Espacios costeros para pueblos originarios: estudio evalúa desafíos y oportunidadesMarine and Coastal Areas for Indigenous Peoples: Study Assesses Challenges and Opportunities

A doce años de la promulgación en Chile de la ley de Espacios Costeros Marinos de los Pueblos Originarios (ECMPO) ¿cuánto ha avanzado este instrumento en la restitución de los derechos de tierra ancestrales de las comunidades indígenas, y de paso, en la protección y manejo sustentable de los ecosistemas costeros del país?

Esta fue una de las preguntas que Luciano Hiriart-Bertrand, de Costa Humboldt; Juan Silva, de la Universidad de California Santa Bárbara, y Stefan Gelcich, de CAPES, buscaron responderse en un reciente artículo publicado en la revista Ocean and Coastal Management.

El trabajo tuvo por objetivo analizar la implementación de esta medida, que asigna y delimita zonas marinas y costeras exclusivas para el manejo de estos pueblos, determinando cuáles son sus principales potenciales a nivel de conservación y los obstáculos que aún perduran para asegurar avances reales en la materia.

Para ello, los investigadores estudiaron el estado de tramitación de las 91 áreas cuya administración ha sido solicitada por comunidades indígenas entre 2008 y 2019 (de las cuales 9 se encuentran completamente operativas), cuya extensión total alcanza los 31.959 km2.

Entre los aspectos evaluados, se determinaron los tipos de uso otorgados para cada zona (turismo, pesca, conservación, entre otros), recogieron las impresiones de las mismas comunidades sobre el instrumento, e identificaron las principales brechas que dificultaban el proceso de asignación e implementación de la política.

“Los principales desafíos de implementación de la ECMPO dicen relación con las diferentes visiones de mundo entre las comunidades indígenas y las instituciones del Estado” afirma el estudio. A esto, se suman problemas relativos a los plazos y recursos financieros requeridos para la aplicación del instrumento, y conflictos originados por el temor de algunos pescadores artesanales no indígenas de que el otorgamiento de más derechos de manejo en las costas chilenas pueda incrementar la presión sobre la actividad pesquera, reduciendo así los recursos disponibles.

“Nuestro diagnóstico revela que uno de los problemas más presentes es el hecho de que Conadi (agencia encargada de implementar la política), provee financiamiento sólo cuando los proyectos han sido aprobados oficialmente; todos los pasos previos del proceso de adjudicación deben ser financiados por las mismas comunidades”, explican los autores. Asimismo, éstos proponen que durante el proceso de postulación las comunidades puedan ser capaces de seleccionar las áreas a conservar, formar redes con entidades estatales y transferir sus sistemas de conocimiento a la compleción de formularios y requisitos de postulación, los que, en la actualidad, están basados en una visión occidental de la gestión ambiental.

En opinión de los investigadores, suplir estas deficiencias de modo de asegurar la legítima implementación de esta política es un paso clave para avanzar en el reconocimiento del derecho de los pueblos originarios a la autodeterminación, una deuda que, hasta ahora, el Estado chileno no ha logrado asumir.

“La ley de Espacios Costeros Marinos de los Pueblos Originarios tiene el potencial de ampliar la conservación cultural y de la biodiversidad marina, mediante la asignación de accesos y derechos de manejo de áreas marinas a estas comunidades”, aseveran los investigadores. “Aun cuando la medida esté dominada por instituciones del Estado y sus marcos de gestión por protocolos científicos occidentales, ofrece una oportunidad para controlar actividades no reguladas, restaurar ecosistemas marinos y desarrollar planes de manejo que incluyan el conocimiento tradicional de estas culturas”, concluyen.

Fuente: Challenges and opportunities of implementing the marine and coastal areas for indigenous peoples policy in Chile (2020)

Científicos utilizan modelos matemáticos para estudiar defensa de las plantas

Aplicando por primera vez algoritmos computacionales y un sistema especialmente creado para el estudio de redes de regulación génicas, los investigadores pudieron simular el comportamiento de estas redes en plantas inoculadas con la bacteria benéfica Paraburkholderia phytofirmans PsJN.

Los modelos matemáticos son herramientas utilizadas en múltiples disciplinas científicas con el fin de estimar y proyectar la evolución de fenómenos tan variados como el crecimiento de la bolsa de valores o la capacidad reproductiva de una población de bacterias, o humanos.

Hoy mismo, miles de epidemiólogos alrededor del mundo los emplean para simular potenciales escenarios de contagio asociados a la pandemia de COVID-19, en un esfuerzo por predecir el desarrollo de la enfermedad y elaborar planes de contención que contengan eficazmente la transmisión del virus.

El éxito de estos modelos motivó a tres investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, pertenecientes a la Línea 2 de CAPES, a estudiar otro proceso de la naturaleza del que poco se conoce a través de estas herramientas: el intrincado sistema de defensa de las plantas.

Para ello, los científicos Tania Timmermann, Bernardo González y Gonzalo Ruz, se centraron en entender las complejas interacciones que a nivel molecular inciden en un mecanismo específico de defensa vegetal: la resistencia sistémica inducida por microorganismos benéficos (o ISR, por sus siglas en inglés).

Específicamente, Timmermann, González y Ruz buscaron simular distintos escenarios de defensa de plantas de la especie Arabidopsis thaliana –previamente inoculadas por la bacteria benéfica Paraburkholderia phytofirmans PsJN– ante la amenaza del patógeno Pseudomonas syringae DC3000. Los resultados de este estudio fueron publicados recientemente en la revista BMC Bioinformatics.

Para recrear estos escenarios, los investigadores emplearon como modelo matemático un sistema conocido como Redes Booleanas, creado especialmente para el estudio de redes de regulación génica (esto es, el conjunto de interacciones que se produce entre la planta, su microorganismo benéfico y el patógeno atacante, y que derivan en la activación del sistema inmune de la primera), y un algoritmo de computación evolutiva.

El objetivo del estudio era inferir, a partir de estos modelos, el comportamiento de estas redes de regulación al interior de dichas plantas, tanto con respecto a su topología como su dinámica temporal.

Asimismo, los investigadores pudieron confirmar la robustez de las redes génicas detrás de este tipo de mecanismos defensivos, confirmando lo observado en vivo y validando el modelo matemático utilizado.

“La importancia de este trabajo recae en que entrega nuevo conocimiento en el estudio de las defensas vegetales mediadas por la respuesta ISR, tema que, a nivel molecular, ha sido menos estudiado, y ni siquiera abordado a través de modelos matemáticos” explica el Dr. González, uno de los autores del estudio.

“Este trabajo también permite conocer con mayor detalle la red de regulación génica que coordina estas defensas, mediadas por una bacteria benéfica utilizada hoy en programas agrícolas”, agrega la Dra. Timmermann, “modelar y predecir la respuesta de las plantas a cambios exógenos y endógenos que involucran genes de esta red permitirán un diseño más eficiente y efectivo de programas de aplicación de microorganismos beneficiosos que mejoren el rendimiento de cultivos de importancia comercial”.

Esto último, coinciden los autores, cobra especial valor cuando se proyecta hacer de la agricultura una actividad más sustentable y con menor impacto medio ambiental, puesto que bacterias y hongos benéficos están siendo cada vez más utilizados en reemplazo –todavía parcial– de agroquímicos y fertilizantes sintéticos.

Científicos utilizan modelos matemáticos para estudiar defensa de las plantasCAPES scientists use mathematical models to study the defense system of plants

Aplicando por primera vez algoritmos computacionales y un sistema especialmente creado para el estudio de redes de regulación génicas, los investigadores pudieron simular el comportamiento de estas redes en plantas inoculadas con la bacteria benéfica Paraburkholderia phytofirmans PsJN.

Los modelos matemáticos son herramientas utilizadas en múltiples disciplinas científicas con el fin de estimar y proyectar la evolución de fenómenos tan variados como el crecimiento de la bolsa de valores o la capacidad reproductiva de una población de bacterias, o humanos.

Hoy mismo, miles de epidemiólogos alrededor del mundo los emplean para simular potenciales escenarios de contagio asociados a la pandemia de COVID-19, en un esfuerzo por predecir el desarrollo de la enfermedad y elaborar planes de contención que contengan eficazmente la transmisión del virus.

El éxito de estos modelos motivó a tres investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, pertenecientes a la Línea 2 de CAPES, a estudiar otro proceso de la naturaleza del que poco se conoce a través de estas herramientas: el intrincado sistema de defensa de las plantas.

Para ello, los científicos Tania Timmermann, Bernardo González y Gonzalo Ruz, se centraron en entender las complejas interacciones que a nivel molecular inciden en un mecanismo específico de defensa vegetal: la resistencia sistémica inducida por microorganismos benéficos (o ISR, por sus siglas en inglés).

Específicamente, Timmermann, González y Ruz buscaron simular distintos escenarios de defensa de plantas de la especie Arabidopsis thaliana –previamente inoculadas por la bacteria benéfica Paraburkholderia phytofirmans PsJN– ante la amenaza del patógeno Pseudomonas syringae DC3000. Los resultados de este estudio fueron publicados recientemente en la revista BMC Bioinformatics.

Para recrear estos escenarios, los investigadores emplearon como modelo matemático un sistema conocido como Redes Booleanas, creado especialmente para el estudio de redes de regulación génica (esto es, el conjunto de interacciones que se produce entre la planta, su microorganismo benéfico y el patógeno atacante, y que derivan en la activación del sistema inmune de la primera), y un algoritmo de computación evolutiva.

El objetivo del estudio era inferir, a partir de estos modelos, el comportamiento de estas redes de regulación al interior de dichas plantas, tanto con respecto a su topología como su dinámica temporal.

Asimismo, los investigadores pudieron confirmar la robustez de las redes génicas detrás de este tipo de mecanismos defensivos, confirmando lo observado en vivo y validando el modelo matemático utilizado.

“La importancia de este trabajo recae en que entrega nuevo conocimiento en el estudio de las defensas vegetales mediadas por la respuesta ISR, tema que, a nivel molecular, ha sido menos estudiado, y ni siquiera abordado a través de modelos matemáticos” explica el Dr. González, uno de los autores del estudio.

“Este trabajo también permite conocer con mayor detalle la red de regulación génica que coordina estas defensas, mediadas por una bacteria benéfica utilizada hoy en programas agrícolas”, agrega la Dra. Timmermann, “modelar y predecir la respuesta de las plantas a cambios exógenos y endógenos que involucran genes de esta red permitirán un diseño más eficiente y efectivo de programas de aplicación de microorganismos beneficiosos que mejoren el rendimiento de cultivos de importancia comercial”.

Esto último, coinciden los autores, cobra especial valor cuando se proyecta hacer de la agricultura una actividad más sustentable y con menor impacto medio ambiental, puesto que bacterias y hongos benéficos están siendo cada vez más utilizados en reemplazo –todavía parcial– de agroquímicos y fertilizantes sintéticos.

Simposio en línea “Murciélagos y agro chileno” | Del 11 al 29 de mayo

CAPES, Myotis Chile y la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC se unen para llevar este simposio online, que buscará diseminar el aporte que realizan estos mamíferos voladores en el sector agrícola. Inscripciones al evento en el siguiente formulario.

Debido a su particular aspecto, sus costumbres nocturnas y a ser uno de los reservorios del virus de la rabia, los murciélagos suelen ser percibidos como animales poco carismáticos, peligrosos y hasta dañinos. Esta situación ha empeorado con la actual pandemia de coronavirus y la circulación de información incompleta y no corroborada, que ha terminado por culparlos injustamente de este brote.

Sin embargo, poco se sabe de los importantes servicios a la naturaleza y la sociedad que prestan estos fascinantes animales, en especial al sector agrícola. Dentro de los beneficios que proporciona los murciélagos a la agricultura están el efecto fertilizante del guano de murciélago; la polinización de algunos cultivos por murciélagos nectarívoros; y el control de plagas agrícolas por murciélagos insectívoros. Lamentablemente, algunas prácticas del sector agrícola, como por ejemplo un uso inadecuado de pesticidas, pueden afectar negativamente a las poblaciones de murciélagos.

En este contexto, el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC) en colaboración con Myotis Chile y la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica han organizado el Simposio en línea “Murciélagos y agro chileno”, con el objeto de dar a conocer la biodiversidad de los murciélagos chilenos, los servicios ecosistémicos que estos prestan y diferentes iniciativas de investigación y conservación de los murciélagos en el agro.

“Esperamos, con este simposio, obtener una perspectiva global de la interacción murciélagos y agro que vaya más allá del ámbito académico, la cual nos sirva de input para comenzar un trabajo colaborativo con el sector público y privado en torno al diseño de herramientas que faciliten la incorporación de prácticas amigables con los murciélagos en el agro chileno” explica Gabriela Flores, coordinadora del encuentro. “También creemos que el simposio nos proporcionará material valioso para generar campañas de divulgación sobre los murciélagos de chile y los servicios ecosistémicos que nos proveen”.

Expositores

El simposio contará con la participación de Luis Aguirre, investigador boliviano experto en servicios ecosistémicos y conservación de murciélagos en Sudamérica, y de Rodrigo Medellín, investigador mexicano que lideró el proyecto Bat Frienly, que permitió la incorporación de prácticas agrícolas amigables con los murciélagos en la producción del agave ocupado en la producción de tequila. Junto a ellos participará una gama de expositores representando tanto al sector académico como al sector público y privado.

La instancia, que será enteramente transmitida a partir de videoconferencias, cuenta también con la participación de los investigadores CAPES Francisco Bozinovic como director de la iniciativa, y de Melanie Duclos y Andrés Muñoz como expositores.

Formato

El simposio comenzará el lunes 11 de mayo con las presentaciones de los expositores, las cuales estarán disponibles a través de acceso exclusivo durante cinco días. En ese tiempo, los auditores podrán registrar sus consultas para los expositores.

Más adelante, durante la semana del 25 al 29 de mayo, se realizarán sesiones de discusión en vivo donde nuestros expertos abordaran las consultas de los auditores. Estas sesiones estaran también disponibles en modo replay para los auditores que no puedan acceder en forma simultánea.

Programa

Pueden descargar el programa completo del simposio en este enlace

Contacto e inscripción

Las inscripciones al evento se realizan llenando el siguiente formulario. Dudas y consultas al correo murcielagosyagro@gmail.com.

Más información en murcielagosyagro.cl

Simposio en línea “Murciélagos y agro chileno” | Del 11 al 29 de mayo

CAPES, Myotis Chile y la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC se unen para llevar este simposio online, que buscará diseminar el aporte que realizan estos mamíferos voladores en el sector agrícola. Inscripciones al evento en el siguiente formulario.

Debido a su particular aspecto, sus costumbres nocturnas y a ser uno de los reservorios del virus de la rabia, los murciélagos suelen ser percibidos como animales poco carismáticos, peligrosos y hasta dañinos. Esta situación ha empeorado con la actual pandemia de coronavirus y la circulación de información incompleta y no corroborada, que ha terminado por culparlos injustamente de este brote.

Sin embargo, poco se sabe de los importantes servicios a la naturaleza y la sociedad que prestan estos fascinantes animales, en especial al sector agrícola. Dentro de los beneficios que proporciona los murciélagos a la agricultura están el efecto fertilizante del guano de murciélago; la polinización de algunos cultivos por murciélagos nectarívoros; y el control de plagas agrícolas por murciélagos insectívoros. Lamentablemente, algunas prácticas del sector agrícola, como por ejemplo un uso inadecuado de pesticidas, pueden afectar negativamente a las poblaciones de murciélagos.

En este contexto, el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC) en colaboración con Myotis Chile y la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica han organizado el Simposio en línea “Murciélagos y agro chileno”, con el objeto de dar a conocer la biodiversidad de los murciélagos chilenos, los servicios ecosistémicos que estos prestan y diferentes iniciativas de investigación y conservación de los murciélagos en el agro.

“Esperamos, con este simposio, obtener una perspectiva global de la interacción murciélagos y agro que vaya más allá del ámbito académico, la cual nos sirva de input para comenzar un trabajo colaborativo con el sector público y privado en torno al diseño de herramientas que faciliten la incorporación de prácticas amigables con los murciélagos en el agro chileno” explica Gabriela Flores, coordinadora del encuentro. “También creemos que el simposio nos proporcionará material valioso para generar campañas de divulgación sobre los murciélagos de chile y los servicios ecosistémicos que nos proveen”.

Expositores

El simposio contará con la participación de Luis Aguirre, investigador boliviano experto en servicios ecosistémicos y conservación de murciélagos en Sudamérica, y de Rodrigo Medellín, investigador mexicano que lideró el proyecto Bat Frienly, que permitió la incorporación de prácticas agrícolas amigables con los murciélagos en la producción del agave ocupado en la producción de tequila. Junto a ellos participará una gama de expositores representando tanto al sector académico como al sector público y privado.

La instancia, que será enteramente transmitida a partir de videoconferencias, cuenta también con la participación de los investigadores CAPES Francisco Bozinovic como director de la iniciativa, y de Melanie Duclos y Andrés Muñoz como expositores.

Formato

El simposio comenzará el lunes 11 de mayo con las presentaciones de los expositores, las cuales estarán disponibles a través de acceso exclusivo durante cinco días. En ese tiempo, los auditores podrán registrar sus consultas para los expositores.

Más adelante, durante la semana del 25 al 29 de mayo, se realizarán sesiones de discusión en vivo donde nuestros expertos abordaran las consultas de los auditores. Estas sesiones estaran también disponibles en modo replay para los auditores que no puedan acceder en forma simultánea.

Programa

Pueden descargar el programa completo del simposio en este enlace

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Las inscripciones al evento se realizan llenando el siguiente formulario. Dudas y consultas al correo murcielagosyagro@gmail.com.

Más información en murcielagosyagro.cl

Modelos matemáticos y enfermedades infecciosas: anticipándose a la pandemia

CAPES conversó con el ecólogo de poblaciones, Mauricio Lima, acerca de cómo los modelos matemáticos nos ayudan a predecir la evolución de una enfermedad como el COVID-19, así como los potenciales riesgos y beneficios de implementar, o relajar, las diversas medidas de contención contra la pandemia.

En 1760, el físico y matemático suizo Daniel Bernoulli postuló a la Academia de Ciencias de París un artículo titulado “Un intento de nuevo análisis de la mortalidad causada por la viruela y de las ventanas de la inoculación para prevenirla”, un trabajo encargado por su amigo y colega Pierre Louis Moreau de Maupertuis, que tenía por objetivo proveer argumentos sólidos que justificaran la aplicación en Francia de una controversial vacuna contra la viruela, que por entonces asolaba sin freno a la población francesa.

La pregunta que Bernoulli buscaba responder era, irónicamente, compleja en su sencillez: ¿debía el gobierno francés promover la vacunación masiva de cada ciudadano al nacer? Para responderla, el matemático calculó mediante una serie de ecuaciones los posibles riesgos y beneficios que suponía aplicar esta medida, así como el no hacerlo, comparando cómo variaba la curva de mortalidad en la población bajo uno u otro escenario.

Se trataba del primer modelo matemático aplicado para predecir el rumbo de una enfermedad infecciosa en la historia.

Aun cuando el estudio de Bernoulli trabajaba con datos más bien defectuosos, y a partir de una hipótesis que él mismo declaraba “simplificada e imprecisa”, su modelo sentó las bases para una técnica indispensable en el estudio y seguimiento de epidemias y brotes infecciosos a lo largo del mundo, y que hoy mismo es aplicada por científicos de diversas disciplinas en un intento por entender de mejor forma la trayectoria de la pandemia provocada por el coronavirus.

El ecólogo de poblaciones del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC), Mauricio Lima, bien conoce el valor de estos modelos poblaciones a la hora de probar y anticipar los efectos que una intervención, sanitaria o de otro tipo, tiene sobre un conjunto determinado de individuos, humanos o de otro tipo. A lo largo de su carrera, el Dr. Lima ha investigado el impacto que distintos fenómenos ambientales han provocado en el pasado en el auge o colapso de comunidades enteras de personas (desde pequeñas sociedades a grandes civilizaciones), y de otras especies animales al interior de un ecosistema específico. En otras palabras, su dinámica poblacional.

Hablamos con el Dr. Lima para entender plenamente cómo estos modelos matemáticos permiten predecir, o al menos estimar, las consecuencias que medidas como el confinamiento o el testeo masivo tienen sobre el desarrollo del COVID-19 en nuestro país y el mundo, y la importancia de contar con datos fehacientes y completos (un lujo que no pudo darse Daniel Bernoulli) para la toma de decisiones efectivas en la lucha contra esta enfermedad.

¿Qué nos enseña la dinámica de poblaciones aplicada a la epidemiología sobre la forma en como se propaga una enfermedad infecciosa como el COVID-19?

A lo largo de estas semanas y mirando las redes sociales, se ha puesto en evidencia la importancia que tiene el entender algunos principios básicos de la dinámica de poblaciones, como por ejemplo el principio o ley exponencial, que explica cómo fenómenos como el crecimiento de la población, la multiplicación de células en un organismo, y también el número de contagiados durante una epidemia, crece aceleradamente a lo largo del tiempo. O la ley de acción de masas, asociada a los efectos del distanciamiento social y la cuarentena como medidas preventivas para evitar el contagio y desacelerar la tasa de transmisión del virus. De alguna manera, nuestra vida cotidiana se ha encontrado con la biología de una manera muy dura.

¿Cuáles son los modelos matemáticos que se aplican para predecir la evolución de una pandemia?

Desde hace décadas, los modelos matemáticos que se usan para entender la dinámica de las enfermedades infecciosas son muy bien entendidos conceptualmente, particularmente una familia de modelos clásicos del tipo SIR (llamados así por las iniciales de las variables que intervienen en sus cálculos: individuos susceptibles, infectados y recuperados) y todas sus variantes. También se utiliza otra gran familia de modelos basados en el individuo, que trata de determinar las interacciones a nivel individual de los infectados y sanos, y desde allí deducir patrones generales de la dinámica temporal y espacial de una epidemia. Este es un fenómeno ecológico muy bien entendido desde el punto de vista conceptual; lo importante realmente es poder contar con la información y los datos necesarios para poder ajustar y parametrizar estos modelos.

Sobre este punto, científicos nacionales ya han advertido del peligro que significa no contar con datos fiables para la toma de decisiones ante la emergencia. ¿Por qué es importante contar con datos completos y fidedignos como el número de contagiados, testeos realizados, personas hospitalizadas, recuperados, etc.?

El tema de la transparencia y disponibilidad de datos abiertos a la sociedad en general ha quedado de manifiesto como una necesidad imperiosa en el mundo que vivimos, no solo para tomar decisiones basadas en evidencia, sino para abrir el problema a toda la comunidad. Al menos la instancia de abrir una mesa social COVID-19 me parece un paso en la dirección correcta, quizás muy artesanal y precario, pero en la dirección correcta.

¿Cuáles son las características de esta epidemia que hace que se propague tan aceleradamente?

En epidemiología, el número reproductivo básico o R0 es un indicador del éxito de un patógeno y se define como el número de infecciones secundarias producidas cuando se introduce un individuo infectado en una población de hospedadores susceptibles. En otras palabras, por cada persona contagiada, cuántas personas más se contagian en promedio. Una característica de este virus es que el período de incubación de la enfermedad (cuánto tiempo pasa ésta en el cuerpo antes de presentar síntomas) es prolongado. En promedio, se incuba por 5,2 días, pero en algunos individuos el periodo de incubación puede llegar a 12 días. Este mayor periodo de incubación, y el hecho de que el virus aparentemente es transmitido por personas infectadas con síntomas moderados o incluso al principio de la infección, hace que el aislamiento de las personas que ya tienen síntomas declarados sea menos efectivo que en el caso de epidemias pasadas como la del SARS, y que su propagación, basada en el R0 del virus, sea muy alta. Por ejemplo, el estimado de R0 para el COVID-19 es de 3.28, con una mediana de 2.79, bastante más alto que en el caso del SARS, y también de la influenza AH1N1 en 2009, el último evento epidemiológico importante en Chile, con valores máximos de R0 de 1.8.

No es la primera vez que el mundo, o sociedades particulares, han sufrido los estragos de una epidemia de estas proporciones, ¿qué lecciones podemos sacar de esos episodios que nos ayuden a superar esta crisis?

Algo que se nos olvida a veces es que las epidemias de enfermedades infecciosas de esta magnitud son consecuencia de nuestra “ecología” o de como venimos construyendo nuestro “nicho” ecológicos desde hace 10.000 años, desde que comenzamos a domesticar plantas y animales y nacieron las civilizaciones complejas, urbanización, y concentración de personas en espacios reducidos. Las plagas están en el inconsciente colectivo de las sociedades humanas desde el inicio de la agricultura, son una consecuencia de nuestro estilo de vida. El hecho que los avances en salud desde el siglo XIX a la fecha nos hayan protegido de muchas de las enfermedades más recurrentes, quizás nos hizo creer en que estábamos a salvo de las epidemias en nuestra vida cotidiana, y el COVID-19 es un recordatorio que esto no es así.

¿De qué manera la forma en hemos construido nuestros “nichos” nos hizo vulnerables a este tipo de desastres?

Wuhan, el lugar de origen de la epidemia, ejemplifica bien este punto. Wuhan es la ciudad más grande del centro de China (11 millones de habitantes), centro neurálgico del transporte, comercio e industrias, con un aeropuerto donde se transportan alrededor de 3.500 personas por día y estación de trenes que conectan toda China. La densidad de la población urbana en China se ha triplicado en los últimos 20 años. Todo esto, sumado a la dinámica de la vida actual en mega-ciudades, hacen que la tasa de transmisión entre personas se amplifique y convierta al tamaño poblacional en el gran desafío para poder contener la epidemia.

¿Y cómo se manifiesta esta variable en el caso de Chile?

En el caso particular del contexto demográfico y geográfico de Chile, existen desafíos importantes en las regiones más densamente pobladas o en regiones con altísima tasa de urbanización, como en el norte del país. Y quizás ventajas, por el aislamiento geográfico y la estructura norte-sur geográfica que tenemos. Pero esta pandemia nos recuerda lo importante de entender las consecuencias de nuestra manera de vivir y del tipo de “ambiente” que hemos construido y del impacto de ser 7.7 mil millones de personas muy conectadas.

En su opinión, ¿han conseguido las medidas aplicadas hasta ahora en Chile contener la expansión del virus y «aplanar la curva»? ¿Qué nuevas medidas cree que debieran implementarse?

En el caso del COVID-19, hay una tendencia de la expansión de la epidemia en Chile que sugiere que las medidas tomadas de distanciamiento social, cierre de actividades y cuarentenas localizadas viene reduciendo la tasa de crecimiento exponencial diaria de los infectados, pero ésta aún es positiva. En este contexto, la implementación temprana de diversas medidas de supresión (cierres de escuelas y universidades) y mitigación (aislamiento de casos, cuarentena, y distanciamiento social de los más vulnerables), junto al diseño de un plan de toma de muestras masivo (por ejemplo, en controles de carreteras y asociado a brotes geográficamente localizados) son fundamentales ante una pandemia. De hecho, se ha sugerido que la toma y análisis masivo de muestras, junto a cuarentena y trazabilidad de contactos por medio de celulares y tarjetas de crédito, permitió a Corea del Sur aplanar su curva de nuevos casos, pasando de 909 el 29 de febrero a 74 a mediados de marzo.

¿Y qué queda a partir de ahora?

Lo importante es determinar durante cuánto tiempo se deben mantener estas medidas para evitar que vuelva a emerger un nuevo brote epidémico (cabe señalar que, al momento de esta entrevista, las medidas de relajamiento de las cuarentenas comunales aún no entraban en efecto). Algunos autores señalan que de alguna manera las medidas deben mantenerse hasta que haya una vacuna disponible, lo cual es poco viable desde el punto de vista social y económico. Una alternativa posible, es reducir el número de casos nuevos y bajar el R0 de la enfermedad a menos de 1 y luego relajar estas mediadas de supresión permitiendo minimizar el costo económico. En el fondo, es tener un ciclo de cuarentenas localizadas y relajamiento asociado con un extenso monitoreo y tests al azar en la población para localizar potenciales infectados y sus redes de contactos.

¿Cuál cree que es el escenario más probable de crecimiento de casos a partir de los datos con los que contamos a la fecha? ¿Es demasiado tarde para evitar un colapso de nuestro sistema?

Primero, la tasa de transmisión de la enfermedad pareciera haber sido muy alta al inicio, con una tasa 0.44, que comenzó a declinar sobre el día 20 de la epidemia. Actualmente, estaría por debajo del 0.1, lo cual sugiere que todavía quedan algunos días más para poder bajar la tasa de infección y apoya que las medidas de contención, distanciamiento social y cuarentena localizadas en comunas ha tenido éxito. Sin embargo, todavía el número de casos nuevos no se estabiliza ni disminuye, sugiriendo que la dinámica sigue en fase expansiva, que nuestros modelos predicen alcanzaría su punto al día 90 de la epidemia (31 de mayo). Esto, cabe destacar, si se mantienen las medidas de mitigación implementadas hasta ahora.

Actualmente, el Dr. Lima estudia el desarrollo de la epidemia a través de un modelo SIR adaptado que considera también el número de fallecidos por COVID-19 y su tasa diaria de crecimiento, generando reportes cada vez que se presentan alteraciones en la proyección de la enfermedad. Estos reportes están disponibles en el sitio web de CAPES.

Modelos matemáticos y enfermedades infecciosas: anticipándose a la pandemia

CAPES conversó con el ecólogo de poblaciones, Mauricio Lima, acerca de cómo los modelos matemáticos nos ayudan a predecir la evolución de una enfermedad como el COVID-19, así como los potenciales riesgos y beneficios de implementar, o relajar, las diversas medidas de contención contra la pandemia.

En 1760, el físico y matemático suizo Daniel Bernoulli postuló a la Academia de Ciencias de París un artículo titulado “Un intento de nuevo análisis de la mortalidad causada por la viruela y de las ventanas de la inoculación para prevenirla”, un trabajo encargado por su amigo y colega Pierre Louis Moreau de Maupertuis, que tenía por objetivo proveer argumentos sólidos que justificaran la aplicación en Francia de una controversial vacuna contra la viruela, que por entonces asolaba sin freno a la población francesa.

La pregunta que Bernoulli buscaba responder era, irónicamente, compleja en su sencillez: ¿debía el gobierno francés promover la vacunación masiva de cada ciudadano al nacer? Para responderla, el matemático calculó mediante una serie de ecuaciones los posibles riesgos y beneficios que suponía aplicar esta medida, así como el no hacerlo, comparando cómo variaba la curva de mortalidad en la población bajo uno u otro escenario.

Se trataba del primer modelo matemático aplicado para predecir el rumbo de una enfermedad infecciosa en la historia.

Aun cuando el estudio de Bernoulli trabajaba con datos más bien defectuosos, y a partir de una hipótesis que él mismo declaraba “simplificada e imprecisa”, su modelo sentó las bases para una técnica indispensable en el estudio y seguimiento de epidemias y brotes infecciosos a lo largo del mundo, y que hoy mismo es aplicada por científicos de diversas disciplinas en un intento por entender de mejor forma la trayectoria de la pandemia provocada por el coronavirus.

El ecólogo de poblaciones del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC), Mauricio Lima, bien conoce el valor de estos modelos poblaciones a la hora de probar y anticipar los efectos que una intervención, sanitaria o de otro tipo, tiene sobre un conjunto determinado de individuos, humanos o de otro tipo. A lo largo de su carrera, el Dr. Lima ha investigado el impacto que distintos fenómenos ambientales han provocado en el pasado en el auge o colapso de comunidades enteras de personas (desde pequeñas sociedades a grandes civilizaciones), y de otras especies animales al interior de un ecosistema específico. En otras palabras, su dinámica poblacional.

Hablamos con el Dr. Lima para entender plenamente cómo estos modelos matemáticos permiten predecir, o al menos estimar, las consecuencias que medidas como el confinamiento o el testeo masivo tienen sobre el desarrollo del COVID-19 en nuestro país y el mundo, y la importancia de contar con datos fehacientes y completos (un lujo que no pudo darse Daniel Bernoulli) para la toma de decisiones efectivas en la lucha contra esta enfermedad.

¿Qué nos enseña la dinámica de poblaciones aplicada a la epidemiología sobre la forma en como se propaga una enfermedad infecciosa como el COVID-19?

A lo largo de estas semanas y mirando las redes sociales, se ha puesto en evidencia la importancia que tiene el entender algunos principios básicos de la dinámica de poblaciones, como por ejemplo el principio o ley exponencial, que explica cómo fenómenos como el crecimiento de la población, la multiplicación de células en un organismo, y también el número de contagiados durante una epidemia, crece aceleradamente a lo largo del tiempo. O la ley de acción de masas, asociada a los efectos del distanciamiento social y la cuarentena como medidas preventivas para evitar el contagio y desacelerar la tasa de transmisión del virus. De alguna manera, nuestra vida cotidiana se ha encontrado con la biología de una manera muy dura.

¿Cuáles son los modelos matemáticos que se aplican para predecir la evolución de una pandemia?

Desde hace décadas, los modelos matemáticos que se usan para entender la dinámica de las enfermedades infecciosas son muy bien entendidos conceptualmente, particularmente una familia de modelos clásicos del tipo SIR (llamados así por las iniciales de las variables que intervienen en sus cálculos: individuos susceptibles, infectados y recuperados) y todas sus variantes. También se utiliza otra gran familia de modelos basados en el individuo, que trata de determinar las interacciones a nivel individual de los infectados y sanos, y desde allí deducir patrones generales de la dinámica temporal y espacial de una epidemia. Este es un fenómeno ecológico muy bien entendido desde el punto de vista conceptual; lo importante realmente es poder contar con la información y los datos necesarios para poder ajustar y parametrizar estos modelos.

Sobre este punto, científicos nacionales ya han advertido del peligro que significa no contar con datos fiables para la toma de decisiones ante la emergencia. ¿Por qué es importante contar con datos completos y fidedignos como el número de contagiados, testeos realizados, personas hospitalizadas, recuperados, etc.?

El tema de la transparencia y disponibilidad de datos abiertos a la sociedad en general ha quedado de manifiesto como una necesidad imperiosa en el mundo que vivimos, no solo para tomar decisiones basadas en evidencia, sino para abrir el problema a toda la comunidad. Al menos la instancia de abrir una mesa social COVID-19 me parece un paso en la dirección correcta, quizás muy artesanal y precario, pero en la dirección correcta.

¿Cuáles son las características de esta epidemia que hace que se propague tan aceleradamente?

En epidemiología, el número reproductivo básico o R0 es un indicador del éxito de un patógeno y se define como el número de infecciones secundarias producidas cuando se introduce un individuo infectado en una población de hospedadores susceptibles. En otras palabras, por cada persona contagiada, cuántas personas más se contagian en promedio. Una característica de este virus es que el período de incubación de la enfermedad (cuánto tiempo pasa ésta en el cuerpo antes de presentar síntomas) es prolongado. En promedio, se incuba por 5,2 días, pero en algunos individuos el periodo de incubación puede llegar a 12 días. Este mayor periodo de incubación, y el hecho de que el virus aparentemente es transmitido por personas infectadas con síntomas moderados o incluso al principio de la infección, hace que el aislamiento de las personas que ya tienen síntomas declarados sea menos efectivo que en el caso de epidemias pasadas como la del SARS, y que su propagación, basada en el R0 del virus, sea muy alta. Por ejemplo, el estimado de R0 para el COVID-19 es de 3.28, con una mediana de 2.79, bastante más alto que en el caso del SARS, y también de la influenza AH1N1 en 2009, el último evento epidemiológico importante en Chile, con valores máximos de R0 de 1.8.

No es la primera vez que el mundo, o sociedades particulares, han sufrido los estragos de una epidemia de estas proporciones, ¿qué lecciones podemos sacar de esos episodios que nos ayuden a superar esta crisis?

Algo que se nos olvida a veces es que las epidemias de enfermedades infecciosas de esta magnitud son consecuencia de nuestra “ecología” o de como venimos construyendo nuestro “nicho” ecológicos desde hace 10.000 años, desde que comenzamos a domesticar plantas y animales y nacieron las civilizaciones complejas, urbanización, y concentración de personas en espacios reducidos. Las plagas están en el inconsciente colectivo de las sociedades humanas desde el inicio de la agricultura, son una consecuencia de nuestro estilo de vida. El hecho que los avances en salud desde el siglo XIX a la fecha nos hayan protegido de muchas de las enfermedades más recurrentes, quizás nos hizo creer en que estábamos a salvo de las epidemias en nuestra vida cotidiana, y el COVID-19 es un recordatorio que esto no es así.

¿De qué manera la forma en hemos construido nuestros “nichos” nos hizo vulnerables a este tipo de desastres?

Wuhan, el lugar de origen de la epidemia, ejemplifica bien este punto. Wuhan es la ciudad más grande del centro de China (11 millones de habitantes), centro neurálgico del transporte, comercio e industrias, con un aeropuerto donde se transportan alrededor de 3.500 personas por día y estación de trenes que conectan toda China. La densidad de la población urbana en China se ha triplicado en los últimos 20 años. Todo esto, sumado a la dinámica de la vida actual en mega-ciudades, hacen que la tasa de transmisión entre personas se amplifique y convierta al tamaño poblacional en el gran desafío para poder contener la epidemia.

¿Y cómo se manifiesta esta variable en el caso de Chile?

En el caso particular del contexto demográfico y geográfico de Chile, existen desafíos importantes en las regiones más densamente pobladas o en regiones con altísima tasa de urbanización, como en el norte del país. Y quizás ventajas, por el aislamiento geográfico y la estructura norte-sur geográfica que tenemos. Pero esta pandemia nos recuerda lo importante de entender las consecuencias de nuestra manera de vivir y del tipo de “ambiente” que hemos construido y del impacto de ser 7.7 mil millones de personas muy conectadas.

En su opinión, ¿han conseguido las medidas aplicadas hasta ahora en Chile contener la expansión del virus y «aplanar la curva»? ¿Qué nuevas medidas cree que debieran implementarse?

En el caso del COVID-19, hay una tendencia de la expansión de la epidemia en Chile que sugiere que las medidas tomadas de distanciamiento social, cierre de actividades y cuarentenas localizadas viene reduciendo la tasa de crecimiento exponencial diaria de los infectados, pero ésta aún es positiva. En este contexto, la implementación temprana de diversas medidas de supresión (cierres de escuelas y universidades) y mitigación (aislamiento de casos, cuarentena, y distanciamiento social de los más vulnerables), junto al diseño de un plan de toma de muestras masivo (por ejemplo, en controles de carreteras y asociado a brotes geográficamente localizados) son fundamentales ante una pandemia. De hecho, se ha sugerido que la toma y análisis masivo de muestras, junto a cuarentena y trazabilidad de contactos por medio de celulares y tarjetas de crédito, permitió a Corea del Sur aplanar su curva de nuevos casos, pasando de 909 el 29 de febrero a 74 a mediados de marzo.

¿Y qué queda a partir de ahora?

Lo importante es determinar durante cuánto tiempo se deben mantener estas medidas para evitar que vuelva a emerger un nuevo brote epidémico (cabe señalar que, al momento de esta entrevista, las medidas de relajamiento de las cuarentenas comunales aún no entraban en efecto). Algunos autores señalan que de alguna manera las medidas deben mantenerse hasta que haya una vacuna disponible, lo cual es poco viable desde el punto de vista social y económico. Una alternativa posible, es reducir el número de casos nuevos y bajar el R0 de la enfermedad a menos de 1 y luego relajar estas mediadas de supresión permitiendo minimizar el costo económico. En el fondo, es tener un ciclo de cuarentenas localizadas y relajamiento asociado con un extenso monitoreo y tests al azar en la población para localizar potenciales infectados y sus redes de contactos.

¿Cuál cree que es el escenario más probable de crecimiento de casos a partir de los datos con los que contamos a la fecha? ¿Es demasiado tarde para evitar un colapso de nuestro sistema?

Primero, la tasa de transmisión de la enfermedad pareciera haber sido muy alta al inicio, con una tasa 0.44, que comenzó a declinar sobre el día 20 de la epidemia. Actualmente, estaría por debajo del 0.1, lo cual sugiere que todavía quedan algunos días más para poder bajar la tasa de infección y apoya que las medidas de contención, distanciamiento social y cuarentena localizadas en comunas ha tenido éxito. Sin embargo, todavía el número de casos nuevos no se estabiliza ni disminuye, sugiriendo que la dinámica sigue en fase expansiva, que nuestros modelos predicen alcanzaría su punto al día 90 de la epidemia (31 de mayo). Esto, cabe destacar, si se mantienen las medidas de mitigación implementadas hasta ahora.

Actualmente, el Dr. Lima estudia el desarrollo de la epidemia a través de un modelo SIR adaptado que considera también el número de fallecidos por COVID-19 y su tasa diaria de crecimiento, generando reportes cada vez que se presentan alteraciones en la proyección de la enfermedad. Estos reportes están disponibles en el sitio web de CAPES.

GAMA lanza la versión 2020 de su Reporte de Votaciones Ambientales

Cumplida la mitad de su mandato, sólo un quinto de los compromisos ambientales de Sebastián Piñera ha sido abordado en el Parlamento, mientras que algunos congresistas comienzan a desarrollar un rol de emprendedor ambiental.

El Grupo Asesor en Medio Ambiente, GAMA UC, publicó este mes los resultados de la 14° versión de su “Reporte Anual de Votaciones Ambientales”, proyecto que busca aumentar la transparencia y el acceso a la información del trabajo parlamentario en materia ambiental a través del seguimiento y la evaluación anual de sus votaciones ambientales.

Descarga aquí el reporte completo.

Para la directora del proyecto e investigadora del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES UC, Dra. Francisca Reyes, “el balance del año legislativo que termina es mixto. En lo positivo vemos un empoderamiento del Congreso en temas ambientales como autores de proyectos de ley ingresados (45 de 50), votados (11 de 16) y aprobados (3 de 4), además de la incipiente reaparición de la figura del emprendedor ambiental, encarnada en parlamentarios que gestionan de manera exitosa e innovadora temas de relevancia ambiental como lo fue el tema de humedales en esta legislatura”, sostuvo.

Sin embargo, agregó, “los datos muestran que solo una porción menor de los proyectos de ley votados (6 de 19) responden a los desafíos de relevancia ambiental identificados por la autoridad, lo que abre una legitima pregunta acerca de la relevancia del legado ambiental del Congreso y también de la pertinencia de los compromisos enunciados por el Gobierno en la materia. Además, este año legislativo termina con grandes pendientes como la aprobación del proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas”.

Las claves del reporte

A días de haberse cumplido el segundo año de gobierno del presidente Piñera, el reporte consigna que en este tiempo se votaron 19 proyectos de ley en materia ambiental (3 más que en el período anterior), al tiempo que un récord de 50 proyectos de relevancia ambiental fueron ingresados para tramitación. De estos, 45 nacieron de la iniciativa de parlamentarios en la forma de mociones.

Asimismo, de las 4 las leyes aprobadas durante esta legislatura, 3 son de origen parlamentario, y cubren aspectos como la protección de humedales urbanos, la regulación del cableado aéreo en desuso y el resguardo de zonas de interés astronómico ante la contaminación lumínica.

El informe también notó que ninguno de estos proyectos responde a compromisos y desafíos de relevancia ambiental identificados oficialmente por el Gobierno, lo que, en opinión de sus autores, “da cuenta de la consolidación del rol de marcador de la agenda del Congreso a lo largo de las últimas legislaturas”.

De este modo, apenas 10 de los 53 compromisos ambientales declarados por la administración de Piñera se encuentran actualmente despachados o en estado de tramitación, habiéndose votado exitosamente sólo 6 de ellos.

Al igual que en años anteriores, sigue existiendo una gran actividad regulatoria en el tema de pesca y acuicultura, con 5 proyectos votados en esta área —3 mensajes y 2 mociones—, seguido de una inusual y muy intensa actividad en torno a la protección y conservación de humedales, con 4 proyectos de ley votados en el tema.

Desempeño parlamentario

Respecto al comportamiento parlamentario, en el Senado vemos una disminución desde 22 Senadores con perfil verde del reporte 2019, a 10 en el 2020. En cuanto a la Cámara, este perfil aumentó desde 20 diputados y diputadas con perfil verde a 87 en la legislatura reciente. Además, el reporte muestra que sigue existiendo el perfil de parlamentarios “indiferentes”, es decir que no asisten -sin justificación alguna- a más de 1/3 de las votaciones de relevancia Ambiental emitidas en el periodo. El reporte muestra 8 senadores y 2 diputados y diputadas con ese perfil.

“En tiempos de tanta incertidumbre y agitación social, la calidad de la política pública, tanto en términos de su calidad técnica como de su legitimidad, cobra especial relevancia. Este reporte contribuye directamente a fomentar la transparencia, el acceso a la información y la rendición de cuentas del trabajo ambiental del Congreso, órgano clave a la salud de nuestra democracia y al futuro del país”, señala Reyes.

El “Reporte Anual de Votaciones Ambientales” es una publicación del Proyecto Votaciones Ambientales del Grupo Asesor en Medio Ambiente, GAMA, integrado por diez académicos de distintas áreas disciplinarias de la UC, perteneciente a siete facultades e institutos de la universidad.

La iniciativa es financiada por CAPES UC, y apoyada por el Instituto de Ciencia Política de la UC y el Núcleo Milenio Centro para el Impacto Socioeconómico de las Políticas Ambientales (CESIEP).

GAMA lanza la versión 2020 de su Reporte de Votaciones Ambientales

Cumplida la mitad de su mandato, sólo un quinto de los compromisos ambientales de Sebastián Piñera ha sido abordado en el Parlamento, mientras que algunos congresistas comienzan a desarrollar un rol de emprendedor ambiental.

El Grupo Asesor en Medio Ambiente, GAMA UC, publicó este mes los resultados de la 14° versión de su “Reporte Anual de Votaciones Ambientales”, proyecto que busca aumentar la transparencia y el acceso a la información del trabajo parlamentario en materia ambiental a través del seguimiento y la evaluación anual de sus votaciones ambientales.

Descarga aquí el reporte completo.

Para la directora del proyecto e investigadora del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES UC, Dra. Francisca Reyes, “el balance del año legislativo que termina es mixto. En lo positivo vemos un empoderamiento del Congreso en temas ambientales como autores de proyectos de ley ingresados (45 de 50), votados (11 de 16) y aprobados (3 de 4), además de la incipiente reaparición de la figura del emprendedor ambiental, encarnada en parlamentarios que gestionan de manera exitosa e innovadora temas de relevancia ambiental como lo fue el tema de humedales en esta legislatura”, sostuvo.

Sin embargo, agregó, “los datos muestran que solo una porción menor de los proyectos de ley votados (6 de 19) responden a los desafíos de relevancia ambiental identificados por la autoridad, lo que abre una legitima pregunta acerca de la relevancia del legado ambiental del Congreso y también de la pertinencia de los compromisos enunciados por el Gobierno en la materia. Además, este año legislativo termina con grandes pendientes como la aprobación del proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas”.

Las claves del reporte

A días de haberse cumplido el segundo año de gobierno del presidente Piñera, el reporte consigna que en este tiempo se votaron 19 proyectos de ley en materia ambiental (3 más que en el período anterior), al tiempo que un récord de 50 proyectos de relevancia ambiental fueron ingresados para tramitación. De estos, 45 nacieron de la iniciativa de parlamentarios en la forma de mociones.

Asimismo, de las 4 las leyes aprobadas durante esta legislatura, 3 son de origen parlamentario, y cubren aspectos como la protección de humedales urbanos, la regulación del cableado aéreo en desuso y el resguardo de zonas de interés astronómico ante la contaminación lumínica.

El informe también notó que ninguno de estos proyectos responde a compromisos y desafíos de relevancia ambiental identificados oficialmente por el Gobierno, lo que, en opinión de sus autores, “da cuenta de la consolidación del rol de marcador de la agenda del Congreso a lo largo de las últimas legislaturas”.

De este modo, apenas 10 de los 53 compromisos ambientales declarados por la administración de Piñera se encuentran actualmente despachados o en estado de tramitación, habiéndose votado exitosamente sólo 6 de ellos.

Al igual que en años anteriores, sigue existiendo una gran actividad regulatoria en el tema de pesca y acuicultura, con 5 proyectos votados en esta área —3 mensajes y 2 mociones—, seguido de una inusual y muy intensa actividad en torno a la protección y conservación de humedales, con 4 proyectos de ley votados en el tema.

Desempeño parlamentario

Respecto al comportamiento parlamentario, en el Senado vemos una disminución desde 22 Senadores con perfil verde del reporte 2019, a 10 en el 2020. En cuanto a la Cámara, este perfil aumentó desde 20 diputados y diputadas con perfil verde a 87 en la legislatura reciente. Además, el reporte muestra que sigue existiendo el perfil de parlamentarios “indiferentes”, es decir que no asisten -sin justificación alguna- a más de 1/3 de las votaciones de relevancia Ambiental emitidas en el periodo. El reporte muestra 8 senadores y 2 diputados y diputadas con ese perfil.

“En tiempos de tanta incertidumbre y agitación social, la calidad de la política pública, tanto en términos de su calidad técnica como de su legitimidad, cobra especial relevancia. Este reporte contribuye directamente a fomentar la transparencia, el acceso a la información y la rendición de cuentas del trabajo ambiental del Congreso, órgano clave a la salud de nuestra democracia y al futuro del país”, señala Reyes.

El “Reporte Anual de Votaciones Ambientales” es una publicación del Proyecto Votaciones Ambientales del Grupo Asesor en Medio Ambiente, GAMA, integrado por diez académicos de distintas áreas disciplinarias de la UC, perteneciente a siete facultades e institutos de la universidad.

La iniciativa es financiada por CAPES UC, y apoyada por el Instituto de Ciencia Política de la UC y el Núcleo Milenio Centro para el Impacto Socioeconómico de las Políticas Ambientales (CESIEP).