Seminario abordó casos de reintroducción y conservación de guanacos en Sudamérica

El Santuario de la Naturaleza Cáscada de las Ánimas, ubicado en pleno Cajón del Maipo en la Región Metropolitana fue el lugar de reunión de más de 40 estudiantes e investigadores interesados en la conservación y protección de la fauna nacional, y específicamente del guanaco (Lama guanicoe), un mamífero artiodáctilo de la familia de los camélidos natural de América del sur.

El motivo de este encuentro fue la realización del seminario internacional “Reintroducción de Guanacos en Sudamérica: oportunidades y desafíos para la conservación de sus ecosistemas”, una actividad organizada por el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES), la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica, y el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) de la Universidad de Chile.

El seminario, celebrado el pasado miércoles 20 de noviembre, tuvo por objetivo informar sobre distintas iniciativas de repoblamiento y “reasilvestramiento” (rewilding) de esta especie tanto en Chile como en Argentina, sus resultados y aprendizajes, además de concentrar en un mismo lugar a diversos actores dedicados al cuidado y estudio de este fascinante herbívoro, el más grande de nuestro país.

La elección de este Santuario como sede para la realización del evento no fue casual, pues fue allí donde, entre 2017 y 2018, una pareja de jóvenes investigadores, Meredith Root-Bernstein y Matías Guerrero, liberó a dos guanacos machos provenientes del sur de Chile en un intento por estudiar y confirmar el rol de estos animales como potenciales “restauradores” del amenazado bosque esclerófilo, misión que cumplieron en periodos donde todavía poblaban el valle del Chile central, antes de que su caza indiscriminada los hiciera desaparecer.

Justamente fue Root-Bernstein, ecóloga del Instituto Nacional de Ciencias del Medio Ambiente, Alimentos y Tecnologías para la Vida (AgroParisTech), en París, Francia, quien inauguró la ronda de exposiciones detallando algunos de los resultados parciales de este experimento. En su presentación, la también investigadora del IEB comentó la buena adaptación de estos dos ejemplares han tenido a su nuevo hábitat, destacando que, pese a su reducido número, éstos ya presentan conductas propias de animales ya aclimatados, como la demarcación de su territorio por medio de defecaderos.

En cuanto al papel de los guanacos como “jardineros naturales” de ecosistemas degradados como el del espinal de la zona central, Root-Berstein se declaró optimista con los resultados preliminares, aunque en su opinión, aún queda mucho por estudiar: «Preliminarmente, el ramoneo de los guanacos sí favorecería el crecimiento de los espinos de la zona, a lo que se suma su ya conocida condición de dispersores naturales de plantas nativas como la palma chilena» explicó.

A continuación, Moisés Grimberg, Superintendente de la Red de Parques de la Patagonia de CONAF y representante nacional de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), expuso sobre el estado de la institucionalidad chilena en torno a la protección de esta especie, clasificada como “vulnerable” en gran parte del país. Más específicamente, enumeró los objetivos y lineamientos del Plan Nacional de Conservación del Guanaco, un trabajado emprendido en 2010 por diversos organismos públicos y de la sociedad civil que buscó sistematizar los esfuerzos alrededor del cuidado del guanaco a lo largo de todo el territorio nacional, promoviendo su protección y reduciendo sus amenazas.

«En Chile hay muchas comunidades locales que entienden el rol ecológico y cultural que tiene guanaco en la vida nacional, pero nos falta que esa sensibilidad se dé a todo nivel, sobre todo entre los tomadores de decisión» concluyó.
Las intervenciones internacionales estuvieron a cargo de la ecóloga Celina Flores, del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC, CONICET), en Argentina, y del también trasandino Alejandro Calderón, encargado de vida silvestre del Gobierno de la Pampa.

En su exposición, Flores divulgó los resultados de un proyecto de reintroducción de guanacos realizado en 2009 en el Parque Nacional Quebrada del Condorito, en Argentina, con el objetivo de potenciar sus servicios ecosistémicos en la zona, y estudiar la forma en que estas especies seleccionan su hábitat. Entre sus conclusiones, la investigadora comentó que “los guanacos introducidos prefirieron espacios con forraje de mayor valor nutricional (césped seco y húmedo), y en relieves que favorecían su estrategia para evitar depredadores», validando el comportamiento de otras especies investigadas.

Calderón, por su parte, hizo un repaso de los distintos proyectos de reintroducción de guanacos en la pampa trasandina, una región que alguna vez contó con 33 millones de estos animales y cuya población hoy alcanza los 2 millones de individuos (aproximadamente).

Al finalizar las presentaciones, Matías Guerrero, uno de los organizadores del evento, valoró la alta convocatoria de la actividad e incentivó a sus asistentes a seguir colaborando en los intentos por devolver al guanaco a su hábitat original y aprovechar su capacidad para restaurar y recuperar ecosistemas degradados.

Durante la tarde, expositores y asistentes participaron de un taller para delinear posibles caminos de acción para potenciar los proyectos actuales de reintroducción de la especie en la zona central de Chile.

Investigación CAPES halla alto contenido de plásticos en la dieta del cóndor andino

Estudio del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC) muestra que cerca de un 30% de la dieta del cóndor en la región Metropolitana se compone de desechos de origen humano.

El emblemático cóndor andino (Vultur gryphus) es el ave terrestre de mayor envergadura en el planeta y símbolo de nuestro escudo patrio. Es un ave carroñera propiamente tal, dado que se alimenta exclusivamente de carroña o animales muertos, cumpliendo así una tarea muy relevante para nuestra salud: la de mantener los campos limpios de fuentes de infección.

Recientemente, un trabajo publicado en la revista Ornitología Neotropical pone en evidencia los cambios que han tenido los hábitos alimenticios del cóndor frente a un entorno cada vez más intervenido por la acción humana.

El trabajo conjunto entre científicos del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC), el Centro de Investigación para la Sustentabilidad (CIS) de la Universidad Andrés Bello, el Laboratorio de Ecología Aplicada (LABECOL) de la Universidad de Los Lagos, y de la empresa consultora Biomérica, buscó determinar la composición de la dieta del cóndor andino en una zona con alta intervención humana en Chile central, en la comuna de Til Til, región Metropolitana

El estudio analizó 280 egagrópilas de cóndor andino. Estas son regurgitaciones de material que los cóndores no son capaces de digerir, como pelos, huesos y otros desechos. En ellas se encontraron 12 tipos de presas y 9 tipos de desechos de origen humano. Los cóndores se alimentaron en un 99% de mamíferos -cabras, caballos, ovejas y conejos, entre otros-, un 7% de aves, y un 31% de basura, principalmente conformada por plásticos, seguido de papel, vidrio y plumavit.

“El consumo de residuos sin valor nutricional e indigestibles como bolsas, papeles y tapas, entre otros, puede llevar, especialmente en polluelos, a una disminución en el consumo energético, afectando su condición corporal e incluso pudiendo llegar a morir de inanición, ya que como estos permanecen en el estómago mayor tiempo que un alimento genera sensación de saciedad y no se alimentarán de forma correcta. En los individuos adultos y juveniles también se puede producir daño directo a sus órganos, generando por ejemplo úlceras estomacales, rupturas digestivas y obstrucciones debido al consumo de vidrios o cuerdas, pitas, lanas o nylon”, explica Melanie Duclos, investigadora CAPES y candidata a doctor en Medicina de la Conservación de la U. Andrés Bello, una de las autoras del artículo.

Entre otros efectos dañinos, que pueden llegar a ser letales, están la reducción de su condición corporal, bajas tasas de crecimiento y baja reproducción producto de daños internos como laceraciones, respuestas inflamatorias, estrés metabólico, entre otras. “Incluso existen evidencias que algunas partículas pueden cruzar la pared del intestino y translocarse a otros tejidos del cuerpo con consecuencias aún desconocidas”, agrega la experta.

“El desafío actual es lograr entender y abordar el problema a una escala espacial y temporal más amplia. Nos gustaría hacer un seguimiento exhaustivo de la dieta del cóndor andino a lo largo de su distribución para comprender los cambios y dinámicas que ocurren en términos de disponibilidad/preferencias de recursos alimentarios. También poder determinar cuáles son los principales residuos que están consumiendo y cuáles son sus fuentes primarias y secundarias de consumo en ecosistemas terrestres, así como los riesgos para su salud, tanto a nivel individual como poblacional” afirma Duclos.

Monitoreo

La población estudiada utiliza la zona de Til Til, donde operan rellenos sanitarios, y el estudio muestra que los utilizan como fuente complementaria de alimento, situación que expone a los cóndores a la ya mencionada gran gama de riesgos directos e indirectos para su salud. Es por ello que la empresa KDM, propietaria de uno de los rellenos que opera en la zona, desarrolla desde 2005 un monitoreo y ha implementado una serie de medidas efectivas que han reducido considerablemente la presencia de cóndores en su relleno, incluida una estación de alimentación complementaria que podrá contribuir en el largo plazo en beneficio de la conservación del cóndor andino.

El cóndor andino

Vultur gryphus Linnaeus 1758 (Falconiformes: Cathartidae), habita desde Venezuela hasta Cabo de Hornos, por la Cordillera de los Andes, cordilleras próximas a ella y las costas adyacentes del Océano Pacífico.

Los adultos presentan una coloración negra y blanca, con un collar de plumas blancas en el cuello y algunas partes superiores de las alas. Puede llegar a medir 142 cm de altura y 330 cm de envergadura alar. Los machos, de tamaño superior a las hembras, pesan entre 11 y 15 kg., mientras que las hembras entre 8 y 11 kg. (Figura de dimorfismo sexual y de aves en vuelo) Ambos se diferencian principalmente por la presencia de una cresta en el caso de los machos, la que está ausente en las hembras.

Estos carroñeros alcanzan la madurez sexual a los 7 años y anidan entre los 0 y 2.500 a 3.000 msnm aproximadamente, generalmente en formaciones rocosas inaccesibles. Poseen una tasa de reproducción muy baja, poniendo un solo huevo cada dos años, y son monógamos, es decir, tienen una pareja única durante toda su vida. Es una de las aves más longevas, pudiendo alcanzar la edad de 75 años en cautiverio.

En Chile central, específicamente en la Región Metropolitana, la población del cóndor andino se encuentra amenazada por varios factores como la pérdida y alteración de hábitat, la caza, el envenenamiento y la reducción de las fuentes de alimento. Esto ha generado cambios en sus hábitos alimenticios, pasando a depender casi exclusivamente de especies exóticas y domésticas; como también, de recursos alimenticios de baja calidad como “desechos” orgánicos domiciliarios. Este cambio en el comportamiento alimentario implicaría un importante factor de riesgo para el cóndor andino, ya que el consumo de desechos humanos en rellenos sanitarios trae aparejado el riesgo de intoxicaciones por consumo de desechos químicos, siendo esta una causa frecuente del ingreso de cóndores a centros de rehabilitación.

Investigación CAPES halla alto contenido de plásticos en la dieta del cóndor andino

Estudio del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC) muestra que cerca de un 30% de la dieta del cóndor en la región Metropolitana se compone de desechos de origen humano.

El emblemático cóndor andino (Vultur gryphus) es el ave terrestre de mayor envergadura en el planeta y símbolo de nuestro escudo patrio. Es un ave carroñera propiamente tal, dado que se alimenta exclusivamente de carroña o animales muertos, cumpliendo así una tarea muy relevante para nuestra salud: la de mantener los campos limpios de fuentes de infección.

Recientemente, un trabajo publicado en la revista Ornitología Neotropical pone en evidencia los cambios que han tenido los hábitos alimenticios del cóndor frente a un entorno cada vez más intervenido por la acción humana.

El trabajo conjunto entre científicos del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC), el Centro de Investigación para la Sustentabilidad (CIS) de la Universidad Andrés Bello, el Laboratorio de Ecología Aplicada (LABECOL) de la Universidad de Los Lagos, y de la empresa consultora Biomérica, buscó determinar la composición de la dieta del cóndor andino en una zona con alta intervención humana en Chile central, en la comuna de Til Til, región Metropolitana

El estudio analizó 280 egagrópilas de cóndor andino. Estas son regurgitaciones de material que los cóndores no son capaces de digerir, como pelos, huesos y otros desechos. En ellas se encontraron 12 tipos de presas y 9 tipos de desechos de origen humano. Los cóndores se alimentaron en un 99% de mamíferos -cabras, caballos, ovejas y conejos, entre otros-, un 7% de aves, y un 31% de basura, principalmente conformada por plásticos, seguido de papel, vidrio y plumavit.

“El consumo de residuos sin valor nutricional e indigestibles como bolsas, papeles y tapas, entre otros, puede llevar, especialmente en polluelos, a una disminución en el consumo energético, afectando su condición corporal e incluso pudiendo llegar a morir de inanición, ya que como estos permanecen en el estómago mayor tiempo que un alimento genera sensación de saciedad y no se alimentarán de forma correcta. En los individuos adultos y juveniles también se puede producir daño directo a sus órganos, generando por ejemplo úlceras estomacales, rupturas digestivas y obstrucciones debido al consumo de vidrios o cuerdas, pitas, lanas o nylon”, explica Melanie Duclos, investigadora CAPES y candidata a doctor en Medicina de la Conservación de la U. Andrés Bello, una de las autoras del artículo.

Entre otros efectos dañinos, que pueden llegar a ser letales, están la reducción de su condición corporal, bajas tasas de crecimiento y baja reproducción producto de daños internos como laceraciones, respuestas inflamatorias, estrés metabólico, entre otras. “Incluso existen evidencias que algunas partículas pueden cruzar la pared del intestino y translocarse a otros tejidos del cuerpo con consecuencias aún desconocidas”, agrega la experta.

“El desafío actual es lograr entender y abordar el problema a una escala espacial y temporal más amplia. Nos gustaría hacer un seguimiento exhaustivo de la dieta del cóndor andino a lo largo de su distribución para comprender los cambios y dinámicas que ocurren en términos de disponibilidad/preferencias de recursos alimentarios. También poder determinar cuáles son los principales residuos que están consumiendo y cuáles son sus fuentes primarias y secundarias de consumo en ecosistemas terrestres, así como los riesgos para su salud, tanto a nivel individual como poblacional” afirma Duclos.

Monitoreo

La población estudiada utiliza la zona de Til Til, donde operan rellenos sanitarios, y el estudio muestra que los utilizan como fuente complementaria de alimento, situación que expone a los cóndores a la ya mencionada gran gama de riesgos directos e indirectos para su salud. Es por ello que la empresa KDM, propietaria de uno de los rellenos que opera en la zona, desarrolla desde 2005 un monitoreo y ha implementado una serie de medidas efectivas que han reducido considerablemente la presencia de cóndores en su relleno, incluida una estación de alimentación complementaria que podrá contribuir en el largo plazo en beneficio de la conservación del cóndor andino.

El cóndor andino

Vultur gryphus Linnaeus 1758 (Falconiformes: Cathartidae), habita desde Venezuela hasta Cabo de Hornos, por la Cordillera de los Andes, cordilleras próximas a ella y las costas adyacentes del Océano Pacífico.

Los adultos presentan una coloración negra y blanca, con un collar de plumas blancas en el cuello y algunas partes superiores de las alas. Puede llegar a medir 142 cm de altura y 330 cm de envergadura alar. Los machos, de tamaño superior a las hembras, pesan entre 11 y 15 kg., mientras que las hembras entre 8 y 11 kg. (Figura de dimorfismo sexual y de aves en vuelo) Ambos se diferencian principalmente por la presencia de una cresta en el caso de los machos, la que está ausente en las hembras.

Estos carroñeros alcanzan la madurez sexual a los 7 años y anidan entre los 0 y 2.500 a 3.000 msnm aproximadamente, generalmente en formaciones rocosas inaccesibles. Poseen una tasa de reproducción muy baja, poniendo un solo huevo cada dos años, y son monógamos, es decir, tienen una pareja única durante toda su vida. Es una de las aves más longevas, pudiendo alcanzar la edad de 75 años en cautiverio.

En Chile central, específicamente en la Región Metropolitana, la población del cóndor andino se encuentra amenazada por varios factores como la pérdida y alteración de hábitat, la caza, el envenenamiento y la reducción de las fuentes de alimento. Esto ha generado cambios en sus hábitos alimenticios, pasando a depender casi exclusivamente de especies exóticas y domésticas; como también, de recursos alimenticios de baja calidad como “desechos” orgánicos domiciliarios. Este cambio en el comportamiento alimentario implicaría un importante factor de riesgo para el cóndor andino, ya que el consumo de desechos humanos en rellenos sanitarios trae aparejado el riesgo de intoxicaciones por consumo de desechos químicos, siendo esta una causa frecuente del ingreso de cóndores a centros de rehabilitación.

Charla “Resistacción”: dimensiones críticas y políticas de la educación ambiental en las movilizaciones sociales | 26 de noviembre | Campus UC Villarrica

La charla / conversatorio “Resistacción”: dimensiones críticas y políticas de la educación ambiental en las movilizaciones sociales y su aporte a la emergencia de alternativas, tiene por objetivo discutir los procesos de co-aprendizaje y de formación eco-ciudadana forjados en el seno de los movimientos sociales de resistencia al extractivismo. Se analizan los procesos colectivos de aprendizaje ecosocial que se construyen arraigados en la acción de defensa territorial y desarrollo de inteligencias territoriales que contribuyan a la innovación ecosocial. La investigación se desarrolla en contextos contrastantes de Québec-Canadá (boom minero – energético) y de Chile (cuna del modelo neoliberal – extractivismo exacerbado).

La actividad se realizará este martes 26 de noviembre a las 15:00 hrs. en la Biblioteca Gabriela Mistral, del Campus UC Villarrica.

Los participantes del conversatorio son:

Isabel Orellana: profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Instituto de Ciencias Ambientales de la Université du Québec à Montréal, responsable del Programa de Posgrado en Educación Ambiental e investigadora y miembro del comité de dirección del Centr’ERE (centro de investigación en educación y formación en medio ambiente y ecociudadanía de esa universidad) y de DIALOG-Red quebequense de investigación y conocimientos sobre pueblos indígenas. Es especializada en educación ambiental (EA). Se interesa especialmente en las dimensiones ética, crítica y política de ésta, en la co-construcción de saberes en ese campo, en su aporte a procesos emancipatorios, territoriales, de ecociudanía y de justicia ambiental, particularmente en el seno de los movimientos sociales de resistencia en contextos de conflicto socioecológico.

Felipe Rodriguez Arancibia. Psicólogo de la salud, Master en desarrollo sustentable con énfasis en educación ambiental, estudiante de doctorado en Salud y Sociedad de la Université du Québec à Montréal, investigador asistente del Centr’ERE-Centro de investigación en educación y formation en medio ambiente y ecociudadanía, en el marco del proyecto Resistaction. Se interesa en la agricultura urbana, la resistencia y la movilización social, la resiliencia y la transición ecológica.

Charla “Resistacción”: dimensiones críticas y políticas de la educación ambiental en las movilizaciones sociales | 26 de noviembre | Campus UC Villarrica

La charla / conversatorio “Resistacción”: dimensiones críticas y políticas de la educación ambiental en las movilizaciones sociales y su aporte a la emergencia de alternativas, tiene por objetivo discutir los procesos de co-aprendizaje y de formación eco-ciudadana forjados en el seno de los movimientos sociales de resistencia al extractivismo. Se analizan los procesos colectivos de aprendizaje ecosocial que se construyen arraigados en la acción de defensa territorial y desarrollo de inteligencias territoriales que contribuyan a la innovación ecosocial. La investigación se desarrolla en contextos contrastantes de Québec-Canadá (boom minero – energético) y de Chile (cuna del modelo neoliberal – extractivismo exacerbado).

La actividad se realizará este martes 26 de noviembre a las 15:00 hrs. en la Biblioteca Gabriela Mistral, del Campus UC Villarrica.

Los participantes del conversatorio son:

Isabel Orellana: profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Instituto de Ciencias Ambientales de la Université du Québec à Montréal, responsable del Programa de Posgrado en Educación Ambiental e investigadora y miembro del comité de dirección del Centr’ERE (centro de investigación en educación y formación en medio ambiente y ecociudadanía de esa universidad) y de DIALOG-Red quebequense de investigación y conocimientos sobre pueblos indígenas. Es especializada en educación ambiental (EA). Se interesa especialmente en las dimensiones ética, crítica y política de ésta, en la co-construcción de saberes en ese campo, en su aporte a procesos emancipatorios, territoriales, de ecociudanía y de justicia ambiental, particularmente en el seno de los movimientos sociales de resistencia en contextos de conflicto socioecológico.

Felipe Rodriguez Arancibia. Psicólogo de la salud, Master en desarrollo sustentable con énfasis en educación ambiental, estudiante de doctorado en Salud y Sociedad de la Université du Québec à Montréal, investigador asistente del Centr’ERE-Centro de investigación en educación y formation en medio ambiente y ecociudadanía, en el marco del proyecto Resistaction. Se interesa en la agricultura urbana, la resistencia y la movilización social, la resiliencia y la transición ecológica.

Investigadora CAPES expone en Congreso Mundial de Apicultura

Patricia Aldea, investigadora de la línea 3 de CAPES sobre fisiología del cambio global, participó entre los días 8 y 12 de septiembre del 46° Congreso Internacional de Apicultura, realizado en Montreal, Canadá.

El Congreso, organizado por la Federación Internacional de Asociaciones Apicultoras (Apimondia), reúne a diversos actores internacionales del mundo de la apicultura (producción y manejo de abejas melíferas y asiáticas) y la meliponicultura (abejas sin aguijón), provenientes tanto del ámbito académico como del económico, incluyendo científicos, productores, comerciantes, extensionistas, asesores, estudiantes, etc.

En la oportunidad, Aldea presentó parte de los resultados de su tesis de doctorado, la cual busca determinar cómo ciertos aspectos del calentamiento global podrían afectar la relación entre las abejas y las enfermedades parasitarias que las afectan, poniendo en riesgo, eventualmente, su supervivencia.

La médica veterinaria también participó de un workshop cuyo objetivo fue la generación de un plan estratégico de seguimiento sanitario de colmenas, organizado por el Ministerio de Agricultura de Canadá y diversas universidades de América.

Más allá de elogiar la organización de evento y la calidad de sus charlas, Aldea valoró la experiencia adquirida durante su visita. “Estas actividades son muy enriquecedoras para conocer lo que se está haciendo hoy en investigación y extensión en el campo de la apicultura y el estudio de las abejas. La generación de redes y contactos nuevos, así como el fortalecimiento de los que ya he ido generando con el tiempo, es lo que más valoro y rescato. Es muy motivante ver cómo se avanza y a la vez, entender que queda tanto por aprender y nuevas preguntas por resolver” señaló.

La presentación de la investigadora tuvo una amplia recepción entre los asistentes. La mayoría de las preguntas durante su exposición giraron en torno a la especial situación socio ambiental que vive Chile (con fenómenos como la sequía, los incendios, y la pérdida de la oferta y calidad floral) y cómo esta realidad ha impactado en la sustentabilidad del rubro apicultor, la condición de salud de las abejas de producción, entre otros ámbitos.

“Además” nos contó Aldea, “tuve la oportunidad de conversar con un investigador que ha publicado respecto al efecto potencial de los patógenos en la condición de las abejas, pero en su caso, esta aproximación ha sido más bien en un marco teórico y nosotros, con nuestros resultados, estamos entregando antecedentes reales. Espero poder presentar más resultados en Congresos nacionales e internacionales los meses siguientes”.

Actualmente, y paralelo a su trabajo en CAPES, Aldea se desempeña como directora del Centro de Emprendimiento Apícola de la Universidad Mayor (CEAPIMAYOR). Su área de trabajo se centra en la biología de las abejas y sus principales patógenos en un contexto de cambio climático y calentamiento global. Su más reciente publicación, “Ocurrencia, prevalencia y carga viral de variantes virales de ala deformada en colonias de Apis mellifera en Chile” (Occurrence, prevalence and viral load of deformed wing virus variants in Apis mellifera colonies in Chile), revisa la presencia de este virus en colmenares nacionales y cataloga su impacto a lo largo de cada región geográfica.

En esta versión, el Congreso contó con la presencia de más de 5,500 asistentes de todo el mundo, quienes escucharon los avances en esta importante área, conocer nuevas tecnologías, técnicas, herramientas e insumos asociados a la apicultura, discutir nuevas estrategias, y más. Su objetivo principal es generar una instancia de interconexión entre los distintos actores del rubro apícola desde la academia hasta el productor y comerciante.

Investigadora CAPES expone en Congreso Mundial de Apicultura

Patricia Aldea, investigadora de la línea 3 de CAPES sobre fisiología del cambio global, participó entre los días 8 y 12 de septiembre del 46° Congreso Internacional de Apicultura, realizado en Montreal, Canadá.

El Congreso, organizado por la Federación Internacional de Asociaciones Apicultoras (Apimondia), reúne a diversos actores internacionales del mundo de la apicultura (producción y manejo de abejas melíferas y asiáticas) y la meliponicultura (abejas sin aguijón), provenientes tanto del ámbito académico como del económico, incluyendo científicos, productores, comerciantes, extensionistas, asesores, estudiantes, etc.

En la oportunidad, Aldea presentó parte de los resultados de su tesis de doctorado, la cual busca determinar cómo ciertos aspectos del calentamiento global podrían afectar la relación entre las abejas y las enfermedades parasitarias que las afectan, poniendo en riesgo, eventualmente, su supervivencia.

La médica veterinaria también participó de un workshop cuyo objetivo fue la generación de un plan estratégico de seguimiento sanitario de colmenas, organizado por el Ministerio de Agricultura de Canadá y diversas universidades de América.

Más allá de elogiar la organización de evento y la calidad de sus charlas, Aldea valoró la experiencia adquirida durante su visita. “Estas actividades son muy enriquecedoras para conocer lo que se está haciendo hoy en investigación y extensión en el campo de la apicultura y el estudio de las abejas. La generación de redes y contactos nuevos, así como el fortalecimiento de los que ya he ido generando con el tiempo, es lo que más valoro y rescato. Es muy motivante ver cómo se avanza y a la vez, entender que queda tanto por aprender y nuevas preguntas por resolver” señaló.

La presentación de la investigadora tuvo una amplia recepción entre los asistentes. La mayoría de las preguntas durante su exposición giraron en torno a la especial situación socio ambiental que vive Chile (con fenómenos como la sequía, los incendios, y la pérdida de la oferta y calidad floral) y cómo esta realidad ha impactado en la sustentabilidad del rubro apicultor, la condición de salud de las abejas de producción, entre otros ámbitos.

“Además” nos contó Aldea, “tuve la oportunidad de conversar con un investigador que ha publicado respecto al efecto potencial de los patógenos en la condición de las abejas, pero en su caso, esta aproximación ha sido más bien en un marco teórico y nosotros, con nuestros resultados, estamos entregando antecedentes reales. Espero poder presentar más resultados en Congresos nacionales e internacionales los meses siguientes”.

Actualmente, y paralelo a su trabajo en CAPES, Aldea se desempeña como directora del Centro de Emprendimiento Apícola de la Universidad Mayor (CEAPIMAYOR). Su área de trabajo se centra en la biología de las abejas y sus principales patógenos en un contexto de cambio climático y calentamiento global. Su más reciente publicación, “Ocurrencia, prevalencia y carga viral de variantes virales de ala deformada en colonias de Apis mellifera en Chile” (Occurrence, prevalence and viral load of deformed wing virus variants in Apis mellifera colonies in Chile), revisa la presencia de este virus en colmenares nacionales y cataloga su impacto a lo largo de cada región geográfica.

En esta versión, el Congreso contó con la presencia de más de 5,500 asistentes de todo el mundo, quienes escucharon los avances en esta importante área, conocer nuevas tecnologías, técnicas, herramientas e insumos asociados a la apicultura, discutir nuevas estrategias, y más. Su objetivo principal es generar una instancia de interconexión entre los distintos actores del rubro apícola desde la academia hasta el productor y comerciante.

Investigadora CAPES se adjudica Fondecyt de Iniciación

Los resultados del concurso Fondecyt de Iniciación publicados el pasado 30 de septiembre trajeron buenas noticias para Grisel Cavieres y CAPES. La fisióloga evolutiva e investigadora de nuestro Centro recibió financiamiento para el desarrollo de un proyecto de investigación que tendrá por objetivo estudiar la adaptación y evolución de los organismos sometidos a ambientes con alta variabilidad de temperatura.

Con el título “Plasticidad trans e inter-generacional y ambientes térmicos fluctuantes: desde moléculas hasta fisiología y adecuación biológica” (Transgenerational and within-generation plasticity in fluctuating thermal environments: from molecules to physiology and fitness), el proyecto evaluará cómo la exposición a entornos térmicos cada vez más estresantes —causados en gran medida por el cambio climático— afecta a los organismos dentro de una generación y en las generaciones posteriores, al tiempo que analizará cómo las condiciones ambientales experimentadas durante su desarrollo (ontogenia), afectarán sus niveles y patrones de integración fenotípica.

Para ello, Cavieres y su equipo usarán como objeto de estudio a la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster), una especie que, en palabras de la investigadora “sirve como un buen modelo para evaluar hipótesis sobre cambio climático, pues su bioquímica y fisiología ha sido extensamente estudiada y su respuesta fenotípica a temperatura del ambiente y otros factores climáticos es bien conocida”.

Esta investigación, que tendrá una duración de 3 años, es la continuación del trabajo que Cavieres viene realizando como investigadora desde 2013. “El proyecto es la extensión a natural de mi trabajo previo sobre los efectos ontogeneticos y transgeneracionales del estrés térmico en curvas de rendimiento de esta especie, así que estoy contenta de poder seguir en esta línea”.

Cavieres es doctora en Ciencias con mención en Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Chile. Desde 2005, dedica su trabajo al entendimiento de las causas y consecuencias de la variación fisiológica en organismos, y en los últimos años, al rol que juega la variabilidad climática sobre la fisiología energética y termorregulatoria de animales y las consecuencias ecológicas de estos cambios.

Licenciada en Educación en Biología, ingresó como posdoctorante a CAPES en 2015. Desde entonces, ha sido autora de seis publicaciones y colaborado en tres capítulos de libros como parte del Centro. Actualmente, es co-investigadora de otros dos proyectos de investigación: un proyecto Fondecyt Regular sobre niveles de integración biológica, rendimiento término y respuesta ectotérmica en ambientes variables, y un proyecto FIA sobre desarrollo de modelos fisiológicos predictivos para plagas de importancia en la agricultura chilena.

El concurso Fondecyt de Iniciación financia proyectos de investigación en todas las áreas del conocimiento para investigadores que inician su carrera científica. Este año, 379 proyectos fueron adjudicados, equivalentes al 33,5% de las postulaciones recibidas.

Investigadora CAPES se adjudica Fondecyt de Iniciación

Los resultados del concurso Fondecyt de Iniciación publicados el pasado 30 de septiembre trajeron buenas noticias para Grisel Cavieres y CAPES. La fisióloga evolutiva e investigadora de nuestro Centro recibió financiamiento para el desarrollo de un proyecto de investigación que tendrá por objetivo estudiar la adaptación y evolución de los organismos sometidos a ambientes con alta variabilidad de temperatura.

Con el título “Plasticidad trans e inter-generacional y ambientes térmicos fluctuantes: desde moléculas hasta fisiología y adecuación biológica” (Transgenerational and within-generation plasticity in fluctuating thermal environments: from molecules to physiology and fitness), el proyecto evaluará cómo la exposición a entornos térmicos cada vez más estresantes —causados en gran medida por el cambio climático— afecta a los organismos dentro de una generación y en las generaciones posteriores, al tiempo que analizará cómo las condiciones ambientales experimentadas durante su desarrollo (ontogenia), afectarán sus niveles y patrones de integración fenotípica.

Para ello, Cavieres y su equipo usarán como objeto de estudio a la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster), una especie que, en palabras de la investigadora “sirve como un buen modelo para evaluar hipótesis sobre cambio climático, pues su bioquímica y fisiología ha sido extensamente estudiada y su respuesta fenotípica a temperatura del ambiente y otros factores climáticos es bien conocida”.

Esta investigación, que tendrá una duración de 3 años, es la continuación del trabajo que Cavieres viene realizando como investigadora desde 2013. “El proyecto es la extensión a natural de mi trabajo previo sobre los efectos ontogeneticos y transgeneracionales del estrés térmico en curvas de rendimiento de esta especie, así que estoy contenta de poder seguir en esta línea”.

Cavieres es doctora en Ciencias con mención en Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Chile. Desde 2005, dedica su trabajo al entendimiento de las causas y consecuencias de la variación fisiológica en organismos, y en los últimos años, al rol que juega la variabilidad climática sobre la fisiología energética y termorregulatoria de animales y las consecuencias ecológicas de estos cambios.

Licenciada en Educación en Biología, ingresó como posdoctorante a CAPES en 2015. Desde entonces, ha sido autora de seis publicaciones y colaborado en tres capítulos de libros como parte del Centro. Actualmente, es co-investigadora de otros dos proyectos de investigación: un proyecto Fondecyt Regular sobre niveles de integración biológica, rendimiento término y respuesta ectotérmica en ambientes variables, y un proyecto FIA sobre desarrollo de modelos fisiológicos predictivos para plagas de importancia en la agricultura chilena.

El concurso Fondecyt de Iniciación financia proyectos de investigación en todas las áreas del conocimiento para investigadores que inician su carrera científica. Este año, 379 proyectos fueron adjudicados, equivalentes al 33,5% de las postulaciones recibidas.