Exposición «Hay algas allá afuera: conociendo el patrimonio natural de nuestro mar»

Cuándo: Domingo 9 de octubre de 2022, 12:00 a 19:00 hrs.
Dónde: Parque de la Familia (Costanera Sur Pte. 3201, Quinta Normal, RM).
Organiza:  CAPES,  Laboratorio de Ecología y Biología Molecular en Algas, LEBMA (UNAB) y Colección de Flora y Fauna Profesor Patricio Sánchez (PUC).

Este domingo 9 de octubre, a partir de las 12:00 horas, seremos parte del cierre del Festival de las Ciencias 2022 que se realizará en el Parque de la Familia de Quinta Normal.

Estaremos presentando una exhibición interactiva compuesta por dos acuarios con macroalgas vivas, dos microscopios para la observación de microalgas y muestras de alimentos y bioproductos a base de algas, parte de la investigación de la Dra. Loretto Contreras y su equipo del Laboratorio de Ecología y Biología Molecular en Algas, LEBMA, de la Universidad Andrés Bello.

También mostraremos láminas pertenecientes al herbario de algas chilenas de la Colección Biológica Patricio Sánchez (PUC).

Además, contaremos con libros CAPES relacionados al tema de cambio climático y agua, un afiche infográfico sobre el churrete costero y cómo ha adaptado su uso del agua metabólica a las condiciones de aumento de temperatura y sequía, y un flyer promocional de un proyecto CAPES dedicado al estudio de los peces litorales de La Araucanía y Los Ríos. Asimismo, incluiremos algunas de las aves talladas en madera utilizadas durante el proyecto CAPES “Vecinos con plumas”.

Esta es una invitación del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, la Universidad Andrés Bello y la Colección de Flora y Fauna Profesor Patricio Sánchez UC y se realizará en el marco del #FestivalDeLasCiencias2022 que desarrolla el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación entre el 2 y el 9 de octubre en todo el país.

Exposición «Hay algas allá afuera: colecciones de Chile y el mundo»

Cuándo: Viernes 7 de octubre de 2022, 10:00 a 16:00 hrs.
Dónde: Patio de las Comunicaciones, Casa Central UC (Av. Libertador Bernardo O'Higgins 340, Santiago, RM).
Organiza:  CAPES y Colección de Flora y Fauna Profesor Patricio Sánchez.

Este viernes 7 de octubre, a partir de las 10:00 horas, estaremos presentando parte del herbario de algas de la Colección de Flora y Fauna Profesor Patricio Sánchez, la exposición se presentará en el Patio de las Comunicaciones de la Casa Central de la UC. 

La muestra «Hay algas allá afuera: colecciones de Chile y el mundo» exhibirá láminas de la colección de algas chilenas y libros con parte de su catálogo de algas internacionales. También tendremos dos microscopios para la observación de microalgas. Entre las especies que podrán conocer están: Ulva sp. (lechuga de mar), Porphyra sp. (luche), Gracilaria sp. (pelillo), Grateloupia sp., Centroceras clavulatum y Lessonia berteroana (huiro negro)

Esta es una invitación del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad y la Colección de Flora y Fauna Profesor Patricio Sánchez UC y se realizará en el marco del #FestivalDeLasCiencias2022 que desarrolla el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación entre el 2 y el 9 de octubre en todo el país.

77% de la vegetación nativa de Constitución ha sido reemplazada por plantaciones forestales

Así lo reveló un estudio de los investigadores Karen Hermosilla, Patricio Pliscoff y Mauricio Folchi, el cual buscó entender los efectos a largo plazo que el cambio de cobertura y uso de suelo tiene sobre los bosques mediterráneos de la zona centro-sur de Chile.

Uno de los bosques de Nothofagus remanentes ubicados cerca de Constitución, en las laderas occidentales de la cordillera de la Costa de la región del Maule (Ministerio de Medio Ambiente).

A fin de entender los efectos a largo plazo que el cambio de cobertura y uso de suelo tiene sobre los bosques mediterráneos de la zona centro-sur de Chile, un grupo de investigadores analizó las dinámicas e impactos detrás de este proceso en la ciudad costera de Constitución, ubicada 70 km. al oeste de Talca —región del Maule— a lo largo de los últimos 60 años.

Para ello, los investigadores combinaron imágenes áreas y satelitales de la ciudad tomadas en los años 1955, 1975 y 2014, respectivamente, para reconstruir a través de mapas la historia del proceso de cambio ocurrido en la zona, una transformación del paisaje marcada por la progresiva expansión de la industria forestal y el consecuente reemplazo de su bosque nativo por plantaciones de especies exóticas. Sus resultados fueron publicados en diciembre pasado en el Journal of Land Use Science.

Impactos conocidos

El cambio de uso y cobertura de suelo (LULC, por sus siglas en inglés), es el proceso mediante el cual la capa o cubierta vegetal de un suelo —por ejemplo, el de un bosque nativo— se modifica con el objetivo de ser utilizada para otros fines, tales como el cultivo agrícola o la expansión urbana. Dicha transformación, nos cuenta Patricio Pliscoff, “es el factor más importante que provoca la perdida de la biodiversidad de los ecosistemas a nivel global, ya que éste, cuando está relacionado con la perdida de la cobertura natural del suelo, implica también la perdida y fragmentación de estos ecosistemas”.

Pliscoff, académico la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) e investigador del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES), es uno de los autores de este estudio, junto a la geógrafa Katherine Hermosilla (PUC y Universidad de Temuco) y el historiador ambiental Mauricio Folchi (Universidad de Chile).

En el trabajo, los investigadores señalan que, además de estos impactos, el cambio de uso de suelo provocado por la presencia de plantaciones forestales —muchas de las cuales se componen de una única especie de rápido crecimiento, como el pino o el eucalipto— también genera la aparición de “paisajes homogéneos, que producen conflictos entre los seres humanos y la vida silvestre, aumentando la susceptibilidad (de estos territorios) a la entrada de especies invasoras, depredadores y parásitos”. A su vez, dichas plantaciones alteran los ciclos biogeoquímicos y la composición vegetal de los suelos, promoviendo su degradación y afectando la hidrología y patrones de temperatura locales.

Y Chile es, en ese sentido, un caso paradigmático. Desde la promulgación en 1974 del Decreto de Ley N° 701 —el cual modificaba la ley de bosques a fin de promover la privatización del sector silvícola nacional—, hasta nuestros días, el desarrollo forestal chileno se ha mantenido en un auge constante, al punto que, para 2018, las plantaciones forestales alcanzaban los 2.303 millones de hectáreas y representaban el 1.9% del producto interno bruto del país.

Pero el enorme desarrollo de la industria forestal en Chile no ha estado exento de costos, sobre todo cuando éste se ha concentrado, históricamente, en uno de los hotpots de biodiversidad más escasos y vulnerables del planeta: el bosque lluvioso valdiviano.

Este bosque, caracterizado por su alto grado de endemismo y fuerte impacto antrópico (es decir, por la gran presencia de actividad humana en el territorio), abarca desde el clima mediterráneo de la zona central de Chile, por el norte, hasta las zonas más temperadas de la Patagonia chilena, por el sur. Constitución, localidad costera de poco más de 45 mil habitantes y fundada en 1794, se encuentra enclavada justamente en la primera de estas grandes áreas, la cual concentra la mayor diversidad de especies florales y endémicas de la región.

Esta es, para Patricio Pliscoff, una de las razones que vuelven a esta ciudad un modelo ideal para entender los efectos históricos que ha tenido el cambio de uso y cobertura del suelo sobre estos ecosistemas. Otra razón, nos dice, es el hecho de que “en esa zona comenzó la industria forestal en Chile, asociada a la presencia de una planta de celulosa (Constitución S.A., fundada en 1969), por lo que allí podemos estudiar hasta 60 años de cambios de uso de suelo vinculado al avance de la industria forestal y de las plantaciones en este territorio”.

Una historia de cambios

Evolución de la cobertura de vegetal y de suelos en la comuna de Constitución. Los mapas muestran la situación en los años 1955 (A), 1975 (B), 2014 (C) y 2017 (D), respectivamente. Las zonas café corresponden a los suelos de plantación forestal, mientras que la gris oscura, al área afectada por el incendio forestal de 2017.

Entonces, ¿qué impactos han tenido esos 60 años de expansión forestal sobre el ecosistema de bosque presente en Constitución? “En el caso de Constitución, la mayor perdida histórica corresponde a la vegetación dominante de la cordillera de la Costa” explica Pliscoff, “que es el bosque caducifolio costero o bosque maulino. Este es un bosque único, dominado por especies del género Nothofagus (robles, hualos, etc.), y que incluye especies como el ruil, un árbol que solo crece en este ecosistema y que en la actualidad está confinado a muy pocas poblaciones, insertas todas en una matriz de plantaciones forestales”.

Y así lo corroboran los resultados del estudio: entre 1955 y 2014, el bosque nativo y matorral aledaño a Constitución sufrió una pérdida neta de 44,881 y 23,777 hectáreas, respectivamente, mientras que el área de plantaciones forestales creció 88,649 hectáreas, un crecimiento del 1.250%. Esta alza, indican los autores, fue ligeramente mayor (22% con respecto al período previo) después de 1975, una vez implementado el D.L. 701.

El trabajo también recalca que la sustitución de vegetación nativa por plantaciones forestales durante estos dos períodos representó la mayor transición observada: 45.744 hectáreas de bosque nativo y 32,106 hectáreas de matorral fueron reemplazadas por este tipo de cultivos entre 1955 y 2014. De hecho, un 77% de la vegetación nativa existente en la zona a mediados del siglo XX (81% del área total de Constitución, si incluimos bosques, matorrales y praderas), fue reemplazada y utilizada por la industria forestal hacia el año 2014.

Por otra parte, la pérdida de cobertura también significó la pérdida y fragmentación de los hábitats presentes en el lugar, así como su calidad a la hora de sostener la vida. Principalmente entre 1975 y 2014, el número de parches de vegetación (indicador del nivel de fragmentación de un ecosistema), aumentó en un 128% para el bosque nativo, un 80% para el matorral y un 65% en praderas, mientras que en el mismo período se redujo para las plantaciones forestales.

Para 2014, sólo un 21% del área que comprende Constitución estaba constituido por hábitats naturales (bosques, praderas, matorrales y humedales), la mitad de los cuales presentaba una baja calidad de hábitat. “En el estudio se entiende como “calidad de hábitat” a la cuantificación y definición de sensibilidad de los ecosistemas a las amenazas más importantes presentes” comenta Pliscoff, “por ejemplo, los incendios son la amenaza más relevante, la cual tiene una expresión mayor o menor en ciertas zonas, y dependiendo del tipo de ecosistemas, su impacto puede ser mayor”. Desde esa perspectiva, sólo el 38% de estos espacios presentaron una calidad de hábitat regular y apenas un 9% una calidad buena.

La fragmentación y pérdida de hábitat tiene considerables impactos en la vida silvestre” manifiestas los autores en el trabajo”, “contribuyendo a una pérdida en la riqueza de espacios y funciones ecosistémicas. En Chile, estudios muestran que este fenómeno tiene implicancias sobre la dispersión y reducción de la vegetación, impactos sobre aves especialistas de bosque y efectos sobre la selección de presas de mesocarnívoros (animales cuya dieta consiste en un 50-70% de carne)”.

Adicionalmente, el incendio ocurrido en 2017 en la zona incrementó el porcentaje de hábitats con baja calidad de hábitat de un 50% a un 73%.

“Este estudio muestra la importancia de las áreas circundantes para la calidad del hábitat”, añaden los investigadores, “especialmente cuando sólo pocos y pequeños los hábitats que quedan para mantener la vida silvestre. En estas condiciones, la protección de pequeños fragmentos necesita ser complementada con la promoción de prácticas de manejo amigables con la vida silvestre al interior de las plantaciones”.

“Las medidas posibles”, resume Pliscoff, “se pueden dividir en dos; aquellas que potencialmente podrían restaurar las especies de bosques nativos que se encuentran en los fragmentos que aún persisten, y las aquellas orientadas a reforestar zonas que ya han sido impactadas por la actividad forestal o por los incendios, que cada vez están siendo más recurrentes y con mayor impacto en la zona”.

Texto: Comunicaciones CAPES

Investigadores CAPES participan en Conferencia de la Society for Ecological Restoration Europe 2022

La Conferencia se llevó a cabo a principios de septiembre en Alicante, España. En la oportunidad, pudieron presentar sus investigaciones relacionadas con la intensificación ecológica de sistemas frutícolas, la mitigación de riesgos asociados al uso de pesticidas en base a cobre y la restauración post-incendio de bosques.

Los investigadores CAPES Juan Ovalle (izquierda), Rosanna Ginocchio (centro) y Eduardo Arellano (derecha) durante su visita.

Los académicos Rosanna Ginocchio y Eduardo Arellano, investigadores principales de las líneas 1 y 6 de CAPES, respectivamente, y el profesor Juan Ovalle, investigador de línea 1, tuvieron una destacada participación en la conferencia internacional de la Society for Ecological Restoration Europe 2022 (SERE 2022), desarrollada entre los días 5 y 9 de septiembre pasado en Alicante, España. El evento reunió a 350 participantes de 47 países, principalmente de Europa, y estuvo focalizado en la temática ”Restaurando la Naturaleza, Reconectando a las Personas”.

La restauración ecológica de sistemas socio-ecológicos degradados por el ser humano se ha vuelto particularmente relevante a nivel mundial, convirtiéndose en una herramienta esencial para mitigar el cambio climático y otros impactos ambientales del Antropoceno, proteger la biodiversidad y revertir la pérdida de servicios ecosistémicos, aportando a sustentar el bienestar de las personas. Por ello, Naciones Unidas ha declarado esta década (2021-2030) como la década de la Restauración Ecológica.

Para alcanzar los beneficios esperados de la restauración ecológica, es importante avanzar en el conocimiento y el desarrollo de las prácticas que la sustentan, para asegurar programas efectivos y de calidad. Además, se deben acortar las brechas entre los distintos actores involucrados, tales como los académicos, las comunidades, los ejecutores y los reguladores. La discusión experta de varios de estos temas fue abordada en esta conferencia, donde interactuaron académicos, consultores y profesionales de Naciones Unidas.

En este contexto, los académicos Ginocchio y Arellano, de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la UC, y Ovalle, de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la UChile, aportaron a la discusión con trabajos centrados en la intensificación ecológica de sistemas frutícolas de Chile central, en la mitigación de los riesgos asociados al uso intensivo de pesticidas en base a cobre de estos sistemas productivos y en la restauración post-incendio de bosques, indagando en la facilitación y competencia entre especie invasora y especies nativas.

Participación de investigadores CAPES

Rosanna Ginocchio presentó el trabajo ”Remediation of copper-polluted soils as a first step for active restoration in non-productive orchards´ areas” (“Remediación de suelos contaminados con cobre como primer paso para la restauración activa de áreas no productivas en huertos frutícolas”), de los autores Hyo Ju Méndez, Luz María de la Fuente, Tomás Schoffer, Eduardo Arellano, Alexander Neaman y la misma Ginocchio. La académica señaló que “la recepción fue bien buena ya que los temas de restauración ecológica en sistemas agrícolas es algo que se está abordando hace poco como temática en esta conferencia. Normalmente se aborda la restauración de ecosistemas degradados por la minería, de bosque degradados y humedales degradados, entre otros”.

Una de las dos presentaciones del Dr. Arellano.

En tanto, Arellano comentó que “me tocó presentar en dos oportunidades. El primer trabajo “Assessing farm Biodioversity in Orchards to identify good management practices using a global online tool” (“Evaluación de la biodiversidad agrícola en huertos para identificar buenas prácticas de gestión utilizando una herramienta global en línea”), que es parte de la tesis de Magíster de Valentina Jiménez. Presentamos la experiencia de desarrollo de una herramienta de apoyo a la gestión de biodiversidad de agricultores para zonas mediterráneas a través de Coolfarmtool. Presentamos la herramienta y su aplicación en predios frutícolas de la zona central, Cool Farm Tool es una plataforma que ya existe y no tenía incorporado sistemas mediterráneos. Hubo mucho interés en el uso de métricas para identificación de hábitat y la selección de prácticas que promueven biodiversidad”.

Acerca de su segunda intervención, señaló que “desde mayo soy vice-chair de la Sociedad Iberoamericana de Restauración Ecológica (SER-IAC). Me tocó presentar este nuevo capítulo de SER, cuáles son los objetivos y las actividades de la creación de la red. Estaremos organizando el próximo Congreso Latinoamericano de Restauración Ecológica en Bogotá, Colombia”

Una de las actividades en terreno que se realizaron durante el evento.

Por su parte, Ovalle participó con la ponencia “How do native species compete against the reproductive success of exotic pines after fires? A restoring approach” (“¿Cómo compiten las especies nativas contra el éxito reproductivo de los pinos exóticos después de los incendios? Un enfoque restaurador”), que trató sobre el megaincendio de Maule en 2017, la silvicultura de restauración post-incendio, la facilitación y competencia entre especie invasora y especies nativas, y la reconversión progresiva de plantación de pino radiata a bosque mixto pino-quillay. El investigador manifestó que “los asistentes a mi charla preguntaron sobre la magnitud y frecuencia de los incendios en Chile, sobre el potencial invasivo de pino radiata y su efecto en el éxito de los planes de restauración a largo plazo”.  

Los organizadores del encuentro mencionaron que esta fue una excelente oportunidad para fomentar intercambios recíprocos entre empresarios, tomadores de decisiones, personeros públicos y la academia, además de ser el lugar donde expertos de diferentes sectores de la restauración, como bosques, humedales, ríos, agroecosistemas, áreas marinas, entornos urbanos, industrias extractivas, etc., tuvieron la oportunidad inusual de sentarse juntos y aprender unos de otros.

Pueden revisar la web de la conferencia en https://www.sere2022.org/

Asistentes a la Conferencia.

Texto: Comunicaciones CAPES
Créditos imagen: Rosanna Ginocchio

«Algas, una introducción a la ficología»: el primer y más completo libro en español sobre algas

Un equipo conformado por investigadores de Chile y Venezuela acaba de publicar un completo y detallado libro sobre algas en español, en el que se revisan las hipótesis más modernas sobre la evolución de la fotosíntesis y se estudian todos los linajes mayores de algas actualmente reconocidos, una obra muy esperada por los ficólogos y ficólogas hispanohablantes, y que además salda una deuda con las algas del hemisferio sur.

Portada del libro y presentación de sus autores.

“Algas, una introducción a la ficología” era un libro en busca de autor», escribe Eurico de Oliveira, profesor ya jubilado de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, en su presentación del texto. En ella, menciona que las algas son un grupo de organismos “tan diverso, que sus representantes están incluidos en ocho de los diez grandes troncos evolutivos de los eucariotas, sin hablar en el grupo de procariotas con fotosíntesis oxigénica, las Cyanobacteria», incluidas también en el libro.

La obra es fruto de años de trabajo de los autores Alexis Bellorín Romero, profesor asociado de la Universidad de Oriente, Venezuela; Cristian Bulboa Contador, profesor asociado de la Universidad Andrés Bello y Loretto Contreras-Porcia, profesora titular de la Universidad Andrés Bello e investigadora del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES. Fue publicada por RIL Editores y contó con financiamiento de CAPES.

El libro, la primera obra de esta magnitud que se publica en español, fue lanzado el 7 de septiembre pasado en un evento online a cargo del Comité Editorial de la Universidad Andrés Bello y CAPES, y que contó con la presentación de la profesora María Eliana Ramírez, ex directora Museo Chileno de Historia Natural y el Dr. Fabian Jaksic, director de CAPES.

Durante su intervención, los autores señalaron que no es muy fácil dar una definición exacta de lo que es un alga, debido a que son organismos muy diversos, de hecho, se pueden encontrar no sólo en los cursos de agua y en el mar, si no que prácticamente en cualquier lugar con humedad. «Las algas son organismos increíbles y el estudio de su evolución», acota Alexis Bellorín, “nos ha dado una lección, de diversidad, de complejidad, y sobre todo de cooperación, porque la endosimbiosis es el mecanismo por el cual evolucionaron las algas, es un mecanismo de cooperación entre especies diferentes, inclusive de linajes diferentes”.

Algas en español y del hemisferio sur

Bellorín, quien además de autor figura como el realizador de las más de un centenar de ilustraciones a todo color que incluye el libro, recordó sus tiempos en el doctorado en Ciencias en la Universidad de Sao Paulo, “Una cosa que noté es que los libros eran en inglés, o traducciones de libros en inglés, y si tú buscabas un alga de Sudamérica no la ibas a conseguir. Todo era del hemisferio norte, todos los ejemplos, los ciclos de vida, importancia, o sea, el hemisferio sur prácticamente no existía. Entonces, este libro nace prácticamente de la necesidad, es un libro, como dice la presentación, que estaba en busca de autor, un libro que hacía mucha falta, un libro muy relevante, porque no es sólo que esté en español, si no que está también centrado en especies del hemisferio sur, tanto de Venezuela, del Caribe, como de especies más al sur, del Cono Sur”.

En su presentación, la profesora Ramírez, destacó que “este libro viene a poner en relevancia y justicia la importancia de este grupo de organismos que (…) junto con ser los organismos más antiguos en la historia de la vida en la Tierra, son troncos originarios y sus representantes forman gran parte de la diversidad de la vida. “Algas: una introducción a la ficología”, de los autores Bellorín, Bulboa y Contreras, será sin duda a partir de hoy, la obra que guiará a alumnos y profesores de habla hispana en el estudio de las algas”.

Acerca de la importancia de esta publicación, la académica de la UNAB e investigadora CAPES, Loretto Contreras, señaló que “para nosotros lo más básico era de que todo el mundo pudiera acceder a algo pleno de las algas, y no solamente de las macro, las seaweeds, las kelps, si no que también las microalga (…) Por lo tanto tiene una visión académica, muy aplicada, y lo más importante, que puede llegar a todas las personas que quieren estudiar y entender lo que son las algas”.

En tanto, el tercer autor, Cristian Bulboa, afirmó: “aquí lo que van a encontrar va a ser distintos tipos de algas, no necesariamente la imagen que uno tiene de un cochayuyo o de una gran macroalga, si no lo que más van a encontrar, curiosamente, son cosas respecto de algas microscópicas, que como no las podemos ver a simple vista, no se conocen por el público en general, salvo los especialistas, aquí van a tener un buen acercamiento a eso”.

Por su parte, el Dr. Fabian Jaksic, Director CAPES, en su presentación del libro manifestó que “yo sitúo este libro de ficología, en al ámbito de la ciencia que no sólo es relevante si no que también pertinente. Digo esto porque si queremos asegurar nuestra sobrevivencia en el planeta, tenemos que conocer el patrimonio natural que hemos recibido y que eventualmente vamos a heredar a nuestros descendientes”, finalizando con una reflexión, “les recuerdo que, tal como dice algún dicho, lo que no se conoce, rara vez se aprecia. Y este libro nos convoca a conocer y apreciar el fascinante mundo de las algas, compañeras de ruta en el viaje que hacemos todos nosotros, la humanidad, por el cosmos».

Pueden revisar el video del lanzamiento del libro acá en este enlace.

“Algas, una introducción a la Ficología” está disponible en RIL Editores, en formato físico y en e-book.

Texto: Comunicaciones CAPES

Laboratorio de líneas 1 y 6 de CAPES se reacredita para el período 2022-2025

Este sello es reconocido por el Comité Institucional de Seguridad en Investigación de la UC, y permite a los laboratorios galardonados acelerar el llenado y aprobación del Protocolo de evaluación que otorga dicho Comité.

Parte del equipo del laboratorio, compuesto en su mayoría por estudiantes e investigadores CAPES.

El Laboratorio de Restauración, Suelos y Metales (RESUME), asociado a las líneas 1 de Contaminación por metales y rehabilitación y de suelos, y 6, sobre Intensificación ecológica en agricultura, fue reacreditado bajo el Sello de Prácticas Seguras 2022-2025.

Este sello, parte del programa “Laboratorio Seguro” de la Vicerrectoría de Investigación UC, busca certificar, y al mismo tiempo premiar, a los laboratorios de la Universidad que cumplen de manera destacada las prácticas y procedimientos que permiten un trabajo seguro al interior de sus dependencias.

El Laboratorio RESUME, dirigido por la investigadora CAPES, Dra. Rosanna Ginocchio, y con Luz María de la Fuente como encargada de seguridad, se sometió este año a la reacreditación luego de la obtención, en 2018, del sello, como parte de los 60 laboratorios certificados durante la primera versión del proceso. En esta oportunidad, el laboratorio obtuvo 106% de logro. 

Este sello es reconocido por el Comité Institucional de Seguridad en Investigación de la UC, y permite a los laboratorios galardonados acelerar el llenado y aprobación del Protocolo de evaluación que otorga dicho Comité.

En el laboratorio es un espacio compartido por los equipos de los académicos del Departamento de Ecosistemas y Medio Ambiente (DEMA) de la Facultad de Agronomía UC, Eduardo Arellano y Rosanna Ginnocchio, investigadores principales de las líneas 6 y 1 de CAPES, respectivamente, y se focaliza en la caracterización fisicoquímica general de suelos y sustratos, bioensayos de toxicidad y biodisponibilidad de metales en plantas y lombrices y microbiología en ambientes terrestres, entre otras actividades de investigación y de formación de capital humano de pre y postgrado.

“En RESUME realizamos bioensayos estándares de toxicidad a cobre en plantas, y ahora estamos comenzando a hacerlo con lombrices”, explica la Dra. Ginocchio. “También hacemos ensayos de tolerancia a cobre en plantas nativas, de forma de identificar especies nuestras que puedan ser usadas en la fitoestabilización de suelos contaminados o residuos mineros masivos. También realizamos algunos análisis generales de suelos, como capacidad de retención de agua, textura, secuestro de Carbono, pH, conductividad eléctrica y actividad de cobre iónico, entre otros”.

La Dra. Ginocchio también comentó la importancia de crear una adecuada cultura de trabajo al interior de los laboratorios de investigación de la UC, y reconoció el gran compromiso y trabajo de la también investigadora CAPES Luz María de la Fuente para lograr esta acreditación.

“El proceso de revalidación del Sello Laboratorio Seguro duró tres meses” cuenta De la Fuente. En ese período tuvimos que actualizar documentación como los compromisos de los profesores a cargo, declarar las líneas y técnicas de investigación, y actualizar el listado de alumnos y profesionales que se encuentran trabajando en el laboratorio. El comité mantuvo los requisitos solicitados durante el proceso de validación anterior, por lo tanto, contábamos con todos ellos, como la señalética, los protocolos de prácticas seguras, y el listado de reactivos entre otros”.

Además, prosigue, “durante el proceso el equipo del Programa Laboratorio Seguro realizó una visita de diagnóstico al laboratorio, donde nos sugirieron algunas medidas para aumentar la seguridad, lo cual se vio reflejado en el alto porcentaje de aprobación obtenido. Todo esto fue posible gracias al constante apoyo del equipo del Programa y por supuesto, al constante compromiso del equipo del laboratorio” concluye.

Por su parte, Verónica Arenas, Coordinadora del Programa Laboratorio Seguro de la Vicerrectoría de Investigación UC, felicitó y destacó el compromiso adquirido por el equipo al participar de este proceso de revalidación, y destacó que el laboratorio presenta aspectos de bioseguridad y biocustodia destacables.

Texto: DEMA UC y Comunicaciones CAPES
Créditos imagen: Laboratorio RESUME

Seminario “Pesticidas en base a cobre para el manejo de frutales en Chile central: residuales y calidad de suelo”

Cuándo: 26 de septiembre de 2022 - 14:30 hrs.
Dónde: Auditorio de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC
Organiza:  Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC y CAPES

El seminario “Pesticidas en base a cobre para el manejo de frutales en Chile central: residuales y calidad de suelo” busca ser un espacio de reflexión en torno a los riesgos asociados al uso de pesticidas en base a cobre en huertos frutales de la zona central de Chile, con énfasis en residuos y calidad de suelo.

Participarán como expositores/as Rosanna Ginocchio, académica de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC e investigadora principal CAPES; Celine Pelosi, del Instituto Nacional para la Investigación Agronómica, INRAE, Francia; Jaime Auger, académico del Departamento de Sanidad Vegetal de la Universidad de Chile; y Tomás Schoffer, investigador CAPES.

El evento se realizará en el auditorio de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC, entre las 14:30 y las 17:00 horas.

Link de inscripción: https://forms.gle/iheRw7BB8DszC2RZ8

Consultas: [email protected]

Un viaje por “Los Territorios de Gabriela”

“Los Territorios de Gabriela” selecciona ocho textos de la obra de Mistral “Poema de Chile” y los emplaza en un objeto híbrido entre un libro informativo, uno poético y uno ilustrado, que describe la ecología de los paisajes, seres y elementos que aparecen en esos poemas, combinados con comentarios poéticos y ecológicos, e ilustraciones, tanto narrativas como científicas. Su lanzamiento es este sábado 3 de septiembre.

Las autoras de «Los Territorios de Gabriela». De izquierda a derecha: Andrea Casals, Luz Valeria Oppliger y María Soledad Sairafi (Ilustraciones de María Soledad Sairafi).

El libro “Poema de Chile” de Gabriela Mistral, se publicó de manera póstuma. Fue escrito por la poetisa a lo largo de 20 años, como una manera de recordar los paisajes, flora y fauna de su país mientras se radicaba en el extranjero. En “Los Territorios de Gabriela”, de las autoras Andrea Casals Hill y Luz Valeria Oppliger —con ilustraciones de María Soledad Sairafi— se reproducen ocho de estos poemas, los cuales recorren distintos ecosistemas de nuestro país con sus descripciones y las de las especies de plantas y animales que menciona la vate en sus estrofas. 

Las autoras del libro celebrarán su lanzamiento el próximo sábado 3 de septiembre, a las 12:00 horas, en la librería Libro Verde, ubicada en Orrego Luco 051, Providencia, RM. La actividad contará con la participación de Alida Mayne-Nicholls, periodista, licenciada en estética, magíster en Letras y especialista en literatura chilena.

Combinando ciencia y arte

Portada del libro.

El texto, publicado por Orjikh Editores, nos lleva en un recorrido por Chile acompañado de un niño y un huemul, para conocer lugares como Montegrande, árboles como el chañar, o animales como la chinchilla. A través de códigos QR, sus lectores pueden acceder a los audios narrados de los textos. La publicación de este libro fue posible gracias al aporte del Fondo del Libro 2021, categoría creación y a la contribución del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES UC.

¿Cómo nació la idea? Luz Valeria Oppliger, una de sus autoras, explica que “hay varias razones o necesidades para desarrollar este libro, la primera de ellas el problema de la poesía en la escuela, que tiende a enfocarse en la estructura, métrica, rima y figuras retóricas por sobre la respuesta/reacción del lector, su goce, y la capacidad de abrirse al significado múltiple característico de la poesía”. 

Para Oppliger, “estar abiertos a diversas interpretaciones y desarrollar habilidades para incorporar significados múltiples, fomenta la creatividad y tolerancia a la ambigüedad, ambas habilidades muy necesarias en el mundo cambiante que enfrentamos”. En esta línea, la exprofesional CAPES y actual directora del programa Ciencia Pública del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, nos cuenta que combinar la observación y curiosidad poética con la observación y curiosidad científica a su vez estimulan el pensamiento crítico. “También buscamos dar a conocer la faceta de Gabriela Mistral como eco-poeta a través de su obra «Poema de Chile» y finalmente, la necesidad de destacar referentes intelectuales femeninos, donde, según mi percepción, Gabriela es quizás la más grande intelectual chilena y que no ha recibido la atención ni el crédito que amerita”.

Andrea Casals, su co-autora, señala que “este libro propone una combinación improbable, o al menos poco frecuente” entre ciencia y poesía. “Las expresiones de cada una de estas disciplinas pueden ser diferentes, pero el asombro, la observación y las preguntas o reflexiones son la base de ambas. Es justamente ese sentido de asombro, seguido de preguntas y observaciones lo que queremos fomentar con este libro, a la vez que mostrar cómo la comprensión del mundo se amplía en la interacción de ambas miradas”, comenta.

«Los territorios de Gabriela» nos lleva en un recorrido por Chile acompañado de Gabriela, un niño y un huemul, para conocer lugares como Montegrande, árboles como el chañar, o animales como la chinchilla.

La mirada de Gabriela

Tanto el libro como los textos en los que está inspirado, no sólo componen un retrato de Chile y sus paisajes naturales durante la primera mitad del siglo veinte. También son una ventana a la forma en que Mistral interpreta la naturaleza.

En ese sentido, Casals nos aclara que a través del “Poema de Chile”, “Mistral describe un territorio algo invisibilizado en los relatos nacionales oficiales. Ella resalta y prefiere el campo chileno, el campesinado mestizo y moreno, la flora y fauna nativa, y las relaciones entre ellos. Mistral es una poeta compleja; sus poemas pueden tener múltiples interpretaciones y niveles de lectura”.

De la misma idea es Oppliger: “a través de sus poemas, Gabriela Mistral nos invita a descubrir un Chile ignorado por el proyecto nacional de la primera mitad del siglo veinte. En ellos, la autora combina tipos humanos, flora y fauna nativos, creando un atlas que destaca el paisaje desde el desierto hasta las costas de Chiloé, la estepa patagónica, cactus y huiros, chinchillas y perdices”.

“Pero no por crear metáfora” complementa Casals, “deja de lado su conocimiento de las ecologías de esos territorios que visita. Por ejemplo, en el poema “Garzas”, Mistral nombra y describe las diversas garzas que habitan nuestro territorio, pero a la vez, por sus colores, este poema también es una metáfora para hablar de racismo”.

Mistral en 1917 a los 28 años, durante su estadía en Los Andes (Foto: Archivo del Escritor/ Biblioteca Nacional.).

De hecho, ambas autoras coinciden en que, por medio de estos textos, la nacida en Vicuña muestra plena conciencia del daño ecológico que genera la codicia humana, y una tremenda empatía con la pobreza y hambre del campesino. “Mucho antes de la articulación del movimiento ecologista moderno, Mistral ejerce una suerte de conservacionismo, en tanto describe con detallada y cariñosa observación rincones que en el presente, a casi 55 años de la publicación de “Poema de Chile”, ya no son los mismos”, señala Oppliger. “En algunos casos, denuncia la depredación de ecosistemas, como aquel de los palmares de ocoa; en otros, la caza comercial de la chinchilla para la venta de su piel, así como la caza de aves por hambre, como ocurre con la perdiz, la tórtola y la torcaza”. 

Y en la mayoría de los casos, continúa la autora, observamos que la poeta tenía razón: “su mirada fue atenta y certera respecto de los paisajes que describe; adelantada para su época, su voz denuncia la depredación o descuido de ciertos territorios. En otros casos observamos que Mistral no alcanza a concebir, por ejemplo, que el mar, a pesar de su inmensa capacidad de renovación, no es infinito”. “Podríamos decir que los paisajes que ilustra Mistral en palabras son eco-sociales” remata Casals.

Dando color a la palabra

En cuanto al desafío e inspiración para crear las imágenes del libro, su ilustradora, María Soledad Sairafi, menciona que trataron de “mostrar cómo su poesía también almacena y transmite un conocimiento profundo y preciso de Chile. No habla de aves o plantas como elementos simbólicos o genéricos intercambiables, sino que cuando aparece un ave o una planta, es siempre una en particular, y son esas características específicas las que dan sentido al poema. Al ilustrar y diseñar el libro, por lo tanto, debía hacer lo posible por transmitir ese apego al terruño, ese homenaje que es cada uno de los textos a una especie o a un lugar”.

El gran desafío de las ilustraciones, en opinión de Sairafi, “fue reflejar con claridad cada una de las especies y paisajes que Mistral incluye en sus poemas, hacerlos reconocibles, y al mismo tiempo, dar cuenta de la estructura narrativa presente en “Poema de Chile”. Quería que se sintiera como un viaje, en el que cada poema fuese una parte distinta del recorrido, con distintas emociones, mostrando la riqueza y la complejidad de cada lugar al que Gabriela dedica uno de sus escritos”.

La también editora del libro, explica que los poemas fueron el espacio en el que convergieron las tres disciplinas de sus creadoras, tanto de Valeria, Andrea, y ella, “y más bien el esfuerzo consistió en poner en común nuestros conocimientos, porque después de sumar perspectivas, los poemas siguen creciendo y haciéndose más interesantes y al mismo tiempo más misteriosos, se revela una especie de operación mágica en la que se necesitan muchas páginas y distintos tipos de lenguaje para describir lo que Mistral concibe en pocos versos. La inspiración surge de los poemas, pero se alimenta del análisis compartido, desde las letras y desde la perspectiva ecológica. Ahora creo que sin ambas dimensiones, la lectura de Mistral se queda corta”.

Para cada poema, “Los territorios de Gabriela” ofrece explicaciones ecológicas y poéticas, mostrando cómo las imágenes construidas en sus versos están en sintonía con la ecología del territorio o especie que la poeta destaca. 

“La selección de los poemas respondió a la pertinencia de un libro para lectores de entre 10 a 12 años, a fin de no exceder las 80 páginas” aclara Oppliger. Estos, se ordenaron tal como los distribuyó Doris Dana en la primera edición de Poema de Chile (1967), siguiendo un relativo orden de norte a sur y asegurando una muestra representativa del territorio nacional. “Los poemas han sido seleccionados por su cualidad dialógica y descriptiva, y por la gran cantidad de especies que figuran en él ecosistema. No obstante, consideramos que el largo «Poema de Chile» permite varias constelaciones más de poemas que satisfacen estos criterios, y por ello este libro se proyecta como el primero de una serie” finalizan sus autoras. 

Texto: Comunicaciones CAPES

De la intención a la acción: las variables que mueven el comportamiento ambiental al interior de las empresas

Un grupo de investigadores nacionales determinó que las empresas que cuentan con políticas ambientales declaradas son un 25% más proclives a invertir en prácticas sustentables.

¿Cuáles son los factores que influyen en que una empresa declare, o no, una política ambiental? ¿Y qué chances existen de que, una vez declarada esta política, la empresa invierta lo necesario en su ejecución? Estas fueron las preguntas que los investigadores de la Universidad del Desarrollo María José Ibáñez, Roberto Ponce y Felipe Vásquez buscaron responder en un estudio que exploró las distancias existentes entre las políticas ambientales de las empresas, y su comportamiento ambiental activo.

El estudio, pronto a publicar sus resultados, analizó para ello lo informado por casi 5 mil compañías con operaciones en Chile en la Encuesta Longitudinal de Empresas (2017), un instrumento elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas INE, que actualiza periódicamente el estado del sector privado en nuestros país en temas de finanzas, recursos, mercados, y, claro está, desempeño ambiental, entre otros.

“Para la primera pregunta, es decir, qué determina que una empresa declare o tenga una política ambiental, lo que encontramos es que existen más probabilidades que una empresa declare una política ambiental mientras más grande sea, más años tenga en el mercado, más orientada a la exportación esté, y si es una empresa familiar y forma parte además de un gobierno corporativo” explica Roberto Ponce, uno de los autores del estudio, e investigador junto con Felipe Vásquez del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES UC. “Esas variables, descubrimos, afectan positivamente en la probabilidad de tener política ambiental”.

En opinión de Ponce, conocer estas variables, desde el punto de vista de la política pública, es muy relevante, “porque si instituciones como la CORFO quieren, por ejemplo, hacer un programa para fomentar la elaboración de políticas ambientales a nivel empresarial, nuestros resultados indican que no debieran enfocarse tanto en las empresas grandes (que estadísticamente es más probable que tengan o declaren una política de este tipo), sino más bien en las organizaciones pequeñas y medianas. Eso te ayuda, así, a poner los incentivos de la política pública en los lugares correctos”, indica.

En cuanto a la segunda interrogante que el equipo liderado por María José Ibáñez buscó responderse, “lo que queríamos era saber qué tan buen predictor de comportamiento ambiental es el hecho que una empresa tenga política ambiental, es decir, cómo cambia la probabilidad de que una empresa realice un desembolso ambiental activo (esto es, que incurra en costos para proteger el medio ambiente o reducir sus impactos) dado que tiene una política ambiental”, señala Ponce.

Con este propósito, los investigadores seleccionaron, del total de empresas que poseían política ambiental, aquellas que tenían un comportamiento ambiental activo, el cual no sólo buscaba reducir o mejorar su posición de costos, sino que producir cambios reales a nivel de producción sustentable. “La empresa puede tener distintos comportamientos ambientales” comenta Ponce, “por ejemplo, una empresa podría cambiar sus procesos productivos para ahorrar más agua, o cambiar sus filtros para disminuir la emisión de contaminantes, pero éstas son reacciones a un efecto que la empresa está generando. Nosotros consideramos un desembolso ambiental que iba un poco más allá”.

Y los resultados, al menos preliminarmente, indican que, en efecto, hay una relación positiva entre declarar una política ambiental y ejecutarla a través de inversiones y desembolsos monetarios. “De hecho, en el paper que estamos próximos a lanzar, planteamos que, si una empresa tiene política ambiental, hay un 25% más de probabilidades de que esa empresa invierta en protección ambiental” adelanta el investigador.

Estos hallazgos, sin embargo, no son idénticos a lo largo de todos los sectores productivos: “cuando dividimos estos resultados según industria, notamos que en el sector de servicios y en el de manufactura (o de transformación), este porcentaje es del 27-29%, es decir, las probabilidades aumentan. El problema que nos encontramos es que en aquellas industrias que son más intensivas en el uso de recursos naturales, es decir, la industria extractiva, las empresas que declaran una política ambiental tienen un 17% menos de probabilidad de gastar en la protección del medio ambiente que aquéllas que no la tienen”, cuenta Ponce.

¿Qué puede explicar esta diferencia? Para Ponce, son varias las teorías posibles: “considerando que la encuesta es un auto-reporte de las empresas, existe la posibilidad que las empresas esten sub-reportando su inversiones ambientales, esto se podría deber a la forma de clasificar las inversiones que utilizan, por otro lado, siempre existe la opción de que las empresas incurran en lo que se conoce como greenwashing, es decir, declarando un comportamiento pro-ambiental (por medio de una política), pero sin efectuar ningún cambio sustantivo en ese sentido o, al contrario, podrían estar sujetas a un desembolso en términos de costo tan alto, que simplemente les es imposible hacer un esfuerzo de inversión extra en este sentido”. 

De hecho, para despejar estas nuevas interrogantes, los investigadores están realizando estimaciones que, en esta ocasión, toman en cuenta el monto del desembolso que tienen estas empresas, “porque más allá de si la empresa hace o no hace algo en términos ambientales, lo importante también es la magnitud del esfuerzo que hace, así que estamos integrando esa variable para saber si cambia en algo el panorama” comenta Ponce. “Con estos resultados preliminares tenemos este primer panorama donde se levanta una banderita amarilla en la industria extractiva que hay que ir a mirar con detalle”.

Cuestión de incentivos

Uno de los principales desafíos a los que se enfrentaron los investigadores fue el pequeño porcentaje de empresas que declaraban prácticas ambientales. “Una muy baja proporción de las empresas declaran una política ambiental, y ejecutan esa política ambiental invirtiendo en la protección del medioambiente” nos revela Ponce. Y las causas de estas cifras son igual de misteriosas. “La literatura nos dice que este tipo de fenómenos son contexto-específicos y, por ende, multicausales” explica el economista.

En este marco, los incentivos son fundamentales, partiendo por el incentivo gubernamental. “Si te van a hacer cumplir una política ambiental que esté orientada a ciertos objetivos, lo importante es que esos objetivos se monitoreen y se cumplan” nos dice. Y, en segundo lugar, también son claves las presiones que puedan venir de los mismos consumidores: “hoy, los consumidores te están castigando por tu comportamiento ambiental. Basta solo recordar el boicot que hubo en 2018 en Inglaterra contra las paltas chilenas, o el que organizo en 2003 la ONG International Rivers contra CMPC en EE. UU. El consumidor está jugando un papel cada vez más importante, en términos de la decisión de comportamiento ambiental de las empresas”.

Hay otros factores que inciden en el comportamiento ambiental de las empresas como, por ejemplo, el tipo de competencia al que se enfrentan. En otro estudio realizado por Ponce, él y su equipo están investigando cómo la competencia informal (es decir, la que contiene actores que no respetan las leyes, no pagan impuestos, o no se atienen a las normas que una empresa establecida sí) afecta en que una empresa adopte prácticas sustentables de producción limpia o no. “Y hemos tenido hallazgos muy interesantes. Por ejemplo, cuando tú tienes mucha competencia informal, a ti te da lo mismo la política ambiental, porque tienes otros problemas mucho más acuciantes (desde el punto de vista económico) a los que atender. Tus esfuerzos están enfocados en sobrevivir en un mercado desigual”.

Es por eso que, para el investigador, las medidas a adoptarse para dirigir la conducta de las empresas hacia los incentivos correctos deben venir no sólo del Estado, sino también de un ejército de consumidores informados: “el Estado no puede tener un inspector en cada planta comprobando que el productor hace lo que dice y dice lo que hace” comenta. “Es el consumidor el que tiene que estar informado sobre qué es lo que implica comprarse una polera de $4.000 en una tienda de renombre. Porque esa polera no llegó a su localidad por arte de magia. Hubo un montón de procesos que tuvieron que suceder para que eso costara $4.000 en vez de $30.000. Emisiones de CO2, abaratamientos en transporte, precariedad laboral, condiciones de trabajo en países subdesarrollados que quién sabe cómo son, etc.”.

Texto: Comunicaciones CAPES
Créditos foto:
Ministerio de Medio Ambiente de Chile