.

Nuevas miradas

Pero la integración de miradas interdisciplinarias en el trabajo del Centro no es el único aspecto en que este nuevo centro de ubicará a la vanguardia de la investigación científica nacional. Notable también es el número de investigadoras mujeres (siete) que integran el equipo principal de investigación, dos de ellas a cargo del proyecto, contribuyendo de este modo a un pendiente ineludible en materia de igualdad de género en el ámbito científico.

Es sabido que el grado de avance de las carreras científicas de las mujeres es más lenta y difícil, y en este sentido, la adjudicación de un Núcleo Milenio con un marcado liderazgo femenino, en un ámbito de ciencia de excelencia -altamente competitivo- es todo un hito, que probablemente ayude a acortar las brechas de inequidad en la participación y ascenso de las mujeres en la ciencia a nivel nacional y global. Esto es principalmente relevante para quienes hemos forjado carreras científicas interdisciplinarias, dimensión académica en que la participación e inserción femenina es aún menor”, afirmó la investigadora.

Junto a los integrantes CAPES también se incorporan al proyecto la Dra. Carola Flores (como directora alterna del Núcleo); los investigadores asociados Dra. Catalina Aguirre, oceanógrafa de la Universidad de Valparaíso, Dr. Bernardo Broitman, ecólogo de la Universidad Adolfo Ibáñez, Dr. Antonio Maldonado, paleoclimatólogo del CEAZA, y Dr. Claudio Latorre, paleoecólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC). También lo conforman los investigadores adjuntos Dr. Boris Dewitte, oceanógrafo del CEAZA, Dr. Marcelo Rivadeneira, paleoecólogo del CEAZA, Dr. César Méndez, arqueólogo del CIEP, y el Dr. Chris Harrod, ecólogo de la Universidad de Antofagasta. Junto a ellos, se suman los investigadores jóvenes Dr. Carlos Lara, especialista en modelización de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Dra. Francisca Santana, bioantropóloga de la PUC y la Dra. Jimena Torres, arqueóloga de la Universidad de Magallanes.